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Una de las obras de William Shakespeare -sin más razón que mi antojo- que más me ha seducido desde mi pubertad es Richard III. Tal vez el monólogo de apertura tan tragicómico como elegante o porque he escuchado de actores que se trata, a la hora de interpretarlo, de un personaje más retorcido y controvertido que el famoso Hamlet.
Usted sabe la historia, este jorobado -inconcluso, nacido antes de tiempo, según el autor- resentido principalmente por su espantosa miseria anatómica vive en las cortes de York luego de una larga guerra entre esta casa y la de los Lancaster, con la derrota de estos últimos y ahora bajo la monarquía pacífica de Edward IV. Pero Richard, el hermano menor -hambriento de poder- recurre a su inteligencia y habilidades para el engaño y manipulación política para llegar al trono.
La pluma de Shakespeare es bella, majestuosa. Ahora bien, ¿tenía Richard una joroba? Probablemente no.
Sin temor a equivocarme (Exceptuando a Hitler, Stalin y otros famosos asesinos) cuando una persona muere, se transforma en un ser humano de pasado noble. Al menos, “era un buen tipo”. Algunos se convierten post mortem en sanadores. Otros dejan un legado imborrable. Algunos, El Relato. Lo mismo parece ocurrir con uno de los usureros más famosos que habitaron la República Argentina. Y de usurero a presidente. Algo así como “De mendigo a millonario” (Trading Places, John Landis, 1983) o “Grandes Esperanzas” (Great Expectations, Charles Dickens, 1860), sin una pizca de romanticismo. Hasta sus propias víctimas parecen olvidarse de la ley 1050 y sus beneficios. Kirchner, el presidente elegido con el 27%, apela a su picardía criolla y prácticas magistrales para el ardid y manejo político para llegar al tesoro. Ahora bien, ¿fue un gran estadista y el símbolo de los derechos humanos? Probablemente no.
Tal vez dueño de un hombro un tanto más caído que el otro causado por años de blandir las pesadas espadas de entonces, Richard parece haber adquirido sus deformidades después de muerto. Algunos escritos de la época hasta lo señalan buen mozo. No un Brad Pitt como su hermano Edward, pero si atractivo. Pero Shakespeare necesitaba ciertas malformaciones para lograr ese tipo de personajes que todos amamos odiar. Como la cicatriz de Tony Montana o la pata de palo de Long John Silver.
Néstor Kirchner -no descubro nada nuevo con esto- no movió un solo dedo para ayudar a terroristas o inocentes detenidos durante el último gobierno de facto, pero necesitaba ese hálito sobre su cuerpo para hacerse mortal entre los crédulos que compraron su relato. Tan largo es este, que sus ramificaciones llegaron a las manos hoy ensangrentadas de los intolerantes que viven de nuestros impuestos en el ámbito del poder judicial.

 

El Relato -hasta incrustándose hoy en el cerebro del presidente Mauricio Macri- rinde honores a quienes atracaban bancos, secuestraban gente, cometían más de mil asesinatos y perpetraban más de vente mil atentados y a quienes un gobierno democrático ordenó que sus Fuerzas Armadas los sometieran a la aniquilación.

 

¿Richard asesinó a Henry VI? Es plausible. De haber cometido ese acto lo hizo siguiendo las órdenes de Edward (En ese entonces también había familias de dudoso sentido moral). Richard fue acusado de asesinar al hijo del rey Henry VI, pero todas las evidencias señalan que este último murió en combate.
El Relato -hasta incrustándose hoy en el cerebro del presidente Mauricio Macri- rinde honores a quienes atracaban bancos, secuestraban gente, cometían más de mil asesinatos y perpetraban más de vente mil atentados y a quienes un gobierno democrático ordenó que sus Fuerzas Armadas los sometieran a la aniquilación. Según cuenta José D’angelo (Mentirás tus muertos, El Tatu, 2015) Hugo Alfredo Irurzun, quién -de acuerdo al testimonio de Enrique Gorriarán Merlo- accionó el lanzacohetes que mató a Anastasio Somoza, en Asunción del Paraguay el 18 de setiembre de 1980. Esa misma noche, las fuerzas policiales de la República del Paraguay se toparon con Irurzun (alias Capitán Santiago) y lo ultimó. En los listados oficiales el terrorista figura como muerto por ejecución sumaria. Según El Relato, lo mató el Estado argentino.
El destino de George es una incógnita. Los delitos hay que probarlos y no hay nada que apunte a que Richard le haya quitado la vida a su hermano. George tuvo siempre las garras listas para apoderarse del sillón del rey Edward IV (Hermano de George y Richard) pero durante el juicio a George, Richard si bien demostró su apoyo al monarca, se mostró profundamente triste por el enjuiciamiento y posterior ejecución de George.

 

Nada dice El relato de los niños asesinados por el terrorismo argentino, pero de manera clara se encargó de señalar como las fuerzas de seguridad se apoderaban de bebes que -en medio de armas, municiones, explosivos y un más que peligroso ambiente de violencia- quedaban huérfanos de padres.

