Desde hace algunos años, los argentinos y también todos los latinoamericanos venimos oyendo o leyendo sobre el ALCA. Mucho se lo apoya y se lo critica pero poco se lo explica. Antes de comenzar a exponer sobre este tema deseo hacer una advertencia. Para lograr los mejores resultados en el debate de todo tema actual, político, económico o social es imprescindible respetar dos criterios fundamentales:
– Discutir sólo los grandes principios que cada uno desea ver vigentes en su mundo.
– No distorsionar esta discusión principista haciéndola pasar por el prisma deformante de la ideología.
Resulta tan pernicioso apoyar el ALCA tan sólo porque así lo aconseja y lo desea EEUU, como rechazarlo tan sólo porque así lo desea y lo aconseja EEUU. Es un axioma de política exterior que los países no tienen amigos ni ideologías. Solo intereses. Es desde el punto de vista de los grandes intereses nacionales que encararé esta charla.
¿Qué significa ALCA?
ALCA: Área de Libre Comercio Americana
AFTA: American Free Trade Agreement
Es un proyecto de integración económica desde Alaska hasta Tierra del Fuego. No es sólo regional o subregional, como puede ser el MERCOSUR sino de ámbito continental. Significa que las mercaderías, los servicios y las inversiones circularán libremente entre los 34 países que integrarán el ALCA, sin barreras arancelarias.
A diferencia del MERCOSUR, el ALCA no será una unión aduanera. Es decir que cada país mantendrá total libertad para aplicar los aranceles aduaneros a las importaciones provenientes de otros países del mundo no continentales del ALCA. El MERCOSUR obliga a fijar aranceles comunes a todas las importaciones. Pero la propuesta del presidente Bush (padre) significa algo mucho más amplio.
Incluye: Promoción del comercio; fomento a las inversiones y solución a la deuda externa. ¿Cuándo y cómo se origina el ALCA?
El ALCA es fruto inmediato del fin de la Guerra Fría. Terminada la 2da. Guerra Mundial, en 1945 y hasta finales de los años 80, el mundo vivió al ritmo de la llamada Guerra Fría. Dos grandes centros de poder mundial, la URSS y los EEUU, se disputaban el predominio de su influencia en el mundo. Uno representaba la propuesta económico-social socialista marxista y el otro la capitalista liberal, predominante en el Occidente. Ambos disponían de un arsenal de proyectiles intercontinentales con cabeza nuclear múltiple, capaces de arrasar con el territorio enemigo y eliminar todo signo de vida.
Una vez apretado el fatídico botón por parte de uno de los contendientes, el otro disponía de 30 minutos para responder en igual forma, antes de ser destruido. Esto se llamaba la Mutua Destrucción Asegurada cuya sigla en inglés MAD, simbólicamente, significa LOCO. Una riesgosa situación se plateó durante la presidencia de Kennedy cuando Cuba permitió que la URSS instalara misiles nucleares en la isla, poniendo en serio peligro la seguridad norteamericana ya que la corta distancia hacía imposible la réplica a tiempo.
Y Fidel Castro se queja de la actitud hostil de EEUU para con su gobierno. Durante más de 40 años, el mundo vivió una paz basada en el terror del holocausto nuclear. Europa tenía el penoso privilegio de ser el campo probable de los primeros ataques atómicos de la URSS y por eso su alianza con EEUU era muy firme y necesaria, anteponiendo los intereses de la defensa a los del comercio.
El presidente Reagan de los EEUU decidió poner fin a esta situación y lanzó un audaz proyecto: construir en el espacio un sofisticado y complejo sistema de detección rápida de un ataque nuclear y de destrucción inmediata de los proyectiles en vuelo, antes de que impactaran en territorio norteamericano. Luego quedaba en completa libertad para destruir al enemigo sin ser destruido. Este proyecto se llamaba Iniciativa de Defensa Estratégica y fue conocido con el nombre de Guerra de las Galaxias.
Era el quiebre de la Mutua Destrucción Asegurada. La Iniciativa de Defensa Estratégica, la Guerra de las Galaxias, se basaba en el desarrollo de artefactos espaciales de la más alta tecnología como los rayos láser, los aceleradores de partículas, los cañones electrónicos y otras sofisticadas novedades científicas y tecnológicas. Sus posibilidades de éxito y su viabilidad técnica y científica estuvieron siempre en duda. Pero la URSS no podía correr el riesgo de que EEUU lograra tener éxito, aunque sea en parte y quedar a merced de su enemigo sin posibilidades de defenderse ni de atacar con éxito. El presidente Reagan, para convencer a los soviéticos de sus buenas intenciones sólo defensivas pero no ofensivas, ofreció entregarles todos los planos y estudios de sus avances tecnológicos a fin de que pudiesen construir un escudo espacial semejante.
“Nuestro objetivo -dijo Reagan- es lograr transformar en chatarra los actuales mortíferos arsenales de proyectiles intercontinentales con cabeza nuclear que amenazan al mundo.”
La URRSS se enfrentó a una grave alternativa:
O no hacía caso a la amenaza de Reagan y se arriesgaba a que no tuviera éxito.
O iniciaba un ataque nuclear preventivo contra EE.UU. a sabiendas que significaría su propia destrucción.
O iniciaba rápidamente el desarrollo de un escudo espacial semejante.
Pero la URSS tenía una gran debilidad: su escaso poder económico para afrontar tamaño desafío de inversión. Esa debilidad es la que aprovechó Reagan para vencer a su enemigo no en el campo militar, que era muy parejo, sino en el que EE.UU. tenía amplia supremacía, el económico. Recordemos que la URSS debía utilizar el 60% de su PBI en la defensa militar, postergando el disfrute del bienestar de su pueblo, mientras que a EEUU el presupuesto de defensa le insumía apenas el 6% del PBI. Era la demostración del fracaso del sistema socialista marxista.
Mijail Gorbachov, el primer Ministro Soviético, advirtió que la competencia con EEUU había llegado a un punto imposible de mantener. Lanzó entonces su famosa Perestroika y el Glasnot (reestructuración del sistema y apertura económica). Cayó el muro de Berlín y con él toda la experiencia comunista de 50 años. Desapareció la Unión Soviética, junto con todos los gobiernos marxistas de Europa.
Rusia recuperó su soberanía, abolió el comunismo, declaró al partido comunista ilegal, restableció la bandera y el escudo tradicional de la época zarista, hizo enterrar al zar Nicolás II en la basílica de Pedro y Pablo, en San Petesburgo, junto al resto de los zares allí depositados, con todos los honores tradicionales y en una ceremonia majestuosa.
Se estableció el sistema político democrático y la economía capitalista de mercado. La Iglesia Ortodoxa rusa volvió a ser aceptada y se le devolvieron todos los templos. El Consejo Ortodoxo Supremo canonizó al zar, a la zarina, a sus hijos y cuantos habían sido asesinados en un sótano de una casa en Siberia setenta y cinco años antes. Por primera vez se canonizaba sin pasar previamente por la etapa de beatitud. Los mismos seres aborrecidos y execrados durante más de 70 años fueron no sólo reivindicados sino, además, transformados en santos.
El mundo quedó asombrado y se preguntó ¿de qué sirvieron tantos años de muertes, prisiones, persecuciones, guerras, gastos militares exorbitantes? La Guerra Fría había terminado. Europa se sintió libre de sus ataduras militares con los EEUU. Se iniciaba una nueva guerra, la guerra comercial. Pero ninguna nación, ni aun las más poderosas de Europa podían afrontar el nuevo desafío de competencia comercial en forma aislada.
La integración de naciones pasó a ser una necesidad ineludible del nuevo mundo. EEUU no sólo dejaba de ser un socio necesario para Europa sino que, por el contrario, pasaba a ser el principal competidor en la nueva guerra económica.
La Unión Europea, surgida en 1957 del Club de Roma con apenas 6 miembros, se fortaleció, liderada por Alemania. Hoy tiene más de 20 miembros y se siguen incorporando nuevos miembros y no sería raro que muy pronto se incorpore también Rusia.
Los países asiáticos hicieron lo mismo bajo el liderazgo del Japón, creando su propio sistema de integración, la APEC (Cooperación Económica de Asia Pacífico)
EEUU quedó solo, sin un área geográfica de integración propia y fue entonces que el presidente Bush, padre, lanzó en 1991 el proyecto de integración continental del ALCA, una zona de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Era un plan estratégico vital para EE.UU. Recordemos que ya en la Reunión Cumbre de Panamá de 1956, a la que asistió el presidente argentino general Pedro Eugenio Aramburu, se habló de una integración continental.
La Argentina en la historia reciente.
Es interesante repasar la conducta de la Argentina en los hechos históricos que les he relatado y que condujeron al fin de la guerra fría y el comienzo de la era comercial con su consecuencia más directa, la integración.
En 1982 el presidente Reagan se encontraba a punto de lanzar su atrevida Iniciativa de Defensa Estratégica, la Guerra de las Galaxias. Era una jugada sumamente delicada tanto nacional como internacionalmente. Por supuesto, su aliado más importante era Inglaterra. En la Argentina gobernaba un gobierno militar totalmente jugado en una lucha terrible contra las acciones terroristas subversivas que intentaban imponer en el país un régimen marxista comunista.
Por supuesto, el lanzamiento de la Guerra de las Galaxias por parte del presidente Reagan era una gran oportunidad para dar un duro golpe al mundo comunista, de terminar con la guerra fría, que alimentaba a las subversiones guerrilleras. ¿Qué hicimos los argentinos?
Un día, el presidente Reagan fue despertado con una noticia increíble. La Argentina había atacado a su principal aliado, Inglaterra, por la recuperación de unas pequeñas islas del Atlántico sur. En un momento álgido de la guerra fría se producía una crisis dentro mismo del campo estratégico anticomunista, no producida por el accionar de su oponente soviético sino por un aliado. Esto explica porqué EE.UU., luego de intentar, infructuosamente, resolver el conflicto, se alineó decididamente del lado de Inglaterra.
Menos de un año después, en enero de 1983, el presidente Reagan lanzó públicamente su propuesta de defensa espacial, la Guerra de las Galaxias. Se inició una etapa muy difícil de las relaciones internacionales. La URSS, seriamente amenazada por la iniciativa de Reagan, protestó de todas las formas posibles y ante todos los foros existentes, acusando a los EE.UU. de amenazar la paz mundial al pretender militarizar el espacio. Un espacio que estaba ya saturado de satélites de ambos bandos destinados a realizar inteligencia militar. ¿Qué hicimos los argentinos?
En 1987 se realizó una reunión de la Comisión de Desarme de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra. Allí se debatió al más alto nivel la aceptación o no de la Iniciativa de Defensa Espacial anunciada por el presidente Reagan. A esa reunión acudió el presidente argentino Raúl Alfonsín, quien se encontraba en Ginebra para asistir a la reunión de la OIT y se pronunció enfáticamente contra la Iniciativa de Defensa Estratégica de EE.UU. y a favor de las propuestas de la Unión Soviética de no militarizar el espacio por considerar que significaba una peligrosa escalada más de la carrera armamentista.
Es evidente que el presidente Alfonsín no comprendió el verdadero sentido de la Iniciativa de Defensa Estratégica espacial del presidente Reagan, que no era para incrementar la escalada del terror armamentista nuclear sino, por el contrario, anularlo, al transformarlo en inútil. En ese mismo viaje a Europa, el presidente Alfonsín solicitó una mayor comprensión de las grandes potencias para con la deuda de los países en vías de desarrollo. Simultáneamente, el presidente Reagan, en Berlín, desafiaba públicamente al jefe del gobierno de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, a que “derrumbara ese muro afrentoso”. Las cartas estaban echadas.
Pocos años después, la iniciativa de Reagan tenía éxito. Gorbachov lanzó su famosa Perestroika y el Glasnot. El régimen comunista colapsó en todo el mundo, cayó el muro de Berlín y desapareció la URSS. Había terminado la Guerra Fría. En 1989 el gobierno argentino entró en una crisis insuperable. La falta de crédito externo lo llevó a emitir dinero sin respaldo y a acudir a un mayor endeudamiento para cubrir el déficit fiscal. La inflación se transformó en hiperinflación, la situación del gobierno se hizo insostenible y el presidente Alfonsín debió renunciar 6 meses antes de terminar su mandato.
Lo sucedió el presidente Menem quien, obligado a recuperar el terreno perdido, estableció lo que se llamó, desafortunadamente, relaciones carnales con los EE.UU. A fin de advertir la fuerza con que EE.UU. impulsa el ALCA, veamos la cronología del proceso de avance de este proyecto.
1990 – Bush solicita al Congreso le permita utilizar la ley del Fast Track para nuevos acuerdos comerciales. El Congreso tiene 60 días para oponerse o aprobar pero sin modificaciones o enmiendas.
1991 – El presidente Bush (padre) presenta la propuesta de integración hemisférica. La Iniciativa para las Américas (The Enterprice for the Americas Initiative -EAI) o zona de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
1991 – MERCOSUR, creado en 1990, acuerda con EE.UU. la fórmula de 4 + 1.
1994 – El presidente demócrata Clinton convoca a la Primera Reunión Cumbre de las Américas en Miami. Ratifica la voluntad de EEUU de constituir el ALCA, propuesta por su antecesor republicano. Se fija el año 2005 para concretar los acuerdos. Asiste el presidente Menem.
1994 – Se concreta el primer tramo del ALCA al firmarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) entre Canadá, EE.UU. y México. Pte. Clinton.
1998 – Segunda Reunión Cumbre de las Américas en Santiago de Chile. y se ratifica el 2005 como año para concretar el ALCA. Asiste el presidente Menem.
2001 – Nuevo presidente Jorge W. Bush (hijo) convoca a la Tercera Reunión Cumbre en Quebec (Canadá). Asiste el presidente Fernando de la Rúa.
2003 – Ingresan al ALCA todos los países de Centro América y Chile.
