ESTOY AGOTADO

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ELECCIONES 2019

Por JUAN BAUTISTA GARONA

Realmente estoy agotado. Me cansé de soportar un pueblo de imbéciles, sin valores, sin educación, sin una pizca de sentido común y que piensa solo con el bolsillo. La clase empresarial una vergüenza, no tuvieron, como dijo Morales Solá, el más mínimo pudor en trasladarse de Olivos a Puerto Madero. La Justicia, perdón, el Poder Judicial, salvo honrosas excepciones, ya está mostrando indicios de su metamorfosis tal cuál las víboras cambian su piel. Y digo Poder Judicial y no Justicia pues esta es una virtud que la mayoría de los jueces prevaricadores carecen totalmente. Un país en el cual una gran parte del pueblo ha perdido la cultura del trabajo y el sacrificio, no tiene futuro. Hoy en día, de un chico adolescente ve que su padre vive de un plan, su madre cobra una asignación por hijo, sus abuelos también son “planeros” ¿qué se puede esperar, si quienes lo tuvieron que educar en la cultura del trabajo y el esfuerzo reciben todo del generoso estado? ¿Cómo se recupera esto? ¿Cuántas generaciones llevará el volver a concientizar a los argentinos que sin esfuerzo no se consigue nada? Por supuesto, es mucho más fácil y menos cansador salir de “caño”, vender paco, cobrar un plan y tener cuanto” beneficio social” ande dando vuelta por ahí. Una muestra: ¿Se invirtieron cientos de millones de pesos en la Villa 31 para qué? Para que todos los vagos argentinos sumados a los bolivianos, paraguayos y cuanto delincuente expulsado de su país, vote la formula Fernández², la que superó a Juntos por el Cambio por 47 puntos, todo para seguir cobrando los planes que graciosamente le das Carolina Stanley, quien pareciera más integrante del kirchnerismo que del oficialismo.

 

 

No soy oficialista, soy objetivo y no tolero el libertinaje y amoralidad de Rodríguez Larreta, la soberbia de Marcos Peña, las actitudes de Garavano y Avruj en cuanto a los DDHH de los zurdos, la postura populista y demagoga de Carolina Stanley, al Ministro Rubinstein quien el lugar de velar por la vida de los niños por nacer prefiere su muerte disfrazada de pastillas abortivas y abortos directos… y sigue la lista. Tuve la intención de votar a Gómez Centurión el cual representa cabalmente mis valores, pero por un chat con Enrique Guillermo Avogadro el cual me anticipó lo que podía pasar de triunfar Fernández², entendí perfectamente el por qué había que votar a Juntos por el Cambio, me tapé la nariz y así lo hice. Avogadro no se equivocó, pasó exactamente lo que anunció en su momento que podía pasar.

 

 

Personalmente creo que de ganar la formula Fernández² será casi imposible sacarlos del poder, por lo menos en el corto plazo, por supuesto que si hay un cambio yo no lo veré y no sé si las generaciones de mis hijos y nietos. El tren de las buenas oportunidades pasa una sola vez y estamos a tiempo de llegar a la estación si no nos equivocamos en tomar el camino correcto. De lo contrario se pudre todo. En octubre le daré mi última oportunidad a la Argentina, después veremos qué hacer.

 

 

Ya lo dijo Ortega y Gasset en el año 1936, “Argentina, república perdida” ¿Que vio en esa época? ¿Visionario, astrólogo…?

 

Juan Garona

 


PrisioneroEnArgentina.com

Septiembre 3, 2019


 

MORALES SOLÁ Y ALBERTO FERNÁNDEZ, LOS EMBUSTEROS

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CONVENIENCIAS Y AMBICIONES PERSONALES

 

 Por CLAUDIO KUSSMAN

 

