La Corte resolvió esta semana otorgarle el puesto correspondiente en el Consejo de la Magistratura de la Nación que estaba en disputa judicial, a la oposición, como segunda minoría y no la fictamente creada por el oficialismo.
Ello es consecuencia del fallo de Diciembre del año pasado cuando la Corte declarado la inconstitucionalidad de la ley que regula la integración y el funcionamiento del Consejo de la Magistratura de la Nación y en Abril de este año dispuso la inmediata asunción de los nuevos representantes, dando así ejecución a dicha sentencia.
El ciudadano común seguramente pensará que la Corte le ha puesto un freno a las aspiraciones de autocracia del kirchnerismo, pero en realidad y no hay que engañarse, fue un fallo “en defensa propia”. Fue para salvaguardar sus “propios interés”, dado que lo que está en disputa es “quien maneja a los jueces” y no los intereses de la Republica.
Esto lo sabe el kirchnerismo y por ello su furia, lo que los llevan a tramar sórdidas maniobras para “surfear” y de esta forma “incumplir” los fallos de la Corte. En otras palabras una simple pelea de bandas.
Así, ya en Mayo de este año, desde el Instituto Patria decidieron “dividir en dos” el bloque oficialista del Senado de la Nación en los bloques: Frente Nacional y Popular uno y Unidad Ciudadana otro, para conformar el interbloque Frente de Todos y quedarse así con la mayoría de los delegados al Consejo de la Magistratura de la Nación, dejando a un lado a parte de la oposición.
Ante ello la Corte le dice que esa jugada fue un “ardid” y una maniobra “manipulativa” que desnaturalizó “el fin constitucional de representación pluralista procurado por el constituyente y el legislador”, ante lo cual se debería designar al miembro que había propuesto la oposición por la segunda minoría. Ahora, si bien es cierto que el fallo de la Corte es contundente y deja muy mal parada a la Vicepresidenta de la Nación como Presidenta del Senado de la Nación, no es menos cierto que el fallo deviene casi abstracto dado que en pocos días se vence el mandato del cargo en disputa que el máximo tribunal determinó que le corresponde a la segunda minoría.
La Corte ha sido siempre complaciente con el kirchnerismo, de hecho tres de sus cuatro miembros tienen mucha afinidad ideológica con ese sector. Uno fue Senador Nacional, Diputado Nacional y hasta Convencional Constituyente por el justicialismo; otro fue Procurador del Tesoro de la Nación y luego Ministro de Justicia, ambos durante la primera gestión del kirchnerismo; y el tercero tuvo militancia en la Juventud Peronista en los años 70 y hasta se lo ligó a la OPM Montoneros.
En síntesis, una pelea más para la tribuna que para por la institucionalidad. Como le digo el General Perón a los jóvenes diputados de la tendencia revolucionaria: “… aquí se juegan otros intereses…entre gitanos no nos vamos a tirar la suerte…”.
Ninguno de ambos quiere perder el poder, ni tan siquiera ceder un milímetro del que tienen. A no engañarse ambos conforman el mismo “team” y este conflicto es tan solo interno. Todo un submundo alejado de la realidad de cada argentino y que lo disfrazan de defensa de la institucionalidad.
Como decíamos, en pocos días vence el mandato en litigio, por lo que cual sería el objetivo de nombrar al representante que la oposición reclama, si ni siquiera llegara a sentarse en el cargo. Lo que la oposición debería hacer es “reclamar” por todas las vías correspondiente, que ese puesto le corresponde en la nueva elección que se haga en pocos días para así efectivizar el fallo de la Corte, exigiéndole a la misma haga cumplir su sentencia, radicando las correspondientes denuncias penales como movilizarse en defensa de La Republica si correspondiere; dejando los “tibios y correctos discursos” de quienes tan solo analizan un partido de tenis desde “la tribuna” y no quieren “hacer olas” pues “huelen el poder cerca”.
Justamente, desde la Casa Rosada se prorrogaron las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, no para discutir las PASO, sino para que el Senado de la Nación vuelva a insistir en el nombramiento de un Senador Nacional por la ficticia segunda minoría en el Consejo de la Magistratura de la Nación. Lo que será apoyado por los grupos más radicalizados del kirchnerismo con marchas callejeas, blandiendo la bandera de un golpe judicial para beneficiar a la derecha, que servirá para seguir teniendo aglutinado a los sectores de izquierda y los grupos de derechos humanos. Ya la madre putativa de todos los argentinos anunció que se debe salir a las calles y hacer una “pueblada”.
Además, esta histriónica actuación sobre una persecución a “lo nacional y popular”, servirá para mitigar los cada vez más vehementes reclamos de los grupos más radicalizados de la izquierda ante la cada vez más preocupante situación económica por una inflación descontrola, lo que cierne negros nubarrones sobre el inmediato horizonte del país. Sabido es la honda preocupación que existe en sectores oficiales sobre posibles desbordes sociales para fin de año.
Por supuesto desde la Corte miraran la situación desde el balcón, jugando a la legalidad, mientras siguen persiguiendo a ancianos en las causas llamadas “de lesa”; con el único objetivo de que no toquen sus obscenos sueldos ni las medievales prebendas del linaje judicial.