2003 – Reunión de Plenipotenciarios de las Américas en Maryland (EE.UU.). Asiste el Canciller Bielsa y el Ministro Lavagna. Se ratifica el año 2005 para constituir definitivamente el ALCA
Esta cronología muestra a las claras que la convocatoria de EE.UU. a constituir el ALCA es una decisión estratégica, una política de Estado establecida en la dirigencia política norteamericana de ambos partidos, muy difícil de evitar o revertir.
El presidente de México acaba de afirmar que en seis años de vigencia del NAFTA las exportaciones de México a EEUU pasaron de 40.000 millones de dólares a 150.000 millones.
En 1990, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, obligados por las exigencias integracionistas del nuevo mundo post Guerra Fría firmaron en Asunción el acuerdo del MERCOSUR, al cual se adhirieron luego en carácter precario Chile y Bolivia.
Este acuerdo, aunque incompleto y defectuoso, dio inmediatos frutos muy beneficiosos ya que, al agrandar el mercado de consumo permitió ampliar el comercio. Argentina duplicó sus exportaciones y hoy exporta al Brasil el 25% de todas sus exportaciones.
Fácil es comprender que si estos beneficios se obtuvieron con un mercado de relativa importancia como el brasileño, muchos más beneficios se obtendrían incorporándonos al ALCA.
Población del MERCOSUR 213,2 millones – ALCA 850 millones UE 375 millones
Intercambio actual del MERCOSUR 154.000 millones de dólares
Intercambio actual del continente (ALCA) 2.850.000 millones dólares (2,85 billones)
PBI MERCOSUR 1.000.000 de millones de dólares (1 billón)
PBI actual del ALCA 12.400.000 millones de dólares (12,4 billones) – 12 veces mayor
PBI Unión Europea 8.550.000 millones de dólares (8,55 billones) 31 % de ALCA.
(Fuente KRT – La Nación 21/ 04/ 2001)
ALCA generaría el 33% del PB Mundial y más del 20% del comercio mundial.
¿Conviene ingresar al ALCA?
Antes de contestar esta pregunta conviene tener en cuenta algunos datos de la realidad, una realidad que no podemos modificar y a la cual debemos aceptar, amoldarnos y vincularnos con realismo e inteligencia.
1°- La integración económica es un mandato del nuevo mundo post Guerra Fría que nos impone una severa competencia comercial, imposible de afrontar en forma aislada sino a través de integraciones de naciones. Cuanto más poderosa sea la integración a la que nos incorporemos mayores serán los beneficios.
2°- La integración económica tiene un condicionante geográfico.
No podríamos ingresar a la Unión Europea porque no somos europeos.
No podríamos ingresar a la Comunidad Asiática porque no somos asiáticos.
¿Cuál es la mayor y única Asociación de Integración a la que podemos ingresar?
El ALCA. Porque abarca al continente americano al cual pertenecemos.
3°- El ALCA es un proyecto ideado e impulsado por EEUU, es una importante decisión estratégica de ese país, que seguramente logrará imponer, nos guste o no nos guste.
4°- El MERCOSUR, a pesar de ser muy útil y prioritario para el comercio argentino, resulta insuficiente, a corto plazo, para impulsar un desarrollo creciente y sostenido de nuestro país.
5°- Brasil 150 Millones de habitantes – PBI / cápita 5.000 u$s
EE.UU. 250 millones habitantes – PBI / cápita 25.000 u$s
El ALCA, al igual que la UE, tiene una visión continental de la integración económica. El MERCOSUR es un modelo subregional de integración y por lo tanto mucho más débil. En 12 años ya se han incorporado al ALCA 9 de los 34 países que componen el Continente (Cuba está excluida). Ya se han incorporado, EE.UU., Canadá, México, todos los países centroamericanos y, recientemente, nuestro vecino, Chile. Es preferible ingresar voluntariamente, cuanto antes, que hacerlo, una vez más, obligados, a desgano y tardíamente. Argentina tiene, en este aspecto, una larga historia de ceguera estratégica que le ha producido muchos perjuicios.
1) En 1825 el Libertador Simón Bolívar convocó a un Congreso en Panamá a fin de crear una Federación de las nuevas repúblicas independientes de Suramérica. El objetivo era fortalecer la defensa de los intereses de las nuevas repúblicas frente a la terrible amenaza de una Europa monárquica, unida en la Santa Alianza y decidida a restituir a España sus viejas colonias. Cosa curiosa, al Congreso de Panamá de 1825 se invitó también a los EE.UU. Argentina no se adhirió, o lo hizo tan tarde que su diputado no llegó antes de que se clausurara el Congreso. Éste fracasó.
En ese año, Argentina debió enfrentar una guerra contra Brasil en condiciones poco ventajosas. Se envió una misión compuesta por el general Alvear y el Dr. Díaz Vélez para pedirle a Bolívar que nos ayudase en esta guerra. Bolívar sólo pidió a cambio que apoyásemos el Congreso de Panamá y enviásemos nuestros diputados, lo cual no aceptamos.
Bolívar ofreció tomar el Paraguay, para luego devolvérselo a la Argentina, a fin de preocupar al Brasil y obligarlo a devolver la Banda Oriental o dividir su ejército y no lo aceptamos. El temor a la posible hegemonía de Bolívar nos hizo perder de vista nuestros intereses. Fuimos solos a la guerra con Brasil, ganamos las batallas terrestres y navales con gran sacrificio y heroísmo de nuestros ejércitos y nuestra flota, pero perdimos la Banda Oriental cuya recuperación era la razón de ser de la guerra. En definitiva, perdimos la guerra, y con ello la Banda Oriental y el Paraguay.
2) En 1941, luego de Pearl Harbor EEUU entró en la Segunda Guerra Mundial y convocó a una reunión de los países Americanos en Río de Janeiro a fin de firmar un compromiso de cooperación con los aliados. EEUU no podía enviar millones de hombres a luchar en Europa y el Pacífico sin dejar bien cubierta la seguridad de lo que se llama el patio trasero del continente americano. Todos los países americanos se adhirieron y rompieron relaciones con los países del Eje o declararon la guerra, menos Argentina, que decidió abstenerse y mantenerse neutral. Comenzó entonces un severo y muy pernicioso aislamiento de la Argentina del concierto de las naciones. Se limitó el comercio, se cortaron los créditos y las inversiones y se ignoró a la Argentina en los foros internacionales.
3) A comienzos de 1945, al aproximarse la terminación de la guerra, los líderes de las potencias aliadas se reunieron en Yalta (Crimea rusa) a fin de establecer los lineamientos principales de la posguerra. Allí se decidió crear un nuevo organismo internacional, en reemplazo de la Liga de las Naciones, creada luego de la primera guerra mundial. Al confeccionarse la lista de naciones que serían invitadas a ingresar a las Naciones Unidas, la Argentina fue expresamente excluida.
Los izquierdistas argentinos no recuerdan que en esa reunión cumbre de Yalta el presidente norteamericano, Franklin Delano Roosevelt, defendió a la Argentina y su ingreso al nuevo organismo internacional a crearse, aduciendo que aunque tardíamente, al menos había roto sus relaciones con los países del Eje y fue el camarada José Stalin, gobernante de la URSS, quien logró que nuestro país no fueseincluido en la lista de naciones invitadas a la reunión de San Francisco, de ese mismo año, para poner en marcha a la Organización de las Naciones Unidas.
Es muy interesante leer en el libro de Archibaldo Lanús, “De Chapultepec al Beagle”, el debate entre Roosevelt y Stalin respecto a la Argentina. A punto estuvimos de no ser admitidos en la nueva organización internacional. El presidente Perón y el Congreso argentino debieron aprobar apresuradamente las Actas de Chapultepec, sobre seguridad americana, sin haber estado presente nuestro país en esas deliberaciones y sin haber hecho escuchar sus opiniones.
Próximo ya el fin de la contienda, Argentina, severamente presionada, declaró la guerra a Alemania y al Japón, cuando estas naciones estaban ya vencidas. Una vez más, los sentimientos ideológicos de los gobernantes de turno habían hecho un gran daño a los intereses generales de la nación. Brasil, que hasta el envío tropas a luchar con los Aliados, comenzó luego de la guerra un acelerado desarrollo y la Argentina comenzó su declinación.
4) Más cercano aún, tenemos fresco el recuerdo de la decisión del presidente Duhalde de cambiar el voto en la Comisión de Derechos Humanos de la Naciones Unidas, mantenido durante doce años y abstenerse de apoyar una recomendación que sólo disponía solicitar al gobierno cubano permitiese la visita de una comisión para investigar el respeto de los derechos humanos en la isla caribeña. La excusa del presidente Duhalde fue que “no podíamos condenar a un pequeño país bloqueado”. Esto fue una gran falacia. Ni se trataba de una condena, ni Cuba está bloqueada. Sólo se trataba de aprobar una iniciativa de solicitar la autorización del gobierno cubano para que la Comisión de las Naciones Unidas realizara un estudio de los derechos humanos en Cuba. Era lo mismo que solicitaron los defensores de los derechos humanos argentinos a la OEA cuando el gobierno militar argentino era acusado de no respetarlos. Con la diferencia que el gobierno militar argentino aceptó la visita de una comisión de derechos humanos de la OEA, que actuó en Buenos Aires con toda libertad.
No se puede llamar bloqueo a lo que sólo es un embargo a los fondos cubanos por parte del gobierno de EE.UU., en represalia a la confiscación de todas las propiedades norteamericanas realizada por Fidel Castro al inicio de la revolución. Menos con EE.UU. -por este motivo- Cuba puede comerciar con quien quiera. Es curioso que los más severos críticos de la economía de mercado se quejen porque EE.UU. no les permite acceder a los mercados norteamericanos. Lo único que está bloqueado en Cuba son los derechos humanos, la libertad y la democracia.
A quien condenamos con nuestro voto fue al pueblo cubano, a quien obligamos a seguir sin derechos humanos. Esto se hacía en momentos de una grave crisis económica, una prolongada recesión, un severo desempleo, con una deuda externa descomunal y con vencimientos de pago próximos de varios miles de millones de dólares, a los organismos internacionales de crédito.
5) Ya vimos la actitud del presidente Alfonsín frente a la Iniciativa de Defensa Estratégica Espacial de EE.UU., en 1987.
6) Ello sin mencionar aquella triste e insensata imagen de nuestros legisladores festejando alborozados el anuncio del presidente Rodríguez Saa, de que la Argentina dejaba de pagar la deuda externa.
Beneficio fundamental del ALCA – Inversiones.
Además de las posibilidades de aumentar considerablemente nuestras exportaciones, como lo hizo México en muy pocos años, el ingreso al ALCA tendría un efecto tanto o más importante en beneficio nuestro. El de las INVERSIONES. Ninguno de los problemas que hoy nos agobian como la recesión, la deuda, la falta de crédito, la desocupación, la pobreza, la salud, la educación, la seguridad, se pueden resolver sin crecimiento económico. Lo que Frondizi llamaba desarrollo. Y no es posible lograr crecimiento económico, mayor producción, mayor trabajo, sin inversión.
Argentina carece hoy día de capacidad de ahorro interno como para afrontar las necesidades de inversión productiva y para financiar las exportaciones. El sistema financiero bancario está colapsado y los intereses muy altos. Tampoco tenemos fuentes de inversión externa desde que festejamos alborozados la declaración del presidente Rodríguez Saa de no pagar más nada de la deuda externa. El quedar en defoult en lugar de producirnos pesar y preocupación nos produjo alegría.
El desempleo en la Argentina es del 20 % de la población laboral.
Para disminuir el 1% del desempleo es necesario crecer al menos 3% del PBI.
Si deseáramos disminuir un 10% el desempleo deberíamos lograr un crecimiento del 30% del PBI -o sea nada menos que 50.000 millones de dólares al año-.
Al haber disminuido considerablemente el PBI en los últimos años, el porcentaje necesario sería aún mayor.
El ministro Lavagna anunció, como un gran logro, un crecimiento en los próximos años del 5% anual como máximo.
¿De dónde podríamos obtener los recursos para lograr aunque sea esta modesta meta de disminución del desempleo? ¿De las exportaciones al MERCOSUR? Es evidente que necesitamos un mercado mucho más amplio y el más cercano y posible es el ALCA. Nada nos impide hoy exportar a EEUU, ya que los aranceles aduaneros de ese país son relativamente bajos. En promedio sólo un 2%. Pero el problema es la actual inseguridad del mercado norteamericano. En EEUU existe una ley anti dumping. Como sabemos, el dumping es la maniobra de ofrecer productos a bajo precio, incluso menor al costo real, a fin de penetrar algún mercado.
Si lográsemos un interesante comercio con alguno de nuestros productos exportables y éstos tuviesen una creciente acogida en los EEUU, bastaría que algún productor norteamericano levante la mano y diga que esta importación argentina lo perjudica y pida la aplicación de la ley antidumping para que el gobierno o el Congreso americano tome alguna medida de protección, como ya ha pasado.
Esa inseguridad, sumada a la inseguridad propia de nuestro país, tan proclive a cambiar permanentemente las reglas de juego comerciales y hasta el orden jurídico, hacen imposible de lograr las necesarias inversiones extranjeras para financiar nuestro crecimiento. El ingreso al ALCA establecería normas fijas de seguridad comercial, de cumplimiento obligatorio tanto para los EEUU como para Argentina y bajo esa garantía los capitales acudirían con mucho interés para invertir en un comercio argentino en expansión, con seguridad garantizada.
No olvidemos que para aumentar las exportaciones no sólo es necesario aumentar la producción a niveles competitivos sino también disponer de los recursos suficientes para financiar las exportaciones. EE.UU. destina a garantizar los créditos de sus exportaciones 3.000 millones de dólares anuales. Las posibilidades de obtener inversiones extranjeras para el crecimiento económico y para dar las necesarias financiaciones a nuestro comercio exterior es uno de los mayores beneficios del ALCA.
Esto no significa abandonar los esfuerzos por incrementar también el comercio con Europa o Asia. Significa sí realizar esos esfuerzos desde una posición de negociación mucho más sólida, al hacerlo desde la condición de socios del sistema de integración económica más poderoso del mundo, como será el ALCA. ¿Cuáles son los riesgos o los inconvenientes de entrar al ALCA?
