Desde siempre existió una verdadera crisis habitacional en el país. la falta de créditos a tasas accesibles y a largo plazo como existen en muchísimos países del mundo y no solo con referencia a los países desarrollados ha sido un gran inconveniente para que los jóvenes accedan a la vivienda propia. Los planes implementados no muy recientemente han fracasado. Hoy con el incremento del desempleo se han dejado de pagar los planes instrumentados por el Gobierno Nacional, el incremento incesante del proceso inflacionario impide el éxito de todos los intentos por solucionar la crisis habitacional. Las inmobiliarias no pueden todavía mostrar “presencialmente” las propiedades, esta todo el mercado paralizado. Los precios de los alquileres son bastante altos y sumado a los gastos mensuales estos no son accesibles a cualquier ciudadano, a lo que hay que sumarle los impuestos municipales también a cargo del inquilino. Hoy por hoy con la crisis pandémica virósica y las muchas suspensiones no solo están retrasados en el pago del alquiler sino también en los gastos mensuales. Esto es no solo un problema para los dueños sino para los propios consorcios. Cabe esperar una mayor litigiosidad que no es nada deseable. Este es más o menos el panorama en el sector de la clase media. El acceso a la propiedad en valores de dólares hablando que es la forma de cotización del inmueble urbano ha bajado sensiblemente durante la pandemia y se estima que así se mantendrá como una forma de reactivar este mercado que se encuentra totalmente paralizado desde el mes de marzo próximo pasado. Todavía no sabemos a ciencia cierta qué ocurrirá. En cuanto al mercado “oficinas” y “locales” es impresionante ver la Ciudad de Buenos Aires con sus puertas cerradas, salvo los llamados rubros “esenciales” que poco y nada venden como producto de la recesión económica y con el agravante que tienen que pagar los gastos mensuales en los edificios donde está, todo indica que se está negociando. La realidad los obliga a ser sensatos puesto que en el caso de no ponerse de acuerdo y dar por concluida la relación contractual los locales y oficinas podrían pasar meses y meses sin lograr ser nuevamente alquiladas. Los precios de estos alquileres han bajado un 40% en término de dólares. Abrir un negocio en un futuro cercano supone una gran aventura porque la recesión “pandémica” es enorme y la post-pandémica no es muy alentadora en el corto plazo. Hoy sobreoferta de locales vacíos. ¿En qué invertirían los posibles inversores? Muchos indican que en termino de dólares convendría hacerlo en barrios privados donde los precios de construcción han bajado sensiblemente en relación a los de hace 10 años atrás e inclusive se estima en una disminución de esos valores en un 30 por ciento de hace cinco años a la fecha. Será fundamental que el Estado Nacional lance un Plan de Créditos a largo plazo para los jóvenes argentinos, lo que se conoce hasta ahora es para hacer pequeños arreglos o refacciones. Podríamos darle un nombre “Plan Esperanza”.
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Desde siempre existió una verdadera crisis habitacional en el país. la falta de créditos a tasas accesibles y a largo plazo como existen en muchísimos países del mundo y no solo con referencia a los países desarrollados ha sido un gran inconveniente para que los jóvenes accedan a la
vivienda propia. Los planes implementados no muy recientemente han fracasado. Hoy con el incremento del desempleo se han dejado de pagar los planes instrumentados por el Gobierno Nacional, el incremento incesante del proceso inflacionario impide el éxito de todos los intentos por solucionar la crisis habitacional. Las inmobiliarias no pueden todavía mostrar “presencialmente” las propiedades, esta todo el mercado paralizado. Los precios de los alquileres son bastante altos y sumado a los gastos mensuales estos no son accesibles a cualquier ciudadano, a lo que hay que sumarle los impuestos municipales también a cargo del inquilino. Hoy por hoy con la crisis pandémica virósica y las muchas suspensiones no solo están retrasados en el pago del alquiler sino también en los gastos mensuales. Esto es no solo un problema para los dueños sino para los propios consorcios. Cabe esperar una mayor litigiosidad que no es nada deseable. Este es más o menos el panorama en el sector de la clase media. El acceso a la propiedad en valores de dólares hablando que es la forma de cotización del inmueble urbano ha bajado sensiblemente durante la pandemia y se estima que así se mantendrá como una forma de reactivar este mercado que se encuentra totalmente paralizado desde el mes de marzo próximo pasado. Todavía no sabemos a ciencia cierta qué ocurrirá. En cuanto al mercado “oficinas” y “locales” es impresionante ver la Ciudad de Buenos Aires con sus puertas cerradas, salvo los llamados rubros “esenciales” que poco y nada venden como producto de la recesión económica y con el agravante que tienen que pagar los gastos mensuales en los edificios donde está, todo indica que se está negociando. La realidad los obliga a ser sensatos puesto que en el caso de no ponerse de acuerdo y dar por concluida la relación contractual los locales y oficinas podrían pasar meses y meses sin lograr ser nuevamente alquiladas. Los precios de estos alquileres han bajado un 40% en término de dólares. Abrir un negocio en un futuro cercano supone una gran aventura porque la recesión “pandémica” es enorme y la post-pandémica no es muy alentadora en el corto plazo. Hoy sobreoferta de locales vacíos. ¿En qué invertirían los posibles inversores? Muchos indican que en termino de dólares convendría hacerlo en barrios privados donde los precios de construcción han bajado sensiblemente en relación a los de hace 10 años atrás e inclusive se estima en una disminución de esos valores en un 30 por ciento de hace cinco años a la fecha. Será fundamental que el Estado Nacional lance un Plan de Créditos a largo plazo para los jóvenes argentinos, lo que se conoce hasta ahora es para hacer pequeños arreglos o refacciones. Podríamos darle un nombre “Plan Esperanza”.
Francisco Benard
Abogado
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 15, 2020