LA SOCIEDAD NO QUIERE ESCUCHAR HABLAR DEL PASADO, TAMPOCO QUIERE SABER DEL PRESENTE -LO SUFRE DÍA A DÍA-, QUIERE QUE LE DIGAN QUE VAN A SER QUIENES SE PRESENTEN COMO EVENTUALES GOBERNANTES CON EL FUTURO DEL PAIS.
El próximo Viernes 24 de Marzo será un feriado más para la gran mayoría de los argentinos. Si bien ese día fue erigido por el gobierno kirchnerista como el día de la Memoria por resultar el día que las Fuerzas Armadas tomaron el poder, la verdad que a esta altura del partido, ya nadie lo recuerda ni le importa.
La sociedad tiene otras preocupaciones y la verdad más importante que recordar lo que pasó hace más de 40 años en el país. La gente está inquieta porque la plata no le alcanza y no llega a fin de mes, temerosa por la creciente inseguridad que asola el país e inquieta por el futuro, pues la actual clase política no le ofrece soluciones a estos acuciantes problemas.
Ya no quiere escuchar hablar del pasado, tampoco quiere saber del presente -lo sufre día a día-, quiere que le digan que van a ser quienes se presenten como eventuales gobernantes con el futuro del país.
Como cada año, solo los sectores de izquierda, los grupos de los derechos humanos y los diferentes movimientos kirchneristas y filo kirchneristas marcharán recordando algo que ya al ciudadano común, le es totalmente indiferente.
La sociedad está hastiada de la actual clase dirigente, dado que sigue mirándose el ombligo, viviendo en una realidad paralela muy alejada de la realidad y las urgentes necesidades del ciudadano común. Unos por seguir gobernando con el espejo retrovisor y otros por guardar silencio cómplice, temerosos de disentir con lo que se ha instalado como lo políticamente correcto.
No advierten que la ciudadanía se está hartando de todo ese discurso barato de los derechos humanos y los jóvenes idealistas. En Rosario por ejemplo, ante el angustiante problema que atraviesa por las bandas narco-criminales que arrasan la ciudad impunemente, no solo han sido vitoreadas y aplaudidas las Fuerzas de Seguridad Federales que arribaron a esta urbe, sino que no hay quien no sostenga en las calles: “que vuelvan los militares y pongan orden”. Los medios de comunicación locales y nacionales “silencio stampa”.
Y es que mientras la “plata dulce” funcionó nadie decía nada de estos temas, pero ahora que la plata se acabó y encima se ha desbocado la inseguridad, la gente comienza a manifestar públicamente lo que antes decía por lo bajo. El relato funciona mientras la gente tenga el bolsillo y la panza llena, cuando ello deja de ocurrir, el relato deja de funcionar.
Claro, los políticos no lo advierten pues viven en la opulencia, en barrios privados o lujosos departamentos con seguridad privada. En esto tiene razón el peluca anarco-liberal, son una “casta”. Menos lo advierten los grupos de derechos humanos que han hecho del tema un gran negocio y no van a resignar el mismo tan fácilmente. Como me digo un jovencito hace poco: “viven en Narnia”.
Tampoco lo advierten los jueces, que cebados por tantos años de gobiernos cómplices por acción u omisión con los grupos de derechos humanos, piensan que nada cambiará y todo seguirá como entonces.
La verdad, no vale la pena seguir contando lo que pasó en la Argentina en los años 70, lo que fue el terrorismo encarnizado por Montoneros y ERP o las aberraciones jurídicas que se cometen en los llamados juicios de lesa humanidad. A la gente no le importa. Los jóvenes están pensando en cuando será el próximo recital de Bizarrap o conseguir entradas para el Lollapalooza, mi generación -llamada intermedia- solo piensa en como subsistir en un país que se derrumba a paso veloz y los adultos mayores solo claman por vivir sus últimos años en paz y sin penurias.
Lo que pasó ya pasó. La sociedad ya lo enterró. La historia ya se encargó de cicatrizar las heridas. Tan solo un grupo de “vivillos” se encarga de agitar ese pasado, intentando reabrir esas viejas heridas, exclusivamente para su propio beneficio. Nada más.
El 24 pasará rápido pero la penosa situación por la que atraviesa el país no.
Lo cierto es que el relato cruje y la sociedad ya no está dispuesta a seguir cantos de sirenas y políticas populistas que solo han llevado al país a su ruina, con una clase política enriquecida obscenamente y un pueblo cada vez más pobre.
Reiteramos, la sociedad tiene necesidades y preocupaciones más urgentes y apremiantes, que estar recordando lo que pasó en la Argentina hace más de 40 años. La realidad golpea y lo está haciendo fuertemente a la sociedad. El denigrante combo de “miseria e inseguridad”, en el que nos sumergieron nuestros gobernantes está llevando a la sociedad a replantearse los perversos paradigmas que nos impusieron ideológicamente y que la misma oposición mantuvo cuando les tocó ser gobierno.
Algo parece estar cambiando en la sociedad y es un buen indicio. Solo esperemos que no quede en eso, solo en un atisbo. Pues solo cuando la sociedad cambie hará cambiar a nuestros políticos y así surgirá un político que piense solo en el país y nos brinde un porvenir venturoso, en el cual no solo nos recuperemos nuestra economía y la seguridad en las calles, sino también nuestros valores, para que la verdad venza finalmente a la infamia.
