Cada vez más empresas como SpaceX compiten con las naciones en la carrera espacial. Alemania, que no quiere quedarse atrás en esta materia, lanzará sus primeras pruebas desde el Mar del Norte en 2024.
Los datos satelitales son cada vez más importantes para muchos sectores económicos, como la producción industrial digital o la conducción autónoma. La información y análisis más precisos pueden aumentar la eficiencia de la producción y la logística.
La carrera internacional por el espacio ha adquirido nuevas dimensiones, especialmente a través del sector privado: Empresas como SpaceX de Elon Musk, con su enorme flota de satélites y cohetes, se han convertido en una competencia amenazante para las naciones avanzadas en temas espaciales. Por eso, con el nuevo puerto espacial, Alemania quiere mejorar su posición.
Alemania no tendrá un puerto espacial como el de Cabo Cañaveral en Estados Unidos o el de Baikonur en Kazajistán. Más bien, el proyecto contempla un barco especial con una plataforma de lanzamiento flotante en el Mar del Norte.
El primer cohete despegará en abril de 2024. En un principio, una nave de la empresa holandesa T-Minus despegará desde la plataforma de la German-Offshore Spaceport Alliance (GOSA). El consorcio operador de la “Spaceport Alliance” incluye a la empresa espacial OHB, con sede en Bremen.
Según anunció la Federación de Industrias Alemanas (BDI, por sus siglas en alemán) en un congreso espacial celebrado en Berlín, el punto de lanzamiento se situará en el llamado “Pico de Pato”, el rincón más remoto de la Zona Económica Exclusiva alemana, a unos 350 kilómetros de la costa.
En el futuro, desde la plataforma despegarán microlanzadores europeos -minicohetes- con destino a órbitas cercanas a la Tierra, con cargas útiles de hasta una tonelada. La fase de prueba de dos semanas prevé el lanzamiento de hasta cuatro cohetes con una longitud máxima de siete metros y una altitud de vuelo de hasta 50 kilómetros.
La iniciativa del proyecto fue lanzada por la BDI en su primer congreso espacial hace cuatro años. La creciente comercialización de los viajes espaciales, conocida como NewSpace (Nuevo Espacio), se consideró una gran oportunidad para Alemania como país industrializado, y así nació la idea de un puerto espacial móvil.
Detrás de los planes hay un mercado de miles de millones: NewSpace podría reducir los elevados costes de los vehículos de lanzamiento. Según un nuevo estudio de BDI y la consultora estratégica Roland Berger, el mercado de aplicaciones espaciales crecerá un 7,4% anual hasta alcanzar los 1,25 billones de euros en 2040.
Musk
“Cada vez en más sectores sucede que, quien no está a la vanguardia en el espacio, no será un líder tecnológico en la Tierra”, afirmó Siegfried Russwurm, presidente de la BDI.
La plataforma pretende satisfacer la creciente demanda en el mercado de pequeños satélites comerciales. Alemania necesita un acceso soberano al espacio, también como contribución a su capacidad de defensa. Asimismo, el país europeo se encuentra en una situación de “dependencia peligrosa” en materia de infraestructuras espaciales y acceso al espacio.
“En esta década se lanzarán cuatro veces más satélites que en la anterior. Esto está provocando cuellos de botella en los puertos espaciales terrestres”, señaló Sabine von der Recke, miembro del Consejo Ejecutivo de GOSA. “
Por eso es tan crucial el funcionamiento de otra infraestructura europea de lanzamiento”, agregó.
El gobierno alemán quiere promover el desarrollo y la construcción de infraestructuras con dos millones de euros hasta 2025. Para eso, presentó recientemente una nueva estrategia espacial que recibió críticas del sector. La BDI, por ejemplo, exigió al gobierno una mayor ambición.
La BDI denuncia un recorte del presupuesto nacional destinado al espacio y, según la institución, esto amenaza con ampliar la distancia con Estados Unidos o China. Según Anna Christmann, coordinadora aeroespacial del gobierno, en su lugar se prevén más fondos para la Agencia Espacial Europea (ESA)
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Cada vez más empresas como SpaceX compiten con las naciones en la carrera espacial. Alemania, que no quiere quedarse atrás en esta materia, lanzará sus primeras pruebas desde el Mar del Norte en 2024.
