EL VERGONZOSO FRACASO ARGENTINO

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CAMBIAMOS O DESAPARECEMOS

Por FRANCISCO BÉNARD

Es lamentable decir que un país con tantas riquezas naturales no le ofrezca a la juventud mayores posibilidades para su progreso individual y colectivo. ¿Adónde hay que buscar los motivos reales que me llevan a pensar de este modo? El comportamiento “colectivo” deja mucho que desear porque se acepta la corrupción como algo casi normal, la ética es una palabra que no existe en el diccionario argentino y el respeto al ejemplo de los próceres como Belgrano y San Martin ha sido prácticamente olvidados por los argentinos. La vigencia plena de estos valores en la sociedad, en el pasado convirtió a nuestro país en la sexta potencia mundial. Hoy la Argentina es un país decadente y no priman en la sociedad los valores de la “Patria” sino los valores de “Cada Partido Político” porque no termina de entender la sociedad toda que debe primar ante todo un Proyecto Común de Patria. No son los intereses partidarios sino los intereses de la Nación en sí misma. La corrupción no es un problema del partido gobernante sino de todos los partidos políticos y de todos los argentinos sin distinciones partidarias. Argentina sigue dividida, sangra por todos lados y llora por la falta de amor que hay de parte de la gran mayoría de nuestros conciudadanos. Solo un gran acuerdo nacional nos salvará en el futuro de estos continuos fracasos. El objetivo del partido político que alcance el poder será lograr un acuerdo nacional en cuestiones mínimas y comunes que hagan a los intereses de todos los argentinos. Todos los partidos han fracasado en bajar los niveles de pobreza inaceptables en un país como la Argentina, terminar con el permanente despilfarro del ahorro público y terminar con la falta de ética publica. Un gobernante que tenga empresas jamás puede hacer negocios con empresas que debe controlar. Salir del fracaso exige poner a la Argentina en un estado de compromiso total, general y colectivo de valores éticos y morales que nos convierta en “honorables y respetados” para todos los argentinos y para todos los países del mundo.

 

Dr. Francisco Benard

Abogado y Periodista

 


PrisioneroEnArgentina.com

Septiembre 22, 2019


 

MAURICIO MACRI Y EL VOTO DE LOS UNIFORMADOS

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HORAS DECISIVAS PARA ARGENTINA

Por Francisco Bénard

Mauricio Macri ha dado gestos “simpáticos” para congraciarse con las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Seguridad actuales. En estas últimas hay algunos que son verdaderos “traidores” a sus antepasados militares porque permanecen en “silencio” a los padecimientos de muchos presos políticos “inocentes” que han pasado y pasan años en prisión acusados de haber cometido delitos de lesa humanidad sin que se haya logrado probar la supuesta culpabilidad. En muchos casos hay quienes mueren siendo inocentes. Me pregunto ¿quién les paga el tiempo perdido y el gran sufrimiento de esas personas y de sus familiares? No me estoy refiriendo a aquellos que han cometido delitos de lesa humanidad, probados en juicio con “sentencia firme”, en estos casos deben asumir su responsabilidad por haberse excedido en sus acciones militares y haber abusado de su poder. Hace ya un tiempo largo me encontré frente al Ministerio de Defensa con un General y un Coronel luciendo como es de imaginar “orgullosos sus uniformes de soldados”. ¿Se me ocurrió decirles acaso ustedes no saben que hoy transitan las calles vistiendo el uniforme militar porque en la década de los setenta quienes pertenecían a las Fuerzas Armadas y de Seguridad defendieron la Patria Argentina para que el comunismo no se instalara en Argentina? El silencio fue total y estábamos en un sitio privado. Ni siquiera abrieron la boca¡¡¡¡ Se callaron como unos cobardes!!!!! El Presidente Macri no puede no conocer la historia argentina “objetiva”, su Política de Derechos Humanos es sencillamente “equivocada” y digo esto para no ser más crítico con su persona. Mantiene en el cargo a un Secretario de Derechos Humanos el Dr. Avruj que recién el año pasado descubrió que los montoneros habían atentado contra la democracia cuando atacaron un Regimiento en Formosa. ¿Es algo increíble? Es algo insólito y tardío. Los montoneros atentaron con la democracia en plena democracia. Lean las actas de sesiones de las Cámaras de Diputados y Senadores de los meses de noviembre y de diciembre del año 1975. Al hijo del Senador Justicialista García lo asesinaron los montoneros en plena calle de cuarenta balazos. Así fue Sr. Avruj usted que poco y nada conoce de historia, podría seguir mencionándole los casos de Larrabure y Cristinita Viola y paro porque tendría hojas y hojas para escribir.

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Mauricio Macri después de las PASO
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Claudio Bernardo Avruj
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Pasillo Central Unidad Penitenciaria 31, Ezeiza
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Es bueno que el Presidente Macri sepa que las Fuerzas Armadas salvaron – a veces cometiendo excesos por cierto condenables- otras veces lo hicieron en forma legal en enfrentamientos armados con “fuerzas terroristas que hasta usaban uniforme militar como ocurrió en las montañas tucumanas. No defiendo ni defendería jamás a un “militar que se excedió en el uso de sus armas o secuestro niños” pero ya llego la hora de que el Presidente se defina en estos dos meses que va a pasar con aquellos que están presos desde hace muchos años sin que se prueba que fueron criminales y no tengan sentencia firme. El General Belgrano decía que la “vida no tiene sentido si se pierde la libertad” y es eso lo que les pasa a los presos políticos. Llego la hora de que el Presidente se defina al respecto si quiere que lo votemos a él en octubre. No podemos permitir que sigan muriendo “inocentes en las cárceles comunes” luego de años de cárcel. Debe ser espantoso y triste estar preso siendo inocente. El Presidente Macri no solo debería pensar en las Fuerzas Armadas y de Seguridad de hoy sino en aquellos de sus integrantes que están presos sin “condena firme” siguen siendo inocentes y parte del Ejército Argentino, de la Policía y de las Fuerzas de Seguridad.  Será una buena forma de conseguir el voto de toda la familia militar. En lo personal yo espero que haga un anuncio al respecto porque la situación de esos presos no condenados es “inconstitucional”.  ¿Presos por años sin condena firme violando las normas procesales constitucionales?

Dr. Francisco Bénard

Abogado, Periodista, Escritor y Poeta

franciscoambenard@hotmail.com

“La Prensa Independiente es la garantía de la República”

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 17, 2019


 

Día de la Bandera

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Si bien la enseña patria fue creada el 27 de febrero de 1812, la fecha de su conmemoración coincide con la del fallecimiento de Manuel Belgrano.

El 20 de junio de 1820 murió Manuel Belgrano, creador de la enseña nacional, en cuyo honor se instauró como Día de la Bandera.

La historia de cómo se llegó a esa fecha es poco conocida. El 1 de mayo de 1936 dos grupos de ciudadanos extranjeros chocaron en el centro porteño en medio de una disputa política en vísperas de la Guerra Civil española. Ambos bandos portaban la Bandera Nacional.

Diez hombres de la época pensaron la insignia fue utilizada en “un conflicto ajeno a la soberanía nacional” por lo cual propusieron un acto de desagravio. Estos fueron: Luis Agote Robertson (hijo del doctor Luis Agote), Gervasio y Daniel Videla Dorna, Raúl y Alfredo Etcheverry, Ricardo Alberti (el dueño de casa), Luis María Ferraro, Ramón Oscar Castilla, Carlos Rojas Torres y Jorge Seré.

El grupo de porteños convocó a una manifestación en Ecuador 1250 (entre Charcas y Masilla, en la Ciudad de Buenos Aires) y portaron una bandera nacional de 15 metros de largo, que luego donaron a la Municipalidad de Buenos Aires. El Intendente, Mariano de Vedia y Mitre, dispuso izarla en la Plaza de la República (junto al recién terminado Obelisco) el siguiente 20 de junio, en memoria del fallecimiento del General Manuel Belgrano. Al siguiente año, se repitió el homenaje en la Plaza de Mayo.

Luego de dos años de intenso debate, el 9 de junio de 1938 fue sancionado por ley (12.361) el feriado hoy conocido como Día de la Bandera. En 1996, el presidente Carlos Menem firmó un decreto trasladando el feriado al tercer lunes de junio para favorecer al turismo.

En 2017, el Poder Ejecutivo Nacional firmó un decreto que lo convirtió en inamovible.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 20, 2019


 

La Revolución de Mayo

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La Revolución de mayo fue una serie de eventos de una semana de duración que tuvieron lugar del 18 al 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires, capital del Virreinato del Río de la Plata. Esta colonia española incluía aproximadamente los territorios de la Argentina actual, Bolivia, Paraguay, Uruguay y partes de Brasil. El resultado fue la destitución del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y el establecimiento de un gobierno local, la Primera Junta, el 25 de mayo. Fue la primera revolución exitosa en el proceso de independencia de América del Sur.
La revolución de mayo fue una reacción directa a la guerra peninsular de España. En 1808, el rey Fernando VII de España abdicó a favor de Napoleón, quien le concedió el trono a su hermano, José Bonaparte. Una Junta Central Suprema lideró la resistencia al gobierno de José y a la ocupación francesa de España, pero finalmente sufrió una serie de reveses que resultaron en la pérdida española de la mitad norte del país. El 1 de febrero de 1810, las tropas francesas tomaron Sevilla y tomaron el control de la mayor parte de Andalucía. La Junta Suprema se retiró a Cádiz y se disolvió, y el Consejo de Regencia de España y las Indias lo reemplazó. La noticia de estos eventos llegó a Buenos Aires el 18 de mayo, traída por barcos británicos.
El virrey Cisneros intentó mantener el statu quo político, pero un grupo de abogados criollos y oficiales militares organizaron un cabildo abierto (una reunión especial de notables de la ciudad) el 22 de mayo para decidir el futuro del virreinato. Los delegados negaron el reconocimiento al Consejo de Regencia en España y establecieron una junta para gobernar en lugar de Cisneros, ya que el gobierno que lo había nombrado virrey no existía. Para mantener un sentido de continuidad, Cisneros fue nombrado inicialmente presidente de la Junta. Sin embargo, esto causó mucha agitación popular, por lo que renunció bajo presión el 25 de mayo. El gobierno recién formado, la Primera Junta, incluyó solo a representantes de Buenos Aires e invitó a otras ciudades del Virreinato a enviar delegados para unirse a ellos. Esto dio lugar al estallido de la guerra entre las regiones que aceptaron el resultado de los acontecimientos en Buenos Aires y las que no lo hicieron.
La Revolución de mayo comenzó la Guerra de Independencia argentina, aunque en ese momento no se emitió ninguna declaración formal de independencia y la Primera Junta continuó gobernando en nombre del rey depuesto, Fernando VII. Como eventos similares ocurrieron en muchas otras ciudades del continente, la Revolución de mayo también se considera uno de los primeros eventos de las guerras de independencia hispanoamericanas. Los historiadores de hoy debaten si los revolucionarios fueron verdaderamente leales a la corona española o si la declaración de fidelidad al rey fue un truco necesario para ocultar el verdadero objetivo, lograr la independencia, de una población que aún no estaba lista para aceptar un cambio tan radical. Finalmente, se emitió una declaración formal de independencia en el Congreso de Tucumán el 9 de julio de 1816.
La declaración de independencia de los Estados Unidos de Gran Bretaña en 1776 llevó a los criollos (pueblos españoles nacidos en las Américas) a creer que la revolución y la independencia de España eran factibles. Entre 1775 y 1783, los patriotas estadounidenses de las Trece Colonias libraron la Guerra Revolucionaria Americana contra los leales locales y el Reino de Gran Bretaña, estableciendo un gobierno popular en lugar de la monarquía británica. El hecho de que España ayudara a las colonias en su lucha contra Gran Bretaña debilitó la idea de que sería un crimen acabar con la lealtad de uno hacia el estado matriz. 
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Saavedra

