El agente especial del FBI Kevin Vázquez ha sido parte de la gran familia del FBI desde que su madre, la agente especial supervisora Marilyn Santos, se unió al FBI cuando él era un niño. Sus viajes interconectados resaltan una dedicación, un sacrificio y un compromiso compartidos con la justicia. Santos comenzó su carrera en el IRS (Departamento de Impuestos de EE.UU.) antes de unirse al FBI como agente especial en 2006. Como madre de tres niños pequeños que enfrentan los desafíos de la paternidad soltera, su camino hacia la aplicación de la ley nació de la convicción de generar un impacto.
“Tenía dos objetivos principales: servir a mi país y mantener a mis hijos”, dijo Marilyn Santos. “La Oficina me ofreció una manera de hacer ambas cosas”.
La primera asignación de Santos como nueva agente fue en la oficina local de Miami, donde ella y sus hijos se mudaron desde su casa en San Juan, Puerto Rico.
“Yo era una madre divorciada, con tres hijos pequeños, en un estado desconocido, con un nuevo trabajo; fue un gran desafío”, dijo Santos. “Pero sabía que mientras estuviéramos juntos, íbamos a lograr grandes cosas”.
Casi dos décadas después, con la ayuda de compañeros de trabajo a los que ahora considera familia, Santos ha cumplido su promesa a sí misma, a sus hijos y a su país. Mientras estuvo en Miami, Santos trabajó en investigaciones sobre drogas y terrorismo internacional y recibió el premio al Oficial Destacado del Año antes de regresar a San Juan. En 2010, el FBI lanzó la Operación Guard Shack, una lucha masiva contra la corrupción pública en San Juan que resultó en más de 130 arrestos. Casi 1.000 miembros del personal del FBI de 50 de las 56 oficinas de campo del FBI apoyaron el desmantelamiento, incluida Santos, quien era un agente del caso como parte del Escuadrón Policial contra la Corrupción. Según Santos, ser servidor público requiere un inmenso sacrificio, pero su carrera en el FBI le ha permitido la oportunidad de ayudar a otros, buscar justicia y, lo más importante, dar ejemplo a sus hijos.
Estricto. Así recuerda Kevin Vázquez su infancia en la familia. Y no era ajeno al sacrificio: a menudo asumía el papel de hermano mayor y cuidador de sus hermanos menores mientras su madre trabajaba muchas horas.
“A medida que crecí, me di cuenta del tipo de trabajo que hacía mi mamá y los sacrificios que implicaba”, dijo Vázquez. “Estoy muy orgulloso del trabajo que ha realizado como agente exitosa. Ha sido una inspiración para mi propia carrera”.
En 2011, Vázquez viajó a Washington, D.C., para ver a su madre recibir el Premio del Director a la Investigación Criminal Sobresaliente y el Premio del Fiscal General a la Excelencia en la Aplicación de la Ley. Vázquez dijo que era la primera vez que reconocía el alcance de la misión del FBI y el impacto crítico y personal que estaba teniendo el trabajo de su madre. El viaje de Vázquez comenzó con el Programa de pasantías con honores del FBI. “A través de todas mis experiencias y las personas que conocí”, dijo, “rápidamente me di cuenta de que quería una carrera en la Oficina y mi objetivo se convirtió en convertirme en agente especial”.
Como pasante, Vázquez trabajó en múltiples escuadrones (contrainteligencia, contraterrorismo y cibernético) antes de aceptar un puesto administrativo de tiempo completo como técnico de apoyo operativo, donde hizo de todo durante tres años.
“Me involucré mucho en muchas áreas diferentes porque quería asimilarlo todo y aprender tanto como pudiera”, dijo Kevin Vázquez. “Aprendí mucho sobre los fundamentos de cómo funciona todo. Rápidamente me di cuenta de que quería hacer carrera en la Oficina y mi objetivo se convirtió en convertirme en agente especial”.
Luego, Vázquez pasó cuatro años como analista de inteligencia y adquirió experiencia crítica como parte de la oficina de campo del FBI en San Juan. La búsqueda de nuevas oportunidades laborales en el FBI, la curiosidad por aprender y el apoyo de sus colegas lo prepararon para su próximo papel como agente especial.
“Quería ser agente especial del FBI porque eso es lo que vi mientras crecía a través del ejemplo de mi madre”, dijo Kevin Vázquez. “También es la agencia a la que quería devolverle todo lo que me dio”.
