Un primer comunicado que debieron reemplazar por el correcto demostró la intranquilidad por responder en los tiempos políticos y no jurídicos.
Los valientes magistrados de la CSJN ceden una vez más a la cultura de la presión política, societal, mediática, modificando rápidamente sus propias decisiones, fallos y poco importa el derecho, la justicia, la constitución o las consecuencias de sus decisiones.
A nadie escapa que los miembros de la CSJN son en realidad militantes políticos travestidos en magistrados supuestamente objetivos que ceden (otra forma de negociación política) a las presiones externas por temas que en realidad le brindan más legitimidad.
Se observa que cuando las demandas (de negociación) o amenazas provienen de sectores políticos radicalizados, ONG llamadas de derechos humanos, medios de prensa, grupos de presión, grandes manifestaciones, llegan a un nivel de imposible control político, los miembros de la CSJN satisfacen los requerimientos:
Así, en numerosos fallos la CSJN validó la constitucionalidad de las leyes 23492 y 23 521 para que 17 años más tarde, ella misma por la presión (amenazas) de sectores políticos, sociales, parlamentarios, ONG radicalizadas, manifestaciones importantes, y por los beneficios que podría obtener, cedió y declaró esas leyes inconstitucionales como también algunos indultos del presidente Menem.
En esa misma línea, la CSJN falló con una errónea interpretación voluntaria de constitucionalidad y convencionalidad para legitimar la aplicación de la retroactividad penal en los ilegales juicios de lesa humanidad contra un grupo social especifico. Con sus fallos crearon una justicia de excepción, contraria a la Constitución Nacional, Convenciones y Tratados firmados por la Argentina. Pero eso les dio combustible para continuar con una cuota de poder más allá de lo jurídico y judicial.
Todo individuo se puede libremente interrogar si los miembros de la CSJN no sienten una carga de culpabilidad, vergüenza, deshonor personal, el sentimiento de violar principios éticos, por cambiar sus posiciones doctrinales, jurisprudenciales. Al parecer no, porque utilizando un simple comunicado, otro fallo o resolución como un camaleón salen del problema sin más explicaciones porque son los magistrados del supremo. Es una forma de enconderse y aprovechar los privilegios del poder judicial para luego dar una respuesta política y no jurídica a las demandas, así demostrar que escuchan al pueblo, están con él y seguir ocupando una función de privilegio. Se olvidan de que no son ni el poder ejecutivo ni el legislativo ¿Es esa la CSJN que protege y garantiza los principios constitucionales de todos los individuos?
La CSJN en 2 de sus 10 puntos de su comunicado de la vergüenza declara que:
Punto 9. Que de este modo se evitará reincidir en anteriores experiencias jurisdiccionales en las que porno haber ejercido un control oportuno los procesos llevados adelante culminaron nulificándose pordeficiencias procesales no atendidas en su debido momento, generando desconfianza en la sociedad.
Punto 10. Que la Corte debe cumplir con su misión de guardián de las garantías constitucionales que corresponden a todos los ciudadanos por igual,examinando el correcto cumplimiento del debido proceso conforme lo disponen la Constitución Nacional y las leyes dictadas en su consecuencia”.
Pero en realidad la CSJN, no solo miente, sino que viola esos mismos principios, porque jamás ejerció un control objetivo, jurídico, oportuno, como tampoco no atendió los recursos en tiempo y forma, a las demandas de los más de 3000 hombres y mujeres acusadas ilegalmente de lesa humanidad. Siempre fueron distantes con las obligaciones positivas y las garantias de los derechos fundamentales de esos individuos, brindando repuestas sin serla. ¿Nunca observaron en los ilegales juicios de lesa humanidad el incorrecto cumplimiento del debido proceso? Negarlo o aceptarlo es grave. Se debe modificar de manera urgente esa situación, no se puede esperar más por que la vida y la libertad de personas estan en juego.
La CSJN sabe que ex agentes del Estado, médicos, abogados, magistrados, sacerdotes, empresarios, son víctimas de decisiones políticas y no jurídicas por parte de la justicia: se les aplican la retroactividad penal, prisiones preventivas ilimitadas, la responsabilidad penal colectiva, la analogía penal, se violan los principios de legalidad, constitucionalidad, convencionalidad, las reglas del debido proceso, se ignora la prescripción, las amnistías,…mayores de 70 años enfermos, en prisión o en detenciones domiciliarias amenazados, perseguidos, por hordas salvajes que dicen defender los derechos humanos… esos prisioneros políticos son víctimas de los ilegales fallos de esa corte, que los tribunales inferiores la toman como norma interna constitucional. Los miembros del supremo jamás utilizaron los puntos 9 y 10 de su último comunicado.
