Un académico de 45 años, nacido durante la Unión Soviética, lanzó su candidatura en Tunja, conocida como la ‘cuna de la independencia’ colombiana. Cambiar la forma de hacer política y acabar con el “negocio” de gobernar es lo que pretende hacer Mijaíl Krasnov, un profesor universitario de 45 años de edad nacido en Sarátov, Rusia, durante la antigua Unión Soviética, y que recientemente oficializó su candidatura como alcalde al municipio de Tunja, capital del departamento de Boyacá, al centro de Colombia.
‘El Ruso’, como popularmente le conocen en Tunja, lugar en el que reside desde hace casi 16 años y que es conocida como ‘la cuna de la independencia’ colombiana, cuenta a RT que en esta década y media se ha convertido “en un tunjano más”. Además de sentir el querer de los colombianos, amar sus tradiciones y su estilo de vida, Krasnov dice que en el tiempo vivido en Tunja fue creciendo su indignación ciudadana por ver la forma en que los dirigentes hacen política y gobiernan.
“Me di cuenta que la política se convierte en un negocio personal, donde se normalizó que cada político coja de caja menor y caja mayor a la ciudad, dejándola sin oportunidad para el crecimiento”.
‘El Profe’, como también le dicen, explica que en los últimos años la ciudad ha quedado rezagada, como se puede ver por el “estado desastroso de las calles”, además de la inseguridad creciente, los elevados índices de corrupción y los bajos niveles de empleo, lo que provoca la salida masiva de jóvenes que buscan mejores oportunidades en otras localidades.
“Tunja ha dejado atrás el desarrollo económico y sobre todo el desarrollo social”, dice Krasnov. Recuerda que cuando dictaba la especialización de Planeación y Gestión del Desarrollo Social en la Facultad de Economía de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), con el módulo Enfoques Regionales, diagnosticó junto con los estudiantes que hay una gran diferencia entre el potencial que tiene el municipio y el estado en el que está.
Krasnov tiene una respuesta para explicar ese rezago. Para ‘El Ruso’, lo que impide que el potencial de desarrollo en Tunja —una ciudad sobre los 200.000 habitantes que es la que mayor inflación registra en Colombia en 2023—, es “la clase política corrupta” que ha gobernado durante años y que se aprovecha de los cargos de elección popular para gestionar proyectos, como si se tratara de “un negocio propio” para obtener ganancias en perjuicio de la ciudadanía.
“Por eso decidí encabezar mi ciudad, para poner fin a esta destrucción y ponerla en el camino del desarrollo económico, sobre todo el desarrollo social, porque yo tengo la certeza que cuando la plata no se la roban, alcanza. Cada proyecto se vuelve viable si no se roban la plata”, afirma el candidato que empezó a financiar su campaña con recursos propios: vendiendo tamales, un tradicional platillo colombiano. Krasnov comenta que el tema de la corrupción en Colombia está vinculado con las faltas de oportunidades y los bajos salarios, lo que provoca que muchas personas sin vocación ni preparación, entren en la política para asumir cargos públicos con la mira puesta en hacer negocios turbios, para enriquecerse rápidamente, según denuncia.
“Los cargos electivos son bastante apetecidos y hay mucha competencia. Por ejemplo, aquí en Boyocá pasa algo absurdo, porque el departamento tiene 1 millón 250.000 habitantes y se postularon 8.300 candidatos para concejales, alcaldes, diputados y gobernador. ¿Qué pasa con esto? Que los candidatos invierten demasiado dinero y recursos para sus campañas y, cuando un alcalde gana, llega endeudado”. Así, dice Krasnov, “empiezan a robar, a sacar plata de los contratos, de las obras y del presupuesto, inflan las cantidades de cemento, de todo lo que puedan, y ¿quién sufre?, el pueblo”.
A esto se suma, dijo, el tema de la compra de votos a través del chantaje, sobornos y manipulación de la ciudadanía con la entrega de dádivas o promesas de cargos. “Hay voto comprado y voto de maquinaria, que es cuando el partido que gobierna amenaza a las empresas y contratistas con quitarles los acuerdos si no votan por un candidato o no apoyan su campaña. En Tunja eso es algo normal”, señala.
Krasnov comenta que mientras “los demás tienen los votos de maquinaria”, él en cambio cuenta con “el 100 % de los votos de opinión”. Lo atribuye a su apertura con la gente y a que se diferencia de los demás contendientes.
“La gente empezó a despertar. Yo pensé que no me verían con gusto, por ser extranjero, pero no, la gente está tan cansada de todos los alcaldes anteriores, que ven en mí lo bueno, que los escucho y que soy una esperanza de cambio”.
