Esta increíble historia real de amor entre el hombre y el animal, resalta la confianza que la humanidad tiene hacia la vida silvestre, como es correspondida y cómo perdura ese vínculo.
Christian nació en el zoológico de Ilfracombe, Devon, en la costa norte de Inglaterra en agosto de 1969; él era parte de una camada que había sido rechazada por su madre. Los cachorros fueron criados por los cuidadores del zoológico, pero cuando Christian y su hermana tenían unos meses, los vendieron a Harrod’s, la prestigiosa tienda por departamentos de Londres.
John Rendall y Ace Bourke, acababan de llegar de Australia y estaban trabajando en Londres en una tienda de muebles de pino antiguo, llamada Sophistocat. Cuando estaban explorando Londres visitaron Harrod’s y vieron a este pequeño cachorro de león en la ventana. Sin pensarlo más, compraron al cachorro y lo llevaron a su casa en su departamento en Chelsea. Llamaron al cachorro Christian (Cristiano), como una ironía de que los cristianos fueran alimentados a los leones.
Hicieron un hogar para Christian en el sótano de la tienda de antigüedades, y vivieron por encima de la tienda. Habiendo crecido con mascotas, John y Ace cuidaron a Christian y lo trataron como una mascota gigante, parte de la familia. Hay algunas fotos icónicas de Christian alrededor de Londres paseando en un automóvil descapotable, pero en general, la vida de Christian era estable, con caminatas en el área local, algo cotidiano.
Christian tenía un temperamento gentil y gregario, pero como todos los bebés, Christian comenzó a crecer y se hizo cada vez más difícil de controlar en el ambiente de Londres. Afortunadamente, un día Virginia McKenna y Bill Travers, actores de la película “Born Free”, por casualidad visitaron Sophistocat Antique Shop y vieron a Christian. Estuvieron encantados con el felino y sugirieron que Ace y John contactaran a George Adamson para rehabilitar a Christian nuevamente en la naturaleza y liberarlo.
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Ace y John en realidad no habían pensado en esta opción, pero sabían que, como un león adulto, Christian no podría quedarse en Londres. Entonces contactaron a George Adamson, quien puso en marcha las ruedas con Kenyan Wildlife Services para trasladar a Christian en África.
Tomó meses para que los trámites burocráticos se destrabaran en Kenia y para que se otorgara el permiso que concedía a Christian viajar allí. Mientras tanto, Ace y John abandonaron sus trabajos en Londres y se mudaron a una caravana, cerca de la casa de Bill Travers, a 30 millas de Londres, en el campo. Aquí había más espacio para que Christian se ejercitara y se moviera.
Había mucho trabajo por hacer para conseguir que Christian, de casi un año de edad, se encontrara listo para las tierras salvajes de África, ya que al llegar al campo inglés incluso tenía miedo de un espantapájaros y mostraba muy poca agresión o rección para defenderse.
Virginia y Bill construyeron un gran complejo en sus terrenos para Christian, esto era lo más cerca que había estado de la “selva”. Christian se acomodó bien y pareció disfrutar de estar afuera e investigar su entorno.
Ace y John sabían que estos momentos con Christian eran especiales y tal vez los últimos, por lo que querían pasar el mayor tiempo posible con él. Los instintos leonínos de Christian estaban surgiendo, pero después de cuatro meses de atención constante con Ace y John, el vínculo seguía siendo muy fuerte. Como Ace Bourke dice en una entrevista; “Él dependía de nosotros, pero también nos amaba, ya que éramos lo más cercano a él”.
Mientras tanto, en la Reserva Natural de Kora, Kenia, George Adamson estaba preparando su campamento para aceptar a Christian. George ya estaba trabajando con leones salvajes que necesitaban rehabilitación, y sentía gran orgullo de haber sido seleccionado para programar el retorno a la naturaleza de Christian (O en realidad, ingresar a un habitat que era el suyo).
Después de un largo vuelo, Christian todavía tuvo que viajar otras 200 millas en el monte africano para finalmente llegar a la Reserva Natural de Kora. Debe haber sido un shock para Christian encontrarse repentinamente en un ambiente tan diferente.