Los 5 magistrados del máximo tribunal de la nación, comprendieron que actualmente hay desconfianza de la CSJN en la sociedad (y de todos los jueces), que están deslegitimados por el abuso de la política en las decisiones de la justicia, la impunidad de los jueces… pero quieren seguir demostrando que tienen el poder y control judicial del país. Esa situación debe terminar y ellos mismos modificarla en nombre de la CN, la pacificación social, de la seguridad jurídica o nadie puede garantizar el futuro del país. Los magistrados gastaron toda la cuota de inmunidad y legalidad de sus funciones.
En Argentina la CSJN no es la solución a los problemas jurídicos y de justicia sino el problema que genera la inseguridad jurídica, la corrupción judicial, no garantiza los principios constitucionales ni convencionales, es un órgano político, los magistrados hacen política. Algún día los magistrados de la CSJN deberán asumir sus responsabilidad ejercidas, dar explicaciones ante la justicia nacional por haber violado los derechos humanos de numerosas personas. Sus crímenes y delitos no pueden simplemente borrarse otorgándoles una jubilación de privilegio. También se los puede denunciar en el extranjero que no disponen de las inmunidades nacionales.
En estos últimos 30 años se comprobó que los magistrados de la CSJN y de la justicia en general, solo comprenden la presión constante de grupos dinámicos, las manifestaciones, el ruido de la calle, la mediatización agresiva, para decidir en justicia según una demanda política. Pero los Prisioneros Políticos no pueden realizar esas mismas actividades ni disponer de ese poder o capacidad de acción, por eso se les violan sus Derechos Humanos ante la mirada de la CSJN que observa silenciosamente y deja de lado no solo los puntos 9 y 10 de su comunicado, sino su misión. Paris, 17 mayo 2019. CasppaFrance
Un primer comunicado que debieron reemplazar por el correcto demostró la intranquilidad por responder en los tiempos políticos y no jurídicos.
Los valientes magistrados de la CSJN ceden una vez más a la cultura de la presión política, societal, mediática, modificando rápidamente sus propias decisiones, fallos y poco importa el derecho, la justicia, la constitución o las consecuencias de sus decisiones.
A nadie escapa que los miembros de la CSJN son en realidad militantes políticos travestidos en magistrados supuestamente objetivos que ceden (otra forma de negociación política) a las presiones externas por temas que en realidad le brindan más legitimidad.
Se observa que cuando las demandas (de negociación) o amenazas provienen de sectores políticos radicalizados, ONG llamadas de derechos humanos, medios de prensa, grupos de presión, grandes manifestaciones, llegan a un nivel de imposible control político, los miembros de la CSJN satisfacen los requerimientos:
Así, en numerosos fallos la CSJN validó la constitucionalidad de las leyes 23492 y 23 521 para que 17 años más tarde, ella misma por la presión (amenazas) de sectores políticos, sociales, parlamentarios, ONG radicalizadas, manifestaciones importantes, y por los beneficios que podría obtener, cedió y declaró esas leyes inconstitucionales como también algunos indultos del presidente Menem.
En esa misma línea, la CSJN falló con una errónea interpretación voluntaria de constitucionalidad y convencionalidad para legitimar la aplicación de la retroactividad penal en los ilegales juicios de lesa humanidad contra un grupo social especifico. Con sus fallos crearon una justicia de excepción, contraria a la Constitución Nacional, Convenciones y Tratados firmados por la Argentina. Pero eso les dio combustible para continuar con una cuota de poder más allá de lo jurídico y judicial.
Todo individuo se puede libremente interrogar si los miembros de la CSJN no sienten una carga de culpabilidad, vergüenza, deshonor personal, el sentimiento de violar principios éticos, por cambiar sus posiciones doctrinales, jurisprudenciales. Al parecer no, porque utilizando un simple comunicado, otro fallo o resolución como un camaleón salen del problema sin más explicaciones porque son los magistrados del supremo. Es una forma de enconderse y aprovechar los privilegios del poder judicial para luego dar una respuesta política y no jurídica a las demandas, así demostrar que escuchan al pueblo, están con él y seguir ocupando una función de privilegio. Se olvidan de que no son ni el poder ejecutivo ni el legislativo ¿Es esa la CSJN que protege y garantiza los principios constitucionales de todos los individuos?