Krasnov nació en Rusia el 6 de agosto de 1978. Su padre es ruso y su madre ucraniana. Tiene una abuela alemana y raíces polacas. Sus hijos estudian en Rusia y Alemania, el último país que visitó antes de instalarse en Colombia. Como dato curioso, resalta, que algo que lo vincula más a Tunja es que la ciudad cumple años el mismo día que él.
En Rusia se graduó en Economía. Luego, en Berlín, Alemania, hizo varios estudios de posgrado en Economía, Sociología, Demografía, Relaciones Internacionales e Idiomas. Habla ruso, español, alemán, inglés, polaco y serbocroata. Llegó a Tunja a través de la academia, le gustó y se quedó. “Me siento en mi casa, me siento ciudadano tunjano”, dice Krasnov, quien considera que su experiencia profesional y de vivencias en otras ciudades del mundo, le permitirían hacer una gestión transparente y vincularse rápidamente con instituciones internacionales, embajadas y compañías para ampliar las oportunidades del municipio.
Para lograrlo, Krasnov debe ganar las elecciones del próximo 29 de octubre donde se enfrentará a Jonathan Bosigas, apoyado por el Pacto Histórico; Apuleyo Sanabria Vergara del Partido Demócrata Colombiano; John Carrero, exconcejal de Tunja; César López, apoyado por firmas; y July Paola Rincón, exsecretaria del Gobierno de Boyacá.
Krasnov formalizó sus aspiraciones políticas cuando consiguió la ciudadanía colombiana, tras residir por más de 15 años en el país. Así, el 4 de enero de 2023 registró el Movimiento Independiente y comenzó a buscar firmas para su candidatura.
“Los extranjeros naturalizados tenemos derecho a la nacionalidad colombiana por adopción. Hace mucho tiempo hice examen de nacionalidad, de Historia y Geografía, de leyes básicas, examen en español, todo un proceso. Finalmente, me aprobaron la Carta de Naturaleza que me da la nacionalidad como colombiano, lo que jurídicamente me permite, como ciudadano, postularme a cargos electivos”. Para ser candidato independiente, explica, debía conseguir más de 27.000 firmas de las 135.000 personas que están en el censo electoral de Tunja, es decir 20 % del registro local. En el proceso consiguió 33.000 rúbricas, lo que le abrió las puertas a competir seriamente por el ayuntamiento, debido a que en la última elección el alcalde ganó con 29.000 votos.
‘El Ruso’ consiguió el respaldo del partido La Fuerza de la Paz, fundado por el expresidente del Congreso colombiano Roy Barreras, nombrado hace poco por el Gobierno de Gustavo Petro como embajador en Reino Unido.
Krasnov explica que la alianza con esa agrupación política es estratégica, porque además del tema electoral, le permite no tener que buscar 43 millones de pesos o 10.000 dólares, que se les obliga a pagar a los candidatos que se postulan de forma independiente. Según ‘El Profe’, los tunjanos han decidido apoyarlo porque lo ven como una opción distinta a la clase política tradicional.
“La gente está muy cansada de que lleguen los políticos y empiezan a robar. Los demás candidatos son más politiqueros que buenos administradores”.
Krasnov dice que entre los problemas más importantes que tiene Tunja están la alta tasa de desempleo, sobre todo en la población joven, muy vinculada a la localidad por sus 13 universidades; y los altos indicadores de pobreza monetaria y multidimensional, que se suman a bajos niveles de inversión privada.
La ciudad, añade, también presenta deterioro vial y, aunque es la capital más segura de Colombia, los hechos delictivos han aumentado. “De ahí salen los desafíos para mejorar la calidad de vida de los tunjanos, modernizar la infraestructura física y promover la inclusión social y la seguridad, así como la sostenibilidad ambiental”.
‘El Ruso’ propone aprovechar el potencial del capital humano formado en Tunja y generar al menos 20.000 nuevos puestos de trabajo. Además, prevé convertir la ciudad en un centro de interconexión con todos los destinos del país, porque “su posición geográfica es ideal”.
“Mis proyectos están orientados al mercado nacional y al mercado global. No hay que pensar que Tunja es una ciudad pequeña, podemos estar muy conectados con el país en lo económico y lo productivo. Somos la tercera ciudad capital más competitiva después de Bogotá y Medellín y aún tenemos un potencial inmenso por desarrollar”.
Para ello, Krasnov plantea varios “macroproyectos” con inversión privada y extranjera, y ampliar la recaudación tributaria para invertirla en políticas sociales. En Tunja, dice, podría instalarse un Parque Internacional de Diversiones “al estilo Disneylandia”, un Centro de Transformación y Exportación de Producción Agrícola y un Centro Internacional de Alto Rendimiento Deportivo, porque la ciudad está a 2.800 metros de altura.
