Más allá de la pandemia, para el mundo se avizoran serios problemas de salud mental en el futuro próximo. En concreto, el número de personas que sufren demencia podría triplicarse para 2050. Investigadores sugieren que la incidencia de ese mal aumentaría de 57,4 millones de casos a nivel mundial en el pasado año 2021 a 152,8 millones de casos en 2050.
La demencia no es una enfermedad específica, la demencia es un grupo de condiciones caracterizadas por el deterioro de al menos dos funciones cerebrales, como la pérdida de la memoria y el juicio. Los síntomas incluyen olvidos, habilidades sociales limitadas y habilidades de pensamiento tan deterioradas que interfieren con el funcionamiento diario. Los medicamentos y las terapias pueden ayudar a controlar los síntomas. Algunas causas son reversibles.
Se estima que ese incremento se producirá en todas las regiones del planeta, aunque con tasas de expansión relativamente menores en los países de ingresos altos de Asia-Pacífico (53 %) y Europa occidental (74 %), mientras que el norte de África y Oriente Medio serían los que experimentarían el mayor aumento, calculado en 367 %.
Los problemas relacionados con el estilo de vida, como las elevadas tasas de tabaquismo, obesidad y diabetes, así como el envejecimiento y el crecimiento de la población, contribuirán al aumento del número de casos. El crecimiento del número de personas que viven con demencia subraya la necesidad de que los esfuerzos de planificación y las políticas de salud pública aborden las necesidades de este grupo.
Una prevención orquestada puede ser utilizada por los Gobiernos nacionales para asegurarse de que los recursos y el apoyo estén disponibles para las personas, los cuidadores y los sistemas de salud en todo el mundo. Es preciso “centrarse más en la prevención y el control de los factores de riesgo antes de que den lugar a la demencia, por lo que hay que reducir la exposición a los principales factores de riesgo en cada país.
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Por Dr. Larry Canner.
Más allá de la pandemia, para el mundo se avizoran serios problemas de salud mental en el futuro próximo. En concreto, el número de personas que sufren demencia podría triplicarse para 2050. Investigadores sugieren que la incidencia de ese mal aumentaría de 57,4 millones de casos a nivel mundial en el pasado año 2021 a 152,8 millones de casos en 2050.
La demencia no es una enfermedad específica, la demencia es un grupo de condiciones caracterizadas por el deterioro de al menos dos funciones cerebrales, como la pérdida de la memoria y el juicio. Los síntomas incluyen olvidos, habilidades sociales limitadas y habilidades de pensamiento tan deterioradas que interfieren con el funcionamiento diario. Los medicamentos y las terapias pueden ayudar a controlar los síntomas. Algunas causas son reversibles.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Se estima que ese incremento se producirá en todas las regiones del planeta, aunque con tasas de expansión relativamente menores en los países de ingresos altos de Asia-Pacífico (53 %) y Europa occidental (74 %), mientras que el norte de África y Oriente Medio serían los que experimentarían el mayor aumento, calculado en 367 %.
Los problemas relacionados con el estilo de vida, como las elevadas tasas de tabaquismo, obesidad y diabetes, así como el envejecimiento y el crecimiento de la población, contribuirán al aumento del número de casos. El crecimiento del número de personas que viven con demencia subraya la necesidad de que los esfuerzos de planificación y las políticas de salud pública aborden las necesidades de este grupo.
Una prevención orquestada puede ser utilizada por los Gobiernos nacionales para asegurarse de que los recursos y el apoyo estén disponibles para las personas, los cuidadores y los sistemas de salud en todo el mundo. Es preciso “centrarse más en la prevención y el control de los factores de riesgo antes de que den lugar a la demencia, por lo que hay que reducir la exposición a los principales factores de riesgo en cada país.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 11, 2022