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Belgrano

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Los ideales de la Revolución francesa de 1789 también se extendieron por Europa y América. El derrocamiento y la ejecución del rey Luis XVI y la reina María Antonieta terminaron siglos de monarquía y eliminaron los privilegios de la nobleza, no sin un horrible baño de sangre. Los ideales liberales en los campos político y económico se desarrollaron y se extendieron a través de las revoluciones del Atlántico en la mayor parte del mundo occidental. El concepto del derecho divino de los reyes fue cuestionado por la Declaración francesa de los derechos del hombre y del ciudadano, por la frase citada a menudo de que “todos los hombres son creados iguales” en la Declaración de Independencia de los Estados Unidos e incluso por los españoles. 
Sin embargo, la difusión de tales ideas estaba prohibida en los territorios españoles, al igual que la venta de libros relacionados o su posesión no autorizada. España instituyó esas prohibiciones cuando declaró la guerra a Francia después de la ejecución de Luis XVI y las retuvo después del tratado de paz de 1796. Las noticias de los acontecimientos de 1789 y las copias de las publicaciones de la Revolución Francesa se difundieron por España a pesar de los esfuerzos por mantenerlos fuera del ojo del público. Muchos criollos ilustrados entraron en contacto con autores liberales y sus obras durante sus estudios universitarios, ya sea en Europa o en la Universidad de Chuquisaca (Sucre moderno). Los libros de los Estados Unidos llegaron a las colonias españolas a través de Caracas, debido a la proximidad de Venezuela con los Estados Unidos y las Indias Occidentales.
España prohibió a sus colonias americanas comerciar con otras naciones o colonias extranjeras, y se impuso como el único comprador y vendedor para su comercio internacional. Esta situación dañó al virreinato, ya que la economía de España no era lo suficientemente poderosa como para producir la enorme oferta de bienes que necesitarían las numerosas colonias. Esto causó recortes económicos y recesión. Las rutas comerciales españolas favorecieron a los puertos de México y Lima, en detrimento de Buenos Aires. Como resultado, Buenos Aires contrabandeaba aquellos productos que no podían obtenerse legítimamente. Ah, esa bendita aduana! La mayoría de las autoridades locales permitieron este contrabando como un mal menor, a pesar de que era ilegal, y en ocasiones igualó en volumen el comercio legal con España. Surgieron dos facciones antagónicas: los terratenientes querían el libre comercio para poder vender sus productos en el extranjero, mientras que los comerciantes, que se beneficiaban de los altos precios de las importaciones de contrabando, se oponían al libre comercio porque los precios bajaban. Especulaciones que continúan hasta nuestros días.
La monarquía española nombró a sus propios candidatos para la mayoría de los cargos políticos en el virreinato, por lo general favoreciendo a los españoles de Europa. En la mayoría de los casos, los nombrados tenían poco conocimiento o interés en asuntos locales. En consecuencia, hubo una creciente rivalidad entre criollos y peninsulares (los nacidos en España). La mayoría de los criollos pensaron que los peninsulares tenían ventajas inmerecidas y recibían un trato preferencial en la política y la sociedad. El clero inferior tenía un sentimiento similar acerca de los escalones más altos de la jerarquía religiosa. Los eventos se desarrollaron a un ritmo más lento que en el movimiento de independencia de los Estados Unidos. Esto se debió en parte a que el clero controlaba todo el sistema educativo en la América española, lo que llevó a la población a tener las mismas ideas conservadoras y seguir las mismas costumbres que en España.
Buenos Aires y Montevideo resistieron con éxito dos invasiones británicas. En 1806, un pequeño ejército británico dirigido por William Carr Beresford tomó Buenos Aires por un breve tiempo; un ejército de Montevideo liderado por Santiago de Liniers liberó la ciudad. Al año siguiente, un ejército más grande se apoderó de Montevideo, pero fue abrumado por las fuerzas de Buenos Aires; los invasores capitularon y devolvieron a Montevideo al virreinato. No hubo ayuda de España durante ninguna de las dos invasiones. Liniers organizó milicias criollas durante los preparativos para la segunda invasión, a pesar de la prohibición contra ellos. El regimiento de Patricios, dirigido por Cornelio Saavedra, fue el mayor ejército criollo. Estos eventos dieron a los criollos el poder militar y la influencia política que no tenían antes y, como la victoria se logró sin la ayuda de España, aumentó la confianza de los criollos en sus capacidades independientes.
La familia real portuguesa abandonó Europa y se estableció en el Brasil colonial de 1808, después de escapar de la invasión napoleónica de Portugal. Carlota Joaquina, hermana de Fernando VII, era la esposa del príncipe regente portugués, pero tenía sus propios proyectos políticos. Como evitó la captura posterior de la familia real española, intentó hacerse cargo del virreinato como regente. Este proyecto político, conocido como carlotismo, buscó prevenir una invasión francesa a las Américas. Una pequeña sociedad secreta de criollos, compuesta por políticos como Manuel Belgrano y Juan José Castelli, y líderes militares como Antonio Beruti e Hipólito Vieytes, apoyaron este proyecto. Consideraron que era una oportunidad de obtener un gobierno local en lugar de uno europeo, o un paso hacia una posible declaración de independencia. El proyecto fue resistido por el virrey Liniers, la mayoría de los peninsulares y algunos criollos, entre ellos Cornelio Saavedra y los abogados Mariano Moreno y Juan José Paso. Sospecharon que ocultaba las ambiciones expansionistas portuguesas sobre la región. Los partidarios de Carlota Joaquina tenían la intención de encabezar una monarquía constitucional, mientras que ella quería gobernar una monarquía absoluta; estos objetivos en conflicto socavaron el proyecto y llevaron a su fracaso. Gran Bretaña, que tuvo una fuerte influencia en la política del Imperio portugués, también se opuso al proyecto: no querían que España se dividiera en varios reinos, y consideraron que Carlota Joaquina no podía evitarlo.
Después de la invasión británica de 1806, Santiago de Liniers reconquistó con éxito Buenos Aires. La población no permitió que Rafael de Sobremonte continuara como virrey. Había escapado a Córdoba con la tesorería pública mientras la batalla aún estaba en curso. Una ley promulgada en 1778 requería que la tesorería fuera trasladada a un lugar seguro en el caso de un ataque extranjero, pero Sobremonte todavía era visto como un cobarde por la población. La Real Audiencia de Buenos Aires no permitió su regreso a Buenos Aires y eligió a Liniers, aclamado como héroe popular, como virrey interino. Esta fue una acción sin precedentes, la primera vez que un virrey español fue depuesto por instituciones gubernamentales locales, y no por el mismo Rey de España. El rey Carlos IV ratificó la designación en un momento posterior. Liniers armó a toda la población de Buenos Aires, incluidos criollos y esclavos, y derrotó un segundo intento de invasión británica en 1807.
La administración de Liniers fue popular entre los criollos, pero no entre los peninsulares como el comerciante Martín de Álzaga y el gobernador de Montevideo, Francisco Javier de Elío. Ellos pidieron a las autoridades españolas nombrar un nuevo virrey. A raíz del estallido de la Guerra Peninsular, De Elío creó la Junta de Montevideo, que examinaría todas las órdenes de Buenos Aires y se reservaría el derecho de ignorarlas, pero no negó abiertamente la autoridad del Virrey ni declaró a Montevideo independiente. 
Martín de Álzaga comenzó un motín para eliminar a Liniers. El 1 de enero de 1809, un cabildo abierto (como se mencionara, una reunión extraordinaria de vecinos, gente prominente de la ciudad) presidida por Álzaga exigió la renuncia de Liniers y el nombramiento de una junta local. La milicia española y un grupo de personas convocadas por la reunión se reunieron para apoyar la rebelión. Un pequeño número de criollos, especialmente Mariano Moreno, apoyó el motín, pero la mayoría de ellos no lo hicieron. Sintieron que Álzaga quería remover al Virrey para evitar su autoridad política mientras mantenía las diferencias sociales entre criollos y peninsulares sin cambios. El motín fue rápidamente derrotado cuando las milicias criollas lideradas por Cornelio Saavedra rodearon la plaza y dispersaron a los insurgentes. Como resultado del fallido motín, las milicias rebeldes fueron desarmadas. Esto incluyó todas las milicias peninsulares, y como resultado aumentó el poder de los criollos. Los líderes de la trama, con la excepción de Moreno, fueron exiliados a Carmen de Patagones pero Javier de Elío los liberó y les dio asilo político en Montevideo.
La Junta Central Suprema reemplazó a Liniers con el oficial naval Baltasar Hidalgo de Cisneros, un veterano de la Batalla de Trafalgar, para poner fin a la agitación política en el Río de la Plata. Llegó a Montevideo en junio de 1809 para la entrega de mando. Manuel Belgrano propuso que Liniers debería resistirse alegando que había sido confirmado como virrey por un rey de España, mientras que Cisneros carecía de tal legitimidad. Las milicias criollas compartieron la propuesta de Belgrano, pero Liniers entregó el gobierno a Cisneros sin resistencia. Javier de Elío aceptó la autoridad del nuevo Virrey y disolvió la Junta de Montevideo. Cisneros rearmó las milicias peninsulares disueltas y perdonó a los responsables del motín. Álzaga no fue liberado, pero su sentencia fue conmutada por arresto domiciliario.
Hubo preocupación sobre los eventos en España y sobre la legitimidad de los gobernadores locales en el Alto Perú también. El 25 de mayo de 1809, la Revolución de Chuquisaca depuso a Ramón García de León y Pizarro como Gobernador de Chuquisaca y lo reemplazó con Juan Antonio Alvarez de Arenales. El 16 de julio, la revolución de La Paz, dirigida por el Coronel Pedro Domingo Murillo, depuso al Gobernador de La Paz y eligió una nueva junta. Una rápida reacción de las autoridades españolas derrotó esas rebeliones. Un ejército de 1.000 hombres enviados desde Buenos Aires no encontró resistencia en Chuquisaca, tomó el control de la ciudad y derrocó a la Junta. Murillo intentó defender la paz, pero sus 800 milicianos fueron completamente superados en número por los más de 5,000 soldados enviados desde Lima. Él y los otros líderes fueron decapitados más tarde, y sus cabezas fueron exhibidas como un elemento disuasivo. Estas medidas contrastaron marcadamente con el perdón que Martín de Álzaga y otros habían recibido luego de un corto tiempo en prisión, y el resentimiento de los criollos contra los peninsulares se profundizó. Juan José Castelli estuvo presente en las deliberaciones de la Universidad de Chuquisaca, donde Bernardo Monteagudo desarrolló el Silogismo de Chuquisaca, una explicación legal para justificar el autogobierno. Esto influyódurante la “Semana de mayo”. 
El 25 de noviembre de 1809, Cisneros creó el Tribunal de Vigilancia Política para perseguir a los afrancesados ​​(partidarios de Joseph “José” Bonaparte) y a los independentistas. Sin embargo, rechazó la propuesta del economista José María Romero de desterrar a varias personas consideradas peligrosas para el régimen español, como Saavedra, Paso, Vieytes, Castelli y Moreno, entre otras. Romero advirtió a Cisneros contra la difusión de noticias que podrían considerarse subversivas. Los Criollos sintieron que pronto cualquier pretexto sería suficiente para llevar al estallido de la revolución. En abril de 1810, Cornelio Saavedra aconsejó a sus amigos: “aún no es hora, que los higos maduren y luego los comemos”. Quiso decir que no apoyaría acciones apresuradas contra el Virrey, sino que lo haría en un momento estratégicamente favorable, como cuando las fuerzas de Napoleón obtuvieron una ventaja decisiva en su guerra contra España.
La Semana de mayo fue el período de tiempo en Buenos Aires que comenzó con la confirmación de la caída de la Junta Central Suprema y terminó con el despido de Cisneros y el establecimiento de la Primera Junta.
El 14 de mayo de 1810, la goleta de guerra británica HMS Mistletoe llegó a Buenos Aires con periódicos europeos que informaron sobre la disolución de la Junta Central Suprema el enero anterior. La ciudad de Sevilla había sido invadida por ejércitos franceses, que ya dominaban la mayor parte de la Península Ibérica. Los periódicos informaron que algunos de los antiguos miembros de la Junta se habían refugiado en la Isla de León en Cádiz. Esto se confirmó en Buenos Aires el 17 de mayo, cuando la fragata británica HMS John Paris llegó a Montevideo; los periódicos más recientes informaron que miembros de la Junta Central Suprema habían sido destituidos. El Consejo de Regencia de Cádiz no fue visto como un sucesor de la resistencia española, sino como un intento de restaurar el absolutismo en España. La Junta Central Suprema fue vista como simpatizante de las nuevas ideas. Los patriotas sudamericanos temían tanto una victoria francesa completa en la península como una restauración absolutista. Cisneros vigiló los buques de guerra británicos y se apoderó de sus periódicos para ocultar la noticia, pero un periódico llegó a manos de Belgrano y Castelli. Difundieron la noticia entre otros patriotas y desafiaron la legitimidad del Virrey, que había sido nombrado por la junta caída. Cuando Cornelio Saavedra, jefe del regimiento de Patricios, fue informado de esta noticia, decidió que finalmente era el momento ideal para tomar medidas contra Cisneros. Los higos habían madurado. Martín Rodríguez propuso derrocar al virrey por la fuerza, pero Castelli y Saavedra rechazaron esta idea y propusieron convocar un cabildo abierto.
Aunque el virrey Cisneros intentó ocultar la noticia de la derrota española, el rumor ya se había extendido por todo Buenos Aires. La mayor parte de la población estaba inquieta; hubo una alta actividad en los cuarteles y en la Plaza, y la mayoría de las tiendas estaban cerradas. El “Café de Catalanes” y la “Fonda de las Naciones”, frecuentes lugares de reunión criollos, se convirtieron en lugares de debate político y proclamaciones radicales; Francisco José Planes gritó que Cisneros debería ser ahorcado en la Plaza como retribución por la ejecución de los líderes de la desafortunada revolución de La Paz. Las personas que simpatizaban con el gobierno absolutista fueron acosadas, pero las peleas tuvieron poca importancia porque a nadie se le permitió sacar mosquetes o espadas del cuartel.
