“El fútbol vuelve a casa” (“Football’s coming home”), gritan los ingleses, pero primero viene la Croacia de Modric
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Con goles de Harry Maguire y Dele Alli sirvieron para que, veintiséis años después, Inglaterra vuelva a jugar una semifinal de un Mundial de fútbol, tras derrotar este sábado en partido de cuartos a Suecia por dos goles a cero, en Samara, donde el equipo de los “Tres Leones” se reencontró con su historia.
Inglaterra, campeona del mundo en 1966, casi siempre candidata a todo y acreedora a nada, ha vuelto, quizá en el momento menos esperado, con un equipo muy joven e inexperto, a la elite del fútbol mundial. Y el próximo miércoles jugará, en el estadio Luzhniki de Moscú, el mismo que albergará el partido decisivo, el 15 de julio, la semifinal contra Croacia.
Sin practicar un fútbol espectacular, doblegó a la sobria y compacta Suecia; pasó a la semifinal y desencadenó el delirio en Inglaterra, donde la cerveza fluye en unos ‘pubs’ cuyas televisiones repetirán una y mil veces las imágenes en blanco y negro de Bobby Moore alzando, hace 52 años, el trofeo Jules Rimet, en Wembley.
“El fútbol vuelve a casa” (“Football’s coming home”), gritan los ingleses, pero primero viene la Croacia de Modric
[ezcol_1fifth].[/ezcol_1fifth] [ezcol_3fifth]Con goles de Harry Maguire y Dele Alli sirvieron para que, veintiséis años después, Inglaterra vuelva a jugar una semifinal de un Mundial de fútbol, tras derrotar este sábado en partido de cuartos a Suecia por dos goles a cero, en Samara, donde el equipo de los “Tres Leones” se reencontró con su historia.
Inglaterra, campeona del mundo en 1966, casi siempre candidata a todo y acreedora a nada, ha vuelto, quizá en el momento menos esperado, con un equipo muy joven e inexperto, a la elite del fútbol mundial. Y el próximo miércoles jugará, en el estadio Luzhniki de Moscú, el mismo que albergará el partido decisivo, el 15 de julio, la semifinal contra Croacia.
Sin practicar un fútbol espectacular, doblegó a la sobria y compacta Suecia; pasó a la semifinal y desencadenó el delirio en Inglaterra, donde la cerveza fluye en unos ‘pubs’ cuyas televisiones repetirán una y mil veces las imágenes en blanco y negro de Bobby Moore alzando, hace 52 años, el trofeo Jules Rimet, en Wembley.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 7, 2018
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