El hígado de res es un alimento que, entre sus nutrientes, se encuentran las vitaminas B4, B2, A y B9; también contiene hierro y potasio. Además de estas propiedades, el hígado de vaca aporta 130 calorías a la dieta, no contienen azúcar y, por cada 100 gramos, contiene 3,38 gramos de grasa, 5,30 gramos de carbohidratos y 19,50 gramos de proteínas. O sea que comer hígado puede ser uno de los hábitos alimenticios más saludables que alguien puede tener.
Hoy por hoy, el hígado, en las actuales guías nutricionales, se lo ubica en la misma categoría que las carnes rojas.
En pequeñas porciones, la carne de hígado, sea del animal que sea, nos permite tener una gran cantidad de proteínas y de nutrientes que son necesarios para nosotros, además de algunos minerales esenciales como el cobre, hierro, calcio, zinc, selenio; vitaminas del grupo B y de vitamina A y C; ácidos grasos omega-3 y omega-6; todo esto indicado con pocas calorías. Pero, como desventaja, tenemos que decir que aporta una gran cantidad de colesterol.
Si bien se descubriera que el hígado es bueno para tratar la anemia perniciosa, estudio que significaría para tres médicos ganar el Premio Nobel en 1934, la carne de hígado tiene otras propiedades que van más allá de esta.
Aumento de la actividad cerebral.
Ayuda, por sus altos niveles en hierro, a aquellas personas que padecen anemia.
Ayuda a mejorar el aspecto de la piel, siendo un buen antioxidante y contribuye a la buena visión (todo gracias a la vitamina A).
Ayuda a la prevención del cáncer de colon.
Ayuda a las personas a perder peso porque, a diferencia de otras carnes, la de hígado es baja en grasa.
Ayuda a desarrollar los músculos, y hacerlo con mayor rapidez, a las personas que así lo deseen.
Ayuda a las embarazadas a una correcta división celular del feto durante, por la presencia de ácido fólico.
Ayuda a aumentar la energía diaria porque se desarrolla más producción de hemoglobina.
Una ingesta excesiva de hígado puede traer como consecuencias un aumento de colesterol, un aumento de glucosa en la sangre, eczema, piel seca y enrojecimiento.
En resumen, consumir hígado de res tiene como beneficios un aumento energético, conseguir perder peso, una piel saludable, buena producción de ácido fólico y mejora los niveles de hierro (ideal para los que padecen de anemia).
HÍGADO ASADO
Aunque muchas personas son aprensivas acerca de comer el hígado a la parrilla, es una carne rica en nutriente.
El hígado a la parrilla, hígado asado la parrilla, es jugoso y sabroso; se lo puede acompañar con champiñones y cebollas también cocidos a la parrilla. Para su realización, previamente maceramos el hígado con una mezcla de vinagre, aceite, mostaza, sal y pimienta y lo dejamos un rato. Limpiamos muy bien el sector de la parrilla en donde haremos y luego lo cocinamos asegurándonos que la parrilla esté bien caliente hasta que se hagan ambas partes. Sazonamos las cebollas y champiñones con manteca, vinagre balsámico, alguna aromática (por ejemplo) salvia, la sal y la pimienta, Se envuelven las cebollas y los champiñones en un paquete de papel de aluminio. Asamos y luego los servimos sobre el hígado a la parrilla.
HÍGADO A LA ITALIANA
El Hígado a la italiana es un plato delicioso y fácil de hacer. Es una receta muy común en la cocina cubana; es además económico y se puede elaborar tanto con hígado de res como con hígado de cerdo, o incluso de pollo. Es uno de esos platos que hemos adoptados como propios.
Ingredientes (para 6 raciones)
500 gramos de hígado de res
4 dientes de ajo
1 ají rojo
1 ají verde
1 cebolla
½ taza de vino seco
¼ taza de vinagre de manzana
2 cucharadas de jugo de limón
2 cucharadas de salsa de soja
2 hojas de laurel
Sal y pimienta al gusto
Picante al gusto
Instrucciones:
Cortamos el hígado en tiras de 2 a 3 cm de ancho; se le añade el jugo de limón, salpimentamos y reservamos. En una sartén se sofríe el ajo para, posteriormente, añadirle el hígado. Removemos hasta que se dore de modo homogéneo. En ése momento añadimos la cebolla y los pimientos todos previamente cortados. Mezclamos bien los ingredientes, agregamos picante al gusto y ajustamos de sal. Se añade el vino, tapamos y se deja cocinar hasta que tenga el punto de su agrado (para que el hígado se mantenga tierno, algunas personas le añaden un poco de leche).
SOPA DE HÍGADO DE RES
Con las especias que hayamos elegido, cocemos el hígado, limpio de todo nervio. Cuando esté bien cocido y en su punto, lo pasamos por el colador pasatodo, o pasapurés hasta conseguir una masa. En una sartén, freímos la panceta (que retiramos) y, en la grasa de la panceta, freímos la masa del hígado. Se Incorpora el caldo de cocción a la masa y lo dejamos sobre el fuego hasta reducir a la mitad y servirlo junto con la panceta troceada, las galletas saladas y los ajíes verdes pimientos de padrón fritos. Receta facilitada por Luis Pérez Preciado.
Ingredientes
1 hígado de ternera de aproximadamente 1 Kg.