El Virrey, tratando de calmar a los criollos, dio su propia versión de los acontecimientos en una proclamación. Pidió lealtad al rey Fernando VII, pero el malestar popular continuó intensificándose. Estaba al tanto de las noticias, pero solo dijo que la situación en la Península Ibérica era delicada; No confirmó la caída de la Junta. Su propuesta fue crear un órgano de gobierno que gobernaría en nombre de Fernando VII, junto con el virrey de Perú, José Fernando de Abascal y Sousa, el gobernador de Potosí, Francisco de Paula Sanz y el presidente de la Real Audiencia de Charcas Vicente Nieto. 
No engañados por el comunicado del Virrey, algunos criollos se reunieron en las casas de Nicolás Rodríguez Peña y Martín Rodríguez. Durante estas reuniones secretas, nombraron una comisión representativa compuesta por Juan José Castelli y Martín Rodríguez para solicitar que Cisneros convocara un cabildo abierto para decidir el futuro del Virreinato. 
Durante la noche del 19 de mayo hubo más discusiones en la casa de Rodríguez Peña. Saavedra, convocado por Viamonte, se unió a la reunión, en la que participaron líderes militares y civiles. Acordaron que Belgrano y Saavedra se reunirían con Juan José de Lezica, el alcalde superior (magistrado municipal), mientras que Castelli se reuniría con el procurador Julián de Leiva, para pedirles su apoyo. Le pidieron al virrey que permitiera un cabildo abierto, y dijeron que si no se otorgaba libremente a la gente y las tropas criollas marchaban a la Plaza, obligaban al virrey a renunciar por cualquier medio necesario y lo reemplazaban con un gobierno patriota. Saavedra le comentó a Lezica que era sospechoso de traición debido a sus constantes -excesivas- solicitudes de pasos prudentes y medidos. Este comentario fue diseñado para presionar a Lezica para que acelere el sistema legal y permita que las personas se expresen, o de lo contrario se arriesgue a una gran rebelión. Lezica pidió paciencia y tiempo para persuadir al virrey y dejar una manifestación masiva como último recurso. Argumentó que si el Virrey fuera depuesto de esa manera, constituiría una rebelión, lo que convertiría a los revolucionarios en forajidos. Manuel Belgrano dio el siguiente lunes como fecha límite para confirmar el cabildo abierto antes de tomar acción directa. Leiva actuaría más tarde como mediador, siendo a la vez confidente de Cisneros y negociador confiable para los revolucionarios más moderados.
Lezica informó a Cisneros de la solicitud de un cabildo abierto y el Virrey consultó a Leiva, quien habló a favor de ello. El Virrey convocó a los comandantes militares para que acudieran al fuerte a las 7 pm. para exigir apoyo militar. Hubo rumores de que podría ser una trampa para capturarlos y tomar el control de los cuarteles. Para evitar esto, tomaron el mando de los granaderos que custodiaban el Fuerte y se apoderaron de las llaves de todas las entradas al reunirse con el Virrey. El coronel Cornelio Saavedra, jefe del Regimiento de Patricios, respondió en nombre de todos los regimientos criollos. Comparó la situación internacional actual con la que prevalecía en el momento del motín de Álzaga más de un año antes, señaló que España estaba ahora casi enteramente bajo control napoleónico y que las provincias españolas invictas eran muy pequeñas en comparación con las Américas. Rechazó el reclamo de soberanía de Cádiz sobre las Américas, y concluyó que los ejércitos locales querían cuidarse a sí mismos, en lugar de seguir el destino de España. Finalmente, señaló que la Junta Central Suprema que nombró a Cisneros como Virrey ya no existía, por lo que rechazó la legitimidad de Cisneros como Virrey y le negó la protección de las tropas bajo su mando. 
Castelli y Martín Rodríguez se llegaron hasta el Fuerte para una entrevista con Cisneros. Juan Florencio Terrada, comandante de los Granaderos de Infantería, se unió a ellos porque sus cuarteles estaban ubicados debajo de la ventana de Cisneros, y su presencia no permitiría que el Virrey solicitara ayuda militar para tomar prisioneros a Castelli y Martín Rodríguez. Los guardias los dejaron pasar sin avisar, y encontraron a Cisneros jugando a las cartas con el brigadier Quintana, el fiscal Caspe y su ayudante Coicolea. Castelli y Rodríguez exigieron una vez más la convocación de un cabildo abierto, y Cisneros reaccionó con enojo, considerando su petición como indignación. Rodríguez lo interrumpió y lo obligó a dar una respuesta definitiva. Después de una breve conversación privada con Caspe, Cisneros dio su consentimiento a regañadientes. 
Esa noche, muchos de los revolucionarios asistieron a una producción teatral sobre el tema de la tiranía, llamada Roma Salvada. El actor principal fue Morante, interpretando a Cicerón. El jefe de policía le pidió a Morante que fingiera estar enfermo y no aparecer, para que la obra pudiera ser reemplazada por Misantropía y Arrepentimiento escrita por el novelista y dramaturgo alemán August von Kotzebue. Los rumores de censura policial se difundieron rápidamente; Morante ignoró la solicitud y realizó la jugada como estaba previsto. En el cuarto acto, Morante pronunció un discurso patriótico sobre la amenaza de la Galia en Roma (los galos son antepasados ​​de los franceses) y la necesidad de un liderazgo fuerte para resistir el peligro. Esta escena levantó el ánimo de los revolucionarios y provocó un frenético aplauso. Juan José Paso se puso de pie y clamó por la libertad de Buenos Aires.
Después de la obra, los revolucionarios regresaron a la casa de Peña conociendo allí el resultado de la reunión con Cisneros, pero no estaban seguros de si Cisneros tenía la intención de cumplir su palabra. Organizaron una manifestación para el día siguiente para garantizar que el cabildo abierto se llevara a cabo como se decidió.
A las 3 pm, el Cabildo comenzó su trabajo rutinario, pero fue interrumpido por 600 hombres armados llamados Legión Infernal, que ocuparon la Plaza de la Victoria y exigieron en voz alta la convocación de un cabildo abierto y la renuncia del Viceroy Cisneros. Llevaban un retrato de Fernando VII y las solapas de sus chaquetas llevaban una cinta blanca que simbolizaba la unidad criolla-española. Domingo French, el cartero de la ciudad, y Antonio Beruti, un empleado de la tesorería, encabezaron a los manifestantes. Se rumoreaba que Cisneros había sido asesinado y que Saavedra tomaría el control del gobierno. Saavedra estaba en el cuartel en ese momento, preocupado por la manifestación. Pensó que la violencia debería detenerse y que se deberían prevenir medidas radicales como el asesinato de Cisneros, pero también pensó que las tropas se amotinarían si se suprimían las manifestaciones. La gente en la Plaza no creía que Cisneros permitiría el cabildo abierto al día siguiente. Leiva dejó el Cabildo, y Belgrano, quien representaba a la multitud, solicitó un compromiso definitivo. Leiva explicó que todo saldría como estaba previsto, pero el Cabildo necesitaba tiempo para prepararse. Pidió a Belgrano que ayudara al Cabildo con el trabajo, ya que su intervención sería vista por la multitud como una garantía de que sus demandas no serían ignoradas. La multitud abandonó la sala principal pero se quedó en la Plaza. Belgrano protestó por la lista de invitados, que consistía de los ciudadanos más ricos, y pensó que si los pobres se quedaban fuera, habría más disturbios. Los miembros del Cabildo trataron de convencerlo de que brindara su apoyo, pero se fue.
La partida de Belgrano enfureció a la multitud, ya que no explicó lo que había sucedido, y la gente temía una traición. Las demandas de renuncia inmediata de Cisneros reemplazaron a las de un cabildo abierto. La gente finalmente se asentó y se dispersó cuando Saavedra intervino para decir que las afirmaciones de la Legión Infernal eran apoyadas por los militares.
Las invitaciones se distribuyeron entre 450 ciudadanos y funcionarios destacados de la capital. El Cabildo compiló la lista de invitados e intentó garantizar el resultado, invitando a personas que probablemente apoyarían al Virrey. Los revolucionarios contrarrestaron este movimiento con uno similar, de modo que la mayoría de la gente estaría en contra de Cisneros. El impresor Agustín Donado, apoyando a los revolucionarios, imprimió cerca de 600 invitaciones en lugar de las 450 solicitadas y distribuyó el excedente entre los criollos. Durante la noche, Castelli, Rodríguez, French y Beruti visitaron todos los cuarteles para organizar las tropas y prepararlas para el día siguiente.
De acuerdo con las actas, solo 251 de los 450 invitados invitados asistieron al cabildo abierto. French y Beruti, al mando de 600 hombres armados con cuchillos, escopetas y rifles, controlaban el acceso a la plaza para asegurar que el cabildo abierto tuviera una mayoría de criollos. Todos los religiosos y civiles notables estuvieron presentes, así como los comandantes de las milicias y muchos residentes prominentes. La única ausencia notable fue la de Martín de Álzaga, quien todavía estaba bajo arresto domiciliario.
Un comerciante, José Ignacio Rezábal, asistió al cabildo abierto pero, en una carta al sacerdote Julián S. de Agüero, dijo que tenía algunas dudas compartidas por otras personas cercanas a él. Temía que, sin importar qué partido prevaleciera en el cabildo abierto, se vengaría del otro, ya que el Motín de Álzaga es un precedente reciente. Sintió que el cabildo abierto carecería de legitimidad si se permitiera a muchos criollos participar en él como resultado de la manipulación mencionada anteriormente de la lista de invitados. 
La reunión duró desde la mañana hasta la medianoche, incluida la lectura de la proclamación, el debate y la votación. No hubo ninguna votación secreta; los votos se escucharon uno por uno y se registraron en el acta. Los principales temas del debate fueron la legitimidad del gobierno y la autoridad del virrey. El principio de la retroversión de la soberanía al pueblo establecía que, en ausencia del monarca legítimo, el poder regresaba al pueblo; tenían derecho a formar un nuevo gobierno. Este principio era un lugar común en la escolástica española y en la filosofía racionalista, pero nunca se había aplicado en la jurisprudencia. Su validez dividió la asamblea en dos grupos principales: un grupo la rechazó y argumentó que la situación debería permanecer sin cambios; Este grupo apoyó a Cisneros como Viceroy. El otro grupo apoyó el cambio y consideró que deberían establecer una junta, como las establecidas en España para reemplazar al Virrey. También hubo una tercera posición, tomando el término medio. Los promotores del cambio no reconocieron la autoridad del Consejo de Regencia y argumentaron que las colonias en América no fueron consultadas en su formación. El debate discutió tangencialmente la rivalidad entre criollos y peninsulares; los partidarios del Virrey consideraron que la voluntad de los peninsulares debería prevalecer sobre la de los criollos. 
Uno de los oradores para el primer puesto fue el obispo de Buenos Aires, Benito Lue y Riega, líder de la iglesia local, quien dijo:
No solo no hay razón para deshacerse del Virrey, sino que incluso si no queda parte de España sin someter, los españoles en Estados Unidos deberían recuperarlo y reanudar el control sobre él. América solo debería ser gobernada por los nativos cuando ya no haya un español allí. Si incluso un solo miembro de la Junta Central de Sevilla aterrizara en nuestras costas, deberíamos recibirlo como el Soberano. 
Juan José Castelli fue el principal orador de los revolucionarios. Basó su discurso en dos ideas clave: la legitimidad vencida del gobierno (declaró que la Junta Central Suprema estaba disuelta y no tenía derechos para designar una Regencia) y el principio de la retroversión de la soberanía. Habló después de Riega y respondió que el pueblo estadounidense debería asumir el control de su gobierno hasta que Fernando VII pudiera regresar al trono.
Nadie podría llamar criminal a toda la nación, ni a los individuos que han expresado sus opiniones políticas. Si el derecho de conquista pertenece por derecho al país conquistador, sería justo que España renuncie a resistir a los franceses y se someta a ellos, según los mismos principios por los cuales se espera que los estadounidenses se sometan a los pueblos de Pontevedra. La razón y la regla deben ser iguales para todos. Aquí no hay conquistadores ni conquistados; Aquí sólo hay españoles. Los españoles de España han perdido su tierra. Los españoles de América están intentando salvar los suyos. Que los de España se traten a sí mismos como puedan; No te preocupes, nosotros los españoles americanos sabemos lo que queremos y hacia dónde vamos. Por lo tanto, sugiero que votemos: que reemplacemos al Virrey con una nueva autoridad que estará sujeta al estado matriz si se salva de los franceses, e independiente si España finalmente es subyugada.
Pascual Ruiz Huidobro declaró que, dado que la autoridad que designó a Cisneros había expirado, Cisneros ya no debería tener un lugar en el gobierno. Huidobro sintió que el Cabildo debería estar en el gobierno, ya que era el representante de la gente. Melchor Fernández, Juan León Ferragut y Joaquín Grigera apoyaron su voto, entre otros.
El abogado Manuel Genaro Villota, representante del conservador español, dijo que la ciudad de Buenos Aires no tenía derecho a tomar decisiones unilaterales sobre la legitimidad del virrey o el Consejo de Regencia sin la participación de otras ciudades del virreinato. Argumentó que tal acción rompería la unidad del país y establecería tantas soberanías como ciudades. Su intención era mantener a Cisneros en el poder retrasando cualquier posible acción. Juan José Paso aceptó su primer punto, pero argumentó que la situación en Europa y la posibilidad de que las fuerzas de Napoleón pudieran conquistar las colonias americanas exigían una resolución urgente. Luego expuso el “argumento de la hermana mayor”, razonando que Buenos Aires debería tomar la iniciativa y hacer los cambios que se consideren necesarios y apropiados, con la condición expresa de que las otras ciudades serían invitadas a comentar lo antes posible. El dispositivo retórico de la “hermana mayor”, comparable con negociacioum gestio, hace una analogía entre la relación de Buenos Aires y otras ciudades del virreinato con una relación de hermanos. 
El sacerdote Juan Nepomuceno Solá propuso que el Cabildo recibiera el mando provisional, hasta que se formara una junta de gobierno compuesta por representantes de todas las poblaciones del Virreinato. Manuel Alberti, Miguel de Azcuénaga (quienes serían miembros de la Primera Junta unos días después), Escalada y Argerich (o Aguirre) apoyaron su voto, entre otros. 
Cornelio Saavedra sugirió que el Cabildo debería recibir el comando provisional hasta la formación de una junta de gobierno en la forma que el Cabildo consideraría apropiado. Dijo: “… no habrá duda de que son las personas las que crean autoridad u orden”. En el momento de la votación, la posición de Castelli coincidió con la de Saavedra.
