No hay derecho que legitime mantener en riesgo inminente de muerte a personas encarceladas cuya vulnerabilidad frente al Covid-19 nadie discute. La urgente decisión de los magistrados de disponer la prisión domiciliaria de estos, recomendada por organismos nacionales e internacionales, no admite más disidencias, ni discriminaciones, ni demoras a prácticamente a un mes de declarada la pandemia.
Es hora de definiciones claras y sin subterfugios: o todos sin distinción somos personas y tenemos derecho a la vida o hay algunos a quienes se considera subhumanos.
♣
Por MARÍA LAURA OLEA
No hay derecho que legitime mantener en riesgo inminente de muerte a personas encarceladas cuya vulnerabilidad frente al Covid-19 nadie discute. La urgente decisión de los magistrados de disponer la prisión domiciliaria de estos, recomendada por organismos nacionales e internacionales, no admite más disidencias, ni discriminaciones, ni demoras a prácticamente a un mes de declarada la pandemia.
Es hora de definiciones claras y sin subterfugios: o todos sin distinción somos personas y tenemos derecho a la vida o hay algunos a quienes se considera subhumanos.
María Laura Olea
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 19, 2020