La mayoría de los miembros que integrarán a mediados de este mes el nuevo Buró Político del Partido Comunista de Cuba carecen del aura heroica que rodea a los revolucionarios históricos, pero tienen la misión de seguir el camino trazado por Fidel y Raúl Castro.
El octavo congreso del Partido Comunista Cubano (PCC), a celebrarse entre el 16 y 19 de abril, elegirá a los 17 hombres y mujeres que integrarán el nuevo Buró Político, el órgano superior del Comité Central del partido. En este último reside el centro del poder del partido y la fuerza política que dirige al país, de acuerdo con la Constitución.
La anunciada jubilación de Raúl Castro, a los 89 años, deja vacante la jefatura del PCC como primer secretario del partido. Su salida debe ser seguida por los otros dos históricos del núcleo duro de la Revolución: José Ramón Machado Ventura (90), número dos del PCC, y el comandante Ramiro Valdés (88). Está previsto que el actual presidente, Miguel Díaz-Canel (60), asuma como primer secretario del PCC y tome las riendas del poder absoluto del país, como en su día lo tuvieron Fidel (1926-2016) y Raúl Castro.
Los hombres claves de su entorno no lucharon en la Sierra Maestra y nacieron después del triunfo de la revolución en 1959.
Aunque se espera que sigan en este grupo tres históricos que en esa época eran adolescentes: los generales Leopoldo Cintra Frías (79), Ramón Espinosa (83) y Álvaro López Miera (77), ministro, viceministro y jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, respectivamente.
En el Buró Político deben estar representados los más importantes cargos y sectores de la sociedad y, aunque en los últimos años se busca un equilibrio racial y de género, la elección también esta determinada por la coyuntura que vive el país. Por eso se prevé la entrada de otro general, Lázaro Álvarez Casas (57), recién nombrado ministro del Interior, en momentos en que algunas protestas han irrumpido en la escena pública.
El gran enigma de momento es quién pueda sustituir a Machado Ventura como segundo secretario del PCC, cargo que resulta ser una especie de jefe de Estado Mayor del Partido, con capacidad de veto para dirigentes y cuadros del PCC y de las principales instituciones estatales. En medio de una acelerada reforma y una fuerte crisis económica, parece asegurada la entrada del Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz (57), quien hizo carrera empresarial en las Fuerzas Armadas y hoy goza de un evidente apoyo del generalato.
También el actual viceprimer ministro y ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández (60), cuya entrada podría limitar la autoridad de Marino Murillo (60), el hombre encargado de la aplicación de las reformas, blanco de numerosas críticas populares, por la actual reforma monetaria. Deben permanecer, debido a sus responsabilidades, el canciller Bruno Rodríguez (63), el presidente del Parlamento, Esteban Lazo (76); el secretario de la Central de Trabajadores (CTC), Ulises Guilarte (56); la secretaria de la Federación de Mujeres, Teresa Amarelle (56), y el exministro de Salud Roberto Morales (53), actual viceprimer ministro.
La biotecnología, de papel primordial ante la pandemia e importante fuente de ingresos, está representada por la científica Marta Ayala (54). Esta área podría ser reforzada con Vicente Vérez (67), director del Instituto Finlay de Vacunas, responsable de la creación de dos de los cuatro candidatos vacunales contra el Covid-19 de Cuba. Debido al peso de La Habana en la vida nacional, su primer secretario del PCC, Luis Antonio Torres Iribar (55), podría formar parte también del equipo.
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La mayoría de los miembros que integrarán a mediados de este mes el nuevo Buró Político del Partido Comunista de Cuba carecen del aura heroica que rodea a los revolucionarios históricos, pero tienen la misión de seguir el camino trazado por Fidel y Raúl Castro.
El octavo congreso del Partido Comunista Cubano (PCC), a celebrarse entre el 16 y 19 de abril, elegirá a los 17 hombres y mujeres que integrarán el nuevo Buró Político, el órgano superior del Comité Central del partido. En este último reside el centro del poder del partido y la fuerza política que dirige al país, de acuerdo con la Constitución.
La anunciada jubilación de Raúl Castro, a los 89 años, deja vacante la jefatura del PCC como primer secretario del partido. Su salida debe ser seguida por los otros dos históricos del núcleo duro de la Revolución: José Ramón Machado Ventura (90), número dos del PCC, y el comandante Ramiro Valdés (88). Está previsto que el actual presidente, Miguel Díaz-Canel (60), asuma como primer secretario del PCC y tome las riendas del poder absoluto del país, como en su día lo tuvieron Fidel (1926-2016) y Raúl Castro.
Los hombres claves de su entorno no lucharon en la Sierra Maestra y nacieron después del triunfo de la revolución en 1959.
Aunque se espera que sigan en este grupo tres históricos que en esa época eran adolescentes: los generales Leopoldo Cintra Frías (79), Ramón Espinosa (83) y Álvaro López Miera (77), ministro, viceministro y jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, respectivamente.
En el Buró Político deben estar representados los más importantes cargos y sectores de la sociedad y, aunque en los últimos años se busca un equilibrio racial y de género, la elección también esta determinada por la coyuntura que vive el país. Por eso se prevé la entrada de otro general, Lázaro Álvarez Casas (57), recién nombrado ministro del Interior, en momentos en que algunas protestas han irrumpido en la escena pública.
El gran enigma de momento es quién pueda sustituir a Machado Ventura como segundo secretario del PCC, cargo que resulta ser una especie de jefe de Estado Mayor del Partido, con capacidad de veto para dirigentes y cuadros del PCC y de las principales instituciones estatales. En medio de una acelerada reforma y una fuerte crisis económica, parece asegurada la entrada del Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz (57), quien hizo carrera empresarial en las Fuerzas Armadas y hoy goza de un evidente apoyo del generalato.
También el actual viceprimer ministro y ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández (60), cuya entrada podría limitar la autoridad de Marino Murillo (60), el hombre encargado de la aplicación de las reformas, blanco de numerosas críticas populares, por la actual reforma monetaria. Deben permanecer, debido a sus responsabilidades, el canciller Bruno Rodríguez (63), el presidente del Parlamento, Esteban Lazo (76); el secretario de la Central de Trabajadores (CTC), Ulises Guilarte (56); la secretaria de la Federación de Mujeres, Teresa Amarelle (56), y el exministro de Salud Roberto Morales (53), actual viceprimer ministro.
La biotecnología, de papel primordial ante la pandemia e importante fuente de ingresos, está representada por la científica Marta Ayala (54). Esta área podría ser reforzada con Vicente Vérez (67), director del Instituto Finlay de Vacunas, responsable de la creación de dos de los cuatro candidatos vacunales contra el Covid-19 de Cuba. Debido al peso de La Habana en la vida nacional, su primer secretario del PCC, Luis Antonio Torres Iribar (55), podría formar parte también del equipo.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 2, 2021