Manuel Belgrano estaba parado cerca de una ventana y, en caso de un problema de desarrollo, daría una señal al prescindir de un paño blanco, sobre el cual las personas reunidas en la Plaza forzaron su camino hacia el Cabildo. Sin embargo, no hubo problemas y este plan de emergencia no se implementó. El historiador Vicente Fidel López reveló que su padre, Vicente López y Planes, quien estuvo presente en el evento, vio que Mariano Moreno estaba preocupado cerca del final a pesar de la mayoría alcanzada. Moreno le dijo a Planes que el Cabildo estaba a punto de traicionarlos.
El debate del 23 de mayo duró todo el día, y los votos se contabilizaron muy tarde esa noche. Después de las presentaciones, la gente votó a favor de la continuación del Virrey, solo o al frente de una junta, o su destitución. Las ideas explicadas se dividieron en un pequeño número de propuestas, designadas con los nombres de sus principales partidarios, y la gente votó por una de esas propuestas. La votación duró mucho tiempo, y el resultado fue despedir al Virrey por una gran mayoría: 155 votos contra 69. 
Manuel José Reyes declaró que no encontró razón para destituir al Virrey, y que sería suficiente nombrar una junta encabezada por Cisneros. Su propuesta tuvo casi 30 votos. Otros 30 votos apoyaron a Cisneros, sin ningún cambio en el sistema político. Un pequeño grupo apoyó la propuesta de Martín José de Choteco, quien también apoyó a Cisneros. 
También hubo muchas propuestas diferentes que involucraron la remoción de Cisneros. Muchos de ellos exigían que las nuevas autoridades fueran elegidas por el Cabildo. Pascual Ruiz Huidobro propuso que el Cabildo debería gobernar mientras tanto y nombrar un nuevo gobierno, pero esta propuesta no hacía referencia a la soberanía popular ni a la creación de una junta. Esta propuesta recibió 35 votos y buscó simplemente reemplazar a Cisneros con Huidobro: Huidobro era el oficial militar de mayor rango y, por lo tanto, el candidato natural según las leyes actuales para reemplazar al virrey en la falta de un nuevo nombramiento de España. Juan Nepomuceno Solá propuso una junta compuesta por delegados de todas las provincias del virreinato, mientras que el Cabildo debería gobernar en el ínterin; Esta propuesta recibió casi 20 votos. Cornelio Saavedra, cuya propuesta mencionada anteriormente era que el Cabildo debería designar una Junta y gobernar en el ínterin, obtuvo el mayor número de votos. Algunas otras propuestas recibieron solo unos pocos votos cada una.
Al amanecer de ese 23 de mayo, el Cabildo informó a la población que el Virrey terminaría su mandato. La máxima autoridad sería transferida temporalmente al Cabildo hasta el nombramiento de una junta de gobierno. Se colocaron avisos en varios puntos de la ciudad, que anunciaron la inminente creación de una junta y la convocatoria de representantes de las provincias. Los avisos también pedían al público que se abstuviera de acciones contrarias a las políticas públicas.
El Cabildo interpretó la decisión del cabildo abierto a su manera. Cuando formó la nueva Junta para gobernar hasta la llegada de representantes de otras ciudades, Leiva dispuso que el ex virrey Cisneros fuera nombrado presidente de la Junta y comandante de las fuerzas armadas. Hay muchas interpretaciones de sus motivos para apartarse de la decisión del cabildo abierto de esta manera y todas se dirigían a su amistad con el virrey. Otros cuatro miembros fueron nombrados a la Junta: los criollos Cornelio Saavedra y Juan José Castelli, y los peninsulares Juan Nepomuceno Solá y José Santos Inchaurregui. 
Leiva escribió un código constitucional para regular las acciones de la Junta. Se estipulaba que la Junta no podía ejercer el poder judicial, que estaba reservado para la Real Audiencia de Buenos Aires; que Cisneros no podría actuar sin el apoyo de los otros miembros de la Junta; que el Cabildo podía despedir a cualquiera que descuidara su deber; que se requeriría el consentimiento del Cabildo para crear nuevos impuestos; que la Junta sancionaría una amnistía general para aquellos que habían emitido opiniones en el cabildo abierto; y que la Junta invitaría a las otras ciudades a enviar delegados. Los comandantes de las fuerzas armadas, incluidos Saavedra y Pedro Andrés García, aceptaron este código. La Junta hizo el juramento de su cargo esa tarde del 24 de mayo.
Estos acontecimientos conmocionaron a los revolucionarios. Sin saber qué hacer a continuación, temían ser castigados, como los revolucionarios de Chuquisaca y La Paz. Moreno abandonó las relaciones con los demás y se encerró en su casa. Hubo una reunión en la casa de Rodríguez Peña. Sentían que el Cabildo no perseguiría tal complot sin la bendición de Saavedra y que Castelli debería renunciar a la Junta. Tagle tuvo una opinión diferente: pensó que Saavedra podría haber aceptado por debilidad o ingenuidad y que Castelli debería permanecer en la Junta para contrarrestar la influencia de los demás en él. Mientras tanto, una multitud encabezada por Domingo French y Antonio Beruti llenó la Plaza. La estabilidad de Cisneros en el poder, aunque en una oficina diferente a Viceroy, fue vista como un insulto a la voluntad del cabildo abierto.El coronel Martín Rodríguez advirtió que, si el ejército comprometía apoyo a un gobierno que mantenía a Cisneros, pronto tendrían que disparar contra la gente y que se rebelarían. Dijo que “todos sin excepción” exigían la remoción de Cisneros. 
Esa noche, Castelli y Saavedra informaron a Cisneros de su renuncia a la recién formada Junta. Explicaron que la población estaba al borde de una revolución violenta y eliminaría a Cisneros por la fuerza si él no renunciaba también. Advirtieron que no tenían el poder para detener eso: ni Castelli para detener a sus amigos, ni Saavedra para evitar que el Regimiento de Patricios se amotinara. Cisneros quería esperar al día siguiente, pero dijeron que no había tiempo para más retrasos, por lo que finalmente aceptó renunciar. Envió una carta de renuncia al Cabildo para su consideración al día siguiente. Chiclana se sintió animado cuando Saavedra renunció y comenzó a solicitar firmas para un manifiesto sobre la voluntad del pueblo. Moreno se negó a involucrarse más, pero Castelli y Peña confiaban en que eventualmente se uniría a ellos si los eventos se desarrollaban como esperaban.
Según la leyenda, en la mañana del 25 de mayo, a pesar del mal tiempo, una multitud se reunió en la Plaza de la Victoria, al igual que la milicia dirigida por Domingo French y Antonio Beruti. Exigieron la destitución de la Junta elegida el día anterior, la renuncia final de Cisneros y el nombramiento de una nueva junta que no lo incluyó. El historiador Bartolomé Mitre afirmó que French y Beruti distribuyeron cintas azules y blancas, similares a la escarapela moderna de la Argentina, entre los presentes. Los historiadores posteriores lo dudan, pero consideran posible que los revolucionarios usaran marcas distintivas de algún tipo para su identificación. Se rumoreaba que el Cabildo podría rechazar la renuncia de Cisneros. Debido a los retrasos en la emisión de una resolución oficial, la multitud se agitó y clamó que “la gente quiere saber qué está pasando”, o como es popularmente difundido: “La gente quiere saber de que se trata”
El Cabildo se reunió a las 9 am y rechazó la renuncia de Cisneros. Consideraron que la multitud no tenía el derecho legítimo de influir en algo que el Cabildo ya había decidido e implementado. Consideraron que, como la Junta estaba al mando, la manifestación debía ser reprimida por la fuerza, y responsabilizó a los miembros por cualquier cambio en la resolución del día anterior. Para hacer cumplir esas órdenes, convocaron a los comandantes en jefe, pero éstos no obedecieron. Muchos de ellos, incluido Saavedra, no aparecieron. Los que lo hicieron afirmaron que no podían apoyar la orden del gobierno y que los comandantes serían desobedecidos si ordenaban a las tropas reprimir a los manifestantes. 
La agitación de la multitud aumentó e invadió la sala capitular. Leiva y Lezica solicitaron que alguien que pudiera actuar como portavoz de la gente se uniera a ellos dentro del salón y explicara los deseos de la gente. A Beruti, Chiclana, French y Grela se les permitió pasar. Leiva intentó desalentar al alborotador Pancho Planes, pero tambiéneste  entró en la sala. El Cabildo argumentó que Buenos Aires no tenía derecho a romper el sistema político del virreinato sin discutirlo con las otras provincias; French y Chiclana respondieron que la convocatoria de un Congreso ya había sido considerada. El Cabildo llamó a los comandantes para deliberar con ellos. Como había ocurrido varias veces en los últimos días, Romero explicó que los soldados se amotinarían si fueran obligados a luchar contra los manifestantes en nombre de Cisneros. El Cabildo aún se negó a rendirse, hasta que se escuchó el ruido de la manifestación en el vestíbulo. Temían que los manifestantes pudieran invadir el edificio y llegar a ellos. Martín Rodríguez señaló que la única forma de calmar a los manifestantes era aceptar la renuncia de Cisneros. Leiva aceptó, convenció a los otros miembros y la gente regresó a la Plaza. Rodríguez se dirigió a la casa de Azcuenaga para reunirse con los otros revolucionarios para planificar las etapas finales de la rebelión. La manifestación volvió a invadir el Cabildo y llegó a la sala de deliberaciones. Beruti habló en nombre del pueblo y dijo que la nueva Junta debería ser elegida por el pueblo y no por el Cabildo. Dijo que, además de las casi 400 personas que ya se habían reunido, los cuarteles estaban llenos de personas que los apoyaban, y amenazó con tomar el control, por la fuerza si fuera necesario. El Cabildo respondió solicitando sus demandas por escrito.
Después de un largo intervalo, un documento que contenía 411 firmas fue entregado al Cabildo. Este documento propuso una nueva composición para la Junta de gobierno y una expedición de 500 hombres para ayudar a las provincias. El documento, aún conservado, incluía a la mayoría de los comandantes del ejército y muchos residentes bien conocidos, y contenía muchas firmas ilegibles. French y Beruti firmaron el documento, declarando “por mí y para seiscientos más”. Sin embargo, no hay una opinión unánime entre los historiadores acerca de la autoría del documento. Mientras tanto, el clima mejoró y el sol atravesó las nubes.  La gente en la plaza lo vio como un presagio favorable para la revolución. El Sol de mayo se creó unos años más tarde con referencia a este evento. 
El Cabildo aceptó el documento y se trasladó al balcón para enviarlo directamente a la gente para su ratificación. Pero, debido a la hora tardía y al clima, el número de personas en la plaza había disminuido. Leiva ridiculizó el reclamo de los representantes restantes para hablar en nombre del pueblo. Esto llevó la paciencia de los pocos que todavía estaban en la plaza bajo la lluvia. Beruti no aceptó más retrasos y amenazó con llamar a las personas a las armas. Frente a la perspectiva de más violencia, la petición popular fue leída en voz alta e inmediatamente ratificada por los presentes.
Finalmente se estableció la Primera Junta. Estaba compuesta por el presidente Cornelio Saavedra, los miembros Manuel Alberti, Miguel de Azcuénaga, Manuel Belgrano, Juan José Castelli, Domingo Matheu y Juan Larrea, y los secretarios Juan José Paso y Mariano Moreno. Las reglas que lo rigen eran aproximadamente las mismas que se emitieron el día anterior, con las disposiciones adicionales que el Cabildo vigilaría a los miembros de la Junta y que la Junta misma designaría reemplazos en caso de vacantes. Saavedra habló a la multitud, y luego se trasladó al Fuerte, entre salvas de artillería y el repique de campanas.  Mientras tanto, Cisneros envió a un comisionista de correos a la provincia de Córdoba, Argentina, para advertir a Santiago de Liniers sobre lo ocurrido en Buenos Aires y solicitar una acción militar contra la Junta.
Según Breve historia de los Argentinos, de Félix Luna, una de las consecuencias sociales más importantes de la Revolución de mayo fue el cambio en la forma en que se relacionaron las personas y sus gobernantes. Hasta entonces, prevaleció la concepción del bien común: mientras que la autoridad real era plenamente respetada, si una instrucción de la corona de España se consideraba perjudicial para el bien común de la población local, era a medias o simplemente ignorada. Con la revolución, el concepto de bien común dio paso al de soberanía popular, como lo teorizan Moreno, Castelli y Monteagudo, entre otros. Esta idea sostenía que, en ausencia de una autoridad legítima, el pueblo tenía el derecho de designar a sus propios líderes. Con el tiempo, la soberanía popular daría paso a la idea del gobierno de la mayoría. Esta maduración de las ideas fue gradual, tardando muchas décadas en cristalizarse en sistemas electorales y políticos estables, pero fue lo que finalmente llevó a la adopción del sistema republicano como la forma de gobierno para la Argentina. Domingo Faustino Sarmiento expresó puntos de vista similares en su Facundo, y observó que las ciudades eran más receptivas a las ideas republicanas, mientras que las áreas rurales eran más resistentes a ellas, lo que llevó a la oleada de caudillos.
Otra consecuencia, también según Félix Luna, fue la disolución del Virreinato del Río de la Plata en varias unidades diferentes.  La mayoría de las ciudades y provincias tenían poblaciones, economías, actitudes, contextos e intereses distintivos. Hasta la revolución, todos estos pueblos estaban unidos por la autoridad del gobierno español, pero con su desaparición, la gente de Montevideo, Paraguay y el Alto Perú comenzó a distanciarse de Buenos Aires. La breve existencia del Virreinato del Río de la Plata, que había durado apenas 38 años, impidió la consolidación de un sentimiento patriótico y no logró dar un sentido de comunidad a toda la población. El nuevo país de Argentina carecía de un concepto establecido de identidad nacional capaz de unir a la población bajo una idea común de la estadidad. Juan Bautista Alberdi ve a la Revolución de mayo como una de las primeras manifestaciones de las luchas de poder entre la ciudad de Buenos Aires y las provincias, uno de los conflictos axiales en juego en las guerras civiles argentinas. Alberdi así lo definió en su libro “Escritos póstumos”:
La revolución de mayo de 1810 en Buenos Aires, destinada a ganar la independencia de Argentina de España, también tuvo como consecuencia la emancipación de la provincia de Buenos Aires de Argentina o, más bien, la imposición de la autoridad de esta provincia a toda la nación emancipada de España. . Ese día, el poder español sobre las provincias argentinas terminó y se estableció el de Buenos Aires.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Mayo 25, 2019


