El concepto de “Estado profundo” se refiere a la creencia en una red clandestina dentro del gobierno que opera independientemente de los funcionarios electos para influir o controlar las políticas. Esta idea se ha popularizado en los últimos años, en particular durante la administración Trump. Sin embargo, muchos expertos y analistas la consideran una teoría de la conspiración sin pruebas sustanciales. El término se originó en Turquía y se ha utilizado para describir supuestas redes similares en otros países.
“Vamos a desmantelar el Estado profundo” Mike Johnson
Si bien algunas personas creen en la existencia de un Estado profundo, otras sostienen que lo que a menudo se percibe como un Estado profundo es simplemente el funcionamiento normal de una burocracia compleja con diversos intereses y facciones.
Desde entonces, el concepto se ha adaptado para describir supuestas redes similares en otros países, incluido Estados Unidos. Los defensores de la teoría del Estado profundo argumentan que burócratas no electos, agencias de inteligencia y otros funcionarios gubernamentales trabajan juntos para socavar las políticas de los líderes electos y mantener su propio poder.
Hay algo débil y un poco despreciable en un hombre que no puede afrontar los peligros de la vida sin la ayuda de mitos reconfortantes.
Bertrand Russell
Una de las razones clave por las que el mito del Estado profundo ha ganado fuerza es la complejidad del gobierno moderno. El gobierno federal es un sistema vasto e intrincado con numerosas agencias, departamentos y funcionarios, cada uno con sus propios intereses y prioridades. Esta complejidad puede crear la percepción de una red oculta que trabaja tras bambalinas, especialmente cuando hay desacuerdos o conflictos entre diferentes ramas del gobierno. Sin embargo, lo que a menudo se percibe como el Estado profundo es simplemente el funcionamiento normal de una burocracia compleja con diversos intereses y facciones.
Los críticos de la teoría del Estado profundo argumentan que es una forma conveniente de explicar los reveses políticos o la oposición sin reconocer las razones legítimas de dicha resistencia. Por ejemplo, cuando un líder político se enfrenta a una reacción negativa desde dentro del gobierno, puede deberse a preocupaciones genuinas sobre las políticas propuestas en lugar de a un esfuerzo coordinado para socavar su autoridad. Además, la narrativa del Estado profundo puede utilizarse para deslegitimar el trabajo de servidores públicos dedicados que simplemente hacen su trabajo.
Por lo tanto, pretendo mostrar, no cómo piensan los hombres en los mitos, sino cómo los mitos operan en las mentes de los hombres sin que estos sean conscientes de ello. Claude Levi-Strauss
En conclusión, el mito del Estado profundo es una explicación convincente, pero en última instancia infundada, de las complejidades y los conflictos inherentes al gobierno moderno. Si bien es cierto que existen diversos intereses y facciones dentro del gobierno, esto no constituye un esfuerzo coordinado para socavar a los funcionarios electos. En cambio, refleja el funcionamiento normal de un sistema complejo y multifacético. Es importante abordar estas afirmaciones de manera crítica y considerar la evidencia antes de aceptar la existencia de un Estado profundo.
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Por Karen Boyd.
El concepto de “Estado profundo” se refiere a la creencia en una red clandestina dentro del gobierno que opera independientemente de los funcionarios electos para influir o controlar las políticas. Esta idea se ha popularizado en los últimos años, en particular durante la administración Trump. Sin embargo, muchos expertos y analistas la consideran una teoría de la conspiración sin pruebas sustanciales. El término se originó en Turquía y se ha utilizado para describir supuestas redes similares en otros países.
“Vamos a desmantelar el Estado profundo”
Mike Johnson
Si bien algunas personas creen en la existencia de un Estado profundo, otras sostienen que lo que a menudo se percibe como un Estado profundo es simplemente el funcionamiento normal de una burocracia compleja con diversos intereses y facciones.
Desde entonces, el concepto se ha adaptado para describir supuestas redes similares en otros países, incluido Estados Unidos. Los defensores de la teoría del Estado profundo argumentan que burócratas no electos, agencias de inteligencia y otros funcionarios gubernamentales trabajan juntos para socavar las políticas de los líderes electos y mantener su propio poder.
Hay algo débil y un poco despreciable en un hombre que no puede afrontar los peligros de la vida sin la ayuda de mitos reconfortantes.
Bertrand Russell
Una de las razones clave por las que el mito del Estado profundo ha ganado fuerza es la complejidad del gobierno moderno. El gobierno federal es un sistema vasto e intrincado con numerosas agencias, departamentos y funcionarios, cada uno con sus propios intereses y prioridades. Esta complejidad puede crear la percepción de una red oculta que trabaja tras bambalinas, especialmente cuando hay desacuerdos o conflictos entre diferentes ramas del gobierno. Sin embargo, lo que a menudo se percibe como el Estado profundo es simplemente el funcionamiento normal de una burocracia compleja con diversos intereses y facciones.
Los críticos de la teoría del Estado profundo argumentan que es una forma conveniente de explicar los reveses políticos o la oposición sin reconocer las razones legítimas de dicha resistencia. Por ejemplo, cuando un líder político se enfrenta a una reacción negativa desde dentro del gobierno, puede deberse a preocupaciones genuinas sobre las políticas propuestas en lugar de a un esfuerzo coordinado para socavar su autoridad. Además, la narrativa del Estado profundo puede utilizarse para deslegitimar el trabajo de servidores públicos dedicados que simplemente hacen su trabajo.
Por lo tanto, pretendo mostrar, no cómo piensan los hombres en los mitos, sino cómo los mitos operan en las mentes de los hombres sin que estos sean conscientes de ello.
Claude Levi-Strauss
En conclusión, el mito del Estado profundo es una explicación convincente, pero en última instancia infundada, de las complejidades y los conflictos inherentes al gobierno moderno. Si bien es cierto que existen diversos intereses y facciones dentro del gobierno, esto no constituye un esfuerzo coordinado para socavar a los funcionarios electos. En cambio, refleja el funcionamiento normal de un sistema complejo y multifacético. Es importante abordar estas afirmaciones de manera crítica y considerar la evidencia antes de aceptar la existencia de un Estado profundo.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 8, 2024
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