Por Michael R. Pompeo, Secretario de Estado de Estados Unidos de América
Ayer, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro tomó medidas para sacar a los militares cubanos del proceso de envío de remesas a Cuba. Una vez que estos cambios a las Regulaciones de Control de Activos Cubanos (CACR) entren en vigencia, las personas sujetas a la jurisdicción de los EE. UU. ya no estarán autorizadas a procesar remesas hacia o desde Cuba que involucren a cualquier entidad o subentidad en la Lista de Cuba Restringida del Departamento de Estado. Estos cambios prevén un período de 30 días antes de que entren en vigor para permitir la implementación técnica. Las remesas de Estados Unidos a Cuba aún pueden fluir, pero no pasarán por las manos del ejército cubano, que usa esos fondos para oprimir al pueblo cubano y financiar la interferencia de Cuba en Venezuela.
Estados Unidos apoya el principio de que los cubanos deben poder prosperar y mantener a sus familias sin que el ejército cubano utilice sus ganancias en divisas como desee. El gobierno y el ejército cubano han creado un sistema que confisca divisas fuertes a través de mecanismos financieros operados por militares, como FINCIMEX y AIS, y toma un recorte de las remesas que los cubanos comunes reciben del exterior, incluso de Estados Unidos.
Cuba es el único país del hemisferio donde los militares reciben una parte de las remesas. Además, el régimen cubano obliga a los cubanos comunes y corrientes a utilizar las remesas que les quedan para comprar bienes a precios elevados en tiendas controladas por el gobierno.
La acción de ayer demuestra el compromiso de larga data de Estados Unidos de poner fin a las prácticas económicas que benefician desproporcionadamente al gobierno cubano o sus agencias militares, de inteligencia y de seguridad o al personal a expensas del pueblo cubano.
Los militares del general Raúl Castro no se beneficiarán de los generosos y bien intencionados fondos que las familias envían al pueblo cubano.
Estados Unidos continuará defendiendo al pueblo cubano, que desea un gobierno democrático y que merece que se respeten sus derechos humanos. Mientras el aparato militar del general Castro niegue la libertad de religión, expresión, asociación y mucho más al pueblo cubano, negaremos al régimen sus recursos malversados. El pueblo cubano merece el máximo beneficio de sus familias.
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Por Michael R. Pompeo, Secretario de Estado de Estados Unidos de América
Ayer, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro tomó medidas para sacar a los militares cubanos del proceso de envío de remesas a Cuba. Una vez que estos cambios a las Regulaciones de Control de Activos Cubanos (CACR) entren en vigencia, las personas sujetas a la jurisdicción de los EE. UU. ya no estarán autorizadas a procesar remesas hacia o desde Cuba que involucren a cualquier entidad o subentidad en la Lista de Cuba Restringida del Departamento de Estado. Estos cambios prevén un período de 30 días antes de que entren en vigor para permitir la implementación técnica. Las remesas de Estados Unidos a Cuba aún pueden fluir, pero no pasarán por las manos del ejército cubano, que usa esos fondos para oprimir al pueblo cubano y financiar la interferencia de Cuba en Venezuela.
Estados Unidos apoya el principio de que los cubanos deben poder prosperar y mantener a sus familias sin que el ejército cubano utilice sus ganancias en divisas como desee. El gobierno y el ejército cubano han creado un sistema que confisca divisas fuertes a través de mecanismos financieros operados por militares, como FINCIMEX y AIS, y toma un recorte de las remesas que los cubanos comunes reciben del exterior, incluso de Estados Unidos.
Cuba es el único país del hemisferio donde los militares reciben una parte de las remesas. Además, el régimen cubano obliga a los cubanos comunes y corrientes a utilizar las remesas que les quedan para comprar bienes a precios elevados en tiendas controladas por el gobierno.
La acción de ayer demuestra el compromiso de larga data de Estados Unidos de poner fin a las prácticas económicas que benefician desproporcionadamente al gobierno cubano o sus agencias militares, de inteligencia y de seguridad o al personal a expensas del pueblo cubano.
Los militares del general Raúl Castro no se beneficiarán de los generosos y bien intencionados fondos que las familias envían al pueblo cubano.
Estados Unidos continuará defendiendo al pueblo cubano, que desea un gobierno democrático y que merece que se respeten sus derechos humanos. Mientras el aparato militar del general Castro niegue la libertad de religión, expresión, asociación y mucho más al pueblo cubano, negaremos al régimen sus recursos malversados. El pueblo cubano merece el máximo beneficio de sus familias.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 25, 2020