Ace y John viajaron con él a Kenia. Su primera noche en el monte de Kenia fue ignominiosa, ya que Christian todavía no estaba totalmente cómodo a la luz de la luna y compartió una tienda de campaña con Ace y John. De hecho, pasó su primera noche africana en una cama, con la cabeza apoyada en una almohada.
Su primer encuentro con hipopótamos y cocodrilos no produjo agresión en el felino, solo un leve interés. John y Ace parecían relajados, ¡pero la realidad era que tenían un “león de Londres” en África! Sus antecedentes ponen a Christian en gran riesgo en la naturaleza. Otros desafíos fueron conocer a otro hombre (George) y, finalmente, los leones salvajes, que no estaban muy contentos de que otro macho ingresara a su territorio.
George vio que los instintos naturales de Christian estaban intactos, pero el león era extremadamente inexperto en este entorno. Su primer año en Kenia fue todo menos fácil. Había mucho que aprender.
Derek Cattani documentó en la película el tiempo de Christian en África con George Adamson e hizo documentales producidos por Bill Travers que ayudaron a financiar los costos de enviar a Christian a Kenia, también ayudaron a George a mantener su campamento en Kora para continuar rehabilitando a otros leones. El documental “Christian the Lion” todavía está disponible en la Fundación Born Free. Reencuentro Un año después de dejar a Christian en Kora, en 1971, Ace y John volvieron a visitarlo, en contra de muchos consejos de que sería un viaje perdido. Filmaron este viaje trascendental de una reunión entusiasta entre dos hombres y un león ahora salvaje.
No estaban muy seguros de cuál sería su recepción cuando volvieran a encontrarse con Christian, y, por supuesto, podría ser muy peligroso. Después de un momento de ansiedad, Ace y John entraron en lo que luego se había convertido en territorio de Christian. George apareció en la cima de la colina, a unos 100 m de distancia, con Christian justo detrás de él. Christian se detuvo y miró fijamente a los dos hombres, tomándose su tiempo para caminar lentamente colina abajo hacia ellos. Los hombres, que ya no podían soportar la ansiedad y la tensión, finalmente gritaron su nombre; Christian se acercó a ellos y saltó a sus brazos, mostrando un sincero reconocimiento y una genuina alegría por el reencuentro. No solo los había reconocido, sino que estaba emocionado de ver a los hombres nuevamente. Una reunión increíble
En junio de 1972, Ace y John se embarcaron en otro viaje a Kenia, con la esperanza de volver a ver a Christian, que ahora tiene 3 años. George les había advertido que Christian ni siquiera podría venir al campamento, pero después de tres días de espera, Christian regresó al campamento. Esta vez era muy diferente al anterior. Era mucho, mucho más grande y había madurado. Era mucho más esbelto y ya no era tan expresivo en su saludo, pero no había perdido nada de su carisma. Se sentaba con los hombres por un corto tiempo, luego se levantaba y se alejaba, como que los hombres eran superfluos para su vida ahora. Christian ya no era una mascota, sino un león adulto. Sin embargo, en la última noche de la visita de Ace y John, los hombres se sentaron toda la noche riendo y bromeando con Christian haciendo el tonto, como solía hacerlo como el “León de Londres”. En ese entonces si, Christian jugó con ellos como un cachorro hasta el amanecer. Llegó la mañana y Christian se marchó para reunirse con los otros leones. Nunca lo volvieron a ver, pero fueron testigos de un éxito, ya no dependía de los dos hombres, se había convertido en un león africano.
Christian se quedó con George en Kora, aunque también tenía períodos de mantenerse alejado del campamento y fue visto por última vez a finales de 1973, en dirección al Parque Nacional Meru. Como había logrado sobrevivir a esta tardía introducción a África y había logrado convertirse en un león de tamaño completo, Ace y John suponen que logró encontrar su propio lugar en el mundo y vivir una vida plena como un león africano.