Además, resalta que el municipio tiene importantes atractivos turísticos y culturales que la convierten en un punto de referencia, ubicado a solo 130 kilómetros —o una hora y media en vehículo— de distancia de Bogotá, la capital colombiana. “El eslogan de mi campaña se llama ‘Conectemos Tunja con el mundo’. Entonces, yo voy a conectar Tunja con el mundo”, afirma Krasnov.
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‘El Ruso’, como popularmente le conocen en Tunja, lugar en el que reside desde hace casi 16 años y que es conocida como ‘la cuna de la independencia’ colombiana, cuenta a RT que en esta década y media se ha convertido “en un tunjano más”. Además de sentir el querer de los colombianos, amar sus tradiciones y su estilo de vida, Krasnov dice que en el tiempo vivido en Tunja fue creciendo su indignación ciudadana por ver la forma en que los dirigentes hacen política y gobiernan.
“Me di cuenta que la política se convierte en un negocio personal, donde se normalizó que cada político coja de caja menor y caja mayor a la ciudad, dejándola sin oportunidad para el crecimiento”.
‘El Profe’, como también le dicen, explica que en los últimos años la ciudad ha quedado rezagada, como se puede ver por el “estado desastroso de las calles”, además de la inseguridad creciente, los elevados índices de corrupción y los bajos niveles de empleo, lo que provoca la salida masiva de jóvenes que buscan mejores oportunidades en otras localidades.
“Tunja ha dejado atrás el desarrollo económico y sobre todo el desarrollo social”, dice Krasnov. Recuerda que cuando dictaba la especialización de Planeación y Gestión del Desarrollo Social en la Facultad de Economía de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), con el módulo Enfoques Regionales, diagnosticó junto con los estudiantes que hay una gran diferencia entre el potencial que tiene el municipio y el estado en el que está.
Krasnov tiene una respuesta para explicar ese rezago. Para ‘El Ruso’, lo que impide que el potencial de desarrollo en Tunja —una ciudad sobre los 200.000 habitantes que es la que mayor inflación registra en Colombia en 2023—, es “la clase política corrupta” que ha gobernado durante años y que se aprovecha de los cargos de elección popular para gestionar proyectos, como si se tratara de “un negocio propio” para obtener ganancias en perjuicio de la ciudadanía.
“Por eso decidí encabezar mi ciudad, para poner fin a esta destrucción y ponerla en el camino del desarrollo económico, sobre todo el desarrollo social, porque yo tengo la certeza que cuando la plata no se la roban, alcanza. Cada proyecto se vuelve viable si no se roban la plata”, afirma el candidato que empezó a financiar su campaña con recursos propios: vendiendo tamales, un tradicional platillo colombiano. Krasnov comenta que el tema de la corrupción en Colombia está vinculado con las faltas de oportunidades y los bajos salarios, lo que provoca que muchas personas sin vocación ni preparación, entren en la política para asumir cargos públicos con la mira puesta en hacer negocios turbios, para enriquecerse rápidamente, según denuncia.
“Los cargos electivos son bastante apetecidos y hay mucha competencia. Por ejemplo, aquí en Boyocá pasa algo absurdo, porque el departamento tiene 1 millón 250.000 habitantes y se postularon 8.300 candidatos para concejales, alcaldes, diputados y gobernador. ¿Qué pasa con esto? Que los candidatos invierten demasiado dinero y recursos para sus campañas y, cuando un alcalde gana, llega endeudado”. Así, dice Krasnov, “empiezan a robar, a sacar plata de los contratos, de las obras y del presupuesto, inflan las cantidades de cemento, de todo lo que puedan, y ¿quién sufre?, el pueblo”.
A esto se suma, dijo, el tema de la compra de votos a través del chantaje, sobornos y manipulación de la ciudadanía con la entrega de dádivas o promesas de cargos. “Hay voto comprado y voto de maquinaria, que es cuando el partido que gobierna amenaza a las empresas y contratistas con quitarles los acuerdos si no votan por un candidato o no apoyan su campaña. En Tunja eso es algo normal”, señala.
Krasnov comenta que mientras “los demás tienen los votos de maquinaria”, él en cambio cuenta con “el 100 % de los votos de opinión”. Lo atribuye a su apertura con la gente y a que se diferencia de los demás contendientes.
“La gente empezó a despertar. Yo pensé que no me verían con gusto, por ser extranjero, pero no, la gente está tan cansada de todos los alcaldes anteriores, que ven en mí lo bueno, que los escucho y que soy una esperanza de cambio”.
Krasnov nació en Rusia el 6 de agosto de 1978. Su padre es ruso y su madre ucraniana. Tiene una abuela alemana y raíces polacas. Sus hijos estudian en Rusia y Alemania, el último país que visitó antes de instalarse en Colombia. Como dato curioso, resalta, que algo que lo vincula más a Tunja es que la ciudad cumple años el mismo día que él.
