Pocos años después de su graduación en diciembre de 1996, Gonzalo Pablo Miño puso sus pies en un terreno poco popular que alzó y continúa elevando polémicas en la República Argentina: la defensa de militares, policías y agentes del estado acusados de ser autores en casos, bien o mal llamados de lesa humanidad. En esa zona, la desventajosa confrontación se da contra un gigantesco molino de viento conocido como “justicia argentina”. Allí una producción cinematográfica de Woody Allen fracasaría en comparación con lo que sucede en estos tribunales, las reputaciones caen, los ingresos económicos son magros y las actuaciones legales limitadas. Pese a ello este consejero inquebrantable transita día a día y año tras año, munido con sus conocimientos legales-judiciales. Nació en Rosario, en los años 70s. irónicamente la década de plomo en el territorio sudamericano, llamado Argentina, cuando el terrorismo teñía sus calles con el rojo de la sangre.
Miño, además, a finales de los 90s se convierte en docente universitario dictando la materia de Derecho procesal Penal en la Universidad Nacional de su ciudad natal.
En 1997, es nombrado director del Colegio de Abogados de la misma ciudad santafesina.
Amplía su campo de acción siendo Mediador en el año 2009, actividad que ejerce hasta nuestros días.
Es, también, presidente de la Unión de Promociones de la delegación Rosario.
Días pasados, con retraso porque así lo impuso la pandemia, el doctor Gonzalo Pablo Miño fue distinguido por el Colegio de Abogados a raíz de sus 25 años de trayectoria. Como resaltamos
20 de ellos los transcurrió asumiendo la defensa técnica de imputados en los amañados juicios de lesa humanidad. De continuar, gobierno tras gobierno, con sus parciales “políticas de estado”, su legado será -ante ojos y oídos ideologizados- oscuro y con posibles consecuencias para su futuro en el rubro. Pero para la verdadera historia, más allá de ser una muy buena persona, será un embajador de los derechos humanos para TODOS los ciudadanos, como lo determina la Constitución Nacional. A él nuestro eterno agradecimiento
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Pocos años después de su graduación en diciembre de 1996, Gonzalo Pablo Miño puso sus pies en un terreno poco popular que alzó y continúa elevando polémicas en la República Argentina: la defensa de militares, policías y agentes del estado acusados de ser autores en casos, bien o mal llamados de lesa humanidad. En esa zona, la desventajosa confrontación se da contra un gigantesco molino de viento conocido como “justicia argentina”. Allí una producción cinematográfica de Woody Allen fracasaría en comparación con lo que sucede en estos tribunales, las reputaciones caen, los ingresos económicos son magros y las actuaciones legales limitadas. Pese a ello este consejero inquebrantable transita día a día y año tras año, munido con sus conocimientos legales-judiciales. Nació en Rosario, en los años 70s.
irónicamente la década de plomo en el territorio sudamericano, llamado Argentina, cuando el terrorismo teñía sus calles con el rojo de la sangre.
Miño, además, a finales de los 90s se convierte en docente universitario dictando la materia de Derecho procesal Penal en la Universidad Nacional de su ciudad natal.
En 1997, es nombrado director del Colegio de Abogados de la misma ciudad santafesina.
Amplía su campo de acción siendo Mediador en el año 2009, actividad que ejerce hasta nuestros días.
Es, también, presidente de la Unión de Promociones de la delegación Rosario.
Días pasados, con retraso porque así lo impuso la pandemia, el doctor Gonzalo Pablo Miño fue distinguido por el Colegio de Abogados a raíz de sus 25 años de trayectoria. Como resaltamos
20 de ellos los transcurrió asumiendo la defensa técnica de imputados en los amañados juicios de lesa humanidad. De continuar, gobierno tras gobierno, con sus parciales “políticas de estado”, su legado será -ante ojos y oídos ideologizados- oscuro y con posibles consecuencias para su futuro en el rubro. Pero para la verdadera historia, más allá de ser una muy buena persona, será un embajador de los derechos humanos para TODOS los ciudadanos, como lo determina la Constitución Nacional. A él nuestro eterno agradecimiento
María Ferreyra de Kussman
María Kussman-Delia
Matthew Delia
Damian Kussman-Delia
Claudio Kussman
Fabian Kussman
www.PrisioneroEnArgentina.com
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Junio 17, 2023