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Por Dr. Gonzalo P. Miño.
El próximo Viernes 24 de Marzo será un feriado más para la gran mayoría de los argentinos. Si bien ese día fue erigido por el gobierno kirchnerista como el día de la Memoria por resultar el día que las Fuerzas Armadas tomaron el poder, la verdad que a esta altura del partido, ya nadie lo recuerda ni le importa.
La sociedad tiene otras preocupaciones y la verdad más importante que recordar lo que pasó hace más de 40 años en el país. La gente está inquieta porque la plata no le alcanza y no llega a fin de mes, temerosa por la creciente inseguridad que asola el país e inquieta por el futuro, pues la actual clase política no le ofrece soluciones a estos acuciantes problemas.
Ya no quiere escuchar hablar del pasado, tampoco quiere saber del presente -lo sufre día a día-, quiere que le digan que van a ser quienes se presenten como eventuales gobernantes con el futuro del país.
Como cada año, solo los sectores de izquierda, los grupos de los derechos humanos y los diferentes movimientos kirchneristas y filo kirchneristas marcharán recordando algo que ya al ciudadano común, le es totalmente indiferente.
La sociedad está hastiada de la actual clase dirigente, dado que sigue mirándose el ombligo, viviendo en una realidad paralela muy alejada de la realidad y las urgentes necesidades del ciudadano común. Unos por seguir gobernando con el espejo retrovisor y otros por guardar silencio cómplice, temerosos de disentir con lo que se ha instalado como lo políticamente correcto.
No advierten que la ciudadanía se está hartando de todo ese discurso barato de los derechos humanos y los jóvenes idealistas. En Rosario por ejemplo, ante el angustiante problema que atraviesa por las bandas narco-criminales que arrasan la ciudad impunemente, no solo han sido vitoreadas y aplaudidas las Fuerzas de Seguridad Federales que arribaron a esta urbe, sino que no hay quien no sostenga en las calles: “que vuelvan los militares y pongan orden”. Los medios de comunicación locales y nacionales “silencio stampa”.
Y es que mientras la “plata dulce” funcionó nadie decía nada de estos temas, pero ahora que la plata se acabó y encima se ha desbocado la inseguridad, la gente comienza a manifestar públicamente lo que antes decía por lo bajo. El relato funciona mientras la gente tenga el bolsillo y la panza llena, cuando ello deja de ocurrir, el relato deja de funcionar.
Claro, los políticos no lo advierten pues viven en la opulencia, en barrios privados o lujosos departamentos con seguridad privada. En esto tiene razón el peluca anarco-liberal, son una “casta”. Menos lo advierten los grupos de derechos humanos que han hecho del tema un gran negocio y no van a resignar el mismo tan fácilmente. Como me digo un jovencito hace poco: “viven en Narnia”.
Tampoco lo advierten los jueces, que cebados por tantos años de gobiernos cómplices por acción u omisión con los grupos de derechos humanos, piensan que nada cambiará y todo seguirá como entonces.
La verdad, no vale la pena seguir contando lo que pasó en la Argentina en los años 70, lo que fue el terrorismo encarnizado por Montoneros y ERP o las aberraciones jurídicas que se cometen en los llamados juicios de lesa humanidad. A la gente no le importa. Los jóvenes están pensando en cuando será el próximo recital de Bizarrap o conseguir entradas para el Lollapalooza, mi generación -llamada intermedia- solo piensa en como subsistir en un país que se derrumba a paso veloz y los adultos mayores solo claman por vivir sus últimos años en paz y sin penurias.
Lo que pasó ya pasó. La sociedad ya lo enterró. La historia ya se encargó de cicatrizar las heridas. Tan solo un grupo de “vivillos” se encarga de agitar ese pasado, intentando reabrir esas viejas heridas, exclusivamente para su propio beneficio. Nada más.
El 24 pasará rápido pero la penosa situación por la que atraviesa el país no.
Lo cierto es que el relato cruje y la sociedad ya no está dispuesta a seguir cantos de sirenas y políticas populistas que solo han llevado al país a su ruina, con una clase política enriquecida obscenamente y un pueblo cada vez más pobre.
Reiteramos, la sociedad tiene necesidades y preocupaciones más urgentes y apremiantes, que estar recordando lo que pasó en la Argentina hace más de 40 años. La realidad golpea y lo está haciendo fuertemente a la sociedad. El denigrante combo de “miseria e inseguridad”, en el que nos sumergieron nuestros gobernantes está llevando a la sociedad a replantearse los perversos paradigmas que nos impusieron ideológicamente y que la misma oposición mantuvo cuando les tocó ser gobierno.
Algo parece estar cambiando en la sociedad y es un buen indicio. Solo esperemos que no quede en eso, solo en un atisbo. Pues solo cuando la sociedad cambie hará cambiar a nuestros políticos y así surgirá un político que piense solo en el país y nos brinde un porvenir venturoso, en el cual no solo nos recuperemos nuestra economía y la seguridad en las calles, sino también nuestros valores, para que la verdad venza finalmente a la infamia.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 20, 2023