Críticas más comunes al ALCA
A – Estaría dominada por los EEUU y en su beneficio exclusivo.
B – Previamente deberían abolirse los subsidios agrícolas que aplica EE.UU.
Veamos un poco estos dos aspectos
A – Por supuesto que EEUU será el país preponderante. Es la mayor potencia del mundo. Tiene el 30% del PBI mundial, el avance tecnológico más formidable y las fuerzas armadas más poderosas. Y tiene también un mercado de consumo de 250 millones de personas de alto nivel de gasto. También los europeos aceptan la preponderancia del país más poderoso que es Alemania y los asiáticos la del Japón o China. Pero seríamos socios, precisamente, del país más poderoso del mundo lo cual es preferible a ser competidor de él o a enfrentar solos y débiles el gran desafío comercial del mundo actual.
Con igual criterio deberíamos retirarnos de las Naciones Unidas, del FMI, del Banco Mundial, etc. Por supuesto que EEUU defendería sus intereses. Pero resulta que los intereses de EEUU consisten en poder vendar más, aumentar sus exportaciones. Pero mal podría lograr vendernos más si no nos ayuda a crecer y a tener mayor capacidad de consumo. ¿De qué le serviría a EEUU asociarse con países cada vez más pobres? La pobreza de los países del continente sería el peor negocio de los EEUU en el ALCA.
Esto de las hegemonías de naciones poderosas es así desde los tiempos más remotos. Durante el Imperio Romano era Roma la dueña del mayor poder y tenía por lo tanto una inevitable preponderancia. Quien se unía a Roma progresaba. Quien se le oponía desaparecía. Cuando Inglaterra fue el gran Imperio dominante, el convertirnos en socios de sus intereses, pues se complementaban con los nuestros, nos convirtió en uno de los países más prósperos del planeta. Voy a leerles unos párrafos escritos por un gran personaje suramericano para que adviertan ustedes lo que significa ver el mundo y los intereses de su país con realismo.
Decía Simón Bolívar en 1825 en carta al general Santander:
“Mil veces he intentado escribir a Vd. sobre un negocio arduo, y es: nuestra federación americana no puede subsistir si no la toma bajo su protección la Inglaterra; por lo mismo, no sé si no sería muy conveniente si la convidásemos a una alianza defensiva y ofensiva”.
“Esta alianza no tiene más que un inconveniente y es el de los compromisos en que nos puede meter la política inglesa; pero este inconveniente es eventual y quizá remoto. Yo le opongo a este inconveniente esta reflexión: la existencia es el primer bien y el segundo es el modo de existir, si nos ligamos a la Inglaterra existiremos, y si no nos ligamos nos perderemos infaliblemente”. “Luego es preferible el primer caso”.
“Mientras tanto creceremos, nos fortificaremos y seremos verdaderamente naciones para cuando podamos tener compromisos nocivos con nuestra aliada. Entonces, nuestra propia fortaleza y las relaciones que podamos formar con otras naciones europeas, nos pondrán fuera del alcance de nuestros tutores y aliados”.
Bolívar se unió a Inglaterra, la mayor potencia mundial de la época y gracias a ello la Santa Alianza, la unión de todas las monarquías europeas, desistió de intentar recuperar para España sus antiguas colonias americanas. Es cierto que Inglaterra logró los beneficios del comercio, pero la Independencia de Suramérica se salvó y este comercio significó también la prosperidad de Suramérica.
Algunos ejemplos de políticas nacionales actuales, libres de ataduras ideológicas.
España: Es un caso interesante para analizar como ejemplo del privilegio de las defensas de las políticas de Estado, por encima de las opiniones declamadas desde la oposición y basadas en las ideologías. Durante la Guerra Fría los EEUU necesitaban instalar bases militares en lugares estratégicos de Europa. Uno de ellos era España, gobernada por el generalísimo Franco, hombre de extrema derecha que había sido aliado de Adolfo Hitler. Por varios años España fue aislada internacionalmente. No obstante, Franco accedió a la instalación de las bases norteamericanas en territorio español.
Esta actitud fue criticada por los socialistas españoles desde la oposición pero, al llegar al gobierno el socialista Felipe González incorpora a España no sólo a la Unión Europea, sino incluso a la NATO, la organización militar de Occidente para enfrentar a la Unión Soviética y fue el más importante colaborador de los EEUU en la Guerra del Golfo. Esta actitud del socialista Felipe González fue, a su vez, criticada desde la oposición, por el máximo exponente de la derecha española, Fraga Iribarne. A Felipe González lo reemplazó el derechista José María Aznar quien fue, a su vez, el más decidido colaborador de los EEUU en la guerra contra Irak.
O sea que, en España, una cosa es lo que se opina y se apoya desde la oposición y desde la ideología, pero otra es lo que se hace desde el gobierno, en defensa de los intereses superiores del país. Hoy España muestra un desarrollo, un crecimiento, un aumento de la prosperidad que es admiración de todo el mundo.
Brasil: El izquierdista presidente del Brasil, Lula da Silva, antes de las elecciones que lo llevaron a la presidencia no dudó en apoyar el acuerdo con el FMI que necesitaba firmar su antecesor, el presidente Fernando Cardozo. El primer viaje de Lula como presidente electo fue a los EEUU y en 6 meses ha visitado 3 veces al presidente Bush. Nombró presidente del Banco Central a un representante de la Banca Internacional. Ante los problemas presupuestarios y el creciente déficit fiscal ordenó un severo ajuste presupuestario. Ante las amenazas de organizaciones terroristas de atentar contra los tradicionales carnavales de Río de Janeiro no dudó en movilizar 3.000 hombres de las Fuerzas Armadas.
Frente a las necesidades presupuestarias no dudó en establecer el arancelamiento universitario. Al respecto, dijo Lula: “Lo importante es luchar contra el analfabetismo. El mayor esfuerzo debo ponerlo en las escuelas primarias. Quienes quieran un título universitario para ganar dinero, que lo paguen”.
Acaba de enviar al Congreso un proyecto de ley disminuyendo los beneficios jubilatorios a fin de disminuir el déficit fiscal. A todo esto el presidente Lula del Brasil, un líder de izquierda antiimperialista, no trepidó en asistir a la última reunión de los 8 países más poderosos del mundo capitalista, en Evian, Francia. Me dirán que a Lula y a Fox lo eligieron los países latinoamericanos para representarlos en la Reunión de los Ocho. Es cierto, pero por algo los eligieron a ellos y no a la Argentina.
Lo cierto es que el presidente Lula asistió a la reunión de los países más poderosos del mundo. Los que tienen el poder y las posibilidades de ayudar a su país. Hay otros que no van siquiera a la Exposición Rural de Palermo. De regreso de Evian, Lula compró a EE.UU. 250.000 Tons. de trigo que antes nos compraba a nosotros. EEUU le vendió el trigo con un costo 20% mayor al nuestro.
Poco días después, EEUU firmaba un contrato con la empresa estatal de Brasil, EMBRAER, por más de 3.000 millones de dólares para la instalación por parte de este país de un sistema electrónico de seguridad en Norteamérica. Es evidente que el presidente del Brasil es Lula, pero no lelo.
Chile firmó el Tratado de Libre Comercio con EEUU el 6 de junio de 2003.
El presidente Lagos, de extracción socialista, festejó con entusiasmo esta firma. Según el presidente Lagos a partir del año próximo Chile logrará un incremento del 40% en sus exportaciones a EEUU. Se prevé que Chile pasará de exportar 3.700 millones de dólares a 5.000 millones. De partida, el 87 % de los productos exportables chilenos (5.600) podrán ingresar a EEUU libres de gravámenes o aranceles.
Con esto, nuestro comercio con el país vecino sin duda disminuirá, debido a que las preferencias arancelarias que otorgará EEUU a Chile y la magnitud del mercado a que accederá este país desviará parte de las exportaciones e importaciones de Chile que hoy tiene con Argentina hacia EE.UU. En nuestro país, por el contrario, lo grave no son las expresiones ideológicas de la clase política -dichas desde la oposición- sino el hecho de que al llegar al gobierno pretenden aplicarlas. Cambian permanentemente el rumbo de las políticas nacionales, empiezan desde cero un nuevo proyecto, destruyen todo lo realizado anteriormente y privilegian la ideología por sobre los intereses permanentes del país.
Las negociaciones entre Chile y EE.UU. duraron 10 años, abarcando varios gobiernos. Pero los negociadores oficiales chilenos de este acuerdo fueron siempre los mismos. El presidente Kirchner, en su primer mensaje al Congreso declaró que impulsaría un Acuerdo de Libre Comercio sólo con América Latina. Sin EE.UU. ni Canadá. Pero el presidente Lula, luego de su última reunión con el presidente Bush, -20 Junio 2003- que duró tres horas en lugar de 30 minutos concedidos al presidente argentino, declaró en conferencia de prensa en Washington que estaba a favor del ALCA y de su concreción en el año 2005.
Ello arrastró al gobierno argentino, que se ha declarado decidido seguidor del liderazgo del presidente Lula a participar de las reuniones de Maryland sobre el ALCA -del mes de junio de 2003- y a votar a favor de avanzar en las negociaciones para su concreción en el 2005, a pesar de que antes se había manifestado mal dispuesto para ello. El presidente Lula, en sus declaraciones, luego de reunirse con el presidente Bush, agregó cosas muy importantes que deberíamos analizar con mucho cuidado.
“El ALCA no es sólo un acuerdo comercial sino esencialmente una empresa política, realizada en alianza estratégica por Brasil con EE.UU.”
Presidente Luiz Inacio Lula da Silva
El presidente Lula aprobó, además, la política norteamericana global contra el terrorismo transnacional, en el proceso de paz de Medio Oriente, en África y en los problemas de seguridad de América del Sur, como el caso de Colombia. El presidente Bush, por su parte, informó que había acordado una alianza con Brasil y que el presidente Lula era para EE.UU. el líder principal de América Latina.
¿Cómo se llama a esto? ¿Relazaons carnails tal vez?
B – En cuanto a los subsidios que otorga EEUU a su producción agrícola no se puede negar que es un perjuicio para las posibilidades de exportación de la Argentina y que nos está produciendo serios daños. El 58 % de nuestras exportaciones son de origen agrícola. La Argentina es el 8° productor agrícola del mundo. Pero es necesario saber y comprender la razón de estos subsidios agrícolas de EE.UU.
Estos subsidios de EEUU son una respuesta a los subsidios, mucho mayores, que otorgan los países europeos a su agricultura, para competir con los EEUU. Y también Japón. Mientras Europa no anule o disminuya los subsidios, es poco racional pretender exigirle a EEUU que elimine los suyos como condición para que nosotros entremos al ALCA. Por eso, ante nuestros repetidos reclamos por los subsidios agrícolas, EEUU responde que las mejores intenciones de anularlos o reducirlos considerablemente pero que el foro correspondiente para discutir el problema de los subsidios agrícolas es la Organización Mundial de Comercio (OMC), de las Naciones Unidas, donde este tema ya está instalado.
Pertenecen a la OMC 146 países. Hace pocos días -agosto de 2003-, Buenos Aires fue testigo de un ríspido debate entre representantes de Europa y de Estados Unidos en relación con los subsidios agrícolas. Este debate se produjo en el 2° Congreso Internacional de Agronegocios realizado durante la última Exposición de la Sociedad Rural en Palermo. Dijo el representante de Asuntos Agrícolas del Departamento de Comercio de EE.UU., James Murphy.
“Los Estados Unidos proponen (en la OMC) la eliminación total a los subsidios en los próximos cinco años y disciplinas para los créditos a las exportaciones y las ayudas alimentarias (a los países más pobres)”. “Nuestra propuesta busca un comercio más libre para todos”. “Para eso están dispuestos a recortar más de u$s 100.000 millones en ayudas internas”.
Por su parte, el Director General de Agricultura de la Comisión Europea, José Manuel Silva Rodríguez, dijo:
“Como parte de la reciente reforma agrícola europea, en adelante las ayudas a los productores nada tendrán que ver con la producción, sino con el desarrollo rural, la salubridad de los alimentos y el bienestar animal”. “La UE no incrementará su presupuesto en ayudas al campo”. “No avanzaremos más hasta la próxima reunión ministerial de la OM de Cancún”.
Sin embargo fracasó. No hubo mejoras sustanciales en las políticas agrícolas de Europa ni de Estados Unidos a pesar de la fuerte presión aplicada por más de veinte países afectados. Ello es porque no hay acuerdo entre estos dos grandes protagonistas de la economía mundial y hasta que no se logre, inútil será que los países de menor desarrollo como los latinoamericanos pretendan imponer a Estados Unidos la anulación unilateral de sus beneficios a la agricultura como condición para ingresar al ALCA.
El fracaso de las negociaciones de Cancún produjo el debilitamiento del Grupo Cairns y la formación de un nuevo grupo de países que se oponen a los subsidios agrícolas. Este nuevo grupo de países, compuesto por más de 20 países -G20- plus, es mayoritariamente latinoamericano aunque incluye también a los países más poblados de Asia (China, India, Indonesia y Pakistán) y a tres países africanos. Su formación tiende a fortalecer el accionar del Grupo Cairns. Fue defendido muy especialmente por el canciller del Brasil, Celso Amorín y afianza el liderazgo suramericano de este país y de su presidente, Lula da Silva.
En los últimos días de agosto del 2003 se reunieron en Montreal, Canadá, los ministros de economía de 25 países adheridos a la OMC, a fin de acordar la agenda para la reunión de Cancún. Han estado en esta reunión de Montreal, entre otros, los ministros de economía de Argentina, Brasil, México, Chile, Costa Rica y Colombia. La cronología de las negociaciones sobre comercio internacional iniciadas en el GATT en 1947 y luego en la OMC es la siguiente:
Cinco ruedas muy cortas y de resultados rápidos ya que se trataba de reducir los aranceles a la importación de productos industriales, lo cual era de interés de los países más desarrollados. A partir de allí comenzaron las lentas ruedas de negociaciones para liberar también el comercio de los productos agrícolas, lo cual convenía a los países de menor desarrollo exportadores de estos productos pero no a los más desarrollados que mantienen sus subsidios y apoyos a su producción agroindustrial y a las exportaciones de ellas.
