“La política es el circo de los vicios, no de las virtudes.
La única virtud que se requiere es la paciencia”.
Antonio Scurati
No creo en brujas, pero que las hay, las hay. El lunes 17, a las 1600 hs, la ciudadanía saldrá a la calle para decir a la Vicepresidente ¡BASTA! en sus desesperados intentos de sojuzgar al Poder Judicial, Corte Suprema incluida, para obtener la impunidad que tanto ansía para ella y sus hijos, pero también para sus principales cómplices. Cree, como les dijo a los magistrados que la juzgan por sus innumerables delitos, que la historia ya la absolvió, pero necesita que también lo haga la Justicia. Y el plazo del que dispone para lograrlo es relativamente corto, porque el año próximo habrá elecciones y es altamente probable que, ante la aterradora realidad que quedará expuesta tan pronto el Presidente y su equipo de falsos expertos levanten la “cientocincuentena” que hoy la vela, el oficialismo las pierda y, con ellas, muchas de las bancas que hoy convierten al Honorable Aguantadero (Congreso de la Nación) en una simple oficina de despacho exprés de sus deseos. La forma en que el kirchnerismo se conduce confirma que el diálogo dejó de ser posible; se puede discutir con quien piensa una forma distinta de democracia republicana, pero no con quien sólo quiere destruirla. Con mayoría propia en el Senado, generó un conflicto de poderes con final abierto. Desobedeció flagrantemente una medida cautelar dictada por una Juez Contencioso Administrativo Federal, María Alejandra Biotti, que le ordenó no discutir el desplazamiento de sus colegas de la Cámara Federal Penal, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, a quienes Cristina Fernández detesta porque no están dispuestos a someterse a sus alocadas órdenes. Ahora será la Corte Suprema quien resuelva el entuerto, tal como debiera haber hecho en el expediente donde fue decretada la inconstitucionalidad de la modificación en la composición del Consejo de la Magistratura, que dio tanto peso al sector político, y duerme allí hace cuatro años. Pero también protege a uno de sus mayores cómplices políticos, el Gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, el señor feudal que se hizo con el poder hace décadas y la ha convertido en la más pobre del país mientras el Presidente lo enaltece como ejemplo para sus pares. El Juez federal Ariel Lijo resolvió que la causa penal en su contra continúe su trámite en la Justicia provincial, claramente colonizada y obediente al acusado. En esa causa se investiga el multimillonario honorario pagado por la Provincia a The Old Found, la empresa creada por Alejandro Vandenbrole para permitir a Amado Boudou robarse Ciccone, la fábrica de billetes; la excusa fue el ¡asesoramiento para renegociar la deuda provincial con el Estado nacional!, cuyo Ministro de Economía era por entonces el mismo Boudou.
Y el jueves por la noche, el Senado convirtió en ley la moratoria impositiva cuyo artículo 11 es un traje a medida para Cristóbal López y Fabián de Souza; ahora éstos, que robaron más de US$ 1.000 millones de nuestros impuestos para comprar con ese dinero empresas y medios de comunicación, no sólo podrán pagar ese monto en crecientemente devaluadas cuotas en pesos, sino que hará caer el juicio penal tributario que la misma AFIP les había iniciado. El problema es que el Instituto Patria, desde donde la Vicepresidente maneja los títeres con los que ha colonizado la Presidencia, el Consejo de la Magistratura, la Procuración del Tesoro, la Oficina Anticorrupción y la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, ambas cámaras del Congreso, la Agencia Federal de Inteligencia, la ANSES, la AFI, la AFIP, más algunos cargos que aún pretende, como la Procuración General, es el único que tiene un plan concreto de gobierno, aunque éste sea populista y clientelista. Estoy convencido que el Poder Judicial necesita una profunda reforma. Pero también sé que la eterna duración de los juicios, sobre todo los vinculados a la corrupción, no se debe únicamente a la mala conducta de algunos jueces que ya todos conocemos; el Código procesal aún vigente permite a los defensores interponer innumerables recursos, justificados o “chicanas”, que impiden que los procesos terminen, en tiempo y forma, con sentencias firmes, sean de absolución o condena. No puedo entender el apoyo que recibe Cristina de los más pobres, porque el monumental robo de los recursos públicos que concretó la familia Kirchner y sus cómplices son, precisamente, los que faltan para enfrentar la actual situación socio-económica. ¿No genera dudas a los fieles de esa extraña religión la permanente exhibición de riquezas mal habidas?, ¿no se enteraron acaso de los patrimonios que todos ellos impúdicamente muestran en hoteles, campos, empresas, joyas, autos de lujo, aviones y yates?, ¿no se dan cuenta que la droga que está matando a sus hijos se mueve sin control por la asociación que los narcotraficantes mantienen con el poder? El lunes la gente llevará a la calle varias consignas diferentes, porque los reclamos son muchos. Además de protestar contra la reforma judicial, habrá pancartas contra la corrupción impune, el confinamiento que ha sumido al país en la miseria y el hambre, la inseguridad que tiñe de sangre todas las ciudades, los trabajos y empresas perdidos, y es razonable que así sea. Para que el Gobierno entienda que no aceptaremos que nos conviertan en Venezuela, deberemos ser una verdadera multitud, medida en cientos de miles de ciudadanos, responsables y con las precauciones sociales del caso.