 

LA ARGENTINA ANORGÁSMICA “Pero paridora de Asesinos e Invertidos Derechos y Obligaciones”

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 Dr. Carlos del Señor Hidalgo Garzón *

 

Por ningún lado la Argentina puede acabar, debidamente, lo que mal siempre comenzó y resulta que de sus partos, nacen invertidos de los derechos y obligaciones, pues como veremos a continuación. Podemos aseverar que históricamente y con mayor precisión desde hace por lo menos setenta años, comienza mal y acaba peor.
Podríamos aplicar la analogía, con la culminación de entreveros amorosos, en los a finales solo queda el sabor amargo de mendacidad, la falta de creatividad, el esfuerzo y el egoísmo con más la premura para caer en el vacío.
Desde 1965 (obviamos para no cansar al lector, períodos que anteceden a la actual debacle Política, Económica, Social, Cultural y sobretodo de ausencia de Justicia, invertida esta última en sodomítica abulia, que han puesto al país, en un escurridero de mentiras y falencias.
La incredulidad de los grupos pensantes, no encuentra los caminos de la institucionalidad y el bien común, es más ya pronto se une a la masa no pensante pero hambrienta en lo real, por lo que la “masa” pauperizada, degenera en la nueva y siempre presente demagogia del populismo viandante y mentiroso. Ya empezó la campaña, por los fueros y los feudos, siendo que lo que queda del país ya está enajenado, por descuido e insolvencia moral. Con Derechos Reales, fácilmente ejecutables.
¿Dónde fue a parar la Argentina rica y productiva con la mejor y más sanas de las culturas – la del trabajo?
¿Dónde están los líderes y no caudillos o caciques de vino y guitarra, donde se han escondido por pusilanimidad, aquellos que con emoción y honesta sinceridad, alzaron la vista respetuosa al Trapo Sagrado, en sus colores “donde anida el sol”?
¿Qué educación reciben nuestros niños, que cuidado de los ancianos, de los hombres que pretenden llevar el pan al hogar, o del salvajismo sadomasoquista y asesino, de una mujer violada por cada día…¡¡estamos locos!!
¿Dónde fue a parar la familia, célula madre de la sociedad y los  hijos de degenerados que crecerán con la incredulidad de la mentira de progenitores impuestos por legislaciones morbosas?
¡Quién paga y como se pagan los ASESINATOS DEL DIA A DIA, cuando las fuerzas de seguridad y policiales, deben intimidar con pistolitas de juguetes y hacerse matar por un motochorro, sociópata y cuyo deleite es matar, a sangre fría…y los policías, no pueden llevar su arma reglamentaria, sin bala en la recámara o directamente sin cargador colocado?
¿Esta es la democracia que en guerra cruel y atípica, llevo a enfrentar – sin frentes – por orden Constitucional del General Perón, de aniquilar el flagelo y que ahora más de dos millares de hombres honestos y patriotas purgan cárcel, y previa tortura, y bajo estrictas normas estadísticas, mueren. ASESINADOS POR LOS PODERES – LAS MAFIAS FINANCIERAS – LA JUSTICIA “DE LOS OTROS” Y LA VERGÜENZA DE SER ANTE EL MUNDO UN PAIS AJUSTICIADO EN EL HOLOCAUSTO DE LA TIFA TIRANÍA IDEOLÓGICA FINANCIERA Y ASESINA)?
¡¡Ay Patria mía…dijo Belgrano y en  medio de la nebulosa anacrónica, murió.
Es que el pueblo, (nosotros) nos hemos vuelto eunucos y nos conformamos con el plato de sopa y la siesta. ¡Argentina estas en las cenizas…como Lázaro, levántate, toma tu camilla y anda!
La matanza generalizada, la destrucción de conciencias, la inmolación del pensamiento y la unidad para la paz. YA SE PERDIERON. Muchos de los que pertenecen a las generaciones post Malvinas. Ni conocen la historia ni les importa. Las naciones europeas, sucumbieron a guerras feroces, los marxistas debieron rendirse a los valores. Una buena rendición de toma de conciencia y aceptación de todo lo malo que se ha hecho, y un impulso, aunque trabajoso, haría que de las cenizas el ave fénix, remontaría el vuelo y las Esperanzas para los que el futuro sea diferente a como  pinta la cosa, sería bueno.
LOS JUECES, LOS POLÍTICOS Y EL PUEBLO DEBEN RECONOCER QUE HAN PARIDO MAL Y PARA COLMO ANORGASMICAMENTE.

 

 

 

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Email: cshg.krieg.357m@gmail

 


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Marzo 21, 2019


 

Electores para la obtención de la Personería Jurídico-Política para el Partido de la Austeridad y la Decencia

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Partido de la Austeridad y la Decencia

(P.A.D.)

 

El principal requisito para la obtención de la personería jurídico-política provisoria, es la presentación ante la Justicia electoral de la adhesión de un número de electores no inferior al cuatro por mil (4 ‰) del total de inscriptos en el registro del distrito correspondiente, hasta un máximo de un millón (1.000.000). Consecuentemente, tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuanto en la Provincia de Buenos Aires se requiere la conformidad con la constitución del nuevo partido de cuatro mil (4.000) electores en cada caso.

Esa conformidad no implica afiliación, a punto tal que pueden prestarla quienes se encuentren afiliados a otro partido previamente.

Para brindarla, se necesita la suscripción de un documento, que acompaño, el cual puede ser remitido por mail.

Por ello, si usted está de acuerdo con que el P.A.D. se constituya, por favor complételo y reenvíelo a AusteridadyDecencia@gmail.com; podrá solicitar, también, el envío de la plataforma presentada el martes 12 de marzo.

Muchas gracias.

Enrique Guillermo Avogadro

Promotor

 

 

…………………………………………, …… de ………………… de 2019.-

Señor

Juez Electoral.-

Su despacho.-

 Por la presente, manifiesto mi conformidad para que sea otorgada al futuro Partido de la Austeridad y la Decencia (P.A.D.) la personería jurídico-política provisoria.-

Saludo a V.S. muy atentamente.-

(Apellido y nombre) …………….

D.N.I. ………….

Domicilio …………………..

Mail ……………


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Marzo 20, 2019


 

LOS TRIBUNALES MILITARES

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Escribe: Carlos Españadero

c_espanadero@yahoo.com

 

     Es grave cuando un país no saca enseñanzas de las experiencias dolorosas que ha tenido que sufrir.

   Los estudiosos de la historia militar saben que su tarea apunta a detectar las experiencias y lo fundamental sacar enseñanzas. El pasado no es solo un tiempo trascurrido que solo sirve para repetir en el presente los errores cometidos.

     La guerra interna asoló a nuestro país entre 1970/1983. Y ha dejado heridas que aún abiertas, manchan de sangre a la nación argentina y a su pueblo.

    Esto es gravísimo. Y es inaceptable que haya militares que ante el supuesto de una hipótesis de guerra interno, estén comenzando a ver como pueden repetir la historia sin con ello en el día de mañana hacer nada por los argentinos que sufran las consecuencias de su estrechez mental y sus falencias éticas, que siempre han sido generadoras del repudio y vergüenza hacia militares que tienen ejemplos tan señeros como San Martín y Belgrano.

    Estamos hoy ante un gobierno, que como el burro flautista la ha soplado, y ha salido un sonido discordante, que le hace creer es una melodía. Pero a la vez, comienzo a escuchar voces que toman las recetas del fracaso, y las vuelven a exponer con el entusiasmo de lúcidos creadores que  ya sabrán buscar responsables de las futuras derrotas.

   Cuando hablamos de tribunales militares, debo afirmar con toda firmeza que pienso en la REPÚBLICA ARGENTINA, que como toda nación tiene una constitución nacional que es la ley suprema de la misma. Y no puede escapar a ningún juicio, que los países del siglo XXI, tienen todos su constitución que rige los destinos de cada uno.

