Alejandro Ramos Martínez es un buceador que, tras sufrir un accidente en el mar, como podéis comprobar en las fotos, sufrió una terrible deformación.
Alejandro, conocido como Willy, se ganaba la vida recogiendo mejillones en las aguas de Puerto Viejo de Pisco en Perú, hasta que durante una inmersión, una embarcación cortó accidentalmente su manguera de aire, obligándole a ascender rápidamente 36 metros.
Todo buceador que ha superado los 15 metros de profundidad, durante el ascenso debe seguir un lento proceso de descompresión que permite al organismo eliminar el nitrógeno contenido en el aire respirado y asimilado por los tejidos.
Por tanto, Alejandro, al ascender bruscamente, fue víctima de un fenómeno conocido como “síndrome de descompresión”, ingiriendo 30 kg de nitrógeno principalmente en el pecho y los brazos.
Sin embargo, a pesar de esta grave deformación, única en el mundo y que le provoca unos dolores insoportables, hay que decir que tuvo suerte, ya que la “enfermedad de descompresión” es un fenómeno que casi siempre conduce a la muerte.
Alejandro, gracias a los tratamientos diarios de oxígeno en la cámara hiperbárica, logró eliminar alrededor del 30% del nitrógeno presente en su cuerpo.
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Por Grant Lucas.
Alejandro Ramos Martínez es un buceador que, tras sufrir un accidente en el mar, como podéis comprobar en las fotos, sufrió una terrible deformación.
Alejandro, conocido como Willy, se ganaba la vida recogiendo mejillones en las aguas de Puerto Viejo de Pisco en Perú, hasta que durante una inmersión, una embarcación cortó accidentalmente su manguera de aire, obligándole a ascender rápidamente 36 metros.
Todo buceador que ha superado los 15 metros de profundidad, durante el ascenso debe seguir un lento proceso de descompresión que permite al organismo eliminar el nitrógeno contenido en el aire respirado y asimilado por los tejidos.
Por tanto, Alejandro, al ascender bruscamente, fue víctima de un fenómeno conocido como “síndrome de descompresión”, ingiriendo 30 kg de nitrógeno principalmente en el pecho y los brazos.
Sin embargo, a pesar de esta grave deformación, única en el mundo y que le provoca unos dolores insoportables, hay que decir que tuvo suerte, ya que la “enfermedad de descompresión” es un fenómeno que casi siempre conduce a la muerte.
Alejandro, gracias a los tratamientos diarios de oxígeno en la cámara hiperbárica, logró eliminar alrededor del 30% del nitrógeno presente en su cuerpo.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 28, 2024