El domingo pasado se desató un incendio en el hospital de niños San Roque de Paraná algo que se podía haber prevenido.
Las autoridades gubernamentales tienen pleno conocimiento de la desastrosa situación del sistema público de salud así que son tan responsables ellos como los anteriores funcionarios políticos kirchneristas.
Inmediatamente se supo que el fuego nació del mal estado de las instalaciones eléctricas del nosocomio.
Un bebe trasladado al hospital San Martín falleció y según versiones oficiales su deceso no fue producto del incendio.
La víctima fatal se encontraba internado en terapia intensiva y luego de consultar a varios profesionales de la salud puedo asegurar que para nada es saludable un traslado más aún en el momento donde reinó el caos.
“A un neonato cuando se lo saca de la incubadora al medio exterior inmediatamente pierde su temperatura ,por eso los traslados se realizan en UTI Neonatal, en unidades de alta complejidad ” comentó una profesional pediátrica del mismo hospital San Roque.
Este testimonio deja al descubierto que varios niños padecieron en forma directa las consecuencias del incendio.
La imagen de una enfermera de pie en la calle sosteniendo a dos bebés en sus brazos fue la mejor demostración de la vocación por el trabajo y de las fallas en el plan de contingencia aplicado.
Hubo voluntad de todos los trabajadores y vecinos pero faltó eficiencia.
La enfermera Tamara Fontana tuvo que ser hospitalizada en el hospital San Martín por una intoxicación con monóxido de carbono.
La joven dio muestras de valentía arriesgando su vida al rescatar varios pacientes.
Tamara se convirtió en ejemplo a imitar.
Hasta llevó en su auto particular a algunos enfermos.
El siniestro se podía haber evitado si los responsables de la salud pública hicieran correctamente su labor.
Si el gobernador en vez de colocar a sus alcahuetes en puestos estratégicos implementara los prometidos cargos por concursos de méritos.
Quien escribe en el artículo periodístico publicado en prisioneroenargentina.com “La salud en estado crítico ” había denunciado los problemas del sistema eléctrico del hospital San Roque.
El martes 25 de abril del año 2.023 el hospital, por el lapso de 20 minutos, quedó a oscuras.
Para las reparaciones hubo que cortar parcialmente el suministro en varias oportunidades .
Esa noche se vivieron momentos dramáticos .
Suspendieron las cirugías programadas y perjudicó el normal desarrollo del resto de las actividades.
Desde el gobierno kirchnerista de Gustavo Bordet no existió respuesta concreta a la gravedad del asunto.
Hicieron reparaciones provisorias y el riesgo continuó latente .
La oposición representada por la diputada provincial Graciela Jaroslavsky (UCR) recién en el mes de septiembre presentó un pedido de informes solicitando explicaciones por los reiterados desperfectos eléctricos del hospital.
Nunca se comprometieron a denunciar para no quedar mal entre las castas!
Dirigiéndome a los funcionarios les vuelvo a decir que con poco pueden solucionar muchos problemas de la gente.
Aclaro, habiendo voluntad de por medio.
Conseguir turno médico es un calvario.
El hospital Santa Rosa de Villaguay tratando de mejorar el trámite cambió el horario de solicitud de las 6 a la hora 8.
Esta medida es inútil, la gente tiene la necesidad de ir a horas de la madrugada y el amontonamiento es más grande.
Enfermeros entregados a los jefes políticos de turno por sus mismos representantes gremiales son obligados a trabajar ocho horas “corridas ” y con sueldos tan magros que muchos se esfuerzan haciendo otras ocho horas en el ámbito privado o municipal.
Las guardias médicas que no se cumplen son una irregularidad difícil de desterrar por propia ineptitud gubernamental al no incentivar las carreras relacionadas a la medicina.
Sancionar al profesional acarrea otro problema, tal vez no haya quien pueda reemplazarlo.
Es casi imposible enumerar la cantidad de irregularidades cometidas dentro de la salud pública.
Mención aparte merece el Ministro de Salud Guillermo Grieve quien parece vivir en otra realidad .
” No hubo lesionados directos a raíz del hecho ” expresó en conferencia de prensa al mismo tiempo que amigos de Tamara Fontana, la enfermera intoxicada, pedían cadena de oración a través de las redes sociales.
Una “tomada de pelos ” repudiable.
Un dato no menor es que Grieve es socio del Centro de Atención Integral y Cuidados Especiales ( Caice) y prestador del Instituto Obra Social de la provincia de Entre Ríos (IOSPER) encontrándose en ambos lados del “mostrador” algo para nada ético.
Un acto de total irresponsabilidad sería la continuidad de Grieve en su cargo.
La salud pública entrerriana cada día se cobra nuevas víctimas.
Funcionarios incapaces e insensibles.
A nadie de este y del anterior gobierno le preocupa la salud de la gente.
Lo peor del caso son aquellas desgracias ocultadas que jamás encontrarán justicia.
○
Por Carlos Furman.
