Lamentablemente sabemos que la opinión pública no tiene el mejor de los conceptos sobre la administración de justicia en nuestro país y por ende en nuestra provincia. Muchos piensan que para poner al poder judicial a la altura de su misión debería aplicarse una enorme reforma estructural. Con muchos años en la Judicatura y en distintos cargos públicos, desde el ejercicio de la profesión de abogado, entiendo que el más grave problema de hoy es la falta de cobertura de cargos, acompañado a la ineludible e inevitable necesidad de crear nuevas Salas (Cámaras) Juzgados, Fiscalías y defensorías en los distintos fueros. Vengo sosteniendo en un sinnúmero de oportunidades en mis distintos comentarios y reflexiones que una “justicia lenta y tardía no es justicia”. Y si tratáramos de enumerar todos los problemas identificados, como producto de la desfavorable administración de justicia, requeriríamos de mucho tiempo y espacio. Una solución inmediata en la provincia a mi parecer sería la de realizar una lista de conjueces con participación del Poder ejecutivo, la Legislatura y colegios de abogados con conocimiento de la Excma. Corte Suprema de justicia de la provincia. Nómina en la que se incluiría nombres con trayectoria e idoneidad para cubrir provisoriamente Salas, Juzgados, fiscalías, defensorías hasta que se realicen los concursos y se designen las vacantes. Esa designación sería por dos años renovables. Esta designación evitaría que los mismos jueces y fiscales se subroguen entre si y dejen de lado los enormes problemas de sus propios despachos. Remplazos que agrava la situación y no es solución a la lentitud imperante. Paralelamente sería interesante para la designación de la terna después del concurso, luego de un tiempo prudencial -un año como máximo – quede nominado el primero de la lista. Esta cobertura sería un principio de solución. Abogados que integraron el Poder Judicial y con experiencia suficiente también en el ejercicio de la profesión ayudarían a paliar esta grave crisis que padece el poder judicial en la actualidad. Necesitamos de manera imperiosa un poder judicial más cercano al ciudadano, ágil, confiable, transparente, eficiente y con vocación de servicio. La sociedad quiere justicia y que los magistrados la hagan cumplir. La sociedad protesta contra la impunidad imperante ante la indefensión que supone el paso del tiempo para obtener justicia. Los designados solamente necesitarían mostrar su enorme experiencia, idoneidad y trasparencia en su trayectoria. Un modo practico de paliar este flagelo evitando las suspicacias y los conflictos en la cobertura de las vacantes. Lo propongo. Un principio de solución. Así como los romanos decían “la ley es dura, pero es la ley”, el sistema actual contesta: “la ley es blanda, pero es la ley”.
Escribe JORGE B. LOBO ARAGÓN.
Lamentablemente sabemos que la opinión pública no tiene el mejor de los conceptos sobre la administración de justicia en nuestro país y por ende en nuestra provincia. Muchos piensan que para poner al poder judicial a la altura de su misión debería aplicarse una enorme reforma estructural. Con muchos años en la Judicatura y en distintos cargos públicos, desde el ejercicio de la profesión de abogado, entiendo que el más grave problema de hoy es la falta de cobertura de cargos, acompañado a la ineludible e inevitable necesidad de crear nuevas Salas (Cámaras) Juzgados, Fiscalías y defensorías en los distintos fueros. Vengo sosteniendo en un sinnúmero de oportunidades en mis distintos comentarios y reflexiones que una “justicia lenta y tardía no es justicia”. Y si tratáramos de enumerar todos los problemas identificados, como producto de la desfavorable administración de justicia, requeriríamos de mucho tiempo y espacio. Una solución inmediata en la provincia a mi parecer sería la de realizar una lista de conjueces con participación del Poder ejecutivo, la Legislatura y colegios de abogados con conocimiento de la Excma. Corte Suprema de justicia de la provincia. Nómina en la que se incluiría nombres con trayectoria e idoneidad para cubrir provisoriamente Salas, Juzgados, fiscalías, defensorías hasta que se realicen los concursos y se designen las vacantes. Esa designación sería por dos años renovables. Esta designación evitaría que los mismos jueces y fiscales se subroguen entre si y dejen de lado los enormes problemas de sus propios despachos. Remplazos que agrava la situación y no es solución a la lentitud imperante. Paralelamente sería interesante para la designación de la terna después del concurso, luego de un tiempo prudencial -un año como máximo – quede nominado el primero de la lista. Esta cobertura sería un principio de solución. Abogados que integraron el Poder Judicial y con experiencia suficiente también en el ejercicio de la profesión ayudarían a paliar esta grave crisis que padece el poder judicial en la actualidad. Necesitamos de manera imperiosa un poder judicial más cercano al ciudadano, ágil, confiable, transparente, eficiente y con vocación de servicio. La sociedad quiere justicia y que los magistrados la hagan cumplir. La sociedad protesta contra la impunidad imperante ante la indefensión que supone el paso del tiempo para obtener justicia. Los designados solamente necesitarían mostrar su enorme experiencia, idoneidad y trasparencia en su trayectoria. Un modo practico de paliar este flagelo evitando las suspicacias y los conflictos en la cobertura de las vacantes. Lo propongo. Un principio de solución. Así como los romanos decían “la ley es dura, pero es la ley”, el sistema actual contesta: “la ley es blanda, pero es la ley”.
jorgeloboaragon@gmail.com
PRISIONEROenARGENTINA.com
Mayo 16, 2018
Related Posts
MI ABUELO
“…Mi Abuelo… Por JORGE B. LOBO [...]
Amigos…
Por JORGE LOBO ARAGÓN. Mientras nos deleitábamos [...]
Las Estrellas y la Esperanza
Por JORGE BERNABE LOBO ARAGON· Esta ilusión [...]