Cabría preguntarse porque motivo nuestro país que es ríquisimo en recursos naturales administra “pobreza”. Los gobernantes siempre dicen que no pueden solucionar los problemas sociales y económicos como consecuencia de las “herencias recibidas”. Nunca terminamos de saber si lo que manifiestan es cierto o no, nada es claro a los ojos y al buen entender de quienes seguimos de cerca la marcha de los acontecimientos en nuestra Patria. Ya no soy joven sino una persona entrada en años, casi setenta y advierto que los problemas que nos aquejan en la actualidad son casi los mismos que nos aquejaban hace cincuenta años.
Hay en la Argentina toda una historia de “violaciones al orden jurídico” en todo el campo de las actividades. Hemos logrado consolidar a “medias” una democracia, las Fuerzas Armadas ya alejadas de la posibilidad de intervenir en política, salvo la reciente experiencia kirchnerista en que un Comandante en Jefe se mostraba como un soldado no del Estado sino al servicio de la causa de un partido político gobernante.
Leyendo todos los diarios y viendo television vemos el drama argentino de la creciente “marginalidad” – vivir sin respetar las leyes- de nuestra sociedad toda. Es posible tener un país confiable y serio para el mundo con tanta vulneración del orden jurídico? Yo creo que no, lo que es gravísimo. Nos preguntamos porque no vienen inversiones al país, porque la Argentina no es confiable? La respuesta es que la Argentina vive en un “estado marginal” de falta de respeto e incumplimiento de las normas jurídicas que son necesarias para lograr la confianza del mundo en el país. Tambien es necesario para que los argentinos confiemos en el país.
La Argentina “marginal” nos muestra una corrupción generalizada en todos los ámbitos de la vida nacional , inimaginables, no se puede salir del asombro y no se avizoran esperanzas de solucionar esa problematica ante una Justicia que no endereza las cosas y pone a la sociedad en el marco de la ley. Demasiados funcionarios procesados y pocos funcionarios condenados. Los ejemplos cunden por doquier. Hasta que la sociedad no se de cuenta que solo respetando la ley será posible tener un país serio viviremos a los tumbos, sin rumbo y con muchos dolores y sufrimientos. Hasta la propia Corte Suprema falla y muchas veces no hace cumplirla.
Hasta que no comprendamos el valor que tiene vivir y respetar las leyes nuestro destino sera incierto y poco esperanzador.
Cabría preguntarse porque motivo nuestro país que es ríquisimo en recursos naturales administra “pobreza”. Los gobernantes siempre dicen que no pueden solucionar los problemas sociales y económicos como consecuencia de las “herencias recibidas”. Nunca terminamos de saber si lo que manifiestan es cierto o no, nada es claro a los ojos y al buen entender de quienes seguimos de cerca la marcha de los acontecimientos en nuestra Patria. Ya no soy joven sino una persona entrada en años, casi setenta y advierto que los problemas que nos aquejan en la actualidad son casi los mismos que nos aquejaban hace cincuenta años.
Hay en la Argentina toda una historia de “violaciones al orden jurídico” en todo el campo de las actividades. Hemos logrado consolidar a “medias” una democracia, las Fuerzas Armadas ya alejadas de la posibilidad de intervenir en política, salvo la reciente experiencia kirchnerista en que un Comandante en Jefe se mostraba como un soldado no del Estado sino al servicio de la causa de un partido político gobernante.
Leyendo todos los diarios y viendo television vemos el drama argentino de la creciente “marginalidad” – vivir sin respetar las leyes- de nuestra sociedad toda. Es posible tener un país confiable y serio para el mundo con tanta vulneración del orden jurídico? Yo creo que no, lo que es gravísimo. Nos preguntamos porque no vienen inversiones al país, porque la Argentina no es confiable? La respuesta es que la Argentina vive en un “estado marginal” de falta de respeto e incumplimiento de las normas jurídicas que son necesarias para lograr la confianza del mundo en el país. Tambien es necesario para que los argentinos confiemos en el país.
La Argentina “marginal” nos muestra una corrupción generalizada en todos los ámbitos de la vida nacional , inimaginables, no se puede salir del asombro y no se avizoran esperanzas de solucionar esa problematica ante una Justicia que no endereza las cosas y pone a la sociedad en el marco de la ley. Demasiados funcionarios procesados y pocos funcionarios condenados. Los ejemplos cunden por doquier. Hasta que la sociedad no se de cuenta que solo respetando la ley será posible tener un país serio viviremos a los tumbos, sin rumbo y con muchos dolores y sufrimientos. Hasta la propia Corte Suprema falla y muchas veces no hace cumplirla.
Hasta que no comprendamos el valor que tiene vivir y respetar las leyes nuestro destino sera incierto y poco esperanzador.
Francisco Bénard
Abogado
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 27, 2017
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