Por Morgan Ortagus, portavoz del departamento de Estado de los Estados Unidos de América
Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo el proveedor de asistencia sanitaria y humanitaria más generoso del mundo para personas de todo el mundo. Esta asistencia se brinda con el apoyo del contribuyente estadounidense con la expectativa razonable de que sirva a un propósito efectivo y llegue a los necesitados.
Desafortunadamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fracasado gravemente con esas medidas, no solo en su respuesta al COVID-19, sino a otras crisis de salud en las últimas décadas. Además, la OMS se ha negado a adoptar las reformas necesarias con urgencia, comenzando por demostrar su independencia del Partido Comunista Chino.
Cuando el presidente Trump anunció la retirada de Estados Unidos de esa organización, dejó en claro que buscaríamos socios más creíbles y transparentes.
Ese retiro se hace efectivo el 6 de julio de 2021, y desde el anuncio del presidente, el gobierno de los Estados Unidos ha estado trabajando para identificar socios para asumir las actividades previamente realizadas por la OMS.
Hoy, Estados Unidos anuncia los próximos pasos con respecto a nuestro retiro de la OMS y la reorientación de los recursos estadounidenses. Esta reorientación incluye la reprogramación del saldo restante de sus contribuciones asignadas a la OMS para el año fiscal 2020 planificadas para pagar parcialmente otras contribuciones de la ONU.
Además, hasta julio de 2021, Estados Unidos reducirá su compromiso con la OMS, para incluir el retiro de los detalles del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de la sede de la OMS, las oficinas regionales y las oficinas en los países, y reasignar a estos expertos. La participación de los EE. UU. En las reuniones y eventos técnicos de la OMS se determinará caso por caso.
♦
Por Morgan Ortagus, portavoz del departamento de Estado de los Estados Unidos de América
Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo el proveedor de asistencia sanitaria y humanitaria más generoso del mundo para personas de todo el mundo. Esta asistencia se brinda con el apoyo del contribuyente estadounidense con la expectativa razonable de que sirva a un propósito efectivo y llegue a los necesitados.
Desafortunadamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fracasado gravemente con esas medidas, no solo en su respuesta al COVID-19, sino a otras crisis de salud en las últimas décadas. Además, la OMS se ha negado a adoptar las reformas necesarias con urgencia, comenzando por demostrar su independencia del Partido Comunista Chino.
Cuando el presidente Trump anunció la retirada de Estados Unidos de esa organización, dejó en claro que buscaríamos socios más creíbles y transparentes.
Ese retiro se hace efectivo el 6 de julio de 2021, y desde el anuncio del presidente, el gobierno de los Estados Unidos ha estado trabajando para identificar socios para asumir las actividades previamente realizadas por la OMS.
Hoy, Estados Unidos anuncia los próximos pasos con respecto a nuestro retiro de la OMS y la reorientación de los recursos estadounidenses. Esta reorientación incluye la reprogramación del saldo restante de sus contribuciones asignadas a la OMS para el año fiscal 2020 planificadas para pagar parcialmente otras contribuciones de la ONU.
Además, hasta julio de 2021, Estados Unidos reducirá su compromiso con la OMS, para incluir el retiro de los detalles del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de la sede de la OMS, las oficinas regionales y las oficinas en los países, y reasignar a estos expertos. La participación de los EE. UU. En las reuniones y eventos técnicos de la OMS se determinará caso por caso.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 4, 2020