Todo aquel afortunado que viva o visite con tiempo la ciudad de New York y llegue a la intersección de la calle 106 y Broadway, se encontrará con una arbolada plaza bancos, iluminación, arbustos, flores y palomas que invita al sosiego y la lectura. Se trata del STRAUS PARK. En la parte norte se puede ver en bronce una dama recostada y un fluir permanente de agua. Este sitio con algunos cambios data del año 1912 y nos cuenta una historia de incondicional amor. Ocurrida en el Titanic, cuando a las 23:40 del 14 de abril de ese año colisionara con un iceberg e irremediablemente se hundiera en el término de dos horas cuarenta minutos mientras navegaba por el Océano Atlántico Norte. En él viajaban IDA E ISIDOR STRAUS, multimillonario matrimonio dueños de las tiendas por departamentos Macy´s, más grande de los Estados Unidos. Regresaban de unas vacaciones en la Riviera francesa, acompañados por JOHN FARTHINNG y ELLEN BIRD valet y doncella de la pareja. Esta última fue la única sobreviviente de los cuatro y quien hizo conocer lo acontecido en los momentos finales de la tragedia que produjera el fallecimiento de 1.517 personas, por ahogamiento o hipotermia. En la evacuación las 2 mujeres fueron asignadas al bote 8 y en consideración a su edad, Isidor también es invitado a abordar el mismo. Este entonces amablemente manifiesta: “no subiré a ese bote antes que cualquier otro hombre”. Ida de inmediato dejando su lugar y su salvación: “Hemos estado viviendo juntos muchos años y dondequiera que vayas, yo voy”. Testigos los ven por última vez alejándose tomados uno del otro, seguidos por el fiel JOHN. La ciudad ese mismo año rebautiza como STRAUS PARK al predio ubicado en la 106 y Broadway en honor a la pareja, que había residido en las cercanías sobre la calle 105. Tres años después el 15 de abril de 1915 con donaciones públicas se inaugura el hermoso memorial realizado por el escultor Augusto Lukeman en colaboración con el arquitecto Evarts Tracy, representando en bronce a esa mujer reclinada que perdura en el tiempo y nos recuerda esta bella y triste historia. En la parte posterior un asiento invita al descanso y una inscripción reza una cita bíblica: “Amados y queridos fueron en su vida y en su muerte no fueron separados”.
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UNA TRISTE Y BELLA HISTORIA
Todo aquel afortunado que viva o visite con tiempo la ciudad de New York y llegue a la intersección de la calle 106 y Broadway, se encontrará con una arbolada plaza bancos, iluminación, arbustos, flores y palomas que invita al sosiego y la lectura. Se trata del STRAUS PARK. En la parte norte se puede ver en bronce una dama recostada y un fluir permanente de agua. Este sitio con algunos cambios data del año 1912 y nos cuenta una historia de incondicional amor. Ocurrida en el Titanic, cuando a las 23:40 del 14 de abril de ese año colisionara con un iceberg e irremediablemente se hundiera en el término de dos horas cuarenta minutos mientras navegaba por el Océano Atlántico Norte. En él viajaban IDA E ISIDOR STRAUS, multimillonario matrimonio dueños de las tiendas por departamentos Macy´s, más grande de los Estados Unidos. Regresaban de unas vacaciones en la Riviera francesa, acompañados por JOHN FARTHINNG y ELLEN BIRD valet y doncella de la pareja. Esta última fue la única sobreviviente de los cuatro y quien hizo conocer lo acontecido en los momentos finales de la tragedia que produjera el fallecimiento de 1.517 personas, por ahogamiento o hipotermia. En la evacuación las 2 mujeres fueron asignadas al bote 8 y en consideración a su edad, Isidor también es invitado a abordar el mismo. Este entonces amablemente manifiesta: “no subiré a ese bote antes que cualquier otro hombre”. Ida de inmediato dejando su lugar y su salvación: “Hemos estado viviendo juntos muchos años y dondequiera que vayas, yo voy”. Testigos los ven por última vez alejándose tomados uno del otro, seguidos por el fiel JOHN. La ciudad ese mismo año rebautiza como STRAUS PARK al predio ubicado en la 106 y Broadway en honor a la pareja, que había residido en las cercanías sobre la calle 105. Tres años después el 15 de abril de 1915 con donaciones públicas se inaugura el hermoso memorial realizado por el escultor Augusto Lukeman en colaboración con el arquitecto Evarts Tracy, representando en bronce a esa mujer reclinada que perdura en el tiempo y nos recuerda esta bella y triste historia. En la parte posterior un asiento invita al descanso y una inscripción reza una cita bíblica: “Amados y queridos fueron en su vida y en su muerte no fueron separados”.
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Noviembre 26,2019