   Se podrá afirmar que todas las constituciones son parecidas. Pero aún así, cada nación es única, y su aplicación le es propia.

   Para peor, no es cuestión de ser tan original, que no se tenga en cuenta lo que otras naciones hacen en su territorio, y que curiosamente aconsejan hacerlo diferente en los otros.

  En consecuencia, en un tema tan trascendental como una hipótesis de guerra[1] interna, iniciar la marcha a partir de la constitución nacional parecería un paso imprescindible.

   En mi caso lo intento respetando el pasado pero buscando lo mejor para el futuro, y con la humildad intelectual, de estar convencido que hay personas mucho mas capaces que yo, que con acierto y brillantez puedan encontrar mejores caminos para nuestra Patria. Claro que en estos casos, estaré ansioso de conocer los fundamentos que llevan a esos hallazgos.

   En este trabajo, pretendo solo mostrar ligeramente una visión que pueda permitir buscar lo mejor, que seguramente no será lo que yo expreso.

    Comienzo el espinoso camino, en lo que creo es sustancial.

      Nuestra constitución contempla para el gobierno de la nación tres poderes: El ejecutivo, el legislativo y el judicial. En lo que hace a este tema, el PEN conduce la casi totalidad de las organizaciones del Estado, y dentro de él, al aparato militar. Y hasta ahora no vislumbro la necesidad de ser novedoso.

     Por principio, los tribunales militares, deben su existencia a la responsabilidad de velar por una eficiente disciplina militar. En consecuencia, los delitos que en épocas normales le incumben se relacionan con la subordinación y el respeto a las jerarquías superiores. Esto incluye, la desobediencia, la insubordinación, la deserción, el abandono de servicio, el abuso de autoridad, las faltas de respeto al superior e incluso falta de respeto a los subordinados, y las numerosas variantes que emergen de acciones motivadas en estos hechos. En consecuencia, existen muchos estudiosos de las relaciones intermilitares que sostienen que la misión de los tribunales militares es preservar la disciplina. Esto puede disminuir su atención en lo que hace a buscar la justicia.

    Habría que destacar, que no existen muchos antecedentes de sistemas judiciales militares, que no han actuado en función de leyes y reglamentos dictados previamente y que establecen las obligaciones de los militares cuando se encuentran de servicio con relación a lo que hace a la disciplina. Por otra parte, el concepto de disciplina se manifiesta en la idea de cumplir  rigurosamente las órdenes que se reciben pero que son emergentes de las leyes y reglamentos militares.

    Este concepto puede entenderse como limitado a los tribunales militares.

    Sin embargo me parece importante considerar cuando se trata este tema lo que denominamos enemigo

   En la guerra el enemigo no es un delincuente. Es meramente un integrante del aparato militar que lucha a muerte contra nuestra propia tropa, que a su vez hace lo mismo. El enemigo no delinque cuando mata a un integrante de nuestra tropa o a muchos. Él cumple su misión así como nosotros cumplimos la nuestra. Individualmente puede ser una persona más virtuosa que uno. En consecuencia al caer prisionero no cabe juzgarlo por ningún delito. Para peor el concepto de enemigo es temporal. Es enemigo mientras hay guerra. Si sus naciones (en el caso de la guerra convencional) firman la paz, el enemigo se acabó.

Esto se ha oscurecido en el caso de guerras internas (conflicto armado no internacional[2]). En estas el enfrentamiento es entre connacionales, y por lo menos, un bando es el gubernamental y el otro puede ser el opositor, u otra denominación equivalente. En este caso, hasta ahora no es frecuente dar forma a la paz, sino a la imposición por la fuerza del otro agrupamiento que reciben otras denominaciones  como tiranos, déspotas, o mas de moda, represores, y del otro, delincuentes, subversivos, o  pueblo, aun cuando no representen al mismo. Esta situación no tiene tan fácil arreglo y normalmente ocasiona heridas muy graves en el cuerpo social del país, que en realidad no necesita mucha explicación teniendo a la vista nuestra reciente y presente tragedia nacional.

    Noto y lo digo muy preocupado, que no hay mucho entusiasmo en estudiar la guerra interna. Y comprendo que hoy es muy espinoso. Se prefiere quedar en generalidades que dicen las cosas que se pueden decir y por otra parte muy reservadamente sosteniendo que lo que hay que hacer es lo que no se puede decir.

     Y un escapismo es cargar a los tribunales militares de esa responsabilidad. Esto ayudado por la alta clasificación de seguridad poco a poco va haciendo caer en desprestigio lo que deberia ser un bastión que contribuya a evitar se vayan profundizando las heridas que laceran una guerra de esta naturaleza.

         Puestos en esta línea, destaco que la constitución pone especial énfasis en que el PEN no puede aplicar sanciones ni condenar a nadie[3]. Y me parece además una medida coherente, teniendo en cuenta la existencia del Poder Judicial.

  Si se tiene en cuenta que las FFAA tiene dependencia del PEN, sería trasgredir la constitución que ésta tuvieran capacidad para imponer o aplicar penas. En consecuencia descartando la modificación de la ley magna, cosa de por sí contradictoria, se debería considerar que los tribunales militares deben funcionar dentro del Poder Judicial.

  Pero a la vez, traigo a la memoria el artículo 18[4], cuya ausencia en los casos de los presos políticos ha sido nefasta, pero que también se refiere a las comisiones especiales o de los jueces naturales. Destaco que esto es totalmente solucionable.

  Entiendo que necesariamente impondría un profundo estudio en cuanto a sus implicancias. Existirían ventajas y desventajas que justamente hoy habría que considerar.

  Desde ya me inclino a sostener la necesidad de una ley producida por el Poder Legislativo que establezca su existencia, composición, facultades y muchas otras cosas, que serán necesarias para que funcione acorde a las razones de su existencia, tanto en tiempo de paz como de guerra, e incluso determinando las finalidades y objetivos en cada tipo de situación que viva el país.

  Y seria fundamental detectar y desterrar los prejuicios que subyacen tanto en los militares como en la población.

   No quiero en esta nota extenderme más en este problema, donde lo único que hago es soltar la punta del hilo, para ver como lo tiramos después.

    Seguramente los esquemas de antaño vayan quedando desubicados, pero aún así serán parte del sostén de lo que se logre construir.

  Para su meditación les dejo algunos artículos de la constitución por ejemplo, el art. 6, el art. 19, el art. 21,el art. 29 y 30, el art. 75, inc. 12, 15, 20, 22 al 28 y 32,  el art. 99, inc. 4, 12 al 16, el art. 108 al 112, el art. 115, y el art. 120  que serias bueno tengamos en consideración, y seguramente al estudiarlos nos surgiría la necesidad de agregar otros.

   Y solo me adelanto a expresar que es muy necesario despojarnos de muchos conceptos que nos han precedido, sea por la pasión o por ser sectoriales y perjudiciales para la comunidad.

[1]     Apreciado lector: no me equivoco al denominar “hipótesis de guerra”. Las hipótesis de conflicto son numerosísimas y de diversa naturaleza. Se podría decir que hay infinidad de hipótesis de conflicto, pero la mayoría no son hipótesis de guerra (por suerte). Estas son hipótesis de conflicto.

[2]             Para las convenciones de Ginebra

[3]          Constitución nacional: Artículo 23.- En caso de conmoción interior o de ataque exterior que pongan en peligro el ejercicio de esta Constitución y de las autoridades creadas por ella, se declarará en estado de sitio la provincia o territorio en donde exista la perturbación del orden, quedando suspensas allí las garantías constitucionales. Pero durante esta suspensión no podrá el presidente de la República condenar por sí ni aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso respecto de las personas, a arrestarlas o trasladarlas de un punto a otro de la Nación, si ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino. 

[4]             Constitución nacional: Artículo 18.– Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación.Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a fortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez que la autorice.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 12, 2018


 

LA MEJOR IMAGEN DEL “DÍA DE LA BANDERA” EN ARGENTINA

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 Por CLAUDIO KUSSMAN.

 

 

AÑO 2018

No fue tomada  en Plaza de Mayo. No fue tomada rindiendo merecidos honores a MANUEL BELGRANO, su creador, en algún gran desfile que no existió sobre la Avenida Libertador o frente al Monumento a la Bandera en la ciudad de Rosario.

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Tampoco refleja un alto mástil y un gigantesco pabellón ondeando al viento, con una formación de jóvenes y gallardos uniformados dispuestos a morir por él. Por el contrario fue tomada en una unidad carcelaria ubicada a 18 kilómetros de  San Juan capital, en el patio frente al Pabellón-galpón 14 donde se alojan los únicos ocho detenidos, adultos mayores por los mal llamados delitos de lesa humanidad. Allí en un territorio árido con temperaturas extremas, instalaciones precarias y comida más precaria aún,   podemos ver a la mayoría de esos cautivos  exhibiendo pequeños banderines con los colores patrios; terminan de entonar el Himno Nacional Argentino.  Ellos lentamente están muriendo en ese lugar indigno, por haber servido y defendido a esa bandera. Los que la agredieron y quisieron cambiar sus colores y un sistema de vida, no celebran, gozan de su libertad inmerecida a más de indemnizaciones, prebendas, cargos y adulación de gran parte de los hipócritas, que son autoridad gubernamental. Esta es otra Argentina, no la que imaginó MANUEL BELGRANO. Si ahora cerramos los ojos, veremos lo que no alcanzó a mostrar la imagen y que sí imaginó el prócer: jóvenes y gallardos uniformados en honorable formación, dispuestos a morir por esa bandera celeste y blanca, una y mil veces más, que terminan de entonar el Himno Nacional Argentino.

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Claudio Kussman.  

Interno L.U.P 345.349

Servicio Penitenciario Federal

Junio  21 , 2018

 

“No busco el concepto de nadie, sino el de mi propia conciencia,

que al fin es con la que vivo en todos los instantes

y no quiero que me remuerda.” 

Manuel Belgrano (1770-1820)

 

 

ADVERTENCIA: TODAS LAS IMÁGENES Y GRABACIONES QUE SE EXHIBEN EN

PRISIONEROENARGENTINA.COM

SE ENCUENTRAN ALMACENADAS FUERA DEL TERRITORIO ARGENTINO.

 


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PrisioneroEnArgentina.com

Junio 21, 2018


 

Oración por la Patria

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Com (R) Ing. ESTEBAN CAVALLERO

Colaboración:

Mayor Benítez, piloto de Pucará VGM

 


PRISIONEROenARGENTINA.com

Mayo 24, 2018


 

ARGENTINA AMELA O DEJELA Y EL ÚLTIMO QUE SALGA POR EZEIZA QUE APAGUE LA LUZ !!!

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 Por Rafael Alejandro Koen.

 