El domingo pasado se desató un incendio en el hospital de niños San Roque de Paraná algo que se podía haber prevenido.
Las autoridades gubernamentales tienen pleno conocimiento de la desastrosa situación del sistema público de salud así que son tan responsables ellos como los anteriores funcionarios políticos kirchneristas.
Inmediatamente se supo que el fuego nació del mal estado de las instalaciones eléctricas del nosocomio.
Un bebe trasladado al hospital San Martín falleció y según versiones oficiales su deceso no fue producto del incendio.
La víctima fatal se encontraba internado en terapia intensiva y luego de consultar a varios profesionales de la salud puedo asegurar que para nada es saludable un traslado más aún en el momento donde reinó el caos.
“A un neonato cuando se lo saca de la incubadora al medio exterior inmediatamente pierde su temperatura ,por eso los traslados se realizan en UTI Neonatal, en unidades de alta complejidad ” comentó una profesional pediátrica del mismo hospital San Roque.
Este testimonio deja al descubierto que varios niños padecieron en forma directa las consecuencias del incendio.
La imagen de una enfermera de pie en la calle sosteniendo a dos bebés en sus brazos fue la mejor demostración de la vocación por el trabajo y de las fallas en el plan de contingencia aplicado.
Hubo voluntad de todos los trabajadores y vecinos pero faltó eficiencia.
La enfermera Tamara Fontana tuvo que ser hospitalizada en el hospital San Martín por una intoxicación con monóxido de carbono.
La joven dio muestras de valentía arriesgando su vida al rescatar varios pacientes.
Tamara se convirtió en ejemplo a imitar.
Hasta llevó en su auto particular a algunos enfermos.
El siniestro se podía haber evitado si los responsables de la salud pública hicieran correctamente su labor.
Si el gobernador en vez de colocar a sus alcahuetes en puestos estratégicos implementara los prometidos cargos por concursos de méritos.
Quien escribe en el artículo periodístico publicado en prisioneroenargentina.com “La salud en estado crítico ” había denunciado los problemas del sistema eléctrico del hospital San Roque.
El martes 25 de abril del año 2.023 el hospital, por el lapso de 20 minutos, quedó a oscuras.
Para las reparaciones hubo que cortar parcialmente el suministro en varias oportunidades .
Esa noche se vivieron momentos dramáticos .
Suspendieron las cirugías programadas y perjudicó el normal desarrollo del resto de las actividades.
Desde el gobierno kirchnerista de Gustavo Bordet no existió respuesta concreta a la gravedad del asunto.
Hicieron reparaciones provisorias y el riesgo continuó latente .
La oposición representada por la diputada provincial Graciela Jaroslavsky (UCR) recién en el mes de septiembre presentó un pedido de informes solicitando explicaciones por los reiterados desperfectos eléctricos del hospital.
Nunca se comprometieron a denunciar para no quedar mal entre las castas!
Dirigiéndome a los funcionarios les vuelvo a decir que con poco pueden solucionar muchos problemas de la gente.
Aclaro, habiendo voluntad de por medio.
Conseguir turno médico es un calvario.
El hospital Santa Rosa de Villaguay tratando de mejorar el trámite cambió el horario de solicitud de las 6 a la hora 8.
Esta medida es inútil, la gente tiene la necesidad de ir a horas de la madrugada y el amontonamiento es más grande.
Enfermeros entregados a los jefes políticos de turno por sus mismos representantes gremiales son obligados a trabajar ocho horas “corridas ” y con sueldos tan magros que muchos se esfuerzan haciendo otras ocho horas en el ámbito privado o municipal.
Las guardias médicas que no se cumplen son una irregularidad difícil de desterrar por propia ineptitud gubernamental al no incentivar las carreras relacionadas a la medicina.
Sancionar al profesional acarrea otro problema, tal vez no haya quien pueda reemplazarlo.
Es casi imposible enumerar la cantidad de irregularidades cometidas dentro de la salud pública.
Mención aparte merece el Ministro de Salud Guillermo Grieve quien parece vivir en otra realidad .
” No hubo lesionados directos a raíz del hecho ” expresó en conferencia de prensa al mismo tiempo que amigos de Tamara Fontana, la enfermera intoxicada, pedían cadena de oración a través de las redes sociales.
Una “tomada de pelos ” repudiable.
Un dato no menor es que Grieve es socio del Centro de Atención Integral y Cuidados Especiales ( Caice) y prestador del Instituto Obra Social de la provincia de Entre Ríos (IOSPER) encontrándose en ambos lados del “mostrador” algo para nada ético.
Un acto de total irresponsabilidad sería la continuidad de Grieve en su cargo.
La salud pública entrerriana cada día se cobra nuevas víctimas.
Funcionarios incapaces e insensibles.
A nadie de este y del anterior gobierno le preocupa la salud de la gente.
Lo peor del caso son aquellas desgracias ocultadas que jamás encontrarán justicia.
Lo del hospital San Roque era un final anunciado.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 10, 2024
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