Los datos satelitales son cada vez más importantes para muchos sectores económicos, como la producción industrial digital o la conducción autónoma. La información y análisis más precisos pueden aumentar la eficiencia de la producción y la logística.
La carrera internacional por el espacio ha adquirido nuevas dimensiones, especialmente a través del sector privado: Empresas como SpaceX de Elon Musk, con su enorme flota de satélites y cohetes, se han convertido en una competencia amenazante para las naciones avanzadas en temas espaciales. Por eso, con el nuevo puerto espacial, Alemania quiere mejorar su posición.
Alemania no tendrá un puerto espacial como el de Cabo Cañaveral en Estados Unidos o el de Baikonur en Kazajistán. Más bien, el proyecto contempla un barco especial con una plataforma de lanzamiento flotante en el Mar del Norte.
El primer cohete despegará en abril de 2024. En un principio, una nave de la empresa holandesa T-Minus despegará desde la plataforma de la German-Offshore Spaceport Alliance (GOSA). El consorcio operador de la “Spaceport Alliance” incluye a la empresa espacial OHB, con sede en Bremen.
Según anunció la Federación de Industrias Alemanas (BDI, por sus siglas en alemán) en un congreso espacial celebrado en Berlín, el punto de lanzamiento se situará en el llamado “Pico de Pato”, el rincón más remoto de la Zona Económica Exclusiva alemana, a unos 350 kilómetros de la costa.
En el futuro, desde la plataforma despegarán microlanzadores europeos -minicohetes- con destino a órbitas cercanas a la Tierra, con cargas útiles de hasta una tonelada. La fase de prueba de dos semanas prevé el lanzamiento de hasta cuatro cohetes con una longitud máxima de siete metros y una altitud de vuelo de hasta 50 kilómetros.
La iniciativa del proyecto fue lanzada por la BDI en su primer congreso espacial hace cuatro años. La creciente comercialización de los viajes espaciales, conocida como NewSpace (Nuevo Espacio), se consideró una gran oportunidad para Alemania como país industrializado, y así nació la idea de un puerto espacial móvil.
Detrás de los planes hay un mercado de miles de millones: NewSpace podría reducir los elevados costes de los vehículos de lanzamiento. Según un nuevo estudio de BDI y la consultora estratégica Roland Berger, el mercado de aplicaciones espaciales crecerá un 7,4% anual hasta alcanzar los 1,25 billones de euros en 2040.
“Cada vez en más sectores sucede que, quien no está a la vanguardia en el espacio, no será un líder tecnológico en la Tierra”, afirmó Siegfried Russwurm, presidente de la BDI.
La plataforma pretende satisfacer la creciente demanda en el mercado de pequeños satélites comerciales. Alemania necesita un acceso soberano al espacio, también como contribución a su capacidad de defensa. Asimismo, el país europeo se encuentra en una situación de “dependencia peligrosa” en materia de infraestructuras espaciales y acceso al espacio.
“En esta década se lanzarán cuatro veces más satélites que en la anterior. Esto está provocando cuellos de botella en los puertos espaciales terrestres”, señaló Sabine von der Recke, miembro del Consejo Ejecutivo de GOSA. “
Por eso es tan crucial el funcionamiento de otra infraestructura europea de lanzamiento”, agregó.
El gobierno alemán quiere promover el desarrollo y la construcción de infraestructuras con dos millones de euros hasta 2025. Para eso, presentó recientemente una nueva estrategia espacial que recibió críticas del sector. La BDI, por ejemplo, exigió al gobierno una mayor ambición.
La BDI denuncia un recorte del presupuesto nacional destinado al espacio y, según la institución, esto amenaza con ampliar la distancia con Estados Unidos o China. Según Anna Christmann, coordinadora aeroespacial del gobierno, en su lugar se prevén más fondos para la Agencia Espacial Europea (ESA)
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 4, 2023