EN ESTA DESTARTALADA ARGENTINA QUE HEMOS SABIDO DESTRUIR, LA SANGRE DE QUIENES SIRVEN A SU PATRIA Y LA COMUNIDAD SE DILUYE RÁPIDAMENTE

Share

  Por FRANCISCO CERVO.

PALO PORQUE BOGAS Y PALOS PORQUE NO BOGAS

En medio de la conducción política que nos agobia y el ya referido show de listas, puestitos, acomodos, aguantaderos, sobreactuaciones, “conducciones” caprichosas y arbitrarias; voluntades irrestrictas, reproducción de parásitos, acciones políticas delincuenciales, derechos humanos selectivos, falacias oficializadas, “sakeos patrióticos”, derroches constructivos……y mucho mas, fluye la vida cotidiana para los ciudadanos de a pie que sostienen una superestructura agobiante y superflua, con sus trabajos y desvelos.

Y esa existencia estremecedora de quienes viven, sufren y aportan en este inconsistente país, está cubierta de acechanzas y peligros. 

Todos los días, en cualquier lugar, mientras los parásitos políticos, especialmente los que no saben nada del tema discuten retóricamente qué conviene hacer y no hacen, salvo que les signifique algún rédito, ciudadanos con derecho a seguridad y paz, viven en prisiones virtuales para cubrirse del delito y la muerte. 

Y esas malditas limitaciones impuestas por la inoperancia e irresponsabilidad política, reciben nombres diversos; salideras, entraderas, robo piraña, operaciones comando, agresiones diversas, engaños creativos, traiciones a la buena fe, rapiña a quienes trabajan y se arriesgan, adicciones para el delito, negación de justicia, complicidades y justificaciones con la delincuencia, ….

De todas maneras, para los funcionarios de turno, siempre existe un instrumento que les permite diluir sus responsabilidades, y ese instrumento está constituido por los agentes del orden, quienes deben salir a dar la cara y arriesgar su vida en el escenario de los hechos lamentables. 

Si logran solucionar el problema mucho mejor. 

En caso de algún incidente desgraciado, serán potencialmente culpables y  enfrentarán acechanzas y hasta infundios de diversa índole de aquellos interesados en sacar algún rédito. 

Lo enfrentarán casi en soledad, hasta que las circunstancias se definan. 

Palos porque bogas y también palos si no bogas, pero en todo caso yo que te dirijo y cobro estupendamente por ello, no tengo la culpa.

Y por supuesto si es políticamente correcto y me conviene, apoyo a quienes te atacan.

Estamos visualizando como demostración de nuestras reflexiones un caso desgraciado que ocupa gran espacio en los noticieros.

Se trata del cantante Chano, pobre ser humano que está peleando por su vida.

Hay una irrupción de opinólogos que se expresan lamentando la desgracia y deseando su recuperación. 

Pese a que su moda fue la transgresión y violación de principios de convivencia y ejemplo, no puedo menos que asociarme a esos deseos.

Pero en el otro lado del problema, hay un joven y promisorio oficial de policía que acudió sin dudar a cumplir con su deber y un “burócrata” fiscal lo ha imputado por exceso en la defensa. 

No he escuchado defensores de su actitud en cumplimiento del deber. 

Para nuestra despersonalizada y fluctuante opinión pública es material de consumo. 

Nadie piensa en su futuro, su familia y las difíciles condiciones de la vocación que abrazó con entusiasmo.

Como decíamos al comienzo aquí los soldados, sean militares, policías y hasta civiles, sirven para usarse y arrojarse luego en el tacho de basura.

En última instancia su sacrificio por los demás no es trascendente.

Éste es un país en el cual el futuro está abierto para los pseudo políticos charlatanes y corruptos. Y así nos va.

Ruego a DIOS lo asista y reconforte en estos difíciles momentos. 

Pero además en este panorama estremecedor, aparecen otras paradojas; la explosión mencionada casi indiscriminada de parásitos vocingleros que buscan justificar sus privilegios y el de sus vecinos, parientes y amantes a partir de la dilapidación de los recursos de todos, enfrenta la tragedia de miles de argentinos, también en incrementado crecimiento, arrojados a vivir en la calle o en barrios miserables segregados de todo servicio público aunque mínimo, y alimentándose de la basura y soportando el aumento irrefrenable de la delincuencia y el crimen.

