Pronto cumpliremos 40 años en los que los argentinos elegimos gobernantes en forma ininterrumpida. Hemos tenido presidentes de todas las ideologías, pese a lo cual se incrementa la deuda externa con cada cambio de gobierno, igual ocurre con la pobreza, la inseguridad, y el narcotráfico. La educación y la salud son calamitosas, la mayoría de nosotros no estamos como debiéramos en un país rico en todo, minerales, ganadería, agricultura, petróleo, gas, agua, litio, mares y ríos con muy variada y abundante pesca. Tenemos un factor humano muy bueno (crisol de razas), pero lamentablemente muchos de nuestros jóvenes emigran, buscando otros horizontes en el extranjero por las pocas oportunidades de futuro que tienen en este territorio. MIENTRAS, los gobiernos que se alternan no alcanzan los objetivos que prometen y so esperados para la clase trabajadora, llámese obreros, campesinos, maestros, profesionales, empleados, etc.
Ahora bien, me pregunto, ¿dónde están aquellos que en los años 70, luchaban por una “patria justa, libre y soberana”, esos jóvenes “idealistas” y revolucionarios que secuestraban, mataban, ponían bombas, robaban bancos y tomaban universidades con el objetivo de imponer sus ideologías salvadoras? No los veo ni los escucho, como así tampoco a los sacerdotes tercermundistas de la época. Ni hablar de las organizaciones de derechos humanos (para unos sí, para otros no), o a las abuelas e hijos de plaza de mayo. ¿Acaso no se enteran de los graves delitos que se comenten a diario y la pobreza que cada día es mayor? ¿Sabrán de la entrega de un espacio de 200 hectáreas donde se instaló una base militar china? ¿La “donación” de tierras a pseudos mapuches, y el control de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC) a manos de 2 venezolanos y 1 colombiano, acaso son hechos positivos para la Argentina?
Más que evidente que los diferentes gobiernos que supimos conseguir, mediante suculentas indemnizaciones, calmaron su sed de odio y venganza revolucionaria. Perdieron la guerra que ellos mismos impusieron, mutaron, y ahora celebran con festivales y bandas de rock, frente a los tribunales federales donde se llevan a cabo las audiencias por los mal llamados delitos de lesa humanidad. Inclusive festejan las muertes de los prisioneros de hoy, que en el pasado los combatieron por sus falsos ideales de jóvenes ilusos, impulsados por una moda revolucionaria, manejada desde Cuba por vagos y asesinos como el “Che” Guevara, quien les picaba el cerebro como lo hace el caburé (pequeño búho de la familia Strigidae) a sus víctimas para después devorarlas.
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Por Miguel F. Prestofelippo.
Pronto cumpliremos 40 años en los que los argentinos elegimos gobernantes en forma ininterrumpida. Hemos tenido presidentes de todas las ideologías, pese a lo cual se incrementa la deuda externa con cada cambio de gobierno, igual ocurre con la pobreza, la inseguridad, y el narcotráfico. La educación y la salud son calamitosas, la mayoría de nosotros no estamos como debiéramos en un país rico en todo, minerales, ganadería, agricultura, petróleo, gas, agua, litio, mares y ríos con muy variada y abundante pesca. Tenemos un factor humano muy bueno (crisol de razas), pero lamentablemente muchos de nuestros jóvenes emigran, buscando otros horizontes en el extranjero por las pocas oportunidades de futuro que tienen en este territorio. MIENTRAS, los gobiernos que se alternan no alcanzan los objetivos que prometen y so esperados para la clase trabajadora, llámese obreros, campesinos, maestros, profesionales, empleados, etc.
Ahora bien, me pregunto, ¿dónde están aquellos que en los años 70, luchaban por una “patria justa, libre y soberana”, esos jóvenes “idealistas” y revolucionarios que secuestraban, mataban, ponían bombas, robaban bancos y tomaban universidades con el objetivo de imponer sus ideologías salvadoras? No los veo ni los escucho, como así tampoco a los sacerdotes tercermundistas de la época. Ni hablar de las organizaciones de derechos humanos (para unos sí, para otros no), o a las abuelas e hijos de plaza de mayo. ¿Acaso no se enteran de los graves delitos que se comenten a diario y la pobreza que cada día es mayor? ¿Sabrán de la entrega de un espacio de 200 hectáreas donde se instaló una base militar china? ¿La “donación” de tierras a pseudos mapuches, y el control de la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC) a manos de 2 venezolanos y 1 colombiano, acaso son hechos positivos para la Argentina?
Más que evidente que los diferentes gobiernos que supimos conseguir, mediante suculentas indemnizaciones, calmaron su sed de odio y venganza revolucionaria. Perdieron la guerra que ellos mismos impusieron, mutaron, y ahora celebran con festivales y bandas de rock, frente a los tribunales federales donde se llevan a cabo las audiencias por los mal llamados delitos de lesa humanidad. Inclusive festejan las muertes de los prisioneros de hoy, que en el pasado los combatieron por sus falsos ideales de jóvenes ilusos, impulsados por una moda revolucionaria, manejada desde Cuba por vagos y asesinos como el “Che” Guevara, quien les picaba el cerebro como lo hace el caburé (pequeño búho de la familia Strigidae) a sus víctimas para después devorarlas.
MGUEL FRANCISCO PRESTOFELIPPO
Un ciudadano argentino indignado.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 20, 2023