GUARDEMOS, DOCUMENTACIÓN, VIDEOS, FOTOS, GRABACIONES SONORAS, CORRESPONDENCIA POSTAL Y DIGITAL, RECIBOS, CERTIFICADOS, ETC.
El gran muro periodístico de silencio que nos aisló estos años, se está fisurando y en no mucho tiempo finalmente caerá. Lo que ocurrió y ocurre hoy en este territorio llamado Argentina, no podrá ser para siempre. Algún día llegaran funcionarios probos y justos. Para ese momento debemos tener las pruebas que demuestren los delitos cometidos hoy con nosotros y con nuestras familias. Para ello hay que guardar todos aquellos elementos que sirvan para reconstruir paso a paso lo que nos sucedió y nos sucede. Cada sufrimiento, cada enfermedad no tratada y cada muerte, debemos registrarla. Labremos actas y estampemos nuestras firmas ante 2 testigos. Guardemos vendas, restos de medicación, alimentos, prendas manchadas, reclamos o cualquier elemento que pueda ser sometido a pericias o análisis. Instruyamos a los seres queridos que nos sucedan para que en caso de nuestra incapacidad mental o nuestra partida de este mundo, continúen en nuestro nombre. Si no los tenemos, leguemos mediante visado legal, en amigos que nos visitan y también se presten a ser testigos.
DOCUMENTEMOS EL EXTERMINIO
El exterminio que se llevó a cabo y que aún continúa no puede quedar impune. Las acciones judiciales ilegales son las que más se deben registrar y guardar mediante copias con nuestras firmas, con aclaración manuscrita y también la de los funcionarios que intervienen. Estos son reticentes a ello pero debemos insistir para que estampen sus rúbricas. No olvidemos que los originales, en los juzgados, “accidentalmente” los pueden destruir y se perderían valiosos elementos de prueba. Confeccionemos nóminas de quienes fueron nuestros martirizadores y la mayor cantidad de datos posibles de los mismos. Ellos ilegalmente nos sumieron en el sufrimiento y nos quitaron nuestra vida y nuestro futuro. Así nos sustrajeron de ver crecer a nuestros nietos y poder expresarles nuestro amor. Todas estas aberraciones humanas, no puede quedar sin castigo. Los depredadores lo merecen.
EL SERVICIO PENITENCIARIO
Ellos seguramente cuando llegue el momento de rendir cuentas, van a deslindar responsabilidades en el personal subalterno del servicio penitenciario. No aceptemos ni nos conformemos con eso. La verdadera acción maquiavélica estuvo en lujosos despachos lejos de nosotros. Quienes estuvieron en contacto y en algunos casos nos trataron mal, recibieron estrictas órdenes, o simplemente actuaron así por ignorancia y falta de preparación. Cumplían o los sumariaban y sancionaban. También documentemos a quienes les formulamos o entregamos denuncias de delitos de acción pública y no hicieron absolutamente nada. Ellos con su silencio cómplice también torturaron y mataron, por lo que merecen la prisión. Pudiendo hacer no hicieron nada. Todas las muertes y martirios fueron por acción u omisión. Luchemos por un verdadero NUNCA MÁS. Nosotros y quienes nos sucedan lo merecemos.
“La finalidad del castigo es asegurarse de que el culpable no reincidirá en el delito”.
Por Claudio Kussman
GUARDEMOS, DOCUMENTACIÓN, VIDEOS, FOTOS, GRABACIONES SONORAS, CORRESPONDENCIA POSTAL Y DIGITAL, RECIBOS, CERTIFICADOS, ETC.
El gran muro periodístico de silencio que nos aisló estos años, se está fisurando y en no mucho tiempo finalmente caerá. Lo que ocurrió y ocurre hoy en este territorio llamado Argentina, no podrá ser para siempre. Algún día llegaran funcionarios probos y justos. Para ese momento debemos tener las pruebas que demuestren los delitos cometidos hoy con nosotros y con nuestras familias. Para ello hay que guardar todos aquellos elementos que sirvan para reconstruir paso a paso lo que nos sucedió y nos sucede. Cada sufrimiento, cada enfermedad no tratada y cada muerte, debemos registrarla. Labremos actas y estampemos nuestras firmas ante 2 testigos. Guardemos vendas, restos de medicación, alimentos, prendas manchadas, reclamos o cualquier elemento que pueda ser sometido a pericias o análisis. Instruyamos a los seres queridos que nos sucedan para que en caso de nuestra incapacidad mental o nuestra partida de este mundo, continúen en nuestro nombre. Si no los tenemos, leguemos mediante visado legal, en amigos que nos visitan y también se presten a ser testigos.
DOCUMENTEMOS EL EXTERMINIO
El exterminio que se llevó a cabo y que aún continúa no puede quedar impune. Las acciones judiciales ilegales son las que más se deben registrar y guardar mediante copias con nuestras firmas, con aclaración manuscrita y también la de los funcionarios que intervienen. Estos son reticentes a ello pero debemos insistir para que estampen sus rúbricas. No olvidemos que los originales, en los juzgados, “accidentalmente” los pueden destruir y se perderían valiosos elementos de prueba. Confeccionemos nóminas de quienes fueron nuestros martirizadores y la mayor cantidad de datos posibles de los mismos. Ellos ilegalmente nos sumieron en el sufrimiento y nos quitaron nuestra vida y nuestro futuro. Así nos sustrajeron de ver crecer a nuestros nietos y poder expresarles nuestro amor. Todas estas aberraciones humanas, no puede quedar sin castigo. Los depredadores lo merecen.
EL SERVICIO PENITENCIARIO
Ellos seguramente cuando llegue el momento de rendir cuentas, van a deslindar responsabilidades en el personal subalterno del servicio penitenciario. No aceptemos ni nos conformemos con eso. La verdadera acción maquiavélica estuvo en lujosos despachos lejos de nosotros. Quienes estuvieron en contacto y en algunos casos nos trataron mal, recibieron estrictas órdenes, o simplemente actuaron así por ignorancia y falta de preparación. Cumplían o los sumariaban y sancionaban. También documentemos a quienes les formulamos o entregamos denuncias de delitos de acción pública y no hicieron absolutamente nada. Ellos con su silencio cómplice también torturaron y mataron, por lo que merecen la prisión. Pudiendo hacer no hicieron nada. Todas las muertes y martirios fueron por acción u omisión. Luchemos por un verdadero NUNCA MÁS. Nosotros y quienes nos sucedan lo merecemos.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 13, 2016