Que difícil que se ha puesto mi argentina, en los albores del siglo XX, llegaron los gringos procedentes de una Europa agotada y destruida por revoluciones y guerras, así llegaron mis abuelos, y seguramente los tuyos también, venían a hacer la América, y trabajaron de sol a sol llevando a nuestro país a la cima del mundo, primeros en educación y en formación profesional nuestros hambres eran requeridos de todos los confines y también nuestros productos trigo, lana, carnes cruzaban los mares asistiendo a una Europa que a mediados de siglo se desangraba en la segunda guerra mundial. Derrotadas las ideas bélicas y expansionistas de las fuerzas del EJE (Alemania, Italia y Japón) el mundo asistió a una brutal partición y repartición de países y se separaron en dos grandes grupos el liderado por los países capitalistas EEUU, Inglaterra y Francia y el bloque comunista que se quedo con la mitad de Alemania y agrupo a los países del este en la URSS también llamada la cortina de hierro, y comenzó la llamada “Guerra Fria” y que se pensó que terminaría con el desmembramiento de URSS y la reunificación de Alemania tras la caída del Muro de Berlin,, pero hoy en pleno siglo XXI, el comunismo trata de resucitar de la mano del presidente de Rusia Vladimir Putin. Pero con la caída del Nazismo y el Fascismo, en Europa se comenzaron a Instalar en Sudamérica, Argentina y Paraguay, dieron protección y cobertura a los prófugos, muchos condenados a muerte en ausencia por los tribunales de Nuremberg. Como no podía ser de otra manera, esas ideas que causaron la destrucción de Europa comenzaron a germinar y como dicen que los polos opuestos se atraen, aquellos que intentaron abrazar la violencia nacionalista, terminaron contaminados por el comunismo que utilizo a cuba como plataforma de preparación y lanzamiento de movimientos subversivos, que no solo hicieron pie en Argentina, sino que simultáneamente lo hicieron en casi todos los países, colocando a las fuerzas armadas en el predicamento de tener que combatirlas como se pudiera, y con algunos oficiales y suboficiales que cursaron estudios en la “Escuela de las Americas” en Panama, donde los militares norteamericanos intentaron establecer un paralelo entre sus luchas en Viet Nam y lo que estaba ocurriendo por estos lares. Hoy nuestro país está asistiendo a una ola de violencia inusitada, hace unas horas en la ciudad de azul murió un comisario al que le arrojaron un ladrillo en la cabeza provocándole un infarto que termino con su vida, hace un par de meses que somos testigos de grupos mas que inadaptados, especialistas en desestabilización y guerrilla urbana, que no solo alteran el orden, sino que provocan la exasperación de los ciudadanos que no entienden el porque de la inacción de las fuerzas de seguridad entregadas inermes a los leones en esta especie de “Circo Romano”, para que sean linchadas libremente. Y la “Mentira Oficial”, que ante las promesas de terminar con el curro de los derechos humanos, y la terminación de esas parodias llamadas Juicios de Lesa Humanidad, sirviera al los gobiernos anteriores como distracción para ejecutar sus robos con toda impunidad, y ahora estamos asistiendo a la liberación y sobreseimiento de una gran cantidad de delincuentes de guantes blancos y testaferros. La justicia es la mas grande de las instituciones violadoras de la republica, puesto que hace muchísimos años que trabaja para la delincuencia y en su beneficio, e incluso cobrando “coimas” para liberar culpables. La Argentina de hoy es un país que funciona en base a mentiras y traiciones, cuando la subversión era dueña del terror en la argentina, donde la vida de un policía valía los 300 pesos que costaba su Browning, y la de un militar ni siquiera el respeto a los que lo rodaban y en el ciego valor que da la droga mataban hasta niños, y después cuando se daban cuenta del resultado negativo de sus actos ante la sociedad, trataban de convertir sus correrías en actos accidentales, proclamando el cese de los atentados, esto paso con el asesinado de Cristina Viola, cuando su padre el Teniente primero Humberto Viola se había alejado del vehículo para proteger a sus hijas e igualmente el asesino se volvió para dispara su última ráfaga sobre el auto. Fue en esos momentos, en que la vida no valía un céntimo que salió esta frase, y que hoy ante indefección del pueblo está tan vigente, hoy todos estos mequetrefes que se instalan en el gobierno y al mejor estilo peronista se han convertido en los nuevos “descamisados y descorbateados”, presentándose como payasos en los actos solemnes donde se recuerda a los caídos en gesta de Malvinas, como si fueran a comprar puchos a la esquina. Si tuviera 20 años empuñaría un fusil, pero a los 70 me cuesta trabajo digitar el teclado de la computadora, muchas veces pensé cual sería mi destino en esta vida, y creo que es éste !!!!!Cuentan que Sócrates dijo: “Dios me puso sobre vuestra ciudad como a un tábano sobre un noble caballo, para picarlo y tenerlo despierto”. . Y como el General Belgrano le dijera a Manuel Castro, su último interlocutor “Pensaba en la eternidad a donde voy, y en la tierra querida que dejo. Espero que los buenos ciudadanos trabajarán para remediar sus desgracias.”

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 6, 2018


 

LA URGENTE NECESIDAD DEL CAMBIO EN EL SISTEMA POLÍTICO Y JUDICIAL ARGENTINO -Ia.PARTE-

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Escribe

Com.(R) Ing.Esteban Cavallero

 

 

Desde mi humilde opinión, la Patria que los fundadores nos legaron con el sacrificio de todo el Pueblo, corre el riesgo de su partición, como lo han advertido los estudiosos de las Relaciones Internacionales, la Estrategia y la Geo-política.

Creo que si no se avanza con la urgencia del caso en los cambios del sistema político y judicial, en resguardo de la UNIÓN y la INTEGRIDAD territorial de nuestra Patria, -amenazada por la corrupción interna en connivencia con resabios e intereses secesionistas y colonialistas-, no lograremos sostenerla como lo mandan nuestras tradiciones y la Constitución Nacional.

En primer lugar, porque no es posible avanzar con convicción y firmeza en el camino de lograr esos objetivos, sin rectificar las Leyes de Defensa y Seguridad Nacional sancionadas consiente o inconcientemente, en consonancia con los intereses de quienes urdieron el saqueo de la Argentina, mediante una doble acción:

  1. a) en el marco externo, sacando a las Fuerzas Armadas (FFAA) del escenario de la defensa por ser “innecesarias ante la ausencia de hipótesis de conflicto”, -en la inteligencia de quienes deberían definirlas frente a una realidad inocultable como son las llamadas Nuevas Amenazas-, y aún sin ellas porque no se puede confiar en la capacidad de disuasión que puedan tener fuerzas carentes de una doctrina, del fuero legal y del equipamiento necesario  para una efectiva Política de Relaciones Exteriores, tal como se presume debiera ser el rol de la Cancillería y  la cartera de Defensa.
  2. b) en el marco interno, porque por imperio de esas Leyes, la inseguridad es responsabilidad exclusiva y excluyente de las Fuerzas de Seguridad (FFSS) y las Fuerzas Policiales (FFPP), sin importar que esas Fuerzas sean sobrepasadas en sus respectivas capacidades ante agresiones que superan el nivel de daño provocado por los delitos comunes, como es el caso del narcoterrorismo y todas sus vertientes culminando con la amenaza del terrorismo internacional proyectado por el Estado Islámico (EI).

Transcribo a continuación los lineamientos generales expuestos  en orden a la rectificación de las Leyes de Defensa y Seguridad  en el ensayo sobre DEFENSA NACIONAL segunda Parte de fecha octubre de 2015:

”ello incluye el alistamiento y el despliegue operacional de Unidades del Ejército, de la Fuerza Aérea y de la Armada que se consideren necesarias de acuerdo con la Directiva Estratégica Nacional (DENAC) que debe impartir el Comandante en Jefe de las FFAA, Presidente de la Nación al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (EMCFFAA) para derivar el Planeamiento Militar Conjunto mientras se procede a la conformación de UNIDADES ESPECIALIZADAS instruidas para enfrentar a las nuevas amenazas, como fuerza conjunta o combinadas con las FFSS a nivel Federal y con las FFPP a nivel Provincial.”

En segundo lugar, porque tampoco será posible avanzar con el brazo armado del Estado quebrado por la jurisprudencia dictada por una Corte que adoptó una “postura totalmente inaceptable en el sistema constitucional argentino”, como lo sentenció el entonces Magistrado de la Corte Dr.Carlos S.Fayt con su voto en disidencia en resguardo de la  CN y la Soberanía Nacional, a cuyos considerandos me remito con una de sus expresiones a título de ejemplo.(*)

El hecho de que ahora, se hayan incorporado al plexo constitucional los Convenios sobre la imprescriptibilidad de los  delitos de lesa humanidad, -sin poner el punto final a los juicios  que aún se continúan interponiendo por delitos que con anterioridad a esa fecha eran inexistentes en el sistema constitucional argentino, con el agravante de excluir a quienes cometieron los delitos que  son propios de un terrorismo criminal como lo caracterizara el entonces Presidente constitucional General Perón, en su mensaje a la Nación de Enero de 1974 con motivo del ataque e intento de copamiento por el ERP de la guarnición militar de Azul -, no es garantía alguna para juzgar acciones futuras en el desempeño de las FFAA, de no mediar el dictado del fuero legal al que deba ajustarse el personal militar, hoy inexistente por la derogación del Código de Justicia Militar y el apartamiento de los jueces naturales de aplicación.

La Argentina es un ejemplo de una Justicia que desde entonces no hace honor a su rol de contralor de la constitucionalidad de las Leyes, ni a la sanción de sus múltiples violaciones; basta remitirse a la degradante realidad que vive su Pueblo, por la corrupción extendida a causa de las mafias que actúan en connivencia con funcionarios de los 3 poderes del Estado.

Este cuadro de situación es la matriz que generó la actual situación de indefensión e inseguridad y la ruptura del Estado de Derecho, dando lugar a la persecución de un parte de la comunidad, -la integrada por las FFAA, FFSS y Policiales-, que junto a ciudadanos civiles y magistrados, debieron enfrentar y rechazar el accionar del terrorismo criminal de la guerrilla, evitando que tomaran el poder del Estado por la vía de las armas echando por la borda doscientos años de Patria. (**)

Porque lisa y llanamente un país que no puede sostener su propia legalidad, -o en su caso restaurarla-, no es el país nacido a la Libertad en las luchas por la Independencia que protagonizaron San Martín y Belgrano y la pléyade de patriotas que integraron los Ejércitos del Norte y  de los Andes.

La batalla de Salta, librada con éxito por el Ejército del Norte al mando del General Belgrano, para rescatarla de su ocupación por las tropas del ejército español al mando del General Tristán, el 20 de febrero de 1813 (***), fue el hito histórico que permitió la consolidación del camino de emancipación iniciado el 25 de mayo de 1810 que afianzó San Martin con la proeza de su campaña libertadora de Argentina, Chile y Perú.

Es por lo tanto necesario proponer a quien ejerce ambos cargos   relacionados con la Defensa y la Seguridad Nacional, en su carácter de Presidente y Comandante en Jefe de las FFAA las medidas correctivas concretas en ambos estamentos, el político constituido por el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, y el Poder Judicial, trilogía que es el fundamento de una República en la medida que cumplan sus respectivos roles con probidad, equidad e independencia ; ellas serían en opinión del suscripto el punto de inflexión de una situación inédita en la historia argentina, a causa de que, como lo expresara el Presidente Avellaneda en su mensaje a la Nación con motivo de la repatriación de los restos del  General José de San Martín:

Los pueblos que olvidan sus tradiciones, pierden la conciencia de sus destinos, y los que se apoyan sobre tumbas gloriosas, son los que mejor preparan el porvenir”.

En el mes de la creación de nuestra Bandera por el General Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, honremos su memoria estrechando filas para superar la grieta que nos divide, poniendo las cosas en su lugar, y avanzar hacia un futuro de PAZ y PROGRESO por una Argentina en UNIÓN y LIBERTAD, con la ayuda de Dios fuente de toda Razón y Justicia. Córdoba, 20 de febrero 2018. Com.(R) Ing.Esteban Cavallero

 

Referencias:

(*)  “La cuestión que debe dilucidarse es si la primacía del Derecho Internacional comprende a la propia Constitución Nacional. Si la respuesta fuera afirmativa, el Derecho Internacional prevalecería sobre el Derecho Interno del país, consagrándose así el monismo en su concepción más extrema. Esta postura resulta totalmente inaceptable en el sistema constitucional argentino.” (sic) Carlos S.Fayt

(**)

Buenos Aires, 22 de enero de 1974

Señores Jefes, Oficiales, Suboficiales y soldados
De la Guarnición Azul
S…./….D

Como comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y soldado experimentado luego de más de sesenta años de vida en la Institución, quiero llegar directamente a ustedes para expresarles mis felicitaciones por el heroico y leal comportamiento con que han afrontado el traicionero ataque de la noche del sábado 19 de enero de 1974……
https://lahistoriaargentinacompleta.blogspot.com.ar/2007/12/ataque-e-intento-de-copamiento-de-la.html

(***) Batalla de Salta I (Bicententario)

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 27, 2018


 

Ay, Patria Mia…

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 Escribe Juan Manuel Otero.

