“El actor híbrido buscará socavar el esqueleto de la sociedad atacada”.
Mgter. F. J. Quiñones de la Iglesia (1) – 2020.
«Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las másrápidas, ni las másinteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio.
Charles Darwin -1809/1882
Nuestra grave situación actual de inseguridad e indefensión.
El concepto de Guerra Híbrida -GH-, sus teorías y doctrinas.
La ausencia de un pensamiento estratégico activo en la Argentina.
La nueva Zona Gris -ZG- en las Guerras Híbridas -GGHH-.
Nuestra grave situación actual de inseguridad e indefensión.
Hemos tratado hace cinco años -en nuestro Instituto- el tema que encabeza a este ensayo. (2). Volvemos nuevamente a él, pero concentrándonos puntualmente en el concepto de la “Guerra Híbrida” -GH-.
Decíamos en el año 2015: “La continua degradación de la Política de Defensa, de la autoestima militar, de los sistemas de armas y de las organizaciones castrenses, sumada a la evidente ausencia de mínimos conocimientos polemológicos y del correspondiente planeamiento estratégico, tienensu raíz oculta en la perversa legislación de Seguridad Nacional, promulgadas en 1988 y 1991.
Son dos absurdas leyes que no tienen parangón en Estado alguno de nuestro u otro continente. Esta disparatada e inédita legislación desorganizó -aún más- a nuestro cuasi-Estado Nacional frente a los nuevos y graves desafíos posguerra fría, transformando a la inseguridad e indefensión generalizadas en la principal y continua preocupación de la población, a pesar de la desastrosa situación económica imperante. Sin embargo -y a pesar de ello- ladirigencia política aun no ha reaccionado”.
Pasaron cinco años y la esperable reacción dirigencial no solo no existió, sino que la situación de la Seguridad Nacional se agravó significativamente. Luego del período 2015/2019 -en el que hubo leves mejorías superficiales-, con las elecciones del año 2019 regresó al poder el “entrismo revolucionario”. Tartufo y su -mandante- vicepresidente, revistan actualmente en la dirección del proceso revolucionario iberoamericano -ejercido por el Foro de San Pablo- y en su elemento de apoyo internacional, el Grupo de Puebla.
Decíamos ayer y lo ratificamos hoy, que el origen de este desafío totalmente ajeno a la atención y conocimiento de la dirigencia nacional -particularmente la política-, se encuentra en la perversidad de la legislación que la regula, promulgada en tiempos de la guerra fría -1947/1991- y desarrollada por los simpatizantes de las organizaciones armadas ilegales en ambas Cámaras del Congreso Nacional -1988/1991-.
Esta legislación -única en el mundo por sus desconceptos centrales- ha provocado un sinnúmero de muertes inocentes en nuestro país, provocadas por quienes son también partidarios de la “política de derechos humanos” y del “abolicionismo del derecho penal”. Estos hechos objetivos deberían ser suficientes para que reaccionara la dirigencia independiente, que en los últimos treinta y cinco años no ha tenido el coraje necesario para enfrentar lo que conocemos como “lo políticamente incorrecto”, esgrimido por “los revolucionarios de izquierda” que los corren con la vaina.
Tener coraje significa superar el miedo -natural en los seres humanos-. Esa superación solo es posible si se tienen objetivosy convicciones que superen a los despropósitos y falsedades de la extrema izquierda. Para ello y en conocimiento de las enormes carencias polemológicas y estratégicas de nuestros representantes opositores, expondremos a continuación teorías y doctrinas estratégicas actualizadas, en el mundo dinámico de la Posguerra Fría -2001/…-, con la esperanza de que encuentren la fuerza e inspiración suficiente para actuar, para “ir a las cosas” y lograr la imprescindible “pacificación” nacional.
El “ius post bellum” -como “lex pacificatoria” o “justicia pacificatoria”- (3), tuvo un intento fallido de ejecución en los últimos meses del gobierno del Proceso. El 23 Sep 83 el gobierno del Grl Bignone dictó la ley 22 924, llamada de “Amnistía” o de “Pacificación Nacional”. Más adelante, ya en democracia, la misma fue declarada nula por el Congreso. Se vio en ella una mera “autoamnistía”.
