Pablo Jesús Córdoba fue hallado sin vida cuando hacía guardia en un cuartel del Ejército en Neuquén. El caso recuerda el antecedente de Omar Carrasco, fallecido en el mismo predio en 1994 y que puso fin al servicio militar obligatorio.
La Justicia de Argentina intenta dilucidar la misteriosa muerte de un joven soldado del Ejército, cuyo cuerpo fue hallado con dos disparos de un fusil FAL en la cabeza, en el cuartel al que había ingresado para formarse como militar hacía un año.
El 1 de junio pasado, cerca de las 6:00 de la mañana, Pablo Jesús Córdoba, de 21 años, se encontraba de guardia en el Grupo de Artillería 16 del Regimiento Zapala, en la provincia de Neuquén, cuando fue encontrado con heridas de bala y fue llevado al hospital local, donde horas después moriría.
El grave episodio tuvo una resonancia especial en el país, porque se trata del mismo cuartel donde asesinaron al soldado Omar Carrasco en 1994, un hecho que tuvo consecuencias políticas y que derivó en la derogación de la ley del servicio militar obligatorio, un años después.
Ahora, el juez federal de Zapala a cargo del expediente, Hugo Greca, analiza pruebas y testimonios para establecer si se trató de un crimen o un suicidio.
De acuerdo con las primeras pericias realizadas en el cuerpo de la víctima, un tiro ingresó por el mentón y salió por la frente; el otro entró por la sien (del costado derecho) y salió por el otro lado.
El abogado de la familia Córdoba, Maximiliano Orpianessi, aseguró que desde el primer momento el Ejército trató el caso como un suicidio, hipótesis que, consideró, no puede sostenerse teniendo en cuenta las evidencias.
“El sentido común indica que nadie se suicida de dos disparos en la cabeza, en dos sectores distintos, y con un arma de ese calibre tan potente como un fusil”, manifestó el letrado a la prensa local.
Asimismo, remarcó que la primera persona que lo encontró “declaró que el arma estaba a un metro del cuerpo, pero otros testigos dicen que estaba encima”.
Otra inconsistencia que llamó la atención es que en el lugar donde fue hallado el cuerpo se encontró una sola vaina servida, según la documentación que obra en la causa.
Además, reveló que las autoridades del Ejército, al tomar conocimiento del incidente, informaron a la Policía Federal que se trataba de un soldado voluntario que se había autoinfligido dos disparos de arma de fuego. Ante esto, el abogado hizo hincapié en que la querella investigará el caso como un posible homicidio.
Un comunicado del Ejército difundido a la prensa señala “con profundo dolor” que Córdoba fue hallado gravemente herido en el Grupo de Artillería cuando realizaba su servicio de guardia e, inmediatamente, fue trasladado al Hospital Interzonal de Zapala, donde momentos después falleció”.
La institución informó que “se han realizado las actuaciones administrativas correspondientes y se lleva a cabo una permanente colaboración ante cada requerimiento vinculado con la causa”.
Por su parte, Natalia Uribe, la madre del soldado fallecido, aseguró que a su hijo “lo ejecutaron”. Además, planteó que “hay inconsistencias en las declaraciones de los testigos”, y pidió que se cambie la carátula del caso, actualmente investigada como suicidio.
“Realmente lo que yo creo que pasó es que a mi hijo lo mataron. Es imposible que se haya efectuado dos disparos. Cualquiera de los dos lo hubiese dejado sin la capacidad de volver a agarrar el arma, cargarla y volver a disparar”, señaló y añadió que consta en el expediente que el fusil no estaba en posición de automático.
Conmovida por el dolor de la pérdida, Uribe describió las últimas horas que pasó con vida Córdoba en el hospital. “Con dos disparos en la cabeza, mi hijo se aferró a la vida hasta último momento. Estuvo seis horas en agonía. Mi hijo quería vivir, tenía planes, tenía proyectos, iba a ir al Colegio Militar. Realmente no sé qué se pensaron, que nosotros nos íbamos a comer el cuento de que mi hijo se suicidó”, afirmó la mujer.
En marzo de 1994, Omar Carrasco, de 20 años, fue asesinado a golpes en el Grupo 161 de Artillería (como se llamaba anteriormente) en Zapala, mismo escenario del fallecimiento de Córdoba, casi 30 años después. Hacía tres días que Carrasco había sido reclutado para cumplir con el servicio militar obligatorio y el Ejército intentó ocultar su muerte. Primero fue declarado desaparecido y desertor, pero la búsqueda arrojó resultados. Su cuerpo sin vida fue descubierto 15 días después, a 700 metros del cuartel de la provincia de Neuquén.
Tras el escándalo y la conmoción causada por el caso Carrasco, el entonces presidente Carlos Menem, en medio de una campaña electoral en busca de su reelección, decidió mediante un decreto suprimir el Servicio Militar Obligatorio y reemplazarlo por un sistema de reclutamiento voluntario y rentado, que aún continúa en vigencia.
Por el crimen del soldado Carrasco fueron condenados el subteniente Ignacio Canevaro a 15 años de prisión, Víctor Salazar y Cristian Suárez a 10, y el sargento Carlos Sánchez a 3 años por encubrimiento.
Hasta hoy, diversos sectores políticos de derecha han insistido en la idea del regreso del Servicio Militar Obligatorio como método para “encaminar la conducta de los jóvenes del país”, como propuso la diputada por la provincia de Santa Fe, Amalia Granata, mediante “orden, disciplina y aprendizaje”, y que luego fue respaldada por Patricia Bullrich, exministra de Seguridad del Gobierno de Mauricio Macri.