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Esta increíble historia real de amor entre el hombre y el animal, resalta la confianza que la humanidad tiene hacia la vida silvestre, como es correspondida y cómo perdura ese vínculo.
Christian nació en el zoológico de Ilfracombe, Devon, en la costa norte de Inglaterra en agosto de 1969; él era parte de una camada que había sido rechazada por su madre. Los cachorros fueron criados por los cuidadores del zoológico, pero cuando Christian y su hermana tenían unos meses, los vendieron a Harrod’s, la prestigiosa tienda por departamentos de Londres.
John Rendall y Ace Bourke, acababan de llegar de Australia y estaban trabajando en Londres en una tienda de muebles de pino antiguo, llamada Sophistocat. Cuando estaban explorando Londres visitaron Harrod’s y vieron a este pequeño cachorro de león en la ventana. Sin pensarlo más, compraron al cachorro y lo llevaron a su casa en su departamento en Chelsea. Llamaron al cachorro Christian (Cristiano), como una ironía de que los cristianos fueran alimentados a los leones.
Hicieron un hogar para Christian en el sótano de la tienda de antigüedades, y vivieron por encima de la tienda. Habiendo crecido con mascotas, John y Ace cuidaron a Christian y lo trataron como una mascota gigante, parte de la familia. Hay algunas fotos icónicas de Christian alrededor de Londres paseando en un automóvil descapotable, pero en general, la vida de Christian era estable, con caminatas en el área local, algo cotidiano.
Christian tenía un temperamento gentil y gregario, pero como todos los bebés, Christian comenzó a crecer y se hizo cada vez más difícil de controlar en el ambiente de Londres. Afortunadamente, un día Virginia McKenna y Bill Travers, actores de la película “Born Free”, por casualidad visitaron Sophistocat Antique Shop y vieron a Christian. Estuvieron encantados con el felino y sugirieron que Ace y John contactaran a George Adamson para rehabilitar a Christian nuevamente en la naturaleza y liberarlo.
[ezcol_1third]Ace y John en realidad no habían pensado en esta opción, pero sabían que, como un león adulto, Christian no podría quedarse en Londres. Entonces contactaron a George Adamson, quien puso en marcha las ruedas con Kenyan Wildlife Services para trasladar a Christian en África.
Tomó meses para que los trámites burocráticos se destrabaran en Kenia y para que se otorgara el permiso que concedía a Christian viajar allí. Mientras tanto, Ace y John abandonaron sus trabajos en Londres y se mudaron a una caravana, cerca de la casa de Bill Travers, a 30 millas de Londres, en el campo. Aquí había más espacio para que Christian se ejercitara y se moviera.
[/ezcol_1third] [ezcol_2third_end] [/ezcol_2third_end]Había mucho trabajo por hacer para conseguir que Christian, de casi un año de edad, se encontrara listo para las tierras salvajes de África, ya que al llegar al campo inglés incluso tenía miedo de un espantapájaros y mostraba muy poca agresión o rección para defenderse.
Virginia y Bill construyeron un gran complejo en sus terrenos para Christian, esto era lo más cerca que había estado de la “selva”. Christian se acomodó bien y pareció disfrutar de estar afuera e investigar su entorno.
Ace y John sabían que estos momentos con Christian eran especiales y tal vez los últimos, por lo que querían pasar el mayor tiempo posible con él. Los instintos leonínos de Christian estaban surgiendo, pero después de cuatro meses de atención constante con Ace y John, el vínculo seguía siendo muy fuerte. Como Ace Bourke dice en una entrevista; “Él dependía de nosotros, pero también nos amaba, ya que éramos lo más cercano a él”.
Mientras tanto, en la Reserva Natural de Kora, Kenia, George Adamson estaba preparando su campamento para aceptar a Christian. George ya estaba trabajando con leones salvajes que necesitaban rehabilitación, y sentía gran orgullo de haber sido seleccionado para programar el retorno a la naturaleza de Christian (O en realidad, ingresar a un habitat que era el suyo).
