Donald Trump tiene previsto dirigirse hoy lunes a la nación tras las matanzas masivas de El Paso (Texas) y Dayton (Ohio) y ha pedido esta mañana a través de su cuenta de la red social Twitter que los legisladores aprueben una reforma que endurezca las verificaciones y requisitos para comprar armas de fuego. Trump, sin embargo, vinculó estos hipotéticos cambios de legislación con una reforma migratoria.
AbbottCrusiusTrump
“No podemos permitir que los asesinados en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, mueran en vano. Tampoco a los heridos graves. Nunca podremos olvidarlos, ni a aquellos que vinieron antes que ellos. Los republicanos y los demócratas deben unirse y lograr fuertes verificaciones de antecedentes [para comprar armas], quizás uniendo esta legislación con la tan desesperadamente necesaria reforma migratoria. ¡Debemos conseguir que algo bueno, si no grande, salga de estos dos trágicos eventos”, escribió Trump en Twitter. Después ha arremetido de nuevo contra los medios de comunicación y supuestas “fake news“. “La cobertura de noticias debe comenzar a ser justa, equilibrada e imparcial, ¡o estos terribles problemas solo empeorarán!”, ha afirmado el presidente. La masacre de El Paso ha desatado las críticas contra Trump por alentar la xenofobia con sus ataques a los migrantes.
El Paso, donde Patrick Wood Crusius mató a tiros a 20 personas tras publicar supuestamente un manifiesto contra la “invasión” hispana, ha sido durante meses unos de los lugares clave en el debate migratorio y en la Administración de Trump ha convertido la ciudad en la encarnación de la frontera en crisis. Los opositores a las políticas de Trump han denunciado las condiciones en los centros de detención abarrotados en el área y también han apuntado a la crisis en Ciudad Juárez, donde miles de aspirantes al asilo han sido enviados a esperar los resultados de sus procedimientos. El Paso ha vivido el mayor aumento en la estadística de detenciones de migrantes hasta junio, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Particularmente llamativos han sido las detenciones de familias, un total de 117.612 frente a 6.326 en el mismo periodo de 2017. La población de la ciudad es abrumadoramente hispana y la mayoría de los residentes son ciudadanos estadounidenses, según Data USA. Los residentes de Ciudad Juárez visitan a menudo el centro comercial en el que ocurrió la masacre este sábado. Texas, estado del que forma parte El Paso, ha relajado recientemente algunas restricciones a la posesión de armas. Este año, según la Asociación Estatal del Rifle de Texas, el gobernador Greg Abbott ha firmado 10 leyes aprobadas por los legisladores que reducen los controles en escuelas, empresas y lugares de culto.
Donald Trump tiene previsto dirigirse hoy lunes a la nación tras las matanzas masivas de El Paso (Texas) y Dayton (Ohio) y ha pedido esta mañana a través de su cuenta de la red social Twitter que los legisladores aprueben una reforma que endurezca las verificaciones y requisitos para comprar armas de fuego. Trump, sin embargo, vinculó estos hipotéticos cambios de legislación con una reforma migratoria.
“No podemos permitir que los asesinados en El Paso, Texas, y Dayton, Ohio, mueran en vano. Tampoco a los heridos graves. Nunca podremos olvidarlos, ni a aquellos que vinieron antes que ellos. Los republicanos y los demócratas deben unirse y lograr fuertes verificaciones de antecedentes [para comprar armas], quizás uniendo esta legislación con la tan desesperadamente necesaria reforma migratoria. ¡Debemos conseguir que algo bueno, si no grande, salga de estos dos trágicos eventos”, escribió Trump en Twitter. Después ha arremetido de nuevo contra los medios de comunicación y supuestas “fake news“. “La cobertura de noticias debe comenzar a ser justa, equilibrada e imparcial, ¡o estos terribles problemas solo empeorarán!”, ha afirmado el presidente. La masacre de El Paso ha desatado las críticas contra Trump por alentar la xenofobia con sus ataques a los migrantes.
El Paso, donde Patrick Wood Crusius mató a tiros a 20 personas tras publicar supuestamente un manifiesto contra la “invasión” hispana, ha sido durante meses unos de los lugares clave en el debate migratorio y en la Administración de Trump ha convertido la ciudad en la encarnación de la frontera en crisis. Los opositores a las políticas de Trump han denunciado las condiciones en los centros de detención abarrotados en el área y también han apuntado a la crisis en Ciudad Juárez, donde miles de aspirantes al asilo han sido enviados a esperar los resultados de sus procedimientos. El Paso ha vivido el mayor aumento en la estadística de detenciones de migrantes hasta junio, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Particularmente llamativos han sido las detenciones de familias, un total de 117.612 frente a 6.326 en el mismo periodo de 2017. La población de la ciudad es abrumadoramente hispana y la mayoría de los residentes son ciudadanos estadounidenses, según Data USA. Los residentes de Ciudad Juárez visitan a menudo el centro comercial en el que ocurrió la masacre este sábado. Texas, estado del que forma parte El Paso, ha relajado recientemente algunas restricciones a la posesión de armas. Este año, según la Asociación Estatal del Rifle de Texas, el gobernador Greg Abbott ha firmado 10 leyes aprobadas por los legisladores que reducen los controles en escuelas, empresas y lugares de culto.
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