En definitiva, la ecuación es fácil; a mas parásitos y acompañantes gritones, modositos y hasta elegantemente despeinados para ocupar aguantaderos políticos creados y en reproducción, mayor incremento de miserables

condenados a la muerte en vida y complementaria destrucción de otros ciudadanos que viven haciendo méritos para trabajar y superarse  y tener condiciones dignas, despojados de toda posibilidad de supervivencia normal . 

Ese es el cuadro en crecimiento de la Argentina que hemos sabido destruir y continuamos.

¿Cómo hemos podido llegar a situaciones tan horrendas casi sin inmutarnos, creyendo juiciosamente cualquier falsedad y traicionando sistemáticamente nuestros valores patrióticos y religiosos? 

Hemos caído y hasta celebramos y justificamos tergiversaciones de la historia que ningún otro pueblo, inclusive de América Latina, se ha dado el lujo de permitir.

Cuando el imperialismo comunista a través de mercenarios cipayos capacitados en centros de formación de terroristas del exterior, amenazaba nuestra independencia, y por orden de un gobierno constitucional;  soldados civiles, militares y policiales; salieron a combatirlos en una guerra en la cual las reglas insidiosas fueron impuestas por los miserables, cuyos descendientes hoy detentan el poder.

Esos soldados valientes, muchos de los cuales cayeron en el cumplimiento del deber, pagaron con la cárcel de por vida su osadia por impedir el advenimiento de una sangrienta dictadura ideológica, a la cual hemos de llegar si seguimos por este tortuoso camino.

Mas aun nuestra creatividad ilimitada permitió la aparición y proliferación de organismos para el delito, la tergiversación y las prebendas llamados “de derechos humanos”. 

Cuyos personajes directivos hoy tienen micrófonos a disposición y lanzan apelaciones basurientas para consumo de baja política. 

Pueden justificar así la importante y constante  lubricación que efectúan funcionarios del Estado para mantenerlos tranquilos,  felices y que puedan expresar lo que conviene en cada momento. 

En otras palabras; salí ahora y decí esto o aquello. Las rupias van a vuelta de correo.

Pero hoy mismo, y lo comprobamos en cada momento,  la actitud arbitraria e injusta contra quienes sirven a la comunidad para imponer el orden y la paz interior, es desquiciante. 

Legiones de funcionarios, funcionarias y “funcionaries” de nuestra inflada desproporcionadamente estructura judicial, son los árbitros de la inocencia o culpabilidad de un agente del orden cuando actúa en grupo o individualmente en cumplimiento de su deber. 

Cómodamente instalados en sus oficinas “burrocráticas”, sin correr el mas mínimo riesgo, se atreven a determinar si quien ha dado la cara para enfrentar el delito lo ha hecho bien, mal o peor y en consecuencia determinar su futuro. 

También manejan las puertas giratorias para reciclar constantemente delincuentes y hasta asesinos, para cuya captura honestos y valientes policías arriesgaron su vida.

Y las experiencias lamentables demuestran que son permeables a intereses políticos deleznables y  dinerarios, acción de medios de comunicación conducidos y hasta de la verborragia de los operadores de aberrantes feudos de derechos humanos. 

Todos pueden opinar hasta estridentemente, aunque dilapiden fantasías y falsedades y se desdigan hoy de lo que expresaron ayer.

El soldado del bien, casi solo y en ocasiones abandonado a su suerte por su misma institución, debe enfrentar las consecuencias de su acción.

Constantemente muchos de ellos caen por haber elegido una digna profesión para servir a su comunidad. Pero su sangre se diluye casi inmediatamente y su recuerdo y heroicidad se esfuma en el campo de lo intrascendente.

Ésta es otra cara impresentable de la Argentina que hemos sabido destruir y seguimos. La gran incógnita es determinar si alguna vez podremos recuperar la cordura y llegar a ser  un país normal y previsible.

Quienes aun podemos y queremos, no abandonemos la lucha para mostrar la verdad y pelear el buen combate por los ideales que nos permitieron nacer como sociedad soberana, justa, unida e independiente.

Defendamos con valentía y decisión y de acuerdo a nuestras posibilidades en cada momento y lugar lo trascendente, virtuoso, valedero, justo y solidario.

DIOS y su SANTA MADRE nos inspiren, impulsen y protejan.

Paciencia, FÉ; esperanza, convicción, valor, lucha…Resignación y menos claudicación ¡¡¡NUNCA!!!

Por lo menos, así, lo veo yo.

Francisco Cervo.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 29, 2021


 

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest
10 Comments
Newest
Oldest Most Voted
Inline Feedbacks
View all comments
10
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x