En 2022, Vázquez pasó el proceso de solicitud de agente especial del FBI.
“Me alegré mucho por él”, dijo Marilyn Santos. “Sabía que él realmente quería hacer esto y lo hizo conociendo los sacrificios y el trabajo duro, las largas horas, todo lo que implica convertirse en agente, y eso Me hizo sentir muy orgulloso”.
Cuando llegó el momento de que Vázquez asistiera a la Academia del FBI en Quantico, Virginia, para el curso intensivo de entrenamiento básico de campo, Santos tuvo sentimientos encontrados.
“Estaba preocupada. Estaba asustada. Él todavía era mi niño. Lo había vivido y sabía lo difícil que era”, dijo Marilyn Santos. “Tuve que darme cuenta de que ésta era su vocación y sabía que estaba destinado a lograr grandes cosas”.
Los años de sacrificio y dedicación dieron sus frutos en agosto de 2023, cuando Vázquez alcanzó su objetivo de graduarse como agente especial del FBI y recibir su placa y credenciales de manos de su madre.
“Recuerdo el día de la graduación”, dijo Marilyn Santos. “Estaba mirando en su dirección y sentí que salían lágrimas de mis ojos. Mientras él caminaba por el escenario y yo caminaba hacia él, supe en ese mismo momento que todo iba a estar bien”.
Ahora, después de 17 años como agente especial, Santos tiene un nuevo título en el trabajo.
“Siento una inmensa gratitud y estoy muy feliz por él”, dijo Santos. “Y sé que él va a lograr cosas aún mayores que las que yo he logrado porque le importa, sabe cuál es la misión y lo hace con pasión y compromiso”.
Sus caminos convergieron en un momento conmovedor en septiembre de 2023, cuando se encontraron lado a lado en una operación conjunta con Vázquez: un paso simbólico de la antorcha de una generación a la siguiente.
“Requiere mucho compromiso, pero no cambiaría lo que hago”, dijo Marilyn Santos. “Cuando mire atrás, lo haré todo de nuevo porque es importante. Incluso si es sólo para una persona, sí importa. Estamos tocando vidas, estamos ayudando, y eso es algo que nadie te puede quitar”.
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El agente especial del FBI Kevin Vázquez ha sido parte de la gran familia del FBI desde que su madre, la agente especial supervisora Marilyn Santos, se unió al FBI cuando él era un niño. Sus viajes interconectados resaltan una dedicación, un sacrificio y un compromiso compartidos con la justicia. Santos comenzó su carrera en el IRS (Departamento de Impuestos de EE.UU.) antes de unirse al FBI como agente especial en 2006. Como madre de tres niños pequeños que enfrentan los desafíos de la paternidad soltera, su camino hacia la aplicación de la ley nació de la convicción de generar un impacto.
“Tenía dos objetivos principales: servir a mi país y mantener a mis hijos”, dijo Marilyn Santos. “La Oficina me ofreció una manera de hacer ambas cosas”.
“Yo era una madre divorciada, con tres hijos pequeños, en un estado desconocido, con un nuevo trabajo; fue un gran desafío”, dijo Santos. “Pero sabía que mientras estuviéramos juntos, íbamos a lograr grandes cosas”.
Casi dos décadas después, con la ayuda de compañeros de trabajo a los que ahora considera familia, Santos ha cumplido su promesa a sí misma, a sus hijos y a su país. Mientras estuvo en Miami, Santos trabajó en investigaciones sobre drogas y terrorismo internacional y recibió el premio al Oficial Destacado del Año antes de regresar a San Juan. En 2010, el FBI lanzó la Operación Guard Shack, una lucha masiva contra la corrupción pública en San Juan que resultó en más de 130 arrestos. Casi 1.000 miembros del personal del FBI de 50 de las 56 oficinas de campo del FBI apoyaron el desmantelamiento, incluida Santos, quien era un agente del caso como parte del Escuadrón Policial contra la Corrupción. Según Santos, ser servidor público requiere un inmenso sacrificio, pero su carrera en el FBI le ha permitido la oportunidad de ayudar a otros, buscar justicia y, lo más importante, dar ejemplo a sus hijos.
Estricto. Así recuerda Kevin Vázquez su infancia en la familia. Y no era ajeno al sacrificio: a menudo asumía el papel de hermano mayor y cuidador de sus hermanos menores mientras su madre trabajaba muchas horas.
