Un episodio de quema masiva de libros llevada a cabo en el estado mexicano de Chiapas puso de manifiesto las reticencias presentes en el país norteamericano en relación con la implementación de los nuevos programas formativos para la educación básica y secundaria, así como con la utilización de los libros de texto gratuitos (LTG) elaborados y distribuidos por la Secretaría de Educación (SEP).
De acuerdo con medios locales, padres de familia, maestros y escolares quemaron las cajas con el material enviado por la SEP a la Escuela Benito Juárez, ubicada en la localidad de San Antonio del Monte –donde estudian unos 700 niños y niñas–, bajo el argumento de que “son del diablo”.
“Queremos los libros anteriores, no porquerías, no basura”, aseguraron algunos participantes de la acción, que además afirmaron que los LTG contienen propaganda comunista y contenido sexual inapropiado para las infancias.
Al hacerse pública esta noticia, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que, si bien a la ciudadanía le asiste el derecho de manifestarse contra la política oficial, en esta oportunidad la razón no acompaña a los detractores de la iniciativa.
“Se manifiestan pensando que se adoctrina con los libros y se inyecta el virus del comunismo. Están totalmente desinformados y manipulados. Y no deberían prestarse a ser manipulados por los dirigentes, empresarios, gerentes […] del bloque conservador. Es politiquería”, manifestó este lunes en su tradicional conferencia de prensa matutina.
Para López Obrador, estos hechos revisten de un cariz político y se asientan en desinformación propagada por organizaciones e individualidades de ideología conservadora, que reproducen prácticas “muy retrógradas”, “clasistas” y “racistas”. En particular, enfiló sus dardos contra presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, y otros personeros derechistas, que han avanzado comentarios en los que se insta a la población a la destrucción del material educativo.
El dignatario llamó a recordar que en entidades como Chihuahua las autoridades regionales interpusieron recursos de amparo para impedir la entrega de los LTG elaborados por la SEP, mientras que el portal Expansión Política refiere que en la comunidad chiapaneca de San Antonio del Monte se realizó una consulta popular antes de proceder con la quema de los textos.
“Todavía no se termina el proceso. Nosotros vamos a respetar. Ahí no se van a entregar los libros a las escuelas. Vamos a que los padres de familia, los maestros participen”, precisó.
A pesar del espíritu negociador del político tabasqueño, la SEP ha dejado claro que las escuelas deben adoptar los nuevos programas de instrucción y los LTG, pues los libros anteriores no “se apegan a la propuesta pedagógica de la transformación”, según recalcara en rueda de prensa la titular del organismo, Leticia Ramírez Amaya.
Desde que la SEP anunció que la transformación pedagógica iniciaría en el ciclo escolar 2023-2024, voceros de los medios de comunicación y de partidos derechistas atacaron sistemáticamente la iniciativa, al afirmar –sin pruebas– que con ella se pretendía “ideologizar” a menores en torno a temas como la sexodiversidad o el comunismo y sus figuras más destacadas.
Frente a esto, en interés de animar el debate y de salir al paso de declaraciones infundadas, tergiversadas o inexactas, el ente desclasificó toda la información relacionada con la elaboración de los libros dirigidos a estudiantes de primaria, los colgó en su portal oficial y habilitó una dirección de correo electrónico para recibir sugerencias y comentarios.
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Un episodio de quema masiva de libros llevada a cabo en el estado mexicano de Chiapas puso de manifiesto las reticencias presentes en el país norteamericano en relación con la implementación de los nuevos programas formativos para la educación básica y secundaria, así como con la utilización de los libros de texto gratuitos (LTG) elaborados y distribuidos por la Secretaría de Educación (SEP).
De acuerdo con medios locales, padres de familia, maestros y escolares quemaron las cajas con el material enviado por la SEP a la Escuela Benito Juárez, ubicada en la localidad de San Antonio del Monte –donde estudian unos 700 niños y niñas–, bajo el argumento de que “son del diablo”.
“Queremos los libros anteriores, no porquerías, no basura”, aseguraron algunos participantes de la acción, que además afirmaron que los LTG contienen propaganda comunista y contenido sexual inapropiado para las infancias.
Al hacerse pública esta noticia, el presidente Andrés Manuel López Obrador consideró que, si bien a la ciudadanía le asiste el derecho de manifestarse contra la
política oficial, en esta oportunidad la razón no acompaña a los detractores de la iniciativa.
“Se manifiestan pensando que se adoctrina con los libros y se inyecta el virus del comunismo. Están totalmente desinformados y manipulados. Y no deberían prestarse a ser manipulados por los dirigentes, empresarios, gerentes […] del bloque conservador. Es politiquería”, manifestó este lunes en su tradicional conferencia de prensa matutina.
Para López Obrador, estos hechos revisten de un cariz político y se asientan en desinformación propagada por organizaciones e individualidades de ideología conservadora, que reproducen prácticas “muy retrógradas”, “clasistas” y “racistas”. En particular, enfiló sus dardos contra presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, y otros personeros derechistas, que han avanzado comentarios en los que se insta a la población a la destrucción del material educativo.
El dignatario llamó a recordar que en entidades como Chihuahua las autoridades regionales interpusieron recursos de amparo para impedir la entrega de los LTG elaborados por la SEP, mientras que el portal Expansión Política refiere que en la comunidad chiapaneca de San Antonio del Monte se realizó una consulta popular antes de proceder con la quema de los textos.
“Todavía no se termina el proceso. Nosotros vamos a respetar. Ahí no se van a entregar los libros a las escuelas. Vamos a que los padres de familia, los maestros participen”, precisó.
A pesar del espíritu negociador del político tabasqueño, la SEP ha dejado claro que las escuelas deben adoptar los nuevos programas de instrucción y los LTG, pues los libros anteriores no “se apegan a la propuesta pedagógica de la transformación”, según recalcara en rueda de prensa la titular del organismo, Leticia Ramírez Amaya.
Desde que la SEP anunció que la transformación pedagógica iniciaría en el ciclo escolar 2023-2024, voceros de los medios de comunicación y de partidos derechistas atacaron sistemáticamente la iniciativa, al afirmar –sin pruebas– que con ella se pretendía “ideologizar” a menores en torno a temas como la sexodiversidad o el comunismo y sus figuras más destacadas.
Frente a esto, en interés de animar el debate y de salir al paso de declaraciones infundadas, tergiversadas o inexactas, el ente desclasificó toda la información relacionada con la elaboración de los libros dirigidos a estudiantes de primaria, los colgó en su portal oficial y habilitó una dirección de correo electrónico para recibir sugerencias y comentarios.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 23, 2023