El 25 de Julio del año 2004 Fernanda Aguirre salió de su casa cerca de las 4 de la tarde hacia el puesto de flores que su familia tenía frente al cementerio de San Benito. A partir de ese momento nada más se supo de la niña.
La justicia de Entre Ríos, ya “kirchnerisada” por aquel entonces, buscó un sospechoso y el que reunió todos los requisitos fue Miguel Ángel Lencina que luego de ser detenido apareció misteriosamente ahorcado en la celda de la comisaría 5 de Paraná donde permanecía alojado.
La viuda del principal sospechoso, Mirta Chávez, fue condenada a 17 años de cárcel sin ningún argumento sólido recuperando la libertad en el año 2014.
Justo por esas cosas raras de la vida la condena a Chávez se lleva a cabo en el año 2007 periodo donde este comunicador social denunció textualmente “Fernanda Aguirre puede estar en el cementerio de Santa Elena, pero lo que estoy seguro es que hay varias Fernandas enterradas en este cementerio “
Una afirmación que me costó caro, pero pudo ser peor. En las primeras horas de la noche de ese día, con un simulacro de custodia policial, fui detenido por efectivos de la misma fuerza armada. Toda una contradicción que me anunciaba que el tema venía “mal parido”.
Así comenzó la noche más larga de mi vida, entre golpes y amenazas en un “calabozo ” de la comisaría número 15 de Santa Elena. Pudo haber sido mi final, sin dudas, pero alertados por un vecino de Dios llegaron al lugar horas más tarde profesionales judiciales a exigir mi libertad.
A altas horas de la madrugada recuperé mi libertad. Hubo más hechos que no encajaban a la vista de nadie. Sospechosamente momentos después de mi detención robaron en el cementerio de la discordia. Sumado también que ningún miembro del poder judicial me quiso tomar declaración, ni por las Fernandas, ni por la detención misma de este periodista. Una impunidad total! Al caso había que cerrarlo y cuando más rápido mejor.
¿Por qué el poder político y el judicial jamás pusieron voluntad para esclarecer la desaparición de la adolescente? ¿Dónde habrá quedado la respuesta? Una pregunta sin respuesta alguna hasta el día de hoy.
Recordemos que María Inés Cabrol, la madre de Fernanda Aguirre que tuvo un papel preponderante en la búsqueda de su hija, falleció en el año 2010 y dejó una frase desgarradora “en cada cara de chica que veo, busco a mi hija…”
Pero la mafia kirchnerista no tiene límites y 5 años más tarde, año 2012, era el intendente quien es actualmente, el condenado por corrupción (Domingo Rossi) quien recibió un pedido de algunos de sus viejos socios de la política y dispuso la desaparición de decenas de cadáveres de la necrópolis local. Un hecho aberrante nuevamente denunciado por este mismo periodista y la justicia siguió con su complicidad de costumbre.
¿Los cadáveres eran puestos en bolsas y algunos les ponían nombres, donde fueron a parar? ¿Deshacerse para ocultar algo? ¿O tráfico de los restos? Delitos imperdonables.
Nadie del poder judicial y menos del poder tuvo o tiene la voluntad de saber dónde está Fernanda Aguirre pero menos aún las otras Fernandas.
Cuando faltó la adolescente de San Benito (Entre Ríos) en julio del 2004, el kirchnerismo había pasado apenas 7 meses en el poder acá, entonces se produjo la primera desaparición de la década impune.
Con el pasar del tiempo para este comunicador ya no quedan dudas que al menos, la desaparición de Fernanda Aguirre hoy se puede afirmar que fue también desaparición FORZADA.
Ya nadie busca a la niña de San Benito, pero menos aún a las otras.
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El silencio del que nadie habla
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El 25 de Julio del año 2004 Fernanda Aguirre salió de su casa cerca de las 4 de la tarde hacia el puesto de flores que su familia tenía frente al cementerio de San Benito. A partir de ese momento nada más se supo de la niña.
La justicia de Entre Ríos, ya “kirchnerisada” por aquel entonces, buscó un sospechoso y el que reunió todos los requisitos fue Miguel Ángel Lencina que luego de ser detenido apareció misteriosamente ahorcado en la celda de la comisaría 5 de Paraná donde permanecía alojado.
La viuda del principal sospechoso, Mirta Chávez, fue condenada a 17 años de cárcel sin ningún argumento sólido recuperando la libertad en el año 2014.
Justo por esas cosas raras de la vida la condena a Chávez se lleva a cabo en el año 2007 periodo donde este comunicador social denunció textualmente “Fernanda Aguirre puede estar en el cementerio de Santa Elena, pero lo que estoy seguro es que hay varias Fernandas enterradas en este cementerio “
Una afirmación que me costó caro, pero pudo ser peor.
En las primeras horas de la noche de ese día, con un simulacro de custodia policial, fui detenido por efectivos de la misma fuerza armada. Toda una contradicción que me anunciaba que el tema venía “mal parido”.
Así comenzó la noche más larga de mi vida, entre golpes y amenazas en un “calabozo ” de la comisaría número 15 de Santa Elena. Pudo haber sido mi final, sin dudas, pero alertados por un vecino de Dios llegaron al lugar horas más tarde profesionales judiciales a exigir mi libertad.
A altas horas de la madrugada recuperé mi libertad. Hubo más hechos que no encajaban a la vista de nadie. Sospechosamente momentos después de mi detención robaron en el cementerio de la discordia. Sumado también que ningún miembro del poder judicial me quiso tomar declaración, ni por las Fernandas, ni por la detención misma de este periodista. Una impunidad total! Al caso había que cerrarlo y cuando más rápido mejor.
¿Por qué el poder político y el judicial jamás pusieron voluntad para esclarecer la desaparición de la adolescente?
¿Dónde habrá quedado la respuesta? Una pregunta sin respuesta alguna hasta el día de hoy.
Recordemos que María Inés Cabrol, la madre de Fernanda Aguirre que tuvo un papel preponderante en la búsqueda de su hija, falleció en el año 2010 y dejó una frase desgarradora “en cada cara de chica que veo, busco a mi hija…”
Pero la mafia kirchnerista no tiene límites y 5 años más tarde, año 2012, era el intendente quien es actualmente, el condenado por corrupción (Domingo Rossi) quien recibió un pedido de algunos de sus viejos socios de la política y dispuso la desaparición de decenas de cadáveres de la necrópolis local. Un hecho aberrante nuevamente denunciado por este mismo periodista y la justicia siguió con su complicidad de costumbre.
¿Los cadáveres eran puestos en bolsas y algunos les ponían nombres, donde fueron a parar? ¿Deshacerse para ocultar algo? ¿O tráfico de los restos? Delitos imperdonables.
Nadie del poder judicial y menos del poder tuvo o tiene la voluntad de saber dónde está Fernanda Aguirre pero menos aún las otras Fernandas.
Cuando faltó la adolescente de San Benito (Entre Ríos) en julio del 2004, el kirchnerismo había pasado apenas 7 meses en el poder acá, entonces se produjo la primera desaparición de la década impune.
Con el pasar del tiempo para este comunicador ya no quedan dudas que al menos, la desaparición de Fernanda Aguirre hoy se puede afirmar que fue también desaparición FORZADA.
Ya nadie busca a la niña de San Benito, pero menos aún a las otras.
Delitos impunes al mejor estilo del kirchnerismo.
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PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 23, 2020