“Al igual que estar en buena condición física, para estar en buena condición espiritual requiere de un entrenamiento periódico”.
En los días de hoy, todos quieren tener un cuerpo perfecto y una barriga lisa; todos quieren estar “en forma”. Por lo menos esto es en cuanto los jóvenes, y se la pasan gastando tiempo en gimnasios y academias. A las veces desorbitan pero, en el general, eso hace bien a la salud de ellos. Si anhelamos tanto estar en perfectas condiciones físicas, ¿por qué no hacer lo mismo con nuestra alma y condición espiritual? ¿Por qué no “ejercitarse” constantemente para estar en forma en ese aspecto importante de nuestra existencia, y que nos complacería siempre? En los gimnasios y academias muchas son las personas que necesitamos entrenar diariamente para evitar perder la forma. Un entrenamiento muy bueno es la compasión por el otro, hablarle, escuchar su voz y escucharnos; conocer nuestras voluntades y deseos para nuestras vidas. Otro entrenamiento indispensable es ser agradecidos por lo recibido a diario y aprender a observar y valorar las cosas materiales obtenidas por nuestro esfuerzo y engrandecer nuestra voluntad. Otro muy buen entrenamiento es la determinación de involucrarse en la acción de obras de caridad, ayudando a otros a encontrarse consigo mismo y también que encuentren su camino para alcanzar una vida de abundante felicidad. Con una buena preparación física para vivir en este mundo y una buena preparación espiritual, tendremos días cada vez más agradables y felices.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe un abrazo, junto a mi deseo de que dios te Bendiga y prospere en todo lo que emprendas, y derrame sobre ti Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.
♠
Por CLAUDIO VALERIO
“Al igual que estar en buena condición física, para estar en buena condición espiritual requiere de un entrenamiento periódico”.
En los días de hoy, todos quieren tener un cuerpo perfecto y una barriga lisa; todos quieren estar “en forma”. Por lo menos esto es en cuanto los jóvenes, y se la pasan gastando tiempo en gimnasios y academias. A las veces desorbitan pero, en el general, eso hace bien a la salud de ellos. Si anhelamos tanto estar en perfectas condiciones físicas, ¿por qué no hacer lo mismo con nuestra alma y condición espiritual? ¿Por qué no “ejercitarse” constantemente para estar en forma en ese aspecto importante de nuestra existencia, y que nos complacería siempre? En los gimnasios y academias muchas son las personas que necesitamos entrenar diariamente para evitar perder la forma. Un entrenamiento muy bueno es la compasión por el otro, hablarle, escuchar su voz y escucharnos; conocer nuestras voluntades y deseos para nuestras vidas. Otro entrenamiento indispensable es ser agradecidos por lo recibido a diario y aprender a observar y valorar las cosas materiales obtenidas por nuestro esfuerzo y engrandecer nuestra voluntad. Otro muy buen entrenamiento es la determinación de involucrarse en la acción de obras de caridad, ayudando a otros a encontrarse consigo mismo y también que encuentren su camino para alcanzar una vida de abundante felicidad. Con una buena preparación física para vivir en este mundo y una buena preparación espiritual, tendremos días cada vez más agradables y felices.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires, Argentina), recibe un abrazo, junto a mi deseo de que dios te Bendiga y prospere en todo lo que emprendas, y derrame sobre ti Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Claudio Valerio.
® Valerius
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 17, 2020