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La Justicia de Argentina intenta dilucidar la misteriosa muerte de un joven soldado del Ejército, cuyo cuerpo fue hallado con dos disparos de un fusil FAL en la cabeza, en el cuartel al que había ingresado para formarse como militar hacía un año.
El 1 de junio pasado, cerca de las 6:00 de la mañana, Pablo Jesús Córdoba, de 21 años, se encontraba de guardia en el Grupo de Artillería 16 del Regimiento Zapala, en la provincia de Neuquén, cuando fue encontrado con heridas de bala y fue llevado al hospital local, donde horas después moriría.
El grave episodio tuvo una resonancia especial en el país, porque se trata del mismo cuartel donde asesinaron al soldado Omar Carrasco en 1994, un hecho que tuvo consecuencias políticas y que derivó en la derogación de la ley del servicio militar obligatorio, un años después.
Ahora, el juez federal de Zapala a cargo del expediente, Hugo Greca, analiza pruebas y testimonios para establecer si se trató de un crimen o un suicidio.
De acuerdo con las primeras pericias realizadas en el cuerpo de la víctima, un tiro ingresó por el mentón y salió por la frente; el otro entró por la sien (del costado derecho) y salió por el otro lado.
El abogado de la familia Córdoba, Maximiliano Orpianessi, aseguró que desde el primer momento el Ejército trató el caso como un suicidio, hipótesis que, consideró, no puede sostenerse teniendo en cuenta las evidencias.
“El sentido común indica que nadie se suicida de dos disparos en la cabeza, en dos sectores distintos, y con un arma de ese calibre tan potente como un fusil”, manifestó el letrado a la prensa local.
Asimismo, remarcó que la primera persona que lo encontró “declaró que el arma estaba a un metro del cuerpo, pero otros testigos dicen que estaba encima”.
Otra inconsistencia que llamó la atención es que en el lugar donde fue hallado el cuerpo se encontró una sola vaina servida, según la documentación que obra en la causa.
Además, reveló que las autoridades del Ejército, al tomar conocimiento del incidente, informaron a la Policía Federal que se trataba de un soldado voluntario que se había autoinfligido dos disparos de arma de fuego. Ante esto, el abogado hizo hincapié en que la querella investigará el caso como un posible homicidio.
Un comunicado del Ejército difundido a la prensa señala “con profundo dolor” que Córdoba fue hallado gravemente herido en el Grupo de Artillería cuando realizaba su servicio de guardia e, inmediatamente, fue trasladado al Hospital Interzonal de Zapala, donde momentos después falleció”.
La institución informó que “se han realizado las actuaciones administrativas correspondientes y se lleva a cabo una permanente colaboración ante cada requerimiento vinculado con la causa”.
Por su parte, Natalia Uribe, la madre del soldado fallecido, aseguró que a su hijo “lo ejecutaron”. Además, planteó que “hay inconsistencias en las declaraciones de los testigos”, y pidió que se cambie la carátula del caso, actualmente investigada como suicidio.
“Realmente lo que yo creo que pasó es que a mi hijo lo mataron. Es imposible que se haya efectuado dos disparos. Cualquiera de los dos lo hubiese dejado sin la capacidad de volver a agarrar el arma, cargarla y volver a disparar”, señaló y añadió que consta en el expediente que el fusil no estaba en posición de automático.
Conmovida por el dolor de la pérdida, Uribe describió las últimas horas que pasó con vida Córdoba en el hospital. “Con dos disparos en la cabeza, mi hijo se aferró a la vida hasta último momento. Estuvo seis horas en agonía. Mi hijo quería vivir, tenía planes, tenía proyectos, iba a ir al Colegio Militar. Realmente no sé qué se pensaron, que nosotros nos íbamos a comer el cuento de que mi hijo se suicidó”, afirmó la mujer.
En marzo de 1994, Omar Carrasco, de 20 años, fue asesinado a golpes en el Grupo 161 de Artillería (como se llamaba anteriormente) en Zapala, mismo escenario del fallecimiento de Córdoba, casi 30 años después. Hacía tres días que Carrasco había sido reclutado para cumplir con el servicio militar obligatorio y el Ejército intentó ocultar su muerte. Primero fue declarado desaparecido y desertor, pero la búsqueda arrojó resultados. Su cuerpo sin vida fue descubierto 15 días después, a 700 metros del cuartel de la provincia de Neuquén.
Tras el escándalo y la conmoción causada por el caso Carrasco, el entonces presidente Carlos Menem, en medio de una campaña electoral en busca de su reelección, decidió mediante un decreto suprimir el Servicio Militar Obligatorio y reemplazarlo por un sistema de reclutamiento voluntario y rentado, que aún continúa en vigencia.
Por el crimen del soldado Carrasco fueron condenados el subteniente Ignacio Canevaro a 15 años de prisión, Víctor Salazar y Cristian Suárez a 10, y el sargento Carlos Sánchez a 3 años por encubrimiento.
Hasta hoy, diversos sectores políticos de derecha han insistido en la idea del regreso del Servicio Militar Obligatorio como método para “encaminar la conducta de los jóvenes del país”, como propuso la diputada por la provincia de Santa Fe, Amalia Granata, mediante “orden, disciplina y aprendizaje”, y que luego fue respaldada por Patricia Bullrich, exministra de Seguridad del Gobierno de Mauricio Macri.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 7, 2023