Un trozo de panceta
Ajíes verdes largos (esos que consumimos en vinagre) o pimientos de padrón)
Especias (al gusto): laurel, pimienta,…
Galletas de campo (saladas)
Que podamos limitar las carnes rojas en nuestra ingesta diaria nos permite dieta reducir el riesgo de enfermedades del corazón riesgo (enfermedades cardiovasculares); , por otra parte, el consumo excesivo de hígado nos pone en un riesgo aún mayor para otras enfermedades graves también.
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Por CLAUDIO VALERIO.
El hígado de res es un alimento que, entre sus nutrientes, se encuentran las vitaminas B4, B2, A y B9; también contiene hierro y potasio. Además de estas propiedades, el hígado de vaca aporta 130 calorías a la dieta, no contienen azúcar y, por cada 100 gramos, contiene 3,38 gramos de grasa, 5,30 gramos de carbohidratos y 19,50 gramos de proteínas. O sea que comer hígado puede ser uno de los hábitos alimenticios más saludables que alguien puede tener.
Hoy por hoy, el hígado, en las actuales guías nutricionales, se lo ubica en la misma categoría que las carnes rojas.
En pequeñas porciones, la carne de hígado, sea del animal que sea, nos permite tener una gran cantidad de proteínas y de nutrientes que son necesarios para nosotros, además de algunos minerales esenciales como el cobre, hierro, calcio, zinc, selenio; vitaminas del grupo B y de vitamina A y C; ácidos grasos omega-3 y omega-6; todo esto indicado con pocas calorías. Pero, como desventaja, tenemos que decir que aporta una gran cantidad de colesterol.
Si bien se descubriera que el hígado es bueno para tratar la anemia perniciosa, estudio que significaría para tres médicos ganar el Premio Nobel en 1934, la carne de hígado tiene otras propiedades que van más allá de esta.
Una ingesta excesiva de hígado puede traer como consecuencias un aumento de colesterol, un aumento de glucosa en la sangre, eczema, piel seca y enrojecimiento.
En resumen, consumir hígado de res tiene como beneficios un aumento energético, conseguir perder peso, una piel saludable, buena producción de ácido fólico y mejora los niveles de hierro (ideal para los que padecen de anemia).
HÍGADO ASADO
Aunque muchas personas son aprensivas acerca de comer el hígado a la parrilla, es una carne rica en nutriente.
El hígado a la parrilla, hígado asado la parrilla, es jugoso y sabroso; se lo puede acompañar con champiñones y cebollas también cocidos a la parrilla. Para su realización, previamente maceramos el hígado con una mezcla de vinagre, aceite, mostaza, sal y pimienta y lo dejamos un rato. Limpiamos muy bien el sector de la parrilla en donde haremos y luego lo cocinamos asegurándonos que la parrilla esté bien caliente hasta que se hagan ambas partes. Sazonamos las cebollas y champiñones con manteca, vinagre balsámico, alguna aromática (por ejemplo) salvia, la sal y la pimienta, Se envuelven las cebollas y los champiñones en un paquete de papel de aluminio. Asamos y luego los servimos sobre el hígado a la parrilla.
HÍGADO A LA ITALIANA
El Hígado a la italiana es un plato delicioso y fácil de hacer. Es una receta muy común en la cocina cubana; es además económico y se puede elaborar tanto con hígado de res como con hígado de cerdo, o incluso de pollo. Es uno de esos platos que hemos adoptados como propios.
Ingredientes (para 6 raciones)
Instrucciones:
Cortamos el hígado en tiras de 2 a 3 cm de ancho; se le añade el jugo de limón, salpimentamos y reservamos. En una sartén se sofríe el ajo para, posteriormente, añadirle el hígado. Removemos hasta que se dore de modo homogéneo. En ése momento añadimos la cebolla y los pimientos todos previamente cortados. Mezclamos bien los ingredientes, agregamos picante al gusto y ajustamos de sal. Se añade el vino, tapamos y se deja cocinar hasta que tenga el punto de su agrado (para que el hígado se mantenga tierno, algunas personas le añaden un poco de leche).
SOPA DE HÍGADO DE RES
Con las especias que hayamos elegido, cocemos el hígado, limpio de todo nervio. Cuando esté bien cocido y en su punto, lo pasamos por el colador pasatodo, o pasapurés hasta conseguir una masa. En una sartén, freímos la panceta (que retiramos) y, en la grasa de la panceta, freímos la masa del hígado. Se Incorpora el caldo de cocción a la masa y lo dejamos sobre el fuego hasta reducir a la mitad y servirlo junto con la panceta troceada, las galletas saladas y los ajíes verdes pimientos de padrón fritos. Receta facilitada por Luis Pérez Preciado.
Ingredientes
1 hígado de ternera de aproximadamente 1 Kg.
Un trozo de panceta
Ajíes verdes largos (esos que consumimos en vinagre) o pimientos de padrón)
Especias (al gusto): laurel, pimienta,…
Galletas de campo (saladas)
Que podamos limitar las carnes rojas en nuestra ingesta diaria nos permite dieta reducir el riesgo de enfermedades del corazón riesgo (enfermedades cardiovasculares); , por otra parte, el consumo excesivo de hígado nos pone en un riesgo aún mayor para otras enfermedades graves también.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 22, 2021