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Escribe Luis Bardín.

 

 LOS PLATEROS

El rey quiso ir a pescar.

Llamó al ministro del tiempo

y este le vaticinó

que en la próxima semana

no caerían aguaceros.

Mientras iba con su séquito

se cruzó con labrador

que montaba su jumento

que le rogó que regrese,

¡caería agua del cielo!

El rey confió en su ministro

y no hizo caso al labriego

La lluvia fue torrencial.

Empapado regresó

ordenando ejecutar

a su ministro del tiempo.

Llamó entonces al labriego

para nombrarlo en el puesto

pero este le contestó

que supo que llovería

pues su burro las orejas

muy caídas las tenía .

Nombrar ministro es muy serio

por eso desde ese día

los más burros son nombrados

para ocupar ministerios.

Luis Bardín

 


PrisioneroEnArgentina.com
Junio 24, 2018