En el programa de TV “Desde el Llano” del 22 del corriente, el periodista MORALES SOLÁ, entrevistó al candidato presidencial ALBERTO FERNANDEZ. Fue un educado duelo de palabras duras en la que sobresalió y todos los medios se hicieron eco cuando el invitado le advirtiera a su entrevistador: “Cuidado con lo que va a decir, se puede arrepentir después”. Quizás esa fue la parte más sincera del dialogo que anticipa lo que puede llegar a ocurrir si se impone el dúo Fernández-Fernández.   Lo que no se relata y que abundó a lo largo del mismo fue el encuadre falaz   de AMBOS contendientes. El primero contrariando la libertad de la que goza CRISTINA KIRCHNER a la fecha, aún con argumentos no muy legales y el segundo defendiendo la libertad de ella y de los imputados de corrupción, de su partido político, por supuesto.  Así se lo pudo escuchar, como mostramos en el video, destacando que no importa el tipo de delito que sea, la detención no corresponde hasta que no hubiera una sentencia firme, conquista legal obtenida durante la “década ganada”. Ahora bien, estos dos “cultos” embusteros no mencionaron y simulan desconocer las aberraciones legales que aplican con nosotros los adultos mayores, imputados a como dé lugar, por los mal llamados delitos de lesa humanidad. Así, al estar encarcelados con prisiones preventivas que duran 6, 10 o más años antes de ir a juicio, se da que la muerte, acelerada por la pérdida de libertad, llega primero o en algunos casos cuando el armado de la causa fue excesivamente burdo se recupera la libertad luego de 7 o más años en prisión.    Mientras en los poderes del estado y el periodismo se continúen mintiendo y acomodando la Constitución y las leyes a gusto y paladar de conveniencias y ambiciones personales la Argentina no tendrá un futuro civilizado, lo cual pareciera no interesar a casi nadie.

 

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Joaquín Morales Solá es uno de los analistas políticos más importantes de Argentina. Columnista principal del diario La Nación de Buenos Aires y conductor del programa político “Desde El Llano”, es una de las voces más escuchadas en el país. Cursó estudios en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Tucumán. Realizó cursos de Comunicación Social en la Universidad de Harvard.

Alberto Ángel Fernández, es político, abogado y profesor de Derecho penal y civil argentino. Se desempeñó como subdirector general de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía (1985-1989), superintendente de Seguros de la Nación (1989-1995), legislador de la Ciudad de Buenos Aires (2000-2003) y jefe de Gabinete de Ministros de la Nación desde el 2003 y al 2008, siendo el funcionario que más tiempo ocupó el cargo, con cinco años y dos meses.

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Claudio Kussman

Interno L.P.U. 345.349  

Servicio Penitenciario Federal

Julio 24, 2019

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“La finalidad del embustero consiste simplemente
en agradar, deleitar, proporcionarnos un placer;
es la base misma de la sociedad civilizada”

 

Oscar Wilde (1854-1900)

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PrisioneroEnArgentina.com

Julio 24, 2019


 

Carta Abierta a Joaquín Morales Solá

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Del Dicho de periodistas, al “Hecho” de los funcionarios…

 

 

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Una oportunidad perdida para el Gobierno

