El infame auto del gángster es uno de los primeros vehículos a prueba de balas sobrevivientes, equipado con vidrio de casi una pulgada de grosor y forrado con blindaje de aproximadamente 3,000 libras. El vehículo de transmisión manual de cuatro velocidades ha registrado 1,111 millas.
Al parecer, Al Capone compró el Cadillac a Emil Denemark, un pariente que era dueño de un concesionario en Chicago. Tiene una ventana trasera manipulada para que se caiga rápidamente, “permitiendo a los ocupantes disparar a los perseguidores”. Las ventanas modificadas también están diseñadas para que el vidrio se pueda levantar una pulgada más o menos, revelando un recorte circular lo suficientemente grande como para acomodar el cañón de una ametralladora.
La historia del Cadillac ha sido documentada desde 1932 y puede rastrearse a través de referencias en periódicos viejos, registros del IRS y cuentas proporcionadas por sus propietarios más recientes. El automóvil ya estaba blindado en un taller de carrocería propiedad de Ernest Capstran, dijo su hijo Richard Capstran.
Según Capstran, cuando se explicó el alcance del trabajo, su padre dijo: “‘No hacemos ese tipo de trabajo aquí'”. Y ellos (los hombres de Capone) dijeron ‘lo haces ahora’ “. También dijo que cuando se dejó el automóvil, los hombres de Capone ordenaron que el automóvil fuera devuelto a la tienda para que ningún transeúnte pudiera ver la naturaleza del trabajo que se estaba realizando.
“Capone se presentó en persona para liquidar la factura y pagó a Ernest Capstran el doble del precio de venta”, dice Celebrity Cars, la empresa encargada de vender el vehículo, en su sitio web.
Al Capone fue uno de los gángsters más notorios de la historia estadounidense. Durante el apogeo de la Prohibición, la operación multimillonaria de Capone en Chicago dominó la escena del crimen organizado de contrabando, prostitución y juegos de azar. Capone tenía una reputación temible en las despiadadas rivalidades entre pandillas, según el FBI, hasta que finalmente fue arrestado por cargos de evasión de impuestos.
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Al parecer, Al Capone compró el Cadillac a Emil Denemark, un pariente que era dueño de un concesionario en Chicago. Tiene una ventana trasera manipulada para que se caiga rápidamente, “permitiendo a los ocupantes disparar a los perseguidores”. Las ventanas modificadas también están diseñadas para que el vidrio se pueda levantar una pulgada más o menos, revelando un recorte circular lo suficientemente grande como para acomodar el cañón de una ametralladora.
La historia del Cadillac ha sido documentada desde 1932 y puede rastrearse a través de referencias en periódicos viejos, registros del IRS y cuentas proporcionadas por sus propietarios más recientes. El automóvil ya estaba blindado en un taller de carrocería propiedad de Ernest Capstran, dijo su hijo Richard Capstran.
“Capone se presentó en persona para liquidar la factura y pagó a Ernest Capstran el doble del precio de venta”, dice Celebrity Cars, la empresa encargada de vender el vehículo, en su sitio web.
Al Capone fue uno de los gángsters más notorios de la historia estadounidense. Durante el apogeo de la Prohibición, la operación multimillonaria de Capone en Chicago dominó la escena del crimen organizado de contrabando, prostitución y juegos de azar. Capone tenía una reputación temible en las despiadadas rivalidades entre pandillas, según el FBI, hasta que finalmente fue arrestado por cargos de evasión de impuestos.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 8, 2020