Rueda Kennedy (1963 – 1967)
Rueda Tokio (1973 – 1979)
Rueda Uruguay (1986 – 1993)
Rueda Doha (2001 – 2004)
Como se advierte fácilmente, el problema de los subsidios agrícolas de Europa, EE.UU. y Japón es de larga data y muy difícil de resolver, aunque se han logrado avances que permiten ser optimistas en el mediano plazo. En esta reunión, la UE ofreció bajar un 60% los incentivos al agro. Luego estableció algunos cambios pero menos generosos. Ya en 1987, mientras el presidente Alfonsín se oponía a la Iniciativa de Defensa Estratégica Espacial del presidente Reagan, éste proponía en la reunión de los 7 grandes, en Venecia, la anulación de los subsidios agrícolas. Hace ya 16 años.
La actual Organización Mundial de Comercio (OMC) es la continuadora del Acuerdo General de Tarifas y Comercio (GATT), creado en 1947 entre 23 países.
Grupo Cairns
En 1986, en el seno de la OMC, se creó el llamado Grupo Cairns integrado por 18 países exportadores de productos agrícolas sin subsidios, a fin de luchar juntos contra los subsidios agrícolas de Europa, EE.UU. y Japón. Estos países son los siguientes
Grupo Cairns
1 – Argentina 7 – Colombia 13 – Nueva Zelanda
2 – Australia 8 – Costa Rica 14 – Paraguay
3 – Bolivia 9 – Fiji 15 – Filipinas
4 – Brasil 10 – Guatemala 16 – Sur África
5 – Canadá 11 – Indonesia 17 – Tailandia
6 – Chile 12 – Malasia 18 – Uruguay
Los 6 países del MERCOSUR – 10 países del ALCA
Pero esta discusión está en este momento congelada por la firma de una llamada “cláusula de paz” firmada por todos los países afectados por los subsidios agrícolas en la que se conoce como “Rueda Doha” (Qatar). Esta cláusula de paz impide que durante 9 años se haga ningún reclamo por los daños producidos por los subsidios agrícolas. El plazo vence el 1° de enero de 2004, un año antes del plazo fijado y confirmado para constituir el ALCA.
O sea que, para cuando se concrete el Tratado del ALCA, tanto Europa como EEUU estarán obligados a disminuir considerablemente o anular estos subsidios agrícolas. De lo contrario se harán pasibles de realizar cuantiosos pagos en carácter de compensación a todos los países afectados. Como vimos, Europa, que es la más enconada defensora de los subsidios agrícolas ya ha comenzado a tomar medidas de relativa disminución de estos.
En los diarios del día 14 de agosto de 2003 aparece la noticia de un acuerdo entre EE.UU. y la UE para reducir los subsidios a la producción y la exportación de sus productos agrícolas. No fueron de gran alcance, pero lo suficientemente importantes como signo de la voluntad de concurrir a la reunión de Cancún de septiembre de 2003 con la mejor predisposición para colaborar en la solución de este problema.
De todas formas, las negociaciones para disminuir los efectos de los subsidios agrícolas en los países de América, como Argentina, serían mucho más fructíferas si las hiciésemos desde dentro del ALCA, como socios, que desde fuera de ella. En este sentido es interesante recordar que uno de los países más perjudicados con los subsidios agrícolas de EEUU es Canadá, que los critica muy severamente en el seno de la OMC, donde forma parte del Grupo Cairns, igual que la Argentina. No obstante fue el primer país que decidió establecer un Tratado de Libre Comercio con EEUU y luego con México conformando el NAFTA.
Tanto la Argentina como Brasil, el resto de los países del MERCOSUR y 4 países más de Latinoamérica, una vez incorporados al ALCA, tendríamos en uno de los principales nuevos socios, Canadá, un poderoso aliado para negociar con EEUU, desde dentro del ALCA, la anulación o una disminución de los efectos de sus subsidios agrícolas, si no fuesen suprimidos antes. Por otro lado, la Argentina también subsidia a sus exportaciones agrícolas.
El 60 % de estas exportaciones se embarcan en los puertos del río Paraná. Desde la zona de Rosario-Santa Fe hasta el mar hay 700 kilómetros que se mantienen dragados a 32 pies de profundidad a fin de mejorar el costo del transporte marítimo. Pero a este costo lo pagan en menor parte los exportadores a través del peaje y en gran parte el Estado argentino que realizó la obra a su costo y paga a las empresas dragadoras que mantienen los canales más de 45 millones de dólares de subsidio por año. El pago de este subsidio ha sido momentáneamente suspendido, pero en compensación se le ha otorgado a la empresa concesionaria el permiso para aumentar un 45 % el monto del peaje, en perjuicio de los exportadores.
Si planteamos con demasiado rigor la anulación o disminución de los subsidios agrícolas de los EEUU como condición para ingresar al ALCA, corremos el riesgo de que este país nos exija reciprocidad en este tema. Como se ha visto, el problema de los subsidios agrícolas es sumamente complejo y está siendo tratado al más alto nivel internacional, con muy buenas perspectivas de solución.
Como ya dijimos, resulta pueril pretender la eliminación de los subsidios agrícolas sólo por EE.UU. como condición para ingresar al ALCA. Por otro lado, podría resultar pernicioso para las complicadas negociaciones que se están llevando adelante en el ámbito de la OMC. Parecería que quienes exigen la eliminación de los subsidios agrícolas como condición para nuestro ingreso al ALCA, lo que en realidad buscan es que no ingresemos. Mientras tanto son muchísimos los productos que podríamos exportar a EEUU aprovechando las ventajas de un acuerdo de libre comercio como el ALCA.
Comercio actual entre Argentina y EE.UU.
Exportaciones argentinas u$s 3.000 millones (Segundo mercado después de Brasil) 11 % de las exportaciones totales. Industrias protegidas por EE.UU. con elevados aranceles o cuotas restrictivas que más afectan a la Argentina: Aceros, quesos, maní, jugo de limón, jugo de uva, tabaco, miel, ajo y algunas frutas.
Principales productos exportados
Combustibles, insumos manufacturados y partes con destino a industrias de bienes finales, frutas, jugos, te, maderas, pesca, azúcar, alcohol. EE.UU. otorga beneficios arancelarios especiales a ciertos productos bajo el llamado Sistema Generalizado de Preferencias Arancelarias de carácter precario, como hemos visto, debido a la vigencia de la ley antidumping. La mayor crítica que se hace a EEUU por su excesiva ayuda a las exportaciones agrícolas es precisamente a través de los generosos créditos a la exportación que otorga o garantiza. Nosotros nos quejamos de estas ventajas otorgadas por EEUU a su agricultura por lo perjuicios que nos provocan, lo cual es cierto.
Pero También es cierto que nosotros aplicamos a nuestros exportadores agrícolas serios perjuicios a través de crecientes sumas de retenciones, impuestos a las ganancias, IVA diferenciado, demoras en la devolución del IVA, costos portuarios, carencia de infraestructura, etc.
El Poder Ejecutivo acaba de enviar al Congreso un proyecto de ley estableciendo la fecha de embarque como el momento del pago del impuesto a las ganancias en lugar del clásico momento de la concreción de la operación. Este es un nuevo y severo perjuicio a nuestras exportaciones tradicionales. El Mercado a Término y la convertibilidad, al dar estabilidad y seguridad cambiaria, permitieron que a partir de 1992 nuestra producción agrícola creciera de una prolongada meseta de 30 millones de toneladas a 70 millones de toneladas en un par de años. Hoy se marcha hacia el logro de las 100 millones de toneladas de producción. Este proyecto de ley está haciendo bajar los precios de los cereales y amenaza no sólo con enervar la meta de los 100 millones de toneladas sino con retroceder en los volúmenes de producción.
En un seminario organizado por la Secretaría de Agricultura se afirmó que las retenciones a las exportaciones que debe aportar el sector empresario agrícola ganadero llegan a 3.000 millones de dólares por año. Pero los commodities son sólo el 56 % de nuestras exportaciones las que, en su totalidad, aportan al Estado 13.000 millones de dólares anuales en carácter de retenciones. (La Nación 17 de julio/2003)
Argentina – Exportaciones y retenciones (En millones de dólares)
Exportaciones totales Agro y Agroindustriales.
Ingreso externo 32.000 8.000
Retenciones 13.000 3.000
(Fuente “La Nación” 17 y 22 de julio/2003)
El efecto negativo para las ventas al exterior de todos los países latinoamericanos a causa de los subsidios de EE.UU. a sus exportaciones agropecuarias se estima en 6.158millones de dólares (“La Nación” 19 de julio de 2003 – Artículo de Emilio J. Cárdenas)
Perjuicio de los subsidios de Europa, EE.UU. y Japón a las exportaciones argentinas: 2.500 millones de dólares. (“La Nación” 25 de julio de 2003 – Artículo de Jorge Remes Lenicov). Este cuadro muestra que el perjuicio que causan los subsidios de EE.UU. a todos los países latinoamericanos (6.158 millones de dólares) es inferior al que sólo la Argentina provoca a sus exportadores con las leyes y disposiciones vigentes (13.000 millones de dólares). Y también muestra que el perjuicio a las exportaciones argentinas de los subsidios agrícolas de EE.UU., la UE y Japón (2.500 millones de dólares) es inferior al perjuicio que provoca el Estado argentino a sus exportaciones agrícolas (3.000 millones de dólares). Estos perjuicios no se deben a los subsidios agrícolas de Europa o de EE.UU. sino a los errores de la conducción política argentina.
¿Cuáles son las dificultades que presenta la negociación del ALCA?
1°- El Congreso de EEUU ha otorgado el Fast Track (autorización al presidente para firmar acuerdos de libre comercio sin modificaciones) al presidente Bush quien termina su mandato en 2004. La fecha indicada por el presidente Clinton y ratificada en la reunión de Maryland de 2003 para la puesta en marcha del ALCA es el año 2005 ¿Renovará el Congreso de EEUU el fast track al nuevo presidente?
Todo parece indicar que si.
2°- EEUU quiere que el problema de los subsidios agrícolas se siga tratando en la OMC a fin de que lo que se resuelva abarque también a Europa y Japón. Pero la actual ronda de negociación por los subsidios agrícolas en el seno de la OMC termina el 1° de enero de 2005, año en que se deberá poner en marcha el ALCA. Esto crea un margen de incertidumbre en uno de los temas más conflictivos.
3°- Argentina y Brasil tratan de convencer a EEUU de que el ingreso al ALCA se haga aplicando el acuerdo entre el MERCOSUR y los EEUU en la década del 90 llamado 4 + 1, o sea sumar a EEUU a los acuerdos del MERCOSUR.
En la reunión de Maryland de 2003 el representante del Comercio de EEUU expresó que eso es muy difícil ya que EEUU está comprometido con los países del NAFTA y no podría resolver otros acuerdos de libre comercio en forma unilateral. Además, prefiere que cada país Latinoamericano lleve adelante las negociaciones en forma unilateral, considerando, no sin razón, que ello será menos complicado y más rápido. No obstante, muestra buena predisposición para negociar también con el MERCOSUR.
Lo cierto es que los países latinoamericanos, entre ellos Brasil y Argentina, tenían un plazo para presentar sus propuestas de listado de productos a ser beneficiados por el ALCA con la anulación de aranceles de importación. Este plazo ya ha vencido sin que estos países lo cumplan, lo cual está creando una seria dificultad en el progreso de las negociaciones.
Esto es grave. Por un lado hemos aceptado que el ALCA sea concretado en enero del año 2005 (apenas dentro de 1 año y medio). Por otra parte, no cumplimos con la elaboración de las listas de productos para los cuales solicitaríamos la total libertad de ingreso a los EE.UU., a fin de iniciar las negociaciones. Quienes critican al ALCA aduciendo que seríamos cola de león proponen que nos concentremos en el MERCOSUR, pero siguiendo al Brasil como líder. O sea que tampoco parece importarnos ser al menos cabeza de ratón. Nos proponen que nos conformemos con ser cola de ratón.
Conclusiones
La Argentina se encuentra hoy frente a una de las coyunturas más trascendentales de su historia:
O seguimos con la payasada ideológica, inútil y estéril,
O entramos al ALCA y nos asociamos al tratado de integración económica más poderoso del mundo en busca del progreso y el bienestar perdidos.
Debemos optar por ser parte de una integración de nivel continental o seguir formando parte tan sólo de una integración barrial, subregional. No olvidemos los errores del pasado. Hacerlo una vez más sería no sólo una nueva muestra de amnesia histórica sino, además, una penosa muestra de masoquismo político.
De nosotros depende. Ojalá no nos equivoquemos en las decisiones y sepamos elegir lo que más conviene a nuestro país y a nuestro pueblo. Cuando se produjeron las violentas revueltas obreras y estudiantiles izquierdistas de 1968, en Paris, se leían grafitis en las paredes con interesantes e ingeniosos lemas. Uno de ellos decía: “Seamos realistas, pidamos lo imposible”
Esto era una clara convocatoria al caos y a la anarquía como forma de derrumbar un sistema y reemplazarlo por otro. Esta revuelta fracasó. Estaba destinada a terminar con el gobierno del general De Gaulle. El presidente francés, que por otro lado deseaba retirarse, renunció y convocó a nuevas elecciones. Ganó el partido gaullista y fue elegido presidente el primer ministro del general de Gaulle, George Pompidou. Parafraseando aquel lema de los revolucionarios parisinos de 1968 y recordando su fracaso, proponemos este otro lema:
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Cap Frag Horacio Salduna (f. 2005)
Septiembre de 2003
Desde hace algunos años, los argentinos y también todos los latinoamericanos venimos oyendo o leyendo sobre el ALCA. Mucho se lo apoya y se lo critica pero poco se lo explica. Antes de comenzar a exponer sobre este tema deseo hacer una advertencia. Para lograr los mejores resultados en el debate de todo tema actual, político, económico o social es imprescindible respetar dos criterios fundamentales:
– Discutir sólo los grandes principios que cada uno desea ver vigentes en su mundo.