Ocurrió en estos días un combate soterrado entre el derecho y la oportunidad. En la superficie de ese combate, asiduo e incómodo, reapareció el conflicto por los derechos humanos violados en la década del 70. El derecho en su concepción más liberal y estricta es la que aplicó una mayoría de jueces de la Corte Suprema de Justicia, que hizo valer tal legalidad para dar por cumplida la pena de un condenado por delitos de lesa humanidad, Luis Muiña. La oportunidad es el momento en que el Gobierno estaba buscando un mecanismo jurídico o legislativo para resolver los casos de militares ancianos y enfermos que están presos en cárceles comunes. El escándalo político que provocó aquella decisión de la Corte Suprema, y la multitudinaria manifestación social en contra de ella, dejó sin margen al Gobierno y al máximo tribunal para avanzar en esa solución. Cuarenta y un año después del golpe de Estado de 1976, el país no ha podido elaborar un modo de superar ese pasado y suturar las viejas heridas.
El péndulo de la revisión del pasado osciló entre extremos en los últimos 33 años de democracia. Sólo Raúl Alfonsín intentó en los primeros cuatro años de su mandato, cuando era un presidente fuerte, juzgar a los militares que violaron los derechos humanos y a los guerrilleros que también lo hicieron. Carlos Menem decidió mediante un indulto personalísimo liberar a todos de culpa y cargo. La era kirchnerista colocó el péndulo en el otro extremo. Juzgamiento a todos los militares acusados de delitos de lesa humanidad, aun desconociendo en muchos casos las garantías procesales. Al mismo tiempo, convirtió a los jefes guerrilleros de los años 70 en héroes cargados de crímenes. El gobierno de Macri aspiraba a colocar el péndulo en el medio: ni impunidad ni venganza. La prisión domiciliaria de los militares ancianos y enfermos no significaría una disminución de la condena, sino otra manera de cumplir la prisión. Colocaría el derecho humanitario en armonía con el Código Penal, que prevé la prisión domiciliaria para los presos enfermos o con más de 70 años.
La decisión de la mayoría de la Corte es legal. El artículo 2 del Código Penal es muy claro: siempre se aplicará la ley más benigna en el momento del fallo, aun cuando hayan estado vigentes otras leyes. La más benigna es, sin duda, la que beneficia a los condenados con el “dos por uno” mientras estuvieron en prisión preventiva. Es una ley que responde a los preceptos del garantismo zaffaroniano. La hipocresía del kirchnerismo radica, sobre todo, en su inacción. En doce años de poder, no le agregó al artículo 2 del Código Penal una excepción para los delitos de lesa humanidad ni cubrió el vacío legal que dejó la ley del “dos por uno”, que el Congreso acaba de resolver.
Los dos jueces que votaron en contra de ese beneficio, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, también se respaldaron en argumentos legales. Los tratados internacionales de derechos humanos, incorporados a la Constitución en 1994, declaran la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad y prohíben la reducción de las penas. De hecho, Maqueda había firmado hace poco una resolución de la Corte que otorgó la prisión domiciliaria a un militar de 85 años, muy enfermo. No pasó nada entonces.
En medio del fárrago, la primera pregunta que surge es qué pasó para que la interpretación estricta del derecho derrumbara la oportunidad. El ministro de Justicia, Germán Garavano, visitó semanas atrás a todos los miembros de la Corte. Ninguno le anticipó nada sobre aquella resolución del “dos por uno”. Sólo al anochecer del día anterior a la firma de la resolución, Lorenzetti lo llamó por teléfono al ministro para advertirle vagamente de que algo pasaría al día siguiente sobre un asunto vinculado con delitos de lesa humanidad. Por eso, Garavano fue el primero en salir, tal vez enojado y decepcionado, a manifestarse en contra de la ley del “dos por uno”. Es una opinión sincera. “Yo soy más conservador para la interpretación de la ley; no me gusta el excesivo garantismo”, suele decir en privado.
Pero ¿qué pasó dentro de la Corte? Primero los hechos, después las interpretaciones. El grupo de tres jueces liderado por Carlos Rosenkrantz, e integrado por Elena Highton de Nolasco y Horacio Rosatti, sorprendió a Lorenzetti y Maqueda con un voto redactado sobre el beneficio a Muiña con la ley del “dos por uno”. Acordaron a duras penas un plazo no mayor de 15 días para que los otros dos elaboraran sus votos. Muiña es sólo un caso entre 20 más que tiene la Corte. Así empezó todo.
Una interpretación, que circula por el oficialismo, señala que Lorenzetti, que maneja la agenda de la Corte, dejó que el caso prosperara porque imaginó el desgaste de Rosatti, su eterno rival. En efecto, Rosatti les comentó a varios interlocutores (incluidos algunos funcionarios del Gobierno) que después del juicio político planteado por Elisa Carrió, la gestión de Lorenzetti como presidente del tribunal debía concluir en diciembre próximo, aunque le quedara un año más de mandato. “La situación no da para más”, les dijo. Rosatti supone que él podría ser el sucesor de Lorenzetti al frente del tribunal. Lorenzetti los habría dejado avanzar sabiendo que Rosatti se quemaría en el camino.
Otras versiones indican que fueron los tres firmantes de la resolución los que presionaron a Lorenzetti para que se tratara el tema. En tal caso, sería Rosenkrantz, y no Rosatti, quien tomó el liderazgo de una parte importante de la Corte. Luego del estrépito político y social por la resolución, Rosatti y Highton de Nolasco se mostraron dubitativos. Rosatti debió cancelar dos disertaciones por el temor a escraches. Rosenkrantz, que es un jurista sin experiencia política, se mantuvo en sus trece. “No cambiaría ni una coma por la presión política y mediática”, confirmó.
Carrió salió otra vez en auxilio del Gobierno. Será ella la que presentará en Diputados un proyecto para que los militares condenados por delitos de lesa humanidad puedan cumplir prisión domiciliaria a partir de los 75 años. “El derecho humanitario debe ser respetado por la democracia”, señaló. Carrió tiene autoridad moral para hacerlo. Ella escribió como constituyente la inclusión de los tratados internacionales de derechos humanos en la Constitución y fue la voz que defendió en la Cámara de Diputados la derogación de las leyes de obediencia debida y de punto final. Se entusiasmó cuando escuchó a Carlos Kunkel, que participó del grupo guerrillero Montoneros, exclamar en el recinto de los Diputados: “Enfrentar a la fuerza con la fuerza fue un error”. Fueron las primeras palabras de tibia autocrítica.
Para que el país deje de habitar en el pasado son necesarios la verdad y el pedido de perdón. Ni militares ni guerrilleros mostraron nunca gestos de remordimiento. Aunque la responsabilidad del Estado es siempre mayor cuando se violan derechos humanos, la culpa de los grupos insurgentes en aquella ordalía de sangre no puede seguir sumergida bajo un relato de supuesta heroicidad. Definitivamente, no fueron héroes ni mártires. Es cierto, por otro lado, que lo que Norma Morandini llama el “insoportable patrullaje ideológico” impide el debate para llegar a la verdad. Ese “patrullaje” llegó a descalificar a Graciela Fernández Meijide, madre de un desaparecido y luchadora infatigable por los derechos humanos. Fernández Meijide había dicho sólo una frase con sentido común: “Nos guste o no, es un fallo de la Corte Suprema y hay que respetarlo”. En efecto, la Corte no tiene la culpa. Es el pasado irresuelto el que interpela a la dirigencia argentina y a los viejos protagonistas de la entera tragedia.

