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Un huérfano de 19 años con un pasado problemático y un rifle AR-15 fue acusado de 17 cargos de asesinato premeditado hoy por la mañana tras ser interrogado durante horas por las autoridades estatales y federales tras el tiroteo escolar más letal en los Estados Unidos en cinco años.
Catorce sobrevivientes heridos fueron hospitalizados cuando se recuperaron cuerpos del interior y alrededor de Marjory Stoneman Douglas High School.
Nikolas Cruz fue detenido sin fianza y fue alojado en la cárcel.
Los alumnos de la escuela pensaron que se trataba de otro simulacro ayer por la tarde cuando sonó una alarma de incendio, requiriendo que salieran de sus aulas.
Es entonces cuando la policía señala que Cruz, equipado con una máscara de gas, granadas de humo y múltiples cargadores de municiones, abrió fuego con un arma semiautomática, matando a 17 personas y enviando a cientos de estudiantes a huir a las calles. Fue el tiroteo escolar más letal de la nación desde que un pistolero atacó una escuela primaria en Newtown, Connecticut, hace más de cinco años.
“Nuestro distrito está sumido en un tremendo estado de dolor y tristeza”, dijo Robert Runcie, superintendente del distrito escolar en Parkland, a una hora de distancia en coche al norte de Miami. “Es un día horrible para nosotros”.
Las autoridades no ofrecieron detalles inmediatos sobre Cruz o su posible motivo, excepto para decir que había sido expulsado de la escuela secundaria, que tiene alrededor de 3.000 estudiantes. Los estudiantes que lo conocen le describieron como un adolescente volátil cuyo comportamiento extraño había causado que otros terminaran la amistad con él.
La madre de Cruz, Lynda Cruz, murió de neumonía el 1 de noviembre según comentaron vecinos, amigos y familiares. Cruz y su esposo, quien murió de un ataque al corazón hace varios años, adoptaron a Nikolas y su hermano biológico, Zachary, después de que la pareja se mudara desde Long Island en Nueva York al condado de Broward.
Los niños fueron dejados al cuidado de un amigo de la familia después de la muerte de su madre, dijo un familiar, Barbara Kumbatovich, de Long Island.
Infeliz allí, Nikolas Cruz pidió mudarse con la familia de un amigo en el noroeste de Broward. La familia estuvo de acuerdo y Cruz se mudó alrededor del día de Acción de Gracias. Según el abogado de la familia, que no los identificó, sabían que Cruz era dueño del AR-15 pero lo obligaron a guardarlo encerrado en un armario. aunque él sí tenía la llave.
Señalan vecinos que la familia está devastada pero que nunca huberon previsto lo que sucedió. Están cooperando con las autoridades.
Victoria Olvera, una joven de 17 años, alumna en esta escuela, dijo que Cruz fue expulsado el año pasado porque se peleó con el nuevo novio de su ex novia. Ella dijo que había sido abusivo con su novia.
“Creo que todos tenían en mente si alguien iba a hacerlo, iba a ser él”, dijo.
Cruz fue arrestado sin ofrecer resistencia una hora después del tiroteo en un barrio residencial a una milla de distancia. Tenía varias cargas de municiones, dijeron las autoridades.
“Es catastrófico. Realmente no hay palabras”, dijo el sheriff del condado de Broward, Scott Israel.
Los padres frenéticos corrieron a la escuela para encontrarse ante miembros del equipo SWAT , las ambulancias que rodean el gran campus y los trabajadores de emergencia que parecían estar tratando a los heridos en las aceras. Los estudiantes que no habían corrido comenzaron a salir en filas con sus manos sobre sus cabezas mientras los oficiales los instaban a evacuar rápidamente.
Al escuchar un fuerte golpe mientras el tirador disparaba, muchos de los estudiantes dentro se escondieron debajo de escritorios o en armarios, y cerraron puertas con barricadas.
“Estábamos en la esquina, lejos de las ventanas”, dijo el estudiante de primer año Max Charles, quien dijo haber escuchado cinco disparos. “La maestra cerró la puerta y apagó la luz. Pensé que tal vez podría morir o algo así”.
Cuando salía del edificio, vio a cuatro estudiantes  y un maestro muertos. Dijo que se sintió aliviado cuando finalmente encontró a su madre.
“Estaba feliz de estar vivo”, dijo Max. “Ella estaba llorando cuando me vio”.
Noah Parness, un joven de 17 años, dijo que él y los demás estudiantes salieron tranquilamente a sus áreas de simulacro de incendio cuando de repente escuchó sonidos de estallido.
“Vimos a un grupo de maestros corriendo por la escalera, y luego todos cambiaron y comenzaron a correr”, dijo Parness. “Salté una valla”.
La mayoría de las víctimas mortales se encontraban dentro del edificio, aunque algunas víctimas fueron encontradas sin vida  afuera, dijeron fuentes policiales.
No mucho después del ataque, Michael Nembhard estaba sentado en su garaje en un callejón sin salida cuando vio a un hombre joven con una camisa color bordó caminando por la calle. En ese instante, un patrullero se detuvo y los oficiales saltaron con las armas desenfundadas.
“Todo lo que escuché fue la orden de rendirse y echarse en el asfalto. dijo Nembhard. Entonces Cruz hizo lo que le dijeron.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Febrero 15, 2018