– No distorsionar esta discusión principista haciéndola pasar por el prisma deformante de la ideología.
Resulta tan pernicioso apoyar el ALCA tan sólo porque así lo aconseja y lo desea EEUU, como rechazarlo tan sólo porque así lo desea y lo aconseja EEUU. Es un axioma de política exterior que los países no tienen amigos ni ideologías. Solo intereses. Es desde el punto de vista de los grandes intereses nacionales que encararé esta charla.
¿Qué significa ALCA?
ALCA: Área de Libre Comercio Americana
AFTA: American Free Trade Agreement
Es un proyecto de integración económica desde Alaska hasta Tierra del Fuego. No es sólo regional o subregional, como puede ser el MERCOSUR sino de ámbito continental. Significa que las mercaderías, los servicios y las inversiones circularán libremente entre los 34 países que integrarán el ALCA, sin barreras arancelarias.
A diferencia del MERCOSUR, el ALCA no será una unión aduanera. Es decir que cada país mantendrá total libertad para aplicar los aranceles aduaneros a las importaciones provenientes de otros países del mundo no continentales del ALCA. El MERCOSUR obliga a fijar aranceles comunes a todas las importaciones. Pero la propuesta del presidente Bush (padre) significa algo mucho más amplio.
Incluye: Promoción del comercio; fomento a las inversiones y solución a la deuda externa. ¿Cuándo y cómo se origina el ALCA?
El ALCA es fruto inmediato del fin de la Guerra Fría. Terminada la 2da. Guerra Mundial, en 1945 y hasta finales de los años 80, el mundo vivió al ritmo de la llamada Guerra Fría. Dos grandes centros de poder mundial, la URSS y los EEUU, se disputaban el predominio de su influencia en el mundo. Uno representaba la propuesta económico-social socialista marxista y el otro la capitalista liberal, predominante en el Occidente. Ambos disponían de un arsenal de proyectiles intercontinentales con cabeza nuclear múltiple, capaces de arrasar con el territorio enemigo y eliminar todo signo de vida.
Una vez apretado el fatídico botón por parte de uno de los contendientes, el otro disponía de 30 minutos para responder en igual forma, antes de ser destruido. Esto se llamaba la Mutua Destrucción Asegurada cuya sigla en inglés MAD, simbólicamente, significa LOCO. Una riesgosa situación se plateó durante la presidencia de Kennedy cuando Cuba permitió que la URSS instalara misiles nucleares en la isla, poniendo en serio peligro la seguridad norteamericana ya que la corta distancia hacía imposible la réplica a tiempo.
Y Fidel Castro se queja de la actitud hostil de EEUU para con su gobierno. Durante más de 40 años, el mundo vivió una paz basada en el terror del holocausto nuclear. Europa tenía el penoso privilegio de ser el campo probable de los primeros ataques atómicos de la URSS y por eso su alianza con EEUU era muy firme y necesaria, anteponiendo los intereses de la defensa a los del comercio.
El presidente Reagan de los EEUU decidió poner fin a esta situación y lanzó un audaz proyecto: construir en el espacio un sofisticado y complejo sistema de detección rápida de un ataque nuclear y de destrucción inmediata de los proyectiles en vuelo, antes de que impactaran en territorio norteamericano. Luego quedaba en completa libertad para destruir al enemigo sin ser destruido. Este proyecto se llamaba Iniciativa de Defensa Estratégica y fue conocido con el nombre de Guerra de las Galaxias.
Era el quiebre de la Mutua Destrucción Asegurada. La Iniciativa de Defensa Estratégica, la Guerra de las Galaxias, se basaba en el desarrollo de artefactos espaciales de la más alta tecnología como los rayos láser, los aceleradores de partículas, los cañones electrónicos y otras sofisticadas novedades científicas y tecnológicas. Sus posibilidades de éxito y su viabilidad técnica y científica estuvieron siempre en duda. Pero la URSS no podía correr el riesgo de que EEUU lograra tener éxito, aunque sea en parte y quedar a merced de su enemigo sin posibilidades de defenderse ni de atacar con éxito. El presidente Reagan, para convencer a los soviéticos de sus buenas intenciones sólo defensivas pero no ofensivas, ofreció entregarles todos los planos y estudios de sus avances tecnológicos a fin de que pudiesen construir un escudo espacial semejante.
“Nuestro objetivo -dijo Reagan- es lograr transformar en chatarra los actuales mortíferos arsenales de proyectiles intercontinentales con cabeza nuclear que amenazan al mundo.”
La URRSS se enfrentó a una grave alternativa:
O no hacía caso a la amenaza de Reagan y se arriesgaba a que no tuviera éxito.
O iniciaba un ataque nuclear preventivo contra EE.UU. a sabiendas que significaría su propia destrucción.
O iniciaba rápidamente el desarrollo de un escudo espacial semejante.
Pero la URSS tenía una gran debilidad: su escaso poder económico para afrontar tamaño desafío de inversión. Esa debilidad es la que aprovechó Reagan para vencer a su enemigo no en el campo militar, que era muy parejo, sino en el que EE.UU. tenía amplia supremacía, el económico. Recordemos que la URSS debía utilizar el 60% de su PBI en la defensa militar, postergando el disfrute del bienestar de su pueblo, mientras que a EEUU el presupuesto de defensa le insumía apenas el 6% del PBI. Era la demostración del fracaso del sistema socialista marxista.
Mijail Gorbachov, el primer Ministro Soviético, advirtió que la competencia con EEUU había llegado a un punto imposible de mantener. Lanzó entonces su famosa Perestroika y el Glasnot (reestructuración del sistema y apertura económica). Cayó el muro de Berlín y con él toda la experiencia comunista de 50 años. Desapareció la Unión Soviética, junto con todos los gobiernos marxistas de Europa.
Rusia recuperó su soberanía, abolió el comunismo, declaró al partido comunista ilegal, restableció la bandera y el escudo tradicional de la época zarista, hizo enterrar al zar Nicolás II en la basílica de Pedro y Pablo, en San Petesburgo, junto al resto de los zares allí depositados, con todos los honores tradicionales y en una ceremonia majestuosa.
Se estableció el sistema político democrático y la economía capitalista de mercado. La Iglesia Ortodoxa rusa volvió a ser aceptada y se le devolvieron todos los templos. El Consejo Ortodoxo Supremo canonizó al zar, a la zarina, a sus hijos y cuantos habían sido asesinados en un sótano de una casa en Siberia setenta y cinco años antes. Por primera vez se canonizaba sin pasar previamente por la etapa de beatitud. Los mismos seres aborrecidos y execrados durante más de 70 años fueron no sólo reivindicados sino, además, transformados en santos.
El mundo quedó asombrado y se preguntó ¿de qué sirvieron tantos años de muertes, prisiones, persecuciones, guerras, gastos militares exorbitantes? La Guerra Fría había terminado. Europa se sintió libre de sus ataduras militares con los EEUU. Se iniciaba una nueva guerra, la guerra comercial. Pero ninguna nación, ni aun las más poderosas de Europa podían afrontar el nuevo desafío de competencia comercial en forma aislada.
La integración de naciones pasó a ser una necesidad ineludible del nuevo mundo. EEUU no sólo dejaba de ser un socio necesario para Europa sino que, por el contrario, pasaba a ser el principal competidor en la nueva guerra económica.
La Unión Europea, surgida en 1957 del Club de Roma con apenas 6 miembros, se fortaleció, liderada por Alemania. Hoy tiene más de 20 miembros y se siguen incorporando nuevos miembros y no sería raro que muy pronto se incorpore también Rusia.
Los países asiáticos hicieron lo mismo bajo el liderazgo del Japón, creando su propio sistema de integración, la APEC (Cooperación Económica de Asia Pacífico)
EEUU quedó solo, sin un área geográfica de integración propia y fue entonces que el presidente Bush, padre, lanzó en 1991 el proyecto de integración continental del ALCA, una zona de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego. Era un plan estratégico vital para EE.UU. Recordemos que ya en la Reunión Cumbre de Panamá de 1956, a la que asistió el presidente argentino general Pedro Eugenio Aramburu, se habló de una integración continental.
La Argentina en la historia reciente.
Es interesante repasar la conducta de la Argentina en los hechos históricos que les he relatado y que condujeron al fin de la guerra fría y el comienzo de la era comercial con su consecuencia más directa, la integración.
En 1982 el presidente Reagan se encontraba a punto de lanzar su atrevida Iniciativa de Defensa Estratégica, la Guerra de las Galaxias. Era una jugada sumamente delicada tanto nacional como internacionalmente. Por supuesto, su aliado más importante era Inglaterra. En la Argentina gobernaba un gobierno militar totalmente jugado en una lucha terrible contra las acciones terroristas subversivas que intentaban imponer en el país un régimen marxista comunista.
Por supuesto, el lanzamiento de la Guerra de las Galaxias por parte del presidente Reagan era una gran oportunidad para dar un duro golpe al mundo comunista, de terminar con la guerra fría, que alimentaba a las subversiones guerrilleras. ¿Qué hicimos los argentinos?
Un día, el presidente Reagan fue despertado con una noticia increíble. La Argentina había atacado a su principal aliado, Inglaterra, por la recuperación de unas pequeñas islas del Atlántico sur. En un momento álgido de la guerra fría se producía una crisis dentro mismo del campo estratégico anticomunista, no producida por el accionar de su oponente soviético sino por un aliado. Esto explica porqué EE.UU., luego de intentar, infructuosamente, resolver el conflicto, se alineó decididamente del lado de Inglaterra.
Menos de un año después, en enero de 1983, el presidente Reagan lanzó públicamente su propuesta de defensa espacial, la Guerra de las Galaxias. Se inició una etapa muy difícil de las relaciones internacionales. La URSS, seriamente amenazada por la iniciativa de Reagan, protestó de todas las formas posibles y ante todos los foros existentes, acusando a los EE.UU. de amenazar la paz mundial al pretender militarizar el espacio. Un espacio que estaba ya saturado de satélites de ambos bandos destinados a realizar inteligencia militar. ¿Qué hicimos los argentinos?
En 1987 se realizó una reunión de la Comisión de Desarme de las Naciones Unidas, con sede en Ginebra. Allí se debatió al más alto nivel la aceptación o no de la Iniciativa de Defensa Espacial anunciada por el presidente Reagan. A esa reunión acudió el presidente argentino Raúl Alfonsín, quien se encontraba en Ginebra para asistir a la reunión de la OIT y se pronunció enfáticamente contra la Iniciativa de Defensa Estratégica de EE.UU. y a favor de las propuestas de la Unión Soviética de no militarizar el espacio por considerar que significaba una peligrosa escalada más de la carrera armamentista.
Es evidente que el presidente Alfonsín no comprendió el verdadero sentido de la Iniciativa de Defensa Estratégica espacial del presidente Reagan, que no era para incrementar la escalada del terror armamentista nuclear sino, por el contrario, anularlo, al transformarlo en inútil. En ese mismo viaje a Europa, el presidente Alfonsín solicitó una mayor comprensión de las grandes potencias para con la deuda de los países en vías de desarrollo. Simultáneamente, el presidente Reagan, en Berlín, desafiaba públicamente al jefe del gobierno de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, a que “derrumbara ese muro afrentoso”. Las cartas estaban echadas.
Pocos años después, la iniciativa de Reagan tenía éxito. Gorbachov lanzó su famosa Perestroika y el Glasnot. El régimen comunista colapsó en todo el mundo, cayó el muro de Berlín y desapareció la URSS. Había terminado la Guerra Fría. En 1989 el gobierno argentino entró en una crisis insuperable. La falta de crédito externo lo llevó a emitir dinero sin respaldo y a acudir a un mayor endeudamiento para cubrir el déficit fiscal. La inflación se transformó en hiperinflación, la situación del gobierno se hizo insostenible y el presidente Alfonsín debió renunciar 6 meses antes de terminar su mandato.
Lo sucedió el presidente Menem quien, obligado a recuperar el terreno perdido, estableció lo que se llamó, desafortunadamente, relaciones carnales con los EE.UU. A fin de advertir la fuerza con que EE.UU. impulsa el ALCA, veamos la cronología del proceso de avance de este proyecto.
Cronología del proceso hacia el ALCA
1989 – Acuerdo de libre comercio Canadá – EE.UU
1990 – Acuerdo libre comercio México – EE.UU. Canadá pide participar
1990 – Bush solicita al Congreso le permita utilizar la ley del Fast Track para nuevos acuerdos comerciales. El Congreso tiene 60 días para oponerse o aprobar pero sin modificaciones o enmiendas.
1991 – El presidente Bush (padre) presenta la propuesta de integración hemisférica. La Iniciativa para las Américas (The Enterprice for the Americas Initiative -EAI) o zona de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
1991 – MERCOSUR, creado en 1990, acuerda con EE.UU. la fórmula de 4 + 1.
1994 – El presidente demócrata Clinton convoca a la Primera Reunión Cumbre de las Américas en Miami. Ratifica la voluntad de EEUU de constituir el ALCA, propuesta por su antecesor republicano. Se fija el año 2005 para concretar los acuerdos. Asiste el presidente Menem.
1994 – Se concreta el primer tramo del ALCA al firmarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) entre Canadá, EE.UU. y México. Pte. Clinton.
1998 – Segunda Reunión Cumbre de las Américas en Santiago de Chile. y se ratifica el 2005 como año para concretar el ALCA. Asiste el presidente Menem.
2001 – Nuevo presidente Jorge W. Bush (hijo) convoca a la Tercera Reunión Cumbre en Quebec (Canadá). Asiste el presidente Fernando de la Rúa.
2003 – Ingresan al ALCA todos los países de Centro América y Chile.
