El Hombre que salvó más vidas en la historia

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Si pide que imaginemos a los mayores salvadores de la sociedad, podríamos imaginar a los bomberos, los médicos o incluso a Batman o Superman. De hecho, la sociedad está llena de figuras heroicas como estas. Pero cuando se trata del número total de vidas salvadas, hay un hombre que ha superado a todos los demás. Ese hombre es el experto agrícola estadounidense Norman Borlaug, quien, según la Universidad de Michigan, pudo haber evitado más de mil millones de muertes.

Norman Borlaug nació en el pequeño pueblo de Cresco, Iowa en 1914, y pasó su infancia trabajando en la granja de su familia. A medida que crecía, su familia alentó a Borlaug a priorizar sus estudios. Asistió a la Universidad de Michigan y se graduó con un doctorado en patología vegetal en 1942. Durante su carrera universitaria, Borlaug estuvo particularmente interesado en cómo las plantas podrían mejorarse genéticamente para volverse resistentes a las enfermedades.

Mientras estaba en la universidad, Borlaug pasó algún tiempo trabajando para el Civilian Conservation Corps, donde supervisó un equipo de hombres desempleados, muchos de los cuales estaban al borde de la inanición. “Vi cómo la comida los cambió”, dijo Borlaug. “Todo esto me dejó cicatrices”. Algunos años más tarde, después de realizar una investigación en nombre del ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial, Borlaug se unió a un grupo de trabajo en México. Fue allí donde realizaría su investigación más famosa. En la década de 1940, el gobierno mexicano buscó nuevas técnicas agrícolas para apoyar a la creciente población del país.

La Fundación Rockefeller, con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, acordó ayudar a México en esta búsqueda. Según el sitio web de la Fundación Rockefeller, la Fundación estableció el Programa Agrícola Mexicano (MAP) en 1943, integrado por científicos mexicanos y estadounidenses. En 1944, Norman Borlaug se unió al programa. El MAP tenía algunas funciones principales, incluida la investigación genética y el desarrollo del suelo. Borlaug ayudó a dirigir el equipo dedicado a cultivar trigo más exitoso. Por la razón, después de muchos años de cuidadosa investigación y experimentos con cruzamiento, el equipo de Borlaug tuvo un éxito radical, produciendo varios tipos de trigo enano de alto rendimiento y resistente a enfermedades. El trigo de Borlaug tuvo tanto éxito que, en 1963, constituía el 95 por ciento de todo el trigo cultivado en México, según la Universidad de Minnesota. Además, en 1963, México vio una cosecha de trigo seis veces mayor que en 1944, el año en que llegó Borlaug. Borlaug estaba orgulloso de su trigo y pronto lo esparciría por otros países.

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En esa época, la población mundial estaba en auge, lo que asustó a muchos expertos. Según el Smithsonian, un libro titulado The Population Bomb del profesor de Stanford Paul Ehrlich predijo que “cientos de millones de personas van a morir de hambre” en los años setenta y ochenta. Mucha gente estuvo de acuerdo con las predicciones del profesor Ehrlich. Pero el trabajo de Borlaug demostraría que estaban equivocados.

El gobierno de la India quedó impresionado por el éxito del programa MAP en México y solicitó que Norman Borlaug y sus semillas de trigo enano fueran a la India.

Borlaug estuvo de acuerdo y en 1963 llegó a un país al borde de la hambruna. Trabajando con el gobierno de la India, Borlaug distribuyó su trigo milagroso a los agricultores de todo el país y les enseñó las técnicas agrícolas necesarias para mantenerlo. Poco después siguió un enfoque similar en Pakistán. Junto con su ciencia, Borlaug también presionó a los gobiernos de India y Pakistán para que pagaran a los agricultores pobres, precios justos por sus cultivos.

En Pakistán, los rendimientos de trigo aumentaron de 4,6 millones de toneladas en 1965 a 8,4 millones en 1970. En India, aumentaron de 12,3 millones de toneladas a 20 millones, casi el doble de la producción en sólo cinco años. Este enorme aumento de la producción agrícola, que pronto se extendió a otras partes del mundo, ha sido etiquetado como la “Revolución Verde” y se recuerda a Norman Borlaug como el padre de esa Revolución.

Se demostró que los académicos estadounidenses que habían predicho hambrunas globales estaban equivocados. Gracias al trabajo de Borlaug y sus asociados, los países en desarrollo tenían trigo más que suficiente para sostener su creciente población. Como resultado de este trabajo, se estima que Borlaug pudo haber salvado del hambre a mil millones de personas. Por supuesto, es imposible saber el número exacto, pero si se acerca a esa cifra, Borlaug probablemente sería el mayor salvavidas en la historia de la humanidad.

Cockburn

El trigo de Borlaug fue una bendición para el planeta, pero la Revolución Verde no terminó ahí. En las décadas de 1960 y 1970, muchos genetistas de plantas tomaron prestado de la investigación de Borlaug. Algunos desarrollaron variedades de arroz de alto rendimiento que salvaron de hambre a millones de personas en Asia. Por su trabajo para reducir la hambruna y, como resultado, reducir los conflictos, Norman Borlaug recibió el Premio Nobel de la Paz en 1970. Borlaug continuó luchando contra el hambre en el mundo hasta su muerte en 2009 a la edad de 95 años.

Borlaug es recordado por muchos como un héroe, pero no estuvo exento de críticos, algunos ambientalistas temían que el énfasis de Borlaug en el crecimiento de un cultivo (también conocido como “monocultivo”) pudiera tener resultados desastrosos. Otros escépticos advirtieron que la Revolución Verde contribuyó a una mayor superpoblación global. Algunos activistas, como Alexander Cockburn sugirieron que los esfuerzos de Borlaug generaban muchas más ganancias para las grandes empresas que para los pobres del mundo.

Borlaug se tomó en serio esas críticas, pero no estuvo de acuerdo. Para ello, nada mejor que su cita solemne: “Algunos de los cabilderos ambientales de las naciones occidentales son la sal de la tierra, pero muchos de ellos son elitistas. Nunca han experimentado la sensación física del hambre … Si vivieran solo un mes en medio de la miseria del mundo en desarrollo, como lo he hecho durante 50 años, estarían pidiendo a gritos tractores y canales de riego y fertilizantes …”

 


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 24, 2020


 

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