En el cuerno de África, deambulan por las tierras de cultivo y aplanan granjas en un bombardeo devastador. Los expertos dicen que el evento es una amenaza sin precedentes para la seguridad alimentaria de la región.
Los enjambres comen todo a su paso, destruyendo campos enteros de cultivos, y los plantadores pueden hacer poco más que mirar con horror y consternación.
Desde principios de año, también se han visto enjambres de langostas en India, Yemen y Argentina, y ahora amenazan con extenderse a Paraguay, Uruguay y Brasil.
Las pequeñas criaturas se reproducen rápidamente y una vez en el aire, son mucho más difíciles de contener: enjambres de langostas pueden viajar 200 kilómetros por día.
Keith Cressman, el oficial superior de pronóstico de langostas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, dijo a Euronews que “las condiciones climáticas extremadamente buenas” han permitido que las criaturas se reproduzcan y se multipliquen muy rápidamente.
El mes pasado, la agricultura de Brasil declaró una emergencia de cultivos en dos estados del sur ante la posibilidad de que una nube de langostas pudiera ingresar al país.
El ministerio de agricultura dijo que creía que el cambio climático, y su impacto en el aumento de la temperatura y la humedad, había causado que los insectos pulularan con mayor frecuencia.
Aunque las langostas han sido denunciadas como una plaga en la humanidad desde los tiempos bíblicos, tienen algunos beneficios ecológicos ya que sus heces son un rico fertilizante. Y aunque las langostas se comerán los brotes verdes de una planta, generalmente no matan la planta.
Pero esto es un pequeño consuelo para aquellos cuyo ganado depende de los mismos brotes verdes para sobrevivir, y los agricultores se preocupan por lo que las infestaciones significarán para sus cultivos.
Las organizaciones internacionales ya han gastado millones este año financiando aerosoles aéreos masivos con pesticidas para matar los enjambres.
Cressman enfatizó que era importante asegurar que la fumigación sea precisa y aterrice exactamente en las langostas, algo para lo que los equipos enviados por las autoridades nacionales generalmente están bien entrenados para hacer.
“No se pueden rociar los cultivos, el medio ambiente o los pastos. Y en aproximadamente 24 horas, esos pesticidas se descomponen, ya no son tóxicos”, explicó.
“El problema es cuando tienes tantos enjambres que pueden abrumar rápidamente las capacidades nacionales, entonces la comunidad internacional necesita intervenir y mejorar esas operaciones”.
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En el cuerno de África, deambulan por las tierras de cultivo y aplanan granjas en un bombardeo devastador. Los expertos dicen que el evento es una amenaza sin precedentes para la seguridad alimentaria de la región.
Los enjambres comen todo a su paso, destruyendo campos enteros de cultivos, y los plantadores pueden hacer poco más que mirar con horror y consternación.
Desde principios de año, también se han visto enjambres de langostas en India, Yemen y Argentina, y ahora amenazan con extenderse a Paraguay, Uruguay y Brasil.
Las pequeñas criaturas se reproducen rápidamente y una vez en el aire, son mucho más difíciles de contener: enjambres de langostas pueden viajar 200 kilómetros por día.
Keith Cressman, el oficial superior de pronóstico de langostas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, dijo a Euronews que “las condiciones climáticas extremadamente buenas” han permitido que las criaturas se reproduzcan y se multipliquen muy rápidamente.
El mes pasado, la agricultura de Brasil declaró una emergencia de cultivos en dos estados del sur ante la posibilidad de que una nube de langostas pudiera ingresar al país.
El ministerio de agricultura dijo que creía que el cambio climático, y su impacto en el aumento de la temperatura y la humedad, había causado que los insectos pulularan con mayor frecuencia.
Aunque las langostas han sido denunciadas como una plaga en la humanidad desde los tiempos bíblicos, tienen algunos beneficios ecológicos ya que sus heces son un rico fertilizante. Y aunque las langostas se comerán los brotes verdes de una planta, generalmente no matan la planta.
Pero esto es un pequeño consuelo para aquellos cuyo ganado depende de los mismos brotes verdes para sobrevivir, y los agricultores se preocupan por lo que las infestaciones significarán para sus cultivos.
Las organizaciones internacionales ya han gastado millones este año financiando aerosoles aéreos masivos con pesticidas para matar los enjambres.
Cressman enfatizó que era importante asegurar que la fumigación sea precisa y aterrice exactamente en las langostas, algo para lo que los equipos enviados por las autoridades nacionales generalmente están bien entrenados para hacer.
“No se pueden rociar los cultivos, el medio ambiente o los pastos. Y en aproximadamente 24 horas, esos pesticidas se descomponen, ya no son tóxicos”, explicó.
“El problema es cuando tienes tantos enjambres que pueden abrumar rápidamente las capacidades nacionales, entonces la comunidad internacional necesita intervenir y mejorar esas operaciones”.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 6, 2020