Como en el juego el Antón Pirulero cada cual atiende su juego. A nadie le importa la Republica, ni la división de poderes, ni la representación de las minorías, aquí se juega el control del Poder Judicial. Una para buscar “zafar” de las decenas de causas que la tienen como imputada, otros para seguir teniendo las prerrogativas de una casta privilegiada. La oposición meros espectadores. Tan solo eso.
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La Corte resolvió esta semana otorgarle el puesto correspondiente en el Consejo de la Magistratura de la Nación que estaba en disputa judicial, a la oposición, como segunda minoría y no la fictamente creada por el oficialismo.
El ciudadano común seguramente pensará que la Corte le ha puesto un freno a las aspiraciones de autocracia del kirchnerismo, pero en realidad y no hay que engañarse, fue un fallo “en defensa propia”. Fue para salvaguardar sus “propios interés”, dado que lo que está en disputa es “quien maneja a los jueces” y no los intereses de la Republica.
Esto lo sabe el kirchnerismo y por ello su furia, lo que los llevan a tramar sórdidas maniobras para “surfear” y de esta forma “incumplir” los fallos de la Corte. En otras palabras una simple pelea de bandas.
Así, ya en Mayo de este año, desde el Instituto Patria decidieron “dividir en dos” el bloque oficialista del Senado de la Nación en los bloques: Frente Nacional y Popular uno y Unidad Ciudadana otro, para conformar el interbloque Frente de Todos y quedarse así con la mayoría de los delegados al Consejo de la Magistratura de la Nación, dejando a un lado a parte de la oposición.
Ante ello la Corte le dice que esa jugada fue un “ardid” y una maniobra “manipulativa” que desnaturalizó “el fin constitucional de representación pluralista procurado por el constituyente y el legislador”, ante lo cual se debería designar al miembro que había propuesto la oposición por la segunda minoría. Ahora, si
bien es cierto que el fallo de la Corte es contundente y deja muy mal parada a la Vicepresidenta de la Nación como Presidenta del Senado de la Nación, no es menos cierto que el fallo deviene casi abstracto dado que en pocos días se vence el mandato del cargo en disputa que el máximo tribunal determinó que le corresponde a la segunda minoría.
La Corte ha sido siempre complaciente con el kirchnerismo, de hecho tres de sus cuatro miembros tienen mucha afinidad ideológica con ese sector. Uno fue Senador Nacional, Diputado Nacional y hasta Convencional Constituyente por el justicialismo; otro fue Procurador del Tesoro de la Nación y luego Ministro de Justicia, ambos durante la primera gestión del kirchnerismo; y el tercero tuvo militancia en la Juventud Peronista en los años 70 y hasta se lo ligó a la OPM Montoneros.
En síntesis, una pelea más para la tribuna que para por la institucionalidad. Como le digo el General Perón a los jóvenes diputados de la tendencia revolucionaria: “… aquí se juegan otros intereses…entre gitanos no nos vamos a tirar la suerte…”.
Ninguno de ambos quiere perder el poder, ni tan siquiera ceder un milímetro del que tienen. A no engañarse ambos conforman el mismo “team” y este conflicto es tan solo interno. Todo un submundo alejado de la realidad de cada argentino y que lo disfrazan de defensa de la institucionalidad.
Como decíamos, en pocos días vence el mandato en litigio, por lo que cual sería el objetivo de nombrar al representante que la oposición reclama, si ni siquiera llegara a sentarse en el cargo. Lo que la oposición debería hacer es “reclamar” por todas las vías correspondiente, que ese puesto le corresponde en la nueva elección que se haga en pocos días para así efectivizar el fallo de la Corte, exigiéndole a la misma haga cumplir su sentencia, radicando las correspondientes denuncias penales como movilizarse en defensa de La Republica si correspondiere; dejando los “tibios y correctos discursos” de quienes tan solo analizan un partido de tenis desde “la tribuna” y no quieren “hacer olas” pues “huelen el poder cerca”.
Justamente, desde la Casa Rosada se prorrogaron las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, no para discutir las PASO, sino para que el Senado de la Nación vuelva a insistir en el nombramiento de un Senador Nacional por la ficticia segunda minoría en el Consejo de la Magistratura de la Nación. Lo que será apoyado por los grupos más radicalizados del kirchnerismo con marchas callejeas, blandiendo la bandera de un golpe judicial para beneficiar a la derecha, que servirá para seguir teniendo aglutinado a los sectores de izquierda y los grupos de derechos humanos. Ya la madre putativa de todos los argentinos anunció que se debe salir a las calles y hacer una “pueblada”.
Por supuesto desde la Corte miraran la situación desde el balcón, jugando a la legalidad, mientras siguen persiguiendo a ancianos en las causas llamadas “de lesa”; con el único objetivo de que no toquen sus obscenos sueldos ni las medievales prebendas del linaje judicial.
Como en el juego el Antón Pirulero cada cual atiende su juego. A nadie le importa la Republica, ni la división de poderes, ni la representación de las minorías, aquí se juega el control del Poder Judicial. Una para buscar “zafar” de las decenas de causas que la tienen como imputada, otros para seguir teniendo las prerrogativas de una casta privilegiada. La oposición meros espectadores. Tan solo eso.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 14, 2022