 

Los sedientos de sangre -también conocidos como jueces y fiscales militantes- construyen, modifican, borran y rescriben expedientes según los obstáculos que se les presentan. Mi padre se encuentra privado de la libertad desde el año 2014 acusado de pertenecer a la policía, de tener un nombre fonéticamente parecido, de no ser descrito o identificado, pero… inferencias judiciales lo llevan a casi tres años de soledad.
Shakespeare recorre laberintos y sin pruebas sindica a Richard como el asesino de sus propios sobrinos. Es cierto que el villano Shakespeariano llevó a los hijos de su hermano a una torre, tal vez para encarcelarlos, pero matarlos hubiera tendido sobre él una sombra roja en la opinión popular que no necesitaba. Sin embargo, Richard es un homicida ante nuestros ojos.
Nada dice El relato de los niños asesinados por el terrorismo argentino, pero de manera clara se encargó de señalar como las fuerzas de seguridad se apoderaban de bebes que -en medio de armas, municiones, explosivos y un más que peligroso ambiente de violencia- quedaban huérfanos de padres.
Hay huecos a lo largo de la historia. En esos tiempos -pese a que creo que no había internet- la matanza de dos menores hubiera corrido como pólvora. Los detractores de Richard hubieran utilizado esto para recibir simpatía del pueblo ante una rebelión. Henry VII (sucedió a Richard) hubiera explotado la acusación de que el tío Ricky Ricardo era un regicida en potencia (Los sobrinos eran los primeros en la cadena de sucesión)

 

La poca habilidad de los Tudors para producir pruebas (léase cuerpos sin vida) dejan el misterio para los mentalistas. Richard, su mercenario James Tyrrell o el mismo Henry VII son apuntados como sospechosos, pero nada más que ello. La cultura de inocente hasta que se pruebe lo contrario era respetada, aunque no en la pluma de Shakespeare.

 

Hay agujeros negros en El Relato. En esos tiempos (En los que se sucedieron supuestamente los hechos por los cuales Claudio Kussman es imputado) tampoco había internet, ni las modernas rutas que ciertos declarantes dicen haber recorrido al ser detenidos. Hoy, mi padre es digitado como miembro de un Comando Radioeléctrico. Para probar esto, la justicia militante presenta su foja de servicios desentendiéndose de la figuración o no de ese cargo en el documento. Acertó usted: Nunca perteneció a ese servicio y no hay huellas de esto en el pliego utilizado como prueba irrefutable. Esta evidencia es fácil de destrozar, por lo que el plan B de la “justicia” argentina se pone en marcha, destinándolo a Operaciones, nombre temible por si los hay. Operaciones es -o fue- una oficina de estadísticas (Accidente de tránsito, violaciones de tráfico, arrestos por juegos clandestinos). Pero hay más información para este boletín: Alguien habrá susurrado el error de insertar a Claudio Kussman en lo que en realidad era una oficina administrativa, y es por ello que jueces y fiscales dan un golpe de timón.
La poca habilidad de los Tudors para producir pruebas (léase cuerpos sin vida) dejan el misterio para los mentalistas. Richard, su mercenario James Tyrrell o el mismo Henry VII son apuntados como sospechosos, pero nada más que ello. La cultura de inocente hasta que se pruebe lo contrario era respetada, aunque no en la pluma de Shakespeare.
Desde el Comando radioeléctrico a Operaciones y de allí… pese a que mi padre testifica en más de diez oportunidades que él trabajaba en la Unidad Regional V y no en el Comando Radioeléctrico, el juez Santiago Ulpiano Martínez (el mismo que mantenía drogas y armas secuestradas en su propio juzgado, en medio de un caos administrativo constatado y denunciado por su sucesor el juez militante Alejo Ramos padilla) se pregunta: ¿Cómo puede ser que, si dice que no trabajó en la Unidad Regional V, la conozca tan bien? Para aquellos familiarizados con el fútbol, es como burlarse de un hincha de River cuando Boca pierde.
No cometa errores, pese a que Richard III no es del todo fiel, no deja de ser una brillante obra de arte del Bardo Británico. El relato es burdo, aunque impredecible. Como no puede probar los desplazamientos de destinos de Claudio Kussman, ni forzando la teoría de Goebbels, decide desplazar edificios enteros. Esta “justicia” que Kirchner supo moldear dice: Con todo ello podemos concluir que, en el marco del plan represivo, la Policía de la Provincia de Buenos Aires operó como otra de las fuerzas subordinadas al Comando de la Fuerza de Tarea 2. Por último, cabe simplemente mencionar que la citada fuerza de seguridad también aportó al plan criminal la realización de tareas de Inteligencia. Como desarrollaremos en el acápite correspondiente, la Delegación Bahía Blanca de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPBA), junto a la Unidad Regional 5ta. y a la Brigada de Investigaciones de Bahía Blanca, formaron parte de la Comunidad Informativa local, participando activamente en la colección y distribución de la información necesaria para determinar quiénes eran los “blancos” que debían ser capturados, en esta región del país.
Si Mahoma no va a la montaña…
La diferencia entre el trabajo de El Bardo de Avon y El Relato de Kirchner es que el primero concibió una maravillosa pieza teatral alrededor del (¿jorobado de York?) y el jorobador de Notre Dame de Santa Cruz consiguió dividir a un país, enceguecer aún más a los intolerantes, enviar a una injusta prisión a varios inocentes, eternizarles las prisiones preventivas (reconocido por el actual Ministro de Justicia y Derechos Humanos doctorado en abogacía don Germán Garavano) y abultar sus bolsillos sin que media población lo admita. El Poeta nacional de Inglaterra fue sepultado en terrenos de la Iglesia, quien cobró una considerable suma para hacerlo. Fue una donación de terceros ya que Shakespeare murió pobre.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 22, 2017