La victoria táctica argentina frente a la agresión terrorista-revolucionaria no encontraba -en el plano estratégico-político- la voluntad de “pacificación” que establecía el “ius post bellum” en el Derecho Internacional Público. El “entrismo” revolucionario marxista en TODOS los partidos políticos, inauguraba el actual “estado de guerra interno” que consagró el Decreto 158/83, judicializando al hecho sociopolítico guerra.
La Argentina ingresaba así a un acelerado, continuo e ignorado proceso de autodestrucción inducida.
Los héroes condecorados por el Estado Nacional en aquella guerra fueron y son inculpados -desde 1983- por el mismo Estado Nacional por crímenes de lesa humanidad, en ilegales tribunales penales civiles, con el Código Penal Ordinario ajeno al “ius in bello”.Alguien está gravemente equivocado. Cuando el enemigo empezó a “tomar” la propiedad privada “detrás del cerrado banco de niebla” (4) de la cuarentena, recién entonces despertaron quienes miraban y no veían semejante atropello a la razón.
2). El concepto de Guerra Híbrida -GH- en sus teorías y doctrinas (1).
El concepto GH se popularizó entre los estrategas teóricos luego de la intervención rusa en el Este de Ucrania y en Crimea -2014-, pero desde los ´90 ya existía un intenso debate sobre la innovación en acto, impuesta por la nueva situación geopolítica internacional “líquida” y el acelerado avance científico-tecnológico global.
En el año 2017 el “Instituto Noruego de Asuntos Internacionales” conceptualizó a la GH como: “El empleo sincronizado de múltiples instrumentos de poder, adaptados a las debilidades específicas de la sociedad objetivo, a través de todo el espectro de las funciones de esta, para lograr efectos sinérgicos”. Cabe aclarar que el término “sinérgicos” debe entenderse como: “acción coordinada de dos o más causas o partes (elementos), cuyo efecto es superior a la suma de sus efectos individuales”.
Ya en 1988, un Oficial de la Armada de EE. UU. –Robert G. Walker– en su tesis de doctorado sostuvo que las guerras del siglo XXI se caracterizarían “por una mezcla íntima de acciones convencionales y especiales”. Precisa que estas “acciones” deben alinearse en los tres niveles: estratégico, operacional y táctico y que su aplicación “sincronizada” constituye el aspecto central del concepto GH.
Siempre las operaciones convencionales fueron acompañadas por otras “irregulares”. Lo observamos en la campaña libertadora del Grl San Martín, que les llamaba “guerras de zapa”. Contemporáneamente v. Clausewitz las categorizó como guerras de “la segunda especie”, en su obra clásica. La novedad en las GGHH de hoy es la exigencia de “coherencia y sincronización” entre los tres niveles, en su planeamiento y ejecución.
Este aspecto central, debe entenderse como abarcado -siempre- por una Gran Estrategia o Estrategia General, que es imprescindible.
Como conclusión de lo expresado, el Magister Quiñones de la Iglesia avanza hacia la siguiente conjetura provisoria: “La GH se inscribe en el marco de una Gran Estrategia de un actor estatal, con capacidades y voluntad necesarias para alterar la jerarquía del sistema internacional” (1). Objetivo de XI, en su pretendida supremacía mundial.
Vivimos una etapa de los acontecimientos mundiales cuya distinción más significativa es la aceleración del ritmo de los cambios, que no llegan a ser disruptivos, pero que ponen en jaque a mentalidades torpes o adormecidas que permanecen en el pasado. Lo que está ocurriendo con la pandemia del Covid 19, agrava el estancamiento de estas mentalidades en un gran número de dirigentes argentinos, en particular en aquellos colonizados por las ideologías o las rutinas.
Con el fin de la posguerra fría -11Sep01- aparecieron “nuevos riesgos y amenazas estratégicas” que nuestra dirigencia política ignoróy aun niega -por torpeza o conveniencia- Los gobiernos kk apuntalaron dicha negación con la Reglamentación de la Ley de Defensa -Garré 2006-, revocada por la gestión Macri y nuevamente puesta en vigencia por el nuevo gobierno KK, -Rossi 2020-.