http://www.lanacion.com.ar/2023590-una-oportunidad-perdida-para-el-gobierno

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CARTA A JOAQUÍN MORALES SOLÁ

LOS CÓMPLICES
Mis respeto por su excelente escrito. Pero mientras este y otros cientos se confeccionan y leen, transcurre el tiempo, el que me están robando ilegalmente a mí, a mi familia y muchos otros. En lo personal la ideología, la política y las ambiciones funcionales personales y el país todo, me importan absolutamente nada. Sabe por qué? Porque me “engarronaron”* Verdaderos delincuentes del poder judicial con la indiferencia y el silencio cómplice, de funcionarios de otros poderes, políticos, miembros de la iglesia y de ustedes los periodistas, se han dedicado a fraguar pruebas, para producir detenciones ilegales. Al mismo tiempo, a dejar verdaderos responsables de delitos, no sé si bien llamados de lesa humanidad, en libertad. Todo esto produce una impotencia extrema. Las maniobras realizadas y los delitos cometidos para imputar gente, son burdos y en muchos casos están a la vista. Eso si, no a la de todos, ya que como República estamos llenos de ciegos, sordos y mudos, instalados en cómodos despachos oficiales, cuyas mentiras están amparadas por ustedes los periodistas. No sigo escribiendo, realmente es perder el tiempo. De cualquier  forma  el concepto de la realidad que oculta este “gobierno democrático para algunos”, está expresado en estas breves líneas.

Lo que nunca podré exponer ni mínimamente, es la repulsión que siento ante tanta ilegalidad e hipocresía generalizada de tanto cobarde que circula en inmerecida  libertad, por el territorio que se llama Argentina.

 

“Nadie se convierte en cómplice de un crimen si no tiene un interés personal”.
Donato Carrisi (1973-     )

 

Cordialmente
Claudio Kussman
Mayo 14, 2017
*”engarronar” – hacer comer un garrón, culpar un inocente – jerga policial

 

 


Claudio Kussman

claudio@PrisioneroEnArgentina.com

www.PrisioneroEnArgentina.com

@PrisioneroA

Mayo 14, 2017


 

 

 

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