En Rusia se graduó en Economía. Luego, en Berlín, Alemania, hizo varios estudios de posgrado en Economía, Sociología, Demografía, Relaciones Internacionales e Idiomas. Habla ruso, español, alemán, inglés, polaco y serbocroata. Llegó a Tunja a través de la academia, le gustó y se quedó. “Me siento en mi casa, me siento ciudadano tunjano”, dice Krasnov, quien considera que su experiencia profesional y de vivencias en otras ciudades del mundo, le permitirían hacer una gestión transparente y vincularse rápidamente con instituciones internacionales, embajadas y compañías para ampliar las oportunidades del municipio.
Para lograrlo, Krasnov debe ganar las elecciones del próximo 29 de octubre donde se enfrentará a Jonathan Bosigas, apoyado por el Pacto Histórico; Apuleyo Sanabria Vergara del Partido Demócrata Colombiano; John Carrero, exconcejal de Tunja; César López, apoyado por firmas; y July Paola Rincón, exsecretaria del Gobierno de Boyacá.
Krasnov formalizó sus aspiraciones políticas cuando consiguió la ciudadanía colombiana, tras residir por más de 15 años en el país. Así, el 4 de enero de 2023 registró el Movimiento Independiente y comenzó a buscar firmas para su candidatura.
“Los extranjeros naturalizados tenemos derecho a la nacionalidad colombiana por adopción. Hace mucho tiempo hice examen de nacionalidad, de Historia y Geografía, de leyes básicas, examen en español, todo un proceso. Finalmente, me aprobaron la Carta de Naturaleza que me da la nacionalidad como colombiano, lo que jurídicamente me permite, como ciudadano, postularme a cargos electivos”. Para ser candidato independiente, explica, debía conseguir más de 27.000 firmas de las 135.000 personas que están en el censo electoral de Tunja, es decir 20 % del registro local. En el proceso consiguió 33.000 rúbricas, lo que le abrió las puertas a competir seriamente por el ayuntamiento, debido a que en la última elección el alcalde ganó con 29.000 votos.
‘El Ruso’ consiguió el respaldo del partido La Fuerza de la Paz, fundado por el expresidente del Congreso colombiano Roy Barreras, nombrado hace poco por el Gobierno de Gustavo Petro como embajador en Reino Unido.
Krasnov explica que la alianza con esa agrupación política es estratégica, porque además del tema electoral, le permite no tener que buscar 43 millones de pesos o 10.000 dólares, que se les obliga a pagar a los candidatos que se postulan de forma independiente. Según ‘El Profe’, los tunjanos han decidido apoyarlo porque lo ven como una opción distinta a la clase política tradicional.
“La gente está muy cansada de que lleguen los políticos y empiezan a robar. Los demás candidatos son más politiqueros que buenos administradores”.
Krasnov dice que entre los problemas más importantes que tiene Tunja están la alta tasa de desempleo, sobre todo en la población joven, muy vinculada a la localidad por sus 13 universidades; y los altos indicadores de pobreza monetaria y multidimensional, que se suman a bajos niveles de inversión privada.
La ciudad, añade, también presenta deterioro vial y, aunque es la capital más segura de Colombia, los hechos delictivos han aumentado. “De ahí salen los desafíos para mejorar la calidad de vida de los tunjanos, modernizar la infraestructura física y promover la inclusión social y la seguridad, así como la sostenibilidad ambiental”.
‘El Ruso’ propone aprovechar el potencial del capital humano formado en Tunja y generar al menos 20.000 nuevos puestos de trabajo. Además, prevé convertir la ciudad en un centro de interconexión con todos los destinos del país, porque “su posición geográfica es ideal”.
“Mis proyectos están orientados al mercado nacional y al mercado global. No hay que pensar que Tunja es una ciudad pequeña, podemos estar muy conectados con el país en lo económico y lo productivo. Somos la tercera ciudad capital más competitiva después de Bogotá y Medellín y aún tenemos un potencial inmenso por desarrollar”.
Para ello, Krasnov plantea varios “macroproyectos” con inversión privada y extranjera, y ampliar la recaudación tributaria para invertirla en políticas sociales. En Tunja, dice, podría instalarse un Parque Internacional de Diversiones “al estilo Disneylandia”, un Centro de Transformación y Exportación de Producción Agrícola y un Centro Internacional de Alto Rendimiento Deportivo, porque la ciudad está a 2.800 metros de altura.
Además, resalta que el municipio tiene importantes atractivos turísticos y culturales que la convierten en un punto de referencia, ubicado a solo 130 kilómetros —o una hora y media en vehículo— de distancia de Bogotá, la capital colombiana. “El eslogan de mi campaña se llama ‘Conectemos Tunja con el mundo’. Entonces, yo voy a conectar Tunja con el mundo”, afirma Krasnov.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 17, 2023