2003 – Reunión de Plenipotenciarios de las Américas en Maryland (EE.UU.). Asiste el Canciller Bielsa y el Ministro Lavagna. Se ratifica el año 2005 para constituir definitivamente el ALCA
Esta cronología muestra a las claras que la convocatoria de EE.UU. a constituir el ALCA es una decisión estratégica, una política de Estado establecida en la dirigencia política norteamericana de ambos partidos, muy difícil de evitar o revertir.
El presidente de México acaba de afirmar que en seis años de vigencia del NAFTA las exportaciones de México a EEUU pasaron de 40.000 millones de dólares a 150.000 millones.
En 1990, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, obligados por las exigencias integracionistas del nuevo mundo post Guerra Fría firmaron en Asunción el acuerdo del MERCOSUR, al cual se adhirieron luego en carácter precario Chile y Bolivia.
Este acuerdo, aunque incompleto y defectuoso, dio inmediatos frutos muy beneficiosos ya que, al agrandar el mercado de consumo permitió ampliar el comercio. Argentina duplicó sus exportaciones y hoy exporta al Brasil el 25% de todas sus exportaciones.
Fácil es comprender que si estos beneficios se obtuvieron con un mercado de relativa importancia como el brasileño, muchos más beneficios se obtendrían incorporándonos al ALCA.
Población del MERCOSUR 213,2 millones – ALCA 850 millones UE 375 millones
Intercambio actual del MERCOSUR 154.000 millones de dólares
Intercambio actual del continente (ALCA) 2.850.000 millones dólares (2,85 billones)
PBI MERCOSUR 1.000.000 de millones de dólares (1 billón)
PBI actual del ALCA 12.400.000 millones de dólares (12,4 billones) – 12 veces mayor
PBI Unión Europea 8.550.000 millones de dólares (8,55 billones) 31 % de ALCA.
(Fuente KRT – La Nación 21/ 04/ 2001)
ALCA generaría el 33% del PB Mundial y más del 20% del comercio mundial.
¿Conviene ingresar al ALCA?
Antes de contestar esta pregunta conviene tener en cuenta algunos datos de la realidad, una realidad que no podemos modificar y a la cual debemos aceptar, amoldarnos y vincularnos con realismo e inteligencia.
1°- La integración económica es un mandato del nuevo mundo post Guerra Fría que nos impone una severa competencia comercial, imposible de afrontar en forma aislada sino a través de integraciones de naciones. Cuanto más poderosa sea la integración a la que nos incorporemos mayores serán los beneficios.
2°- La integración económica tiene un condicionante geográfico.
No podríamos ingresar a la Unión Europea porque no somos europeos.
No podríamos ingresar a la Comunidad Asiática porque no somos asiáticos.
¿Cuál es la mayor y única Asociación de Integración a la que podemos ingresar?
El ALCA. Porque abarca al continente americano al cual pertenecemos.
3°- El ALCA es un proyecto ideado e impulsado por EEUU, es una importante decisión estratégica de ese país, que seguramente logrará imponer, nos guste o no nos guste.
4°- El MERCOSUR, a pesar de ser muy útil y prioritario para el comercio argentino, resulta insuficiente, a corto plazo, para impulsar un desarrollo creciente y sostenido de nuestro país.
5°- Brasil 150 Millones de habitantes – PBI / cápita 5.000 u$s
EE.UU. 250 millones habitantes – PBI / cápita 25.000 u$s
El ALCA, al igual que la UE, tiene una visión continental de la integración económica. El MERCOSUR es un modelo subregional de integración y por lo tanto mucho más débil. En 12 años ya se han incorporado al ALCA 9 de los 34 países que componen el Continente (Cuba está excluida). Ya se han incorporado, EE.UU., Canadá, México, todos los países centroamericanos y, recientemente, nuestro vecino, Chile. Es preferible ingresar voluntariamente, cuanto antes, que hacerlo, una vez más, obligados, a desgano y tardíamente. Argentina tiene, en este aspecto, una larga historia de ceguera estratégica que le ha producido muchos perjuicios.
1) En 1825 el Libertador Simón Bolívar convocó a un Congreso en Panamá a fin de crear una Federación de las nuevas repúblicas independientes de Suramérica. El objetivo era fortalecer la defensa de los intereses de las nuevas repúblicas frente a la terrible amenaza de una Europa monárquica, unida en la Santa Alianza y decidida a restituir a España sus viejas colonias. Cosa curiosa, al Congreso de Panamá de 1825 se invitó también a los EE.UU. Argentina no se adhirió, o lo hizo tan tarde que su diputado no llegó antes de que se clausurara el Congreso. Éste fracasó.
En ese año, Argentina debió enfrentar una guerra contra Brasil en condiciones poco ventajosas. Se envió una misión compuesta por el general Alvear y el Dr. Díaz Vélez para pedirle a Bolívar que nos ayudase en esta guerra. Bolívar sólo pidió a cambio que apoyásemos el Congreso de Panamá y enviásemos nuestros diputados, lo cual no aceptamos.
Bolívar ofreció tomar el Paraguay, para luego devolvérselo a la Argentina, a fin de preocupar al Brasil y obligarlo a devolver la Banda Oriental o dividir su ejército y no lo aceptamos. El temor a la posible hegemonía de Bolívar nos hizo perder de vista nuestros intereses. Fuimos solos a la guerra con Brasil, ganamos las batallas terrestres y navales con gran sacrificio y heroísmo de nuestros ejércitos y nuestra flota, pero perdimos la Banda Oriental cuya recuperación era la razón de ser de la guerra. En definitiva, perdimos la guerra, y con ello la Banda Oriental y el Paraguay.
2) En 1941, luego de Pearl Harbor EEUU entró en la Segunda Guerra Mundial y convocó a una reunión de los países Americanos en Río de Janeiro a fin de firmar un compromiso de cooperación con los aliados. EEUU no podía enviar millones de hombres a luchar en Europa y el Pacífico sin dejar bien cubierta la seguridad de lo que se llama el patio trasero del continente americano. Todos los países americanos se adhirieron y rompieron relaciones con los países del Eje o declararon la guerra, menos Argentina, que decidió abstenerse y mantenerse neutral. Comenzó entonces un severo y muy pernicioso aislamiento de la Argentina del concierto de las naciones. Se limitó el comercio, se cortaron los créditos y las inversiones y se ignoró a la Argentina en los foros internacionales.
3) A comienzos de 1945, al aproximarse la terminación de la guerra, los líderes de las potencias aliadas se reunieron en Yalta (Crimea rusa) a fin de establecer los lineamientos principales de la posguerra. Allí se decidió crear un nuevo organismo internacional, en reemplazo de la Liga de las Naciones, creada luego de la primera guerra mundial. Al confeccionarse la lista de naciones que serían invitadas a ingresar a las Naciones Unidas, la Argentina fue expresamente excluida.
Los izquierdistas argentinos no recuerdan que en esa reunión cumbre de Yalta el presidente norteamericano, Franklin Delano Roosevelt, defendió a la Argentina y su ingreso al nuevo organismo internacional a crearse, aduciendo que aunque tardíamente, al menos había roto sus relaciones con los países del Eje y fue el camarada José Stalin, gobernante de la URSS, quien logró que nuestro país no fuese incluido en la lista de naciones invitadas a la reunión de San Francisco, de ese mismo año, para poner en marcha a la Organización de las Naciones Unidas.
Es muy interesante leer en el libro de Archibaldo Lanús, “De Chapultepec al Beagle”, el debate entre Roosevelt y Stalin respecto a la Argentina. A punto estuvimos de no ser admitidos en la nueva organización internacional. El presidente Perón y el Congreso argentino debieron aprobar apresuradamente las Actas de Chapultepec, sobre seguridad americana, sin haber estado presente nuestro país en esas deliberaciones y sin haber hecho escuchar sus opiniones.
Próximo ya el fin de la contienda, Argentina, severamente presionada, declaró la guerra a Alemania y al Japón, cuando estas naciones estaban ya vencidas. Una vez más, los sentimientos ideológicos de los gobernantes de turno habían hecho un gran daño a los intereses generales de la nación. Brasil, que hasta el envío tropas a luchar con los Aliados, comenzó luego de la guerra un acelerado desarrollo y la Argentina comenzó su declinación.
4) Más cercano aún, tenemos fresco el recuerdo de la decisión del presidente Duhalde de cambiar el voto en la Comisión de Derechos Humanos de la Naciones Unidas, mantenido durante doce años y abstenerse de apoyar una recomendación que sólo disponía solicitar al gobierno cubano permitiese la visita de una comisión para investigar el respeto de los derechos humanos en la isla caribeña. La excusa del presidente Duhalde fue que “no podíamos condenar a un pequeño país bloqueado”. Esto fue una gran falacia. Ni se trataba de una condena, ni Cuba está bloqueada. Sólo se trataba de aprobar una iniciativa de solicitar la autorización del gobierno cubano para que la Comisión de las Naciones Unidas realizara un estudio de los derechos humanos en Cuba. Era lo mismo que solicitaron los defensores de los derechos humanos argentinos a la OEA cuando el gobierno militar argentino era acusado de no respetarlos. Con la diferencia que el gobierno militar argentino aceptó la visita de una comisión de derechos humanos de la OEA, que actuó en Buenos Aires con toda libertad.
No se puede llamar bloqueo a lo que sólo es un embargo a los fondos cubanos por parte del gobierno de EE.UU., en represalia a la confiscación de todas las propiedades norteamericanas realizada por Fidel Castro al inicio de la revolución. Menos con EE.UU. -por este motivo- Cuba puede comerciar con quien quiera. Es curioso que los más severos críticos de la economía de mercado se quejen porque EE.UU. no les permite acceder a los mercados norteamericanos. Lo único que está bloqueado en Cuba son los derechos humanos, la libertad y la democracia.
A quien condenamos con nuestro voto fue al pueblo cubano, a quien obligamos a seguir sin derechos humanos. Esto se hacía en momentos de una grave crisis económica, una prolongada recesión, un severo desempleo, con una deuda externa descomunal y con vencimientos de pago próximos de varios miles de millones de dólares, a los organismos internacionales de crédito.
5) Ya vimos la actitud del presidente Alfonsín frente a la Iniciativa de Defensa Estratégica Espacial de EE.UU., en 1987.
6) Ello sin mencionar aquella triste e insensata imagen de nuestros legisladores festejando alborozados el anuncio del presidente Rodríguez Saa, de que la Argentina dejaba de pagar la deuda externa.
Beneficio fundamental del ALCA – Inversiones.
Además de las posibilidades de aumentar considerablemente nuestras exportaciones, como lo hizo México en muy pocos años, el ingreso al ALCA tendría un efecto tanto o más importante en beneficio nuestro. El de las INVERSIONES. Ninguno de los problemas que hoy nos agobian como la recesión, la deuda, la falta de crédito, la desocupación, la pobreza, la salud, la educación, la seguridad, se pueden resolver sin crecimiento económico. Lo que Frondizi llamaba desarrollo. Y no es posible lograr crecimiento económico, mayor producción, mayor trabajo, sin inversión.
Argentina carece hoy día de capacidad de ahorro interno como para afrontar las necesidades de inversión productiva y para financiar las exportaciones. El sistema financiero bancario está colapsado y los intereses muy altos. Tampoco tenemos fuentes de inversión externa desde que festejamos alborozados la declaración del presidente Rodríguez Saa de no pagar más nada de la deuda externa. El quedar en defoult en lugar de producirnos pesar y preocupación nos produjo alegría.
El desempleo en la Argentina es del 20 % de la población laboral.
Para disminuir el 1% del desempleo es necesario crecer al menos 3% del PBI.
Si deseáramos disminuir un 10% el desempleo deberíamos lograr un crecimiento del 30% del PBI -o sea nada menos que 50.000 millones de dólares al año-.
Al haber disminuido considerablemente el PBI en los últimos años, el porcentaje necesario sería aún mayor.
El ministro Lavagna anunció, como un gran logro, un crecimiento en los próximos años del 5% anual como máximo.
¿De dónde podríamos obtener los recursos para lograr aunque sea esta modesta meta de disminución del desempleo? ¿De las exportaciones al MERCOSUR? Es evidente que necesitamos un mercado mucho más amplio y el más cercano y posible es el ALCA. Nada nos impide hoy exportar a EEUU, ya que los aranceles aduaneros de ese país son relativamente bajos. En promedio sólo un 2%. Pero el problema es la actual inseguridad del mercado norteamericano. En EEUU existe una ley anti dumping. Como sabemos, el dumping es la maniobra de ofrecer productos a bajo precio, incluso menor al costo real, a fin de penetrar algún mercado.
Si lográsemos un interesante comercio con alguno de nuestros productos exportables y éstos tuviesen una creciente acogida en los EEUU, bastaría que algún productor norteamericano levante la mano y diga que esta importación argentina lo perjudica y pida la aplicación de la ley antidumping para que el gobierno o el Congreso americano tome alguna medida de protección, como ya ha pasado.
Esa inseguridad, sumada a la inseguridad propia de nuestro país, tan proclive a cambiar permanentemente las reglas de juego comerciales y hasta el orden jurídico, hacen imposible de lograr las necesarias inversiones extranjeras para financiar nuestro crecimiento. El ingreso al ALCA establecería normas fijas de seguridad comercial, de cumplimiento obligatorio tanto para los EEUU como para Argentina y bajo esa garantía los capitales acudirían con mucho interés para invertir en un comercio argentino en expansión, con seguridad garantizada.
No olvidemos que para aumentar las exportaciones no sólo es necesario aumentar la producción a niveles competitivos sino también disponer de los recursos suficientes para financiar las exportaciones. EE.UU. destina a garantizar los créditos de sus exportaciones 3.000 millones de dólares anuales. Las posibilidades de obtener inversiones extranjeras para el crecimiento económico y para dar las necesarias financiaciones a nuestro comercio exterior es uno de los mayores beneficios del ALCA.
Esto no significa abandonar los esfuerzos por incrementar también el comercio con Europa o Asia. Significa sí realizar esos esfuerzos desde una posición de negociación mucho más sólida, al hacerlo desde la condición de socios del sistema de integración económica más poderoso del mundo, como será el ALCA. ¿Cuáles son los riesgos o los inconvenientes de entrar al ALCA?
Críticas más comunes al ALCA
A – Estaría dominada por los EEUU y en su beneficio exclusivo.
B – Previamente deberían abolirse los subsidios agrícolas que aplica EE.UU.
Veamos un poco estos dos aspectos
A – Por supuesto que EEUU será el país preponderante. Es la mayor potencia del mundo. Tiene el 30% del PBI mundial, el avance tecnológico más formidable y las fuerzas armadas más poderosas. Y tiene también un mercado de consumo de 250 millones de personas de alto nivel de gasto. También los europeos aceptan la preponderancia del país más poderoso que es Alemania y los asiáticos la del Japón o China. Pero seríamos socios, precisamente, del país más poderoso del mundo lo cual es preferible a ser competidor de él o a enfrentar solos y débiles el gran desafío comercial del mundo actual.
Con igual criterio deberíamos retirarnos de las Naciones Unidas, del FMI, del Banco Mundial, etc. Por supuesto que EEUU defendería sus intereses. Pero resulta que los intereses de EEUU consisten en poder vendar más, aumentar sus exportaciones. Pero mal podría lograr vendernos más si no nos ayuda a crecer y a tener mayor capacidad de consumo. ¿De qué le serviría a EEUU asociarse con países cada vez más pobres? La pobreza de los países del continente sería el peor negocio de los EEUU en el ALCA.
Esto de las hegemonías de naciones poderosas es así desde los tiempos más remotos. Durante el Imperio Romano era Roma la dueña del mayor poder y tenía por lo tanto una inevitable preponderancia. Quien se unía a Roma progresaba. Quien se le oponía desaparecía. Cuando Inglaterra fue el gran Imperio dominante, el convertirnos en socios de sus intereses, pues se complementaban con los nuestros, nos convirtió en uno de los países más prósperos del planeta. Voy a leerles unos párrafos escritos por un gran personaje suramericano para que adviertan ustedes lo que significa ver el mundo y los intereses de su país con realismo.
Decía Simón Bolívar en 1825 en carta al general Santander:
“Mil veces he intentado escribir a Vd. sobre un negocio arduo, y es: nuestra federación americana no puede subsistir si no la toma bajo su protección la Inglaterra; por lo mismo, no sé si no sería muy conveniente si la convidásemos a una alianza defensiva y ofensiva”.
“Esta alianza no tiene más que un inconveniente y es el de los compromisos en que nos puede meter la política inglesa; pero este inconveniente es eventual y quizá remoto. Yo le opongo a este inconveniente esta reflexión: la existencia es el primer bien y el segundo es el modo de existir, si nos ligamos a la Inglaterra existiremos, y si no nos ligamos nos perderemos infaliblemente”. “Luego es preferible el primer caso”.
“Mientras tanto creceremos, nos fortificaremos y seremos verdaderamente naciones para cuando podamos tener compromisos nocivos con nuestra aliada. Entonces, nuestra propia fortaleza y las relaciones que podamos formar con otras naciones europeas, nos pondrán fuera del alcance de nuestros tutores y aliados”.
Bolívar se unió a Inglaterra, la mayor potencia mundial de la época y gracias a ello la Santa Alianza, la unión de todas las monarquías europeas, desistió de intentar recuperar para España sus antiguas colonias americanas. Es cierto que Inglaterra logró los beneficios del comercio, pero la Independencia de Suramérica se salvó y este comercio significó también la prosperidad de Suramérica.
Algunos ejemplos de políticas nacionales actuales, libres de ataduras ideológicas.
España: Es un caso interesante para analizar como ejemplo del privilegio de las defensas de las políticas de Estado, por encima de las opiniones declamadas desde la oposición y basadas en las ideologías. Durante la Guerra Fría los EEUU necesitaban instalar bases militares en lugares estratégicos de Europa. Uno de ellos era España, gobernada por el generalísimo Franco, hombre de extrema derecha que había sido aliado de Adolfo Hitler. Por varios años España fue aislada internacionalmente. No obstante, Franco accedió a la instalación de las bases norteamericanas en territorio español.
Esta actitud fue criticada por los socialistas españoles desde la oposición pero, al llegar al gobierno el socialista Felipe González incorpora a España no sólo a la Unión Europea, sino incluso a la NATO, la organización militar de Occidente para enfrentar a la Unión Soviética y fue el más importante colaborador de los EEUU en la Guerra del Golfo. Esta actitud del socialista Felipe González fue, a su vez, criticada desde la oposición, por el máximo exponente de la derecha española, Fraga Iribarne. A Felipe González lo reemplazó el derechista José María Aznar quien fue, a su vez, el más decidido colaborador de los EEUU en la guerra contra Irak.
O sea que, en España, una cosa es lo que se opina y se apoya desde la oposición y desde la ideología, pero otra es lo que se hace desde el gobierno, en defensa de los intereses superiores del país. Hoy España muestra un desarrollo, un crecimiento, un aumento de la prosperidad que es admiración de todo el mundo.
Brasil: El izquierdista presidente del Brasil, Lula da Silva, antes de las elecciones que lo llevaron a la presidencia no dudó en apoyar el acuerdo con el FMI que necesitaba firmar su antecesor, el presidente Fernando Cardozo. El primer viaje de Lula como presidente electo fue a los EEUU y en 6 meses ha visitado 3 veces al presidente Bush. Nombró presidente del Banco Central a un representante de la Banca Internacional. Ante los problemas presupuestarios y el creciente déficit fiscal ordenó un severo ajuste presupuestario. Ante las amenazas de organizaciones terroristas de atentar contra los tradicionales carnavales de Río de Janeiro no dudó en movilizar 3.000 hombres de las Fuerzas Armadas.
Frente a las necesidades presupuestarias no dudó en establecer el arancelamiento universitario. Al respecto, dijo Lula: “Lo importante es luchar contra el analfabetismo. El mayor esfuerzo debo ponerlo en las escuelas primarias. Quienes quieran un título universitario para ganar dinero, que lo paguen”.
Acaba de enviar al Congreso un proyecto de ley disminuyendo los beneficios jubilatorios a fin de disminuir el déficit fiscal. A todo esto el presidente Lula del Brasil, un líder de izquierda antiimperialista, no trepidó en asistir a la última reunión de los 8 países más poderosos del mundo capitalista, en Evian, Francia. Me dirán que a Lula y a Fox lo eligieron los países latinoamericanos para representarlos en la Reunión de los Ocho. Es cierto, pero por algo los eligieron a ellos y no a la Argentina.
Lo cierto es que el presidente Lula asistió a la reunión de los países más poderosos del mundo. Los que tienen el poder y las posibilidades de ayudar a su país. Hay otros que no van siquiera a la Exposición Rural de Palermo. De regreso de Evian, Lula compró a EE.UU. 250.000 Tons. de trigo que antes nos compraba a nosotros. EEUU le vendió el trigo con un costo 20% mayor al nuestro.
Poco días después, EEUU firmaba un contrato con la empresa estatal de Brasil, EMBRAER, por más de 3.000 millones de dólares para la instalación por parte de este país de un sistema electrónico de seguridad en Norteamérica. Es evidente que el presidente del Brasil es Lula, pero no lelo.
Chile firmó el Tratado de Libre Comercio con EEUU el 6 de junio de 2003.
El presidente Lagos, de extracción socialista, festejó con entusiasmo esta firma. Según el presidente Lagos a partir del año próximo Chile logrará un incremento del 40% en sus exportaciones a EEUU. Se prevé que Chile pasará de exportar 3.700 millones de dólares a 5.000 millones. De partida, el 87 % de los productos exportables chilenos (5.600) podrán ingresar a EEUU libres de gravámenes o aranceles.
Con esto, nuestro comercio con el país vecino sin duda disminuirá, debido a que las preferencias arancelarias que otorgará EEUU a Chile y la magnitud del mercado a que accederá este país desviará parte de las exportaciones e importaciones de Chile que hoy tiene con Argentina hacia EE.UU. En nuestro país, por el contrario, lo grave no son las expresiones ideológicas de la clase política -dichas desde la oposición- sino el hecho de que al llegar al gobierno pretenden aplicarlas. Cambian permanentemente el rumbo de las políticas nacionales, empiezan desde cero un nuevo proyecto, destruyen todo lo realizado anteriormente y privilegian la ideología por sobre los intereses permanentes del país.
Las negociaciones entre Chile y EE.UU. duraron 10 años, abarcando varios gobiernos. Pero los negociadores oficiales chilenos de este acuerdo fueron siempre los mismos. El presidente Kirchner, en su primer mensaje al Congreso declaró que impulsaría un Acuerdo de Libre Comercio sólo con América Latina. Sin EE.UU. ni Canadá. Pero el presidente Lula, luego de su última reunión con el presidente Bush, -20 Junio 2003- que duró tres horas en lugar de 30 minutos concedidos al presidente argentino, declaró en conferencia de prensa en Washington que estaba a favor del ALCA y de su concreción en el año 2005.
Ello arrastró al gobierno argentino, que se ha declarado decidido seguidor del liderazgo del presidente Lula a participar de las reuniones de Maryland sobre el ALCA -del mes de junio de 2003- y a votar a favor de avanzar en las negociaciones para su concreción en el 2005, a pesar de que antes se había manifestado mal dispuesto para ello. El presidente Lula, en sus declaraciones, luego de reunirse con el presidente Bush, agregó cosas muy importantes que deberíamos analizar con mucho cuidado.
“El ALCA no es sólo un acuerdo comercial sino esencialmente una empresa política, realizada en alianza estratégica por Brasil con EE.UU.”
Presidente Luiz Inacio Lula da Silva
El presidente Lula aprobó, además, la política norteamericana global contra el terrorismo transnacional, en el proceso de paz de Medio Oriente, en África y en los problemas de seguridad de América del Sur, como el caso de Colombia. El presidente Bush, por su parte, informó que había acordado una alianza con Brasil y que el presidente Lula era para EE.UU. el líder principal de América Latina.
¿Cómo se llama a esto? ¿Relazaons carnails tal vez?
B – En cuanto a los subsidios que otorga EEUU a su producción agrícola no se puede negar que es un perjuicio para las posibilidades de exportación de la Argentina y que nos está produciendo serios daños. El 58 % de nuestras exportaciones son de origen agrícola. La Argentina es el 8° productor agrícola del mundo. Pero es necesario saber y comprender la razón de estos subsidios agrícolas de EE.UU.
Estos subsidios de EEUU son una respuesta a los subsidios, mucho mayores, que otorgan los países europeos a su agricultura, para competir con los EEUU. Y también Japón. Mientras Europa no anule o disminuya los subsidios, es poco racional pretender exigirle a EEUU que elimine los suyos como condición para que nosotros entremos al ALCA. Por eso, ante nuestros repetidos reclamos por los subsidios agrícolas, EEUU responde que las mejores intenciones de anularlos o reducirlos considerablemente pero que el foro correspondiente para discutir el problema de los subsidios agrícolas es la Organización Mundial de Comercio (OMC), de las Naciones Unidas, donde este tema ya está instalado.
Pertenecen a la OMC 146 países. Hace pocos días -agosto de 2003-, Buenos Aires fue testigo de un ríspido debate entre representantes de Europa y de Estados Unidos en relación con los subsidios agrícolas. Este debate se produjo en el 2° Congreso Internacional de Agronegocios realizado durante la última Exposición de la Sociedad Rural en Palermo. Dijo el representante de Asuntos Agrícolas del Departamento de Comercio de EE.UU., James Murphy.
“Los Estados Unidos proponen (en la OMC) la eliminación total a los subsidios en los próximos cinco años y disciplinas para los créditos a las exportaciones y las ayudas alimentarias (a los países más pobres)”. “Nuestra propuesta busca un comercio más libre para todos”. “Para eso están dispuestos a recortar más de u$s 100.000 millones en ayudas internas”.
Por su parte, el Director General de Agricultura de la Comisión Europea, José Manuel Silva Rodríguez, dijo:
“Como parte de la reciente reforma agrícola europea, en adelante las ayudas a los productores nada tendrán que ver con la producción, sino con el desarrollo rural, la salubridad de los alimentos y el bienestar animal”. “La UE no incrementará su presupuesto en ayudas al campo”. “No avanzaremos más hasta la próxima reunión ministerial de la OM de Cancún”.
Sin embargo fracasó. No hubo mejoras sustanciales en las políticas agrícolas de Europa ni de Estados Unidos a pesar de la fuerte presión aplicada por más de veinte países afectados. Ello es porque no hay acuerdo entre estos dos grandes protagonistas de la economía mundial y hasta que no se logre, inútil será que los países de menor desarrollo como los latinoamericanos pretendan imponer a Estados Unidos la anulación unilateral de sus beneficios a la agricultura como condición para ingresar al ALCA.
El fracaso de las negociaciones de Cancún produjo el debilitamiento del Grupo Cairns y la formación de un nuevo grupo de países que se oponen a los subsidios agrícolas. Este nuevo grupo de países, compuesto por más de 20 países -G20- plus, es mayoritariamente latinoamericano aunque incluye también a los países más poblados de Asia (China, India, Indonesia y Pakistán) y a tres países africanos. Su formación tiende a fortalecer el accionar del Grupo Cairns. Fue defendido muy especialmente por el canciller del Brasil, Celso Amorín y afianza el liderazgo suramericano de este país y de su presidente, Lula da Silva.
En los últimos días de agosto del 2003 se reunieron en Montreal, Canadá, los ministros de economía de 25 países adheridos a la OMC, a fin de acordar la agenda para la reunión de Cancún. Han estado en esta reunión de Montreal, entre otros, los ministros de economía de Argentina, Brasil, México, Chile, Costa Rica y Colombia. La cronología de las negociaciones sobre comercio internacional iniciadas en el GATT en 1947 y luego en la OMC es la siguiente:
Cinco ruedas muy cortas y de resultados rápidos ya que se trataba de reducir los aranceles a la importación de productos industriales, lo cual era de interés de los países más desarrollados. A partir de allí comenzaron las lentas ruedas de negociaciones para liberar también el comercio de los productos agrícolas, lo cual convenía a los países de menor desarrollo exportadores de estos productos pero no a los más desarrollados que mantienen sus subsidios y apoyos a su producción agroindustrial y a las exportaciones de ellas.
Rueda Kennedy (1963 – 1967)
Rueda Tokio (1973 – 1979)
Rueda Uruguay (1986 – 1993)
Rueda Doha (2001 – 2004)
Como se advierte fácilmente, el problema de los subsidios agrícolas de Europa, EE.UU. y Japón es de larga data y muy difícil de resolver, aunque se han logrado avances que permiten ser optimistas en el mediano plazo. En esta reunión, la UE ofreció bajar un 60% los incentivos al agro. Luego estableció algunos cambios pero menos generosos. Ya en 1987, mientras el presidente Alfonsín se oponía a la Iniciativa de Defensa Estratégica Espacial del presidente Reagan, éste proponía en la reunión de los 7 grandes, en Venecia, la anulación de los subsidios agrícolas. Hace ya 16 años.
La actual Organización Mundial de Comercio (OMC) es la continuadora del Acuerdo General de Tarifas y Comercio (GATT), creado en 1947 entre 23 países.
Grupo Cairns
En 1986, en el seno de la OMC, se creó el llamado Grupo Cairns integrado por 18 países exportadores de productos agrícolas sin subsidios, a fin de luchar juntos contra los subsidios agrícolas de Europa, EE.UU. y Japón. Estos países son los siguientes
Grupo Cairns
1 – Argentina 7 – Colombia 13 – Nueva Zelanda
2 – Australia 8 – Costa Rica 14 – Paraguay
3 – Bolivia 9 – Fiji 15 – Filipinas
4 – Brasil 10 – Guatemala 16 – Sur África
5 – Canadá 11 – Indonesia 17 – Tailandia
6 – Chile 12 – Malasia 18 – Uruguay
Los 6 países del MERCOSUR – 10 países del ALCA
Pero esta discusión está en este momento congelada por la firma de una llamada “cláusula de paz” firmada por todos los países afectados por los subsidios agrícolas en la que se conoce como “Rueda Doha” (Qatar). Esta cláusula de paz impide que durante 9 años se haga ningún reclamo por los daños producidos por los subsidios agrícolas. El plazo vence el 1° de enero de 2004, un año antes del plazo fijado y confirmado para constituir el ALCA.
O sea que, para cuando se concrete el Tratado del ALCA, tanto Europa como EEUU estarán obligados a disminuir considerablemente o anular estos subsidios agrícolas. De lo contrario se harán pasibles de realizar cuantiosos pagos en carácter de compensación a todos los países afectados. Como vimos, Europa, que es la más enconada defensora de los subsidios agrícolas ya ha comenzado a tomar medidas de relativa disminución de estos.
En los diarios del día 14 de agosto de 2003 aparece la noticia de un acuerdo entre EE.UU. y la UE para reducir los subsidios a la producción y la exportación de sus productos agrícolas. No fueron de gran alcance, pero lo suficientemente importantes como signo de la voluntad de concurrir a la reunión de Cancún de septiembre de 2003 con la mejor predisposición para colaborar en la solución de este problema.
De todas formas, las negociaciones para disminuir los efectos de los subsidios agrícolas en los países de América, como Argentina, serían mucho más fructíferas si las hiciésemos desde dentro del ALCA, como socios, que desde fuera de ella. En este sentido es interesante recordar que uno de los países más perjudicados con los subsidios agrícolas de EEUU es Canadá, que los critica muy severamente en el seno de la OMC, donde forma parte del Grupo Cairns, igual que la Argentina. No obstante fue el primer país que decidió establecer un Tratado de Libre Comercio con EEUU y luego con México conformando el NAFTA.
Tanto la Argentina como Brasil, el resto de los países del MERCOSUR y 4 países más de Latinoamérica, una vez incorporados al ALCA, tendríamos en uno de los principales nuevos socios, Canadá, un poderoso aliado para negociar con EEUU, desde dentro del ALCA, la anulación o una disminución de los efectos de sus subsidios agrícolas, si no fuesen suprimidos antes. Por otro lado, la Argentina también subsidia a sus exportaciones agrícolas.
El 60 % de estas exportaciones se embarcan en los puertos del río Paraná. Desde la zona de Rosario-Santa Fe hasta el mar hay 700 kilómetros que se mantienen dragados a 32 pies de profundidad a fin de mejorar el costo del transporte marítimo. Pero a este costo lo pagan en menor parte los exportadores a través del peaje y en gran parte el Estado argentino que realizó la obra a su costo y paga a las empresas dragadoras que mantienen los canales más de 45 millones de dólares de subsidio por año. El pago de este subsidio ha sido momentáneamente suspendido, pero en compensación se le ha otorgado a la empresa concesionaria el permiso para aumentar un 45 % el monto del peaje, en perjuicio de los exportadores.
Si planteamos con demasiado rigor la anulación o disminución de los subsidios agrícolas de los EEUU como condición para ingresar al ALCA, corremos el riesgo de que este país nos exija reciprocidad en este tema. Como se ha visto, el problema de los subsidios agrícolas es sumamente complejo y está siendo tratado al más alto nivel internacional, con muy buenas perspectivas de solución.
Como ya dijimos, resulta pueril pretender la eliminación de los subsidios agrícolas sólo por EE.UU. como condición para ingresar al ALCA. Por otro lado, podría resultar pernicioso para las complicadas negociaciones que se están llevando adelante en el ámbito de la OMC. Parecería que quienes exigen la eliminación de los subsidios agrícolas como condición para nuestro ingreso al ALCA, lo que en realidad buscan es que no ingresemos. Mientras tanto son muchísimos los productos que podríamos exportar a EEUU aprovechando las ventajas de un acuerdo de libre comercio como el ALCA.
Comercio actual entre Argentina y EE.UU.
Exportaciones argentinas u$s 3.000 millones (Segundo mercado después de Brasil) 11 % de las exportaciones totales. Industrias protegidas por EE.UU. con elevados aranceles o cuotas restrictivas que más afectan a la Argentina: Aceros, quesos, maní, jugo de limón, jugo de uva, tabaco, miel, ajo y algunas frutas.
Principales productos exportados
Combustibles, insumos manufacturados y partes con destino a industrias de bienes finales, frutas, jugos, te, maderas, pesca, azúcar, alcohol. EE.UU. otorga beneficios arancelarios especiales a ciertos productos bajo el llamado Sistema Generalizado de Preferencias Arancelarias de carácter precario, como hemos visto, debido a la vigencia de la ley antidumping. La mayor crítica que se hace a EEUU por su excesiva ayuda a las exportaciones agrícolas es precisamente a través de los generosos créditos a la exportación que otorga o garantiza. Nosotros nos quejamos de estas ventajas otorgadas por EEUU a su agricultura por lo perjuicios que nos provocan, lo cual es cierto.
Pero También es cierto que nosotros aplicamos a nuestros exportadores agrícolas serios perjuicios a través de crecientes sumas de retenciones, impuestos a las ganancias, IVA diferenciado, demoras en la devolución del IVA, costos portuarios, carencia de infraestructura, etc.
El Poder Ejecutivo acaba de enviar al Congreso un proyecto de ley estableciendo la fecha de embarque como el momento del pago del impuesto a las ganancias en lugar del clásico momento de la concreción de la operación. Este es un nuevo y severo perjuicio a nuestras exportaciones tradicionales. El Mercado a Término y la convertibilidad, al dar estabilidad y seguridad cambiaria, permitieron que a partir de 1992 nuestra producción agrícola creciera de una prolongada meseta de 30 millones de toneladas a 70 millones de toneladas en un par de años. Hoy se marcha hacia el logro de las 100 millones de toneladas de producción. Este proyecto de ley está haciendo bajar los precios de los cereales y amenaza no sólo con enervar la meta de los 100 millones de toneladas sino con retroceder en los volúmenes de producción.
En un seminario organizado por la Secretaría de Agricultura se afirmó que las retenciones a las exportaciones que debe aportar el sector empresario agrícola ganadero llegan a 3.000 millones de dólares por año. Pero los commodities son sólo el 56 % de nuestras exportaciones las que, en su totalidad, aportan al Estado 13.000 millones de dólares anuales en carácter de retenciones. (La Nación 17 de julio/2003)
Argentina – Exportaciones y retenciones (En millones de dólares)
Exportaciones totales Agro y Agroindustriales.
Ingreso externo 32.000 8.000
Retenciones 13.000 3.000
(Fuente “La Nación” 17 y 22 de julio/2003)
El efecto negativo para las ventas al exterior de todos los países latinoamericanos a causa de los subsidios de EE.UU. a sus exportaciones agropecuarias se estima en 6.158 millones de dólares (“La Nación” 19 de julio de 2003 – Artículo de Emilio J. Cárdenas)
Perjuicio de los subsidios de Europa, EE.UU. y Japón a las exportaciones argentinas: 2.500 millones de dólares. (“La Nación” 25 de julio de 2003 – Artículo de Jorge Remes Lenicov). Este cuadro muestra que el perjuicio que causan los subsidios de EE.UU. a todos los países latinoamericanos (6.158 millones de dólares) es inferior al que sólo la Argentina provoca a sus exportadores con las leyes y disposiciones vigentes (13.000 millones de dólares). Y también muestra que el perjuicio a las exportaciones argentinas de los subsidios agrícolas de EE.UU., la UE y Japón (2.500 millones de dólares) es inferior al perjuicio que provoca el Estado argentino a sus exportaciones agrícolas (3.000 millones de dólares). Estos perjuicios no se deben a los subsidios agrícolas de Europa o de EE.UU. sino a los errores de la conducción política argentina.
¿Cuáles son las dificultades que presenta la negociación del ALCA?
1°- El Congreso de EEUU ha otorgado el Fast Track (autorización al presidente para firmar acuerdos de libre comercio sin modificaciones) al presidente Bush quien termina su mandato en 2004. La fecha indicada por el presidente Clinton y ratificada en la reunión de Maryland de 2003 para la puesta en marcha del ALCA es el año 2005 ¿Renovará el Congreso de EEUU el fast track al nuevo presidente?
Todo parece indicar que si.
2°- EEUU quiere que el problema de los subsidios agrícolas se siga tratando en la OMC a fin de que lo que se resuelva abarque también a Europa y Japón. Pero la actual ronda de negociación por los subsidios agrícolas en el seno de la OMC termina el 1° de enero de 2005, año en que se deberá poner en marcha el ALCA. Esto crea un margen de incertidumbre en uno de los temas más conflictivos.
3°- Argentina y Brasil tratan de convencer a EEUU de que el ingreso al ALCA se haga aplicando el acuerdo entre el MERCOSUR y los EEUU en la década del 90 llamado 4 + 1, o sea sumar a EEUU a los acuerdos del MERCOSUR.
En la reunión de Maryland de 2003 el representante del Comercio de EEUU expresó que eso es muy difícil ya que EEUU está comprometido con los países del NAFTA y no podría resolver otros acuerdos de libre comercio en forma unilateral. Además, prefiere que cada país Latinoamericano lleve adelante las negociaciones en forma unilateral, considerando, no sin razón, que ello será menos complicado y más rápido. No obstante, muestra buena predisposición para negociar también con el MERCOSUR.
Lo cierto es que los países latinoamericanos, entre ellos Brasil y Argentina, tenían un plazo para presentar sus propuestas de listado de productos a ser beneficiados por el ALCA con la anulación de aranceles de importación. Este plazo ya ha vencido sin que estos países lo cumplan, lo cual está creando una seria dificultad en el progreso de las negociaciones.
Esto es grave. Por un lado hemos aceptado que el ALCA sea concretado en enero del año 2005 (apenas dentro de 1 año y medio). Por otra parte, no cumplimos con la elaboración de las listas de productos para los cuales solicitaríamos la total libertad de ingreso a los EE.UU., a fin de iniciar las negociaciones. Quienes critican al ALCA aduciendo que seríamos cola de león proponen que nos concentremos en el MERCOSUR, pero siguiendo al Brasil como líder. O sea que tampoco parece importarnos ser al menos cabeza de ratón. Nos proponen que nos conformemos con ser cola de ratón.
Conclusiones
La Argentina se encuentra hoy frente a una de las coyunturas más trascendentales de su historia:
O seguimos con la payasada ideológica, inútil y estéril,
O entramos al ALCA y nos asociamos al tratado de integración económica más poderoso del mundo en busca del progreso y el bienestar perdidos.
Debemos optar por ser parte de una integración de nivel continental o seguir formando parte tan sólo de una integración barrial, subregional. No olvidemos los errores del pasado. Hacerlo una vez más sería no sólo una nueva muestra de amnesia histórica sino, además, una penosa muestra de masoquismo político.
De nosotros depende. Ojalá no nos equivoquemos en las decisiones y sepamos elegir lo que más conviene a nuestro país y a nuestro pueblo. Cuando se produjeron las violentas revueltas obreras y estudiantiles izquierdistas de 1968, en Paris, se leían grafitis en las paredes con interesantes e ingeniosos lemas. Uno de ellos decía: “Seamos realistas, pidamos lo imposible”
Esto era una clara convocatoria al caos y a la anarquía como forma de derrumbar un sistema y reemplazarlo por otro. Esta revuelta fracasó. Estaba destinada a terminar con el gobierno del general De Gaulle. El presidente francés, que por otro lado deseaba retirarse, renunció y convocó a nuevas elecciones. Ganó el partido gaullista y fue elegido presidente el primer ministro del general de Gaulle, George Pompidou. Parafraseando aquel lema de los revolucionarios parisinos de 1968 y recordando su fracaso, proponemos este otro lema:
“Seamos realistas, hagamos lo posible”
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 8, 2021