 

Con todo el dolor del alma compruebo día a día que a este gobierno le importan poco y nada ni nuestra historia ni nuestros padres de la Patria. Ya no se trata solamente del no disimulado desprecio que sienten por los soldados que derrotaron a la guerrilla, permitiendo que la democracia se mantenga en nuestra República. Ni bien nuestros gobernantes llegan a apoyar sus asentaderas en los mullidos sillones de sus suntuosos despachos se olvidan de cómo llegaron a ellos, de cómo hubo que luchar contra los traidores que pretendían arriar la celeste y blanca y en su reemplazo izar el trapo rojo. Es más, hasta se adjudican haber logrado la democracia.
Olvidan – o simulan desconocer – que hubo una guerra iniciada por los terroristas asesinos financiados, entrenados y armados por Cuba y la URSS que pretendian derrocar al gobierno constitucional. Por el contrario, concurren orgullosos con mandatarios extranjeros a rendir homenajes a los terroristas con fingidas aflicciones tirando flores al rio de la Plata, y al mismo tiempo adhieren y se solidarizan con los gobiernos extranjeros que sufren ataques terroristas. En sus afiebradas imaginaciones suponen que hay terroristas malos (los extranjeros) y terroristas buenos (los nuestros).
Se olvidan de las promesas de campaña y miran para otro lado para no ver a los ancianos moribundos, presos víctimas de prevaricadores jueces y corruptos fiscales, a quienes se les niegan los derechos humanos…
La hipocresía y la falsedad son su lema.
Y ahora han dado el golpe de gracia a nuestros padres fundadores y héroes de la Patria.
Han borrado de un zarpazo el homenaje que desde siempre se les rindió en un símbolo tan importante como el papel moneda.
Ya no estarán Mitre, San Martín, Belgrano, Roca, Rosas, todos ellos fueron reemplazados por guanacos, ballenas, horneros, ciervos, etc. etc.
No nos extrañemos entonces que una mañana nos despertemos con la novedad de que la Avenida del Libertador General San Martín ha cambiado su denominación por “Avenida de los Gusanos de seda”, o la Avenida Julio A. Roca por “Alameda de los Carpinchos”, la calle Sarmiento por “Desfiladero de las mojarritas” y así por el estilo.
“Ay Patria mía”…Manuel del Sagrado Corazón de Jesús Belgrano

Juan Manuel Otero

juanm.otero@usal.edu.ar

 


PrisioneroEnArgentina.com

Enero 2, 2018


 

Política – Ejemplos a imitar…

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Por JORGE BERNABE LOBO ARAGON

 

Opinión

 

La política lamentablemente cada vez más se reduce – salvo algunas excepciones -, a pequeños tejemanejes y artimañas, ignorando su importancia en el destino de todos. En el lenguaje común, actualmente, no es una palabra unívoca. No tiene un solo significado. Se la entiende muchas veces de distintas formas. Es como la palabra “negocio” que se comprende de manera muy distinta según sea la operación de que se trate. Sin pretensiones de agotar la lista de las distintas clases de “política”, que se ha practicado de manera sistemática y simultánea durante mucho tiempo en nuestro país, se la considerado casi sistemáticamente de distintas maneras: El arte de lo posible; Profesión lucrativa o práctica de engañar y saber mentir con habilidad. A esa relación entre el ingenio del estafador y la estupidez del estafado, se le ha llamado muchas veces “política”. También se ha dicho que la Política es el arte de ganar elecciones por cualquier medio fraudulento, sin que los defraudados se den cuenta. Muchas veces frente a “iluminados” – consultores de imágenes o asesores políticos -, la sociedad es presa fácil de estos titiriteros o saltimbanquis y se abandona casi a ciegas a las habilidades de estos nuevos árlateles, equilibristas que solamente saben dividen y extravían. Una vez convertida en juguete de las pasiones o los intereses de sus agitadores la comunidad no sabe ya asentarse firmemente sobre la roca. Ante esta realidad, sería insensato que el cristiano rece todos los días al Padre que está en los cielos, lo celebre y le rinda homenaje de adoración, y luego se degrade para dejarse llevar por la corriente del libertinaje y del vale todo. Hemos caído en la aberración de confundir la sabiduría práctica, que es la política, con una habilidad intrigante de una aberración satánica a la que llaman populismo. Ante este manipuleo incesante la nueva sociedad adopta criterios permisivos, rechaza la censura, favorece el hedonismo, abandona los altos ideales como programas de vida, se ríe de la pureza, se farsa de lo sublime, desconfía de los heroísmos, desecha los esfuerzos, se inclina hacia el jolgorio, elige lo fácil.
Se toma esas posturas porque se nos da la gana, porque estamos en nuestro derecho de hacerlo, porque cada cual tiene su criterio para elegir el camino hacia su felicidad; pero no debe resultar sorprendente que en la medida en que la humanidad desprecie las virtudes, proliferen de igual modo los vicios, los delitos y los crímenes. Nada es causal. En otros tiempos después de sus victorias en Tucumán y Salta el gobierno -entusiasta y optimista por el triunfo- se decide un justo premio de 40.000 pesos para el general Belgrano. Belgrano los dona para crear cuatro escuelas. Él no quiere, como creen algunos, que con esa plata se construyan edificios, sino que prolijamente establece que con los intereses normales de la suma -500 pesos anuales para cada escuela- se pague al maestro y se atiendan los demás gastos de funcionamiento. Una actitud parecida tuvo San Martín. A un mes de Chacabuco, y después de haber entrado triunfal en Santiago, debió volver a Buenos Aires. Y el 17 de marzo de 1817, en momentos en que para montar metía el pie en el estribo, recibe la nota de O’Higgins avisándole que el cabildo le ha otorgado 10.000 pesos, como premio y para gastos de viaje. San Martín en vez de recibirlos le contesta que lo hace depositario a él; dispondrá qué hacer cuando tenga tiempo; ahora está de viaje. Y desde Mendoza manda una carta muy explicativa de lo que ha emocionado a su sensible corazón el gesto generoso y sincero de los cabildantes santiaguinos. Y con la delicadeza correspondiente – para no ofender con su rechazo a esa honorable y benemérita corporación – , pide que el dinero se destine a un establecimiento que haga honor al reino, la creación de una biblioteca nacional que perpetuará para siempre la memoria de esas autoridades municipales. San Martín se niega a recibir ese premio del mismo modo que rechaza un sueldo del gobierno chileno, porque ya está pagado por la Argentina y él tiene necesidades ínfimas, como que con sobriedad monacal se instala a vivir en el palacio episcopal junto con O’Brien, Álvarez Condarco, Tomás Guido y el padre Juan Antonio Bauzá. Pero además tiene un especial interés en las bibliotecas, porque dice que “la ilustración y el fomento de las letras es la llave maestra que abre las puertas de la abundancia y hace felices a los pueblos”. Son muchos los que piensan como San Martín. En momentos de desconcierto como los que vivimos es fundamental desarrollar la cultura; la economía ya se desarrollará después, como subproducto que surge naturalmente entre gente que sabe pensar. Se debe planear las formas más eficaces de difundir la cultura aprovechando las técnicas modernas al alcance de los que se dedican a la educación, a la difusión del conocimiento y el pulido de los sentidos y los gustos. En tiempos de San Martín y de Belgrano la llave eran las letras, que aún seguirían sirviendo si la sociedad no desdeñara la lectura. Recordemos siempre a Sarmiento: “desgraciados los pueblos a los que se les agote ese instinto por mantener la salud colectiva. Los ciudadanos de tales pueblos serán tratados como presidiarios.”

 


PrisioneroEnArgentina.com

Julio 10, 2017


 

La Bandera… Belgrano y Tucumán

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Por Jorge B. Lobo Aragón.

 

Opinión:  

 

Al cumplirse un nuevo aniversario – del día de la Bandera – no se debe olvidarse a uno de nuestro prócer supremo el General Belgrano, y ofrecerle un homenaje, no sólo porque la mera marcha ineludible del tiempo una vez más nos coloque ante el hecho de un nueva conmemoración, sino por lo que de ejemplar tiene la figura del ilustre general. El gobierno de Buenos Aires, el Triunvirato, gobernaba con mezquino ánimo centralista, con el menguado propósito de defender sólo la Pampa húmeda dejando desprotegido el amplio territorio que aquellos días todavía integraba nuestra patria. Las medidas económicas y la prepotencia porteña habían tenido el resultado de que fuéramos rechazados por las provincias Altoperunas, las de población más numerosa e industrial, y ese mismo gobierno porteño alentaba la invasión Brasileña sobre la Banda Oriental, una provincia mucho más grande que la floreciente Buenos Aires. Y aquel gobierno ordenaba al general Belgrano que retirara sus tropas hacia el sur, dejando a Tucumán a merced de las tropas realistas. Pero el General oyó los pedidos de la población, comprendió el anhelo de los Tucumanos de integrarse en la patria común y adoptó la responsabilidad -tremenda responsabilidad en un jefe militar – de desobedecer al gobierno civil e interpretar según su criterio los altos intereses de la comunidad. Bien hizo en desacatar a aquel gobierno al que pocos días después lo destituirá un grupo de jefes entre los que se destacaría el comandante de los granaderos, coronel José de san Martín. Han cambiado los tiempos. Y mucho. Ahora la sociedad ya no vería con buenos ojos que el general de un ejército se insubordinara ante la autoridad política en defensa de derechos permanentes y superiores de la sociedad; tampoco se aceptaría que los comandantes de la milicia se conjuren para derrocar un gobierno civil, como ocurriera en Buenos Aires a los pocos días de recibir la noticia del triunfo de Belgrano y de los tucumanos. Han cambiado mucho. para defender los imperecederos derechos de Tucumán a contar con sus industrias, con sus medios de vida, a no ser sacrificada en una negociación protectora de los intereses portuarios ya no basta con enclavar un facón en la punta de una tacuara, montar a caballo y largarse al combate implorando el amparo de la virgen. Sí, las circunstancias cambian con los tiempos, y por lo tanto cambian las armas a esgrimir. Pero hay algo que subsiste: el egoísmo de gobiernos insensibles a las necesidades del interior que ven a Tucumán, que ven junto con Tucumán a todo el norte argentino, como una posesión propia cuyo destino puede traficarse en una negociación: “te permito que con tu azúcar subvencionada destruyas el medio de vida de varias provincias argentinas, a cambio de tu benevolencia al tratar los negocios del puerto importador”. Por eso la conducta de Belgrano sigue siendo un ejemplo que Tucumán necesita. Las armas que él usara al alzarse contra un gobierno de egoísta centralismo ya no son aplicables; pero su criterio de defender con energía a Tucumán, a pesar de las órdenes recibidas, sigue siendo una lección a mantener y a perpetuar. Ahora también contamos con el apoyo de los demás provincianos, como lo deberían mostrar el Congreso de la Nación, la más alta tribuna para la expresión de las voluntades autónomas de todas las provincias, a las cuales pedimos su solidaridad y obligación  en la defensa de nuestras industrias, del campo, de la libertad de expresión y de nuestra identidad como hombre y mujer, más allá del derecho positivo por derecho Natural. Y ahora como entonces aún podremos contar con el auxilio bienhechor de nuestra Señora de la Merced, si lo solicitamos con fervor.

 

 

Dr. Jorge B. Lobo Aragón

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 19, 2017


 

La Libertad y el Mes de Mayo …

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 Por JORGE BERNABE LOBO ARAGÓN.

Opinión

Indudablemente, todos los años, el 25 de mayo nos renueva alegres re­cuerdos infantiles. Es, por excelencia, la fiesta de la escuela, la ce­lebración que nos brinda el primer contacto con las grandes ideas repu­blicanas: patria, libertad, participación del pueblo, gobierno propio, defensa de los intereses comunes. Cuando a nuestras inteligencias todavía les cuesta abrirse hacia la comprensión de lo que es la patria, de lo que es la libertad, la celebración de la fiesta, la escarapela en el pecho, el paso marcialmente marcado al ritmo de una marcha o de un tambor, nos hacen comprender -más clara y vívidamente que el discurso de la “señora directora”- que se trata de conceptos venerables que para toda la vida nos comprometen en su sostén y en su defensa, en la adhesión a la patria amada, en el enaltecimiento de la libertad. Pasa el tiempo; estudiamos. Y un día – no sin cierto asombro – venimos a descubrir que antes del 25 de mayo también había patria; que la patria preexistía desde siempre, desde que fundamos ciudades y defendimos ins­tituciones; que no se puede vivir dignamente sin patria. Advertimos que el 24 de mayo ni Saavedra, ni Moreno, ni el benemérito general Belgrano eran ningunos “apátridas”, sino que fueron patriotas toda la vida. Sigue pasando el tiempo. Hasta que un día vimos -la realidad nos lo mues­tra con dureza- que después del 25 de Mayo, y como dejando de lado los nobles ideales que la escuela nos inculcara, no todo es defensa de la patria y de la libertad, porque desgraciadamente se ha renunciado a ellas. Así es que el poeta – Almafuerte ve la “sombra de la patria” con los cabellos sueltos, como velo de angustia”, “desencajado el rostro: la derro­ta no tiene pupila más opaca ni la faz de Jesús al beso infame se contrajo más rígida”. “La voraz invasión de lo pequeño no hiere como el rayo, pero amansa. Cuando el alma inmortal cae de rodillas la belleza mortal cae deshojada”. La patria puede ser vilipendiada por sus enemigos si sus hijos no la de­fienden. ¿Y la libertad? para saber lo que puede pasar con la libertad no hay más que mirar el poder tomado en la política interna de la Argen­tina por las fuerzas internacionales de la usura y de la explotación. Pero estos son temas de todos los días. Ahora, por ser Mayo, recordemos los 25 de mayo de nuestros días infantiles y, sobre todo, renovemos los nobles anhelos de seguir teniendo siempre – pero siempre, siempre vivos, siempre vigentes, siempre actuales, siempre enhiestos – la patria y la libertad.

 


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Mayo 21, 2017