La CSJN en 2 de sus 10 puntos de su comunicado de la vergüenza declara que:
https://www.cij.gov.ar/nota-34495-Comunicado-de-la-Corte-Suprema-de-Justicia.html
Punto 9. Que de este modo se evitará reincidir en anteriores experiencias jurisdiccionales en las que porno haber ejercido un control oportuno los procesos llevados adelante culminaron nulificándose pordeficiencias procesales no atendidas en su debido momento, generando desconfianza en la sociedad.
Punto 10. Que la Corte debe cumplir con su misión de guardián de las garantías constitucionales que corresponden a todos los ciudadanos por igual, examinando el correcto cumplimiento del debido proceso conforme lo disponen la Constitución Nacional y las leyes dictadas en su consecuencia”.
Pero en realidad la CSJN, no solo miente, sino que viola esos mismos principios, porque jamás ejerció un control objetivo, jurídico, oportuno, como tampoco no atendió los recursos en tiempo y forma, a las demandas de los más de 3000 hombres y mujeres acusadas ilegalmente de lesa humanidad. Siempre fueron distantes con las obligaciones positivas y las garantias de los derechos fundamentales de esos individuos, brindando repuestas sin serla. ¿Nunca observaron en los ilegales juicios de lesa humanidad el incorrecto cumplimiento del debido proceso? Negarlo o aceptarlo es grave. Se debe modificar de manera urgente esa situación, no se puede esperar más por que la vida y la libertad de personas estan en juego.
La CSJN sabe que ex agentes del Estado, médicos, abogados, magistrados, sacerdotes, empresarios, son víctimas de decisiones políticas y no jurídicas por parte de la justicia: se les aplican la retroactividad penal, prisiones preventivas ilimitadas, la responsabilidad penal colectiva, la analogía penal, se violan los principios de legalidad, constitucionalidad, convencionalidad, las reglas del debido proceso, se ignora la prescripción, las amnistías,…mayores de 70 años enfermos, en prisión o en detenciones domiciliarias amenazados, perseguidos, por hordas salvajes que dicen defender los derechos humanos… esos prisioneros políticos son víctimas de los ilegales fallos de esa corte, que los tribunales inferiores la toman como norma interna constitucional. Los miembros del supremo jamás utilizaron los puntos 9 y 10 de su último comunicado.
Los 5 magistrados del máximo tribunal de la nación, comprendieron que actualmente hay desconfianza de la CSJN en la sociedad (y de todos los jueces), que están deslegitimados por el abuso de la política en las decisiones de la justicia, la impunidad de los jueces… pero quieren seguir demostrando que tienen el poder y control judicial del país. Esa situación debe terminar y ellos mismos modificarla en nombre de la CN, la pacificación social, de la seguridad jurídica o nadie puede garantizar el futuro del país. Los magistrados gastaron toda la cuota de inmunidad y legalidad de sus funciones.
En Argentina la CSJN no es la solución a los problemas jurídicos y de justicia sino el problema que genera la inseguridad jurídica, la corrupción judicial, no garantiza los principios constitucionales ni convencionales, es un órgano político, los magistrados hacen política. Algún día los magistrados de la CSJN deberán asumir sus responsabilidad ejercidas, dar explicaciones ante la justicia nacional por haber violado los derechos humanos de numerosas personas. Sus crímenes y delitos no pueden simplemente borrarse otorgándoles una jubilación de privilegio. También se los puede denunciar en el extranjero que no disponen de las inmunidades nacionales.
En estos últimos 30 años se comprobó que los magistrados de la CSJN y de la justicia en general, solo comprenden la presión constante de grupos dinámicos, las manifestaciones, el ruido de la calle, la mediatización agresiva, para decidir en justicia según una demanda política. Pero los Prisioneros Políticos no pueden realizar esas mismas actividades ni disponer de ese poder o capacidad de acción, por eso se les violan sus Derechos Humanos ante la mirada de la CSJN que observa silenciosamente y deja de lado no solo los puntos 9 y 10 de su comunicado, sino su misión. Paris, 17 mayo 2019. CasppaFrance
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 17, 2019
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