Después de un largo vuelo, Christian todavía tuvo que viajar otras 200 millas en el monte africano para finalmente llegar a la Reserva Natural de Kora. Debe haber sido un shock para Christian encontrarse repentinamente en un ambiente tan diferente.
Ace y John viajaron con él a Kenia. Su primera noche en el monte de Kenia fue ignominiosa, ya que Christian todavía no estaba totalmente cómodo a la luz de la luna y compartió una tienda de campaña con Ace y John. De hecho, pasó su primera noche africana en una cama, con la cabeza apoyada en una almohada.
Su primer encuentro con hipopótamos y cocodrilos no produjo agresión en el felino, solo un leve interés. John y Ace parecían relajados, ¡pero la realidad era que tenían un “león de Londres” en África! Sus antecedentes ponen a Christian en gran riesgo en la naturaleza. Otros desafíos fueron conocer a otro hombre (George) y, finalmente, los leones salvajes, que no estaban muy contentos de que otro macho ingresara a su territorio.
George vio que los instintos naturales de Christian estaban intactos, pero el león era extremadamente inexperto en este entorno. Su primer año en Kenia fue todo menos fácil. Había mucho que aprender.
Derek Cattani documentó en la película el tiempo de Christian en África con George Adamson e hizo documentales producidos por Bill Travers que ayudaron a financiar los costos de enviar a Christian a Kenia, también ayudaron a George a mantener su campamento en Kora para continuar rehabilitando a otros leones. El documental “Christian the Lion” todavía está disponible en la Fundación Born Free.
Reencuentro
Un año después de dejar a Christian en Kora, en 1971, Ace y John volvieron a visitarlo, en contra de muchos consejos de que sería un viaje perdido. Filmaron este viaje trascendental de una reunión entusiasta entre dos hombres y un león ahora salvaje.
No estaban muy seguros de cuál sería su recepción cuando volvieran a encontrarse con Christian, y, por supuesto, podría ser muy peligroso. Después de un momento de ansiedad, Ace y John entraron en lo que luego se había convertido en territorio de Christian. George apareció en la cima de la colina, a unos 100 m de distancia, con Christian justo detrás de él. Christian se detuvo y miró fijamente a los dos hombres, tomándose su tiempo para caminar lentamente colina abajo hacia ellos. Los hombres, que ya no podían soportar la ansiedad y la tensión, finalmente gritaron su nombre; Christian se acercó a ellos y saltó a sus brazos, mostrando un sincero reconocimiento y una genuina alegría por el reencuentro. No solo los había reconocido, sino que estaba emocionado de ver a los hombres nuevamente. Una reunión increíble
En junio de 1972, Ace y John se embarcaron en otro viaje a Kenia, con la esperanza de volver a ver a Christian, que ahora tiene 3 años. George les había advertido que Christian ni siquiera podría venir al campamento, pero después de tres días de espera, Christian regresó al campamento. Esta vez era muy diferente al anterior. Era mucho, mucho más grande y había madurado. Era mucho más esbelto y ya no era tan expresivo en su saludo, pero no había perdido nada de su carisma. Se sentaba con los hombres por un corto tiempo, luego se levantaba y se alejaba, como que los hombres eran superfluos para su vida ahora. Christian ya no era una mascota, sino un león adulto. Sin embargo, en la última noche de la visita de Ace y John, los hombres se sentaron toda la noche riendo y bromeando con Christian haciendo el tonto, como solía hacerlo como el “León de Londres”. En ese entonces si, Christian jugó con ellos como un cachorro hasta el amanecer. Llegó la mañana y Christian se marchó para reunirse con los otros leones. Nunca lo volvieron a ver, pero fueron testigos de un éxito, ya no dependía de los dos hombres, se había convertido en un león africano.
Christian se quedó con George en Kora, aunque también tenía períodos de mantenerse alejado del campamento y fue visto por última vez a finales de 1973, en dirección al Parque Nacional Meru. Como había logrado sobrevivir a esta tardía introducción a África y había logrado convertirse en un león de tamaño completo, Ace y John suponen que logró encontrar su propio lugar en el mundo y vivir una vida plena como un león africano.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 24, 2020