“A medida que crecí, me di cuenta del tipo de trabajo que hacía mi mamá y los sacrificios que implicaba”, dijo Vázquez. “Estoy muy orgulloso del trabajo que ha realizado como agente exitosa. Ha sido una inspiración para mi propia carrera”.
En 2011, Vázquez viajó a Washington, D.C., para ver a su madre recibir el Premio del Director a la Investigación Criminal Sobresaliente y el Premio del Fiscal General a la Excelencia en la Aplicación de la Ley. Vázquez dijo que era la primera vez que reconocía el alcance de la misión del FBI y el impacto crítico y personal que estaba teniendo el trabajo de su madre. El viaje de Vázquez comenzó con el Programa de pasantías con honores del FBI. “A través de todas mis experiencias y las personas que conocí”, dijo, “rápidamente me di cuenta de que quería una carrera en la Oficina y mi objetivo se convirtió en convertirme en agente especial”.
Como pasante, Vázquez trabajó en múltiples escuadrones (contrainteligencia, contraterrorismo y cibernético) antes de aceptar un puesto administrativo de tiempo completo como técnico de apoyo operativo, donde hizo de todo durante tres años.
“Me involucré mucho en muchas áreas diferentes porque quería asimilarlo todo y aprender tanto como pudiera”, dijo Kevin Vázquez. “Aprendí mucho sobre los fundamentos de cómo funciona todo. Rápidamente me di cuenta de que quería hacer carrera en la Oficina y mi objetivo se convirtió en convertirme en agente especial”.
Luego, Vázquez pasó cuatro años como analista de inteligencia y adquirió experiencia crítica como parte de la oficina de campo del FBI en San Juan. La búsqueda de nuevas oportunidades laborales en el FBI, la curiosidad por aprender y el apoyo de sus colegas lo prepararon para su próximo papel como agente especial.
“Quería ser agente especial del FBI porque eso es lo que vi mientras crecía a través del ejemplo de mi madre”, dijo Kevin Vázquez. “También es la agencia a la que quería devolverle todo lo que me dio”.
En 2022, Vázquez pasó el proceso de solicitud de agente especial del FBI.
“Me alegré mucho por él”, dijo Marilyn Santos. “Sabía que él realmente quería hacer esto y lo hizo conociendo los sacrificios y el trabajo duro, las largas horas, todo lo que implica convertirse en agente, y eso Me hizo sentir muy orgulloso”.
Cuando llegó el momento de que Vázquez asistiera a la Academia del FBI en Quantico, Virginia, para el curso intensivo de entrenamiento básico de campo, Santos tuvo sentimientos encontrados.
“Estaba preocupada. Estaba asustada. Él todavía era mi niño. Lo había vivido y sabía lo difícil que era”, dijo Marilyn Santos.
“Tuve que darme cuenta de que ésta era su vocación y sabía que estaba destinado a lograr grandes cosas”.
Los años de sacrificio y dedicación dieron sus frutos en agosto de 2023, cuando Vázquez alcanzó su objetivo de graduarse como agente especial del FBI y recibir su placa y credenciales de manos de su madre.
“Recuerdo el día de la graduación”, dijo Marilyn Santos. “Estaba mirando en su dirección y sentí que salían lágrimas de mis ojos. Mientras él caminaba por el escenario y yo caminaba hacia él, supe en ese mismo momento que todo iba a estar bien”.
Ahora, después de 17 años como agente especial, Santos tiene un nuevo título en el trabajo.
“Siento una inmensa gratitud y estoy muy feliz por él”, dijo Santos. “Y sé que él va a lograr cosas aún mayores que las que yo he logrado porque le importa, sabe cuál es la misión y lo hace con pasión y compromiso”.
Sus caminos convergieron en un momento conmovedor en septiembre de 2023, cuando se encontraron lado a lado en una operación conjunta con Vázquez: un paso simbólico de la antorcha de una generación a la siguiente.
“Requiere mucho compromiso, pero no cambiaría lo que hago”, dijo Marilyn Santos. “Cuando mire atrás, lo haré todo de nuevo porque es importante. Incluso si es sólo para una persona, sí importa. Estamos tocando vidas, estamos ayudando, y eso es algo que nadie te puede quitar”.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 17, 2024