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A las 12:01 del domingo 1 de octubre el Gobierno de los Estados Unidos deberá “cerrar”, si es que el Congreso no logra aprobar nuevos fondos, en medio de serias divisiones entre los republicanos.

Este viernes, el presidente de la Cámara de Representante, Kevin McCarthy (California), intentó avanzar con un proyecto que estimaba un recorte del 30% en el presupuesto, pero no logró avanzar.

Y en caso de que hubiera avanzado, el gobierno del presidente Joe Biden advirtió que vetaría la decisión, ya que eso afectaría varios de sus programas vigentes.

“Los republicanos extremistas de la Cámara ahora están triplicando sus demandas de destripar programas con los que cuentan millones de familias trabajadoras, proponiendo un devastador recorte del 30% a las fuerzas del orden, Meals on Wheels, Head Start y más”, acusó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. “Están incumpliendo su palabra, abandonando el acuerdo bipartidista por el que votaron dos tercios de ellos hace apenas cuatro meses y llevando a nuestro país hacia un cierre republicano extremo que dañará nuestra economía y seguridad nacional”.

Jean-Pierre dijo que la Casa Blanca respalda el plan bipartidista que avanza en el Senado.

McCarthy no logra integrar a todos sus colegas de partido, quienes se han aliado con los demócratas para votar contra los planes del líder republicano y sus aliados.

El representante Matt Gaetz (Florida) ha liderado entre los republicanos los planes contra McCarthy, quien convocó a una reunión esta tarde para evaluar los siguientes pasos, pero el líder de la Cámara no quiere asumir responsabilidad alguna.

McCarthy ha sido cuestionado sobre si está dispuesto a que la falta de presupuesto deje son fondos al gobierno ni cheques de pago a funcionarios, incluidos más de 170,000 militares, el republicano prefiere echarles la culpa a los demócratas.

“Esa es una buena pregunta y estoy diciendo que los republicanos aquí están tratando de mantener abierto el gobierno”, afirma, acusando a los demócratas de querer “cerrar” el gobierno.

Los programas sociales, como ayuda alimentaria WIC para niños y bebés, serán de los programas afectados por el cierre de gobierno, pero si éste se extiende, más de 47 millones de personas dejarían de recibir ayuda alimentaria, tomando en consideración el programa SNAP.

El cierre también tendría efecto en apoyos a las pequeñas empresas estadounidenses, las cuales perderían más de $100 millones de dólares en financiación.

La oficina de Administración de Pequeñas Empresas (SBA) advirtió que dejaría de procesar nuevos préstamos comerciales para pequeñas empresas.

“Cada día laborable en el que el gobierno cierra, cientos de pequeñas empresas verían que sus solicitudes de préstamos 7(a) y 504 no avanzan”, dijo la agencia. “Estos retrasos pueden tener consecuencias devastadoras para los propietarios de pequeñas empresas y las comunidades que apoyan, incluida la pérdida de la capacidad de comprar bienes inmuebles o equipos críticos, la pérdida de acuerdos y oportunidades comerciales y verse obligados a aceptar préstamos con altos intereses y precios abusivos”.