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por Enrique Guillermo Avogadro
No creo en brujas, pero que las hay, las hay. El lunes 17, a las 1600 hs, la ciudadanía saldrá a la calle para decir a la Vicepresidente ¡BASTA! en sus desesperados intentos de sojuzgar al Poder Judicial, Corte Suprema incluida, para obtener la impunidad que tanto ansía para ella y sus hijos, pero también para sus principales cómplices. Cree, como les dijo a los magistrados que la juzgan por sus innumerables delitos, que la historia ya la absolvió, pero necesita que también lo haga la Justicia. Y el plazo del que dispone para lograrlo es relativamente corto, porque el año próximo habrá elecciones y es altamente probable que, ante la aterradora realidad que quedará expuesta tan pronto el Presidente y su equipo de falsos expertos levanten la “cientocincuentena” que hoy la vela, el oficialismo las pierda y, con ellas, muchas de las bancas que hoy convierten al Honorable Aguantadero (Congreso de la Nación) en una simple oficina de despacho exprés de sus deseos. La forma en que el kirchnerismo se conduce confirma que el diálogo dejó de ser posible; se puede discutir con quien piensa una forma distinta de democracia republicana, pero no con quien sólo quiere destruirla. Con mayoría propia en el Senado, generó un conflicto de poderes con final abierto. Desobedeció flagrantemente una medida cautelar dictada por una Juez Contencioso Administrativo Federal, María Alejandra Biotti, que le ordenó no discutir el desplazamiento de sus colegas de la Cámara Federal Penal, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, a quienes Cristina Fernández detesta porque no están dispuestos a someterse a sus alocadas órdenes. Ahora será la Corte Suprema quien resuelva el entuerto, tal como debiera haber hecho en el expediente donde fue decretada la inconstitucionalidad de la modificación en la composición del Consejo de la Magistratura, que dio tanto peso al sector político, y duerme allí hace cuatro años. Pero también protege a uno de sus mayores cómplices políticos, el Gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, el señor feudal que se hizo con el poder hace décadas y la ha convertido en la más pobre del país mientras el Presidente lo enaltece como ejemplo para sus pares. El Juez federal Ariel Lijo resolvió que la causa penal en su contra continúe su trámite en la Justicia provincial, claramente colonizada y obediente al acusado. En esa causa se investiga el multimillonario honorario pagado por la Provincia a The Old Found, la empresa creada por Alejandro Vandenbrole para permitir a Amado Boudou robarse Ciccone, la fábrica de billetes; la excusa fue el ¡asesoramiento para renegociar la deuda provincial con el Estado nacional!, cuyo Ministro de Economía era por entonces el mismo Boudou.
Y el jueves por la noche, el Senado convirtió en ley la moratoria impositiva cuyo artículo 11 es un traje a medida para Cristóbal López y Fabián de Souza; ahora éstos, que robaron más de US$ 1.000 millones de nuestros impuestos para comprar con ese dinero empresas y medios de comunicación, no sólo podrán pagar ese monto en crecientemente devaluadas cuotas en pesos, sino que hará caer el juicio penal tributario que la misma AFIP les había iniciado. El problema es que el Instituto Patria, desde donde la Vicepresidente maneja los títeres con los que ha colonizado la Presidencia, el Consejo de la Magistratura, la Procuración del Tesoro, la Oficina Anticorrupción y la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, ambas cámaras del Congreso, la Agencia Federal de Inteligencia, la ANSES, la AFI, la AFIP, más algunos cargos que aún pretende, como la Procuración General, es el único que tiene un plan concreto de gobierno, aunque éste sea populista y clientelista. Estoy convencido que el Poder Judicial necesita una profunda reforma. Pero también sé que la eterna duración de los juicios, sobre todo los vinculados a la corrupción, no se debe únicamente a la mala conducta de algunos jueces que ya todos conocemos; el Código procesal aún vigente permite a los defensores interponer innumerables recursos, justificados o “chicanas”, que impiden que los procesos terminen, en tiempo y forma, con sentencias firmes, sean de absolución o condena. No puedo entender el apoyo que recibe Cristina de los más pobres, porque el monumental robo de los recursos públicos que concretó la familia Kirchner y sus cómplices son, precisamente, los que faltan para enfrentar la actual situación socio-económica. ¿No genera dudas a los fieles de esa extraña religión la permanente exhibición de riquezas mal habidas?, ¿no se enteraron acaso de los patrimonios que todos ellos impúdicamente muestran en hoteles, campos, empresas, joyas, autos de lujo, aviones y yates?, ¿no se dan cuenta que la droga que está matando a sus hijos se mueve sin control por la asociación que los narcotraficantes mantienen con el poder? El lunes la gente llevará a la calle varias consignas diferentes, porque los reclamos son muchos. Además de protestar contra la reforma judicial, habrá pancartas contra la corrupción impune, el confinamiento que ha sumido al país en la miseria y el hambre, la inseguridad que tiñe de sangre todas las ciudades, los trabajos y empresas perdidos, y es razonable que así sea. Para que el Gobierno entienda que no aceptaremos que nos conviertan en Venezuela, deberemos ser una verdadera multitud, medida en cientos de miles de ciudadanos, responsables y con las precauciones sociales del caso.
Buenos.Aires., Agosto 15, 2020
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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Agosto 15, 2020