Con estas operaciones burocráticas -quince/veinte años después de la promulgación de la Ley- se retiene el extrañamiento de las FF. AA. en lo que hace a sus funciones constitucionales y “el esfuerzo nacional de policía” continúa ejerciendo las responsabilidades estratégicas dentro de los límites del país, frente a las “nuevas amenazas” globales internas, en pleno desarrollo. En ningún país del mundo las policías tienen responsabilidades estratégicas, pero en la Argentina este despropósito fue legislado por unanimidad. No debe extrañarnos -entonces- la rampante inseguridad e indefensión que somatizamos.
La Justicia y sus auxiliares policiales, si bien tienen a su cargo la prevención del delito, actúan reactivamente ante la flagrancia o la denuncia. Contrariamente, las FF. AA. para preservar la Paz, ante un agresor estratégico, actúan proactivamente a través de la disuasión y/o del planeamiento estratégico. Las guerras asimétricas -GA- y las GH han impuesto en los países con Estados modernos, la Revolución de Asuntos Militares -RAM- y la Reforma Integral -RI- en los años 2000, para lograr la mayor eficiencia ante la amalgama del delito común con la agresión estratégica, contenidos en las nuevas amenazas.
Por estas razones el IEEBA viene proponiendo alcanzar estrategias conjuntas/combinadas en la Región, ante amenazas internacionalizadas, a través de un Tratado de Seguridad Colectiva y Defensa Común con Brasil, abierto a la adhesión de los países iberoamericanos. Es la única posibilidad que encontramos para subrogar a las “vacas sagradas” de la vigente perversa legislación de Seguridad Nacional.
Hemos propuesto también en las dos últimas décadas -sin éxito- unificar en un nuevo Ministerio de Seguridad Nacional, a la Defensa Nacional y a la Seguridad Pública, para facilitar la conducción incardinada de ambas en las GG AA y GGHH en el marco interno.
PrisioneroEnArgentina.com
El gobierno KK hizo exactamente lo contrario: creó en paralelo al Ministerio de Defensa, uno nuevo, el de Seguridad, a cargo -respectivamente- de un ingeniero agrónomo y de una licenciada en antropología. La idoneidad que exige la Constitución nos lleva a pensar que las FF. AA. contarán con excelente conducción para cultivar sus campos y las fuerzas de seguridad y policiales para estudiar las características físicas y culturales de los argentinos. El “mundo del revés kk”.Así es como campea en el país la Inseguridad Nacional.
Los enemigos de Occidente después de la 2da Guerra del Golfo -2003- aprendieron que debían evitar su zona de confort: la batalla tridimensional en un marco convencional. En Iberoamérica, había experiencia de GGAA y GGHH desde los ´70, cuando los Estados enfrentaron estos desafíos sin doctrinas ni organizaciones adecuadas. Más tarde “olvidaron” esas experiencias.
Hubo sorpresa estratégica y táctica en Iberoamérica. Aprendimos en el terreno, a un costo sangriento. Sin embargo, esa dramática experiencia no fue políticamente asimilada en la Argentina. El “entrismo” en los partidos políticos lo impidió. La Seguridad Nacional quedó estratificada y aún permanece hoy -2020- conceptualmente en la Guerra Fría. La inepta dirigencia política es la responsable de su consecuencia: la acumulación diaria de muertos inocentes.
En los más diversos países del mundo el pensamiento estratégico evolucionó con el ritmo de la civilización, excepto en Buenos Aires. Veamos algunos casos:
Mary Kaldor, profesora de la Universidad de Sussex -RU-, periodista en la guerra de los Balcanes Europeos -1991/2001- acuñó la expresión “nuevas guerras”. Estas eran “internas”. Habían desaparecido los Teatros de Operaciones Militares y se desarrollaban sobre la sociedades.
William Lind, Cnl – Infante de Marina- de EE. UU. creó el concepto de las “Guerras de Cuarta Generación” -G4G- en 1989. Subraya la importancia que asume el nivel táctico en las GGAA.
Martín van Creveld, profesor israelí, señala en 1991 posiciones anticlausewitzianas sobre las guerras “no-trinitarias”. Plantea el regreso del “miliciano” en perjuicio del soldado y la aparición de los actores “no estatales”, que exigen revisiones jurídicas.
Thomas M. Huber estadounidense, en 1993 acuñó el término “guerras compuestas” o “guerras complejas” en las que se complementan operaciones convencionales con operaciones irregulares. Las considera “guerras de supervivencia” frente a un ocupante superior y pone como ejemplo a la Guerra de Vietnam -1950/1975-.
Frank G. Hoffman estadounidense, investigador de la Universidad Nacional de la Defensa, es quien con mayor certeza en el 2007 postula que las GGHH constituyen una nueva categoría específica en pleno desarrollo en el siglo XXI. Sostiene que la separación convencional/irregular, está desapareciendo. Emplea el término “difuminación” o “borroso” -blurring- para explicarlo.
Herfried Münkler alemán, profesor de Ciencias Políticas, predijo hace veinte años que las guerras del siglo XXI no serían una evolución lineal del pasado. Sostenía que las sociedades pos-heroicas occidentales emplearían la tecnología, para evitar esfuerzos.
Tiempo antes, Mao Tse Tung -1893/1976- teorizó acerca de que en un enfrentamiento con un enemigo organizativa y tecnológicamente superior, la guerrilla podría vencerlo si lograba la “desaceleración” de la guerra. De ese modo, elevaba al nivel estratégico un aspecto de la guerra hasta entonces considerado solamente en guerras a gran escala.
Liang y Xiangsui, Coroneles chinos, publicaron en 1999 “Guerras sin Restricciones”, comentando la Segunda Guerra del Golfo. Hay -en el libro- una aproximación a las GGHH. El Estado se encargó de ponerlo al alcance del gran público. Si bien los autores la señalan como una “guerra más allá de lo límites”, también dicen que “no deben eludirse aspectos morales”. Las nuevas amenazas se han expandido, expresan, a una multitud de dominios, “a considerar para la supervivencia de las naciones”.
La ausencia de un pensamiento estratégico activo en la Argentina.
Si alguna vez la sentencia de Darwin -que encabeza a este trabajo- fue conocida por la dirigencia política argentina, actualmente ha sido totalmente olvidada. Veamos -por ej.- quienes son los ocupantes de algunas jefaturas de bloques en las Cámaras del Congreso.
Miles de PYMES han desaparecido en la larga e inútil “cuarentena” que impuso el gobierno con motivo de la pandemia que nos trajo el virus. Sin embargo, si hilamos fino, podremos observar que algunas PYMES alcanzaron resultados inéditos, multiplicando su rendimiento histórico varias veces, en ese lapso. ¿Cuál fue la clave del fenómeno en plena crisis generalizada?: la actitud y aptitud de los directorios y gerencias que supieron “adaptarse” al presente tiempo-oportunidad.
Para apercibirnos de que estábamos transitando una nueva etapa de la civilización –la del conocimiento-, con cambios cualitativosque exigían audacia para superar rutinas y adaptarnos al cambio,es imprescindible contar con una visión estratégica.
Además, había nuevas herramientas para operar que obligaban a maniobrar de modo inédito. Nuevas comunicaciones, nuevas especialidades, nuevos instrumentos electrónicos, nuevos procedimientos, nuevas escalas y mayores rendimientos.
En la nueva etapa hay una otra forma de producir, de comerciar, de financiar ytambién de hacer la guerra. En el mercado ya hay indicios de algunos comienzos de cambios. Lo alarmante es la ausencia total de adaptación -a la etapa posindustrial- en el Estado, por las carencias perceptivas de una dirigencia política paralizada, extraviada y confundida por fundamentalismos ideológicos y por ignorancia.
El Estado Nacional debió liderar las “adaptaciones al cambio” difundiéndolas, allanando los caminos, premiando a los innovadores, alentado a las nuevas carreras universitarias y tecnológicas, etc. PERO, el cuarto gobierno kk, con “un gabinete de científicos”, hizo exactamente lo contrario: sin plan alguno expulsó a los “unicornios”, a las mentes brillantes, aumentó los impuestos, espantó a las inversiones y, para no desentonar, reforzó la inseguridad nacional reinante aumentando los graves despropósitos inducidos por nuestros enemigos en los ´80 y alineándose nuevamente con Cuba, Nicaragua, Bolivia, China, Rusia, Turquía, Irán y Corea del Norte, por la cuestión electoral de Venezuela.
Tener un “pensamiento estratégico activo” significa:
abarcar globalmente a la circunstancia que nos rodea y determina con respecto al logro de sus objetivos de largo plazo -que condicionan a los de mediano y corto plazo-,
tener una acabada conciencia del “yo” -de lo que “sees o somos”-
y captar las esencias –“la ola profunda”-.
Lo hemos visto en nuestra historia en el Brig Grl San martín o en el Tte Grl Roca, estrategas que “veían detrás del cerro”.
Quienes carecen de “visión estratégica” solo hacen administración -cuando no tienen oposición- y, cuando la hay, cumplen con los procedimientos establecidos, característicos de la táctica -“como la mula del malacate”-. La mera administración o la táctica, sin dirección estratégica, gozan de un anticipado fracaso asegurado.
No “creer” en el planeamiento es negarse a prever y quien no lo hace -ante la complejidad de la conducción de un Estado- se ubica en el extremo de la total ausencia de un pensamiento o visión estratégica. Es en esta categoría en la que se auto localizó Tartufo, recientemente, sin saberlo.
No todos los cerebros califican para ingresar en el arte del pensamiento estratégico o de la visión estratégica. Las naturales tendencias analíticas desarrollan conocimientos eruditos, en cambio las naturales tendencias sintéticas concurren más fácilmente a la comprensión holística, es decir, a la sabiduría. Estos últimos son las que brillan por su ausencia en la dirigencia argentina y con ello, en la ausencia de un “pensamiento estratégico activo” en la alta conducción.
4). La nueva Zona Gris -ZG- en las Guerras Híbridas -GGHH-.
Entendemos por ZG a “aquel espacio indeterminado de los diferentes dominios del conflicto, a caballo entre la paz y la guerra. El actor híbrido actúa en la ZG , sin cruzar el umbral de la guerra” (1). Es aquello que denominábamos -con Aron/Beaufre- “estrategia indirecta” -la que emplea todos los medios disponibles, menos las armas, para resolver un conflicto- y que no debemos confundir con la “estrategia de aproximación indirecta” –que emplea la propia fuerza del enemigo para que este se autodestruya-.
El periodismo ha empezado a tratar -hace un tiempo- la probabilidad de una nueva “guerra fría” dado el sordo enfrentamiento estratégico -por la supremacía mundial- que se desarrolla entre EE. UU. y China. Esa probabilidad se origina en la relevancia que han adquirido las acciones chinas, en la ZG de una eventual GH.
En nuestra Argentina -por ej.- hay una “base militar china de control espacial” a órdenes de un Grl de Pekín, en Neuquén. También grandes y crecientes inversiones financieras en espacios llaves de nuestra débil economía y una alta proliferación de los activos “Institutos Confucio” -desconocidos por la ciudadanía- instalados en la Universidad de Buenos Aires y las Nacionales de Córdoba y La Plata, conducidos por el Ministerio de Educación chino. Es notorio que además de promocionar la cultura y el idioma chino, estos Institutos obstaculizan el tratamiento de temas que el país asiático considera sensibles.
Particular incidencia tiene -en la estrategia china de largo plazo- la operación de inteligencia internacional en ejecución a través de Huawei y ZTE, empresas de telecomunicaciones que Beijing utiliza como herramientas para el tendido de red 5G, en todo el mundo. Dicha intención ha sido frontalmente rechazada por Brasil, pero muy probablemente sea aprobada por Buenos Aires antes de las elecciones de medio tiempo.
Tal como lo señala la doctrina rusa de las GGHH, se trata de operaciones “no lineales” que el actor híbrido genera dentro de los imprecisos límites que él mismo se impone en tiempo, espacio y dominio. La “línea roja” a no cruzar es el umbral que lleva al conflicto armado. Pero mientras tanto, se inyectan grandes niveles de amenazas al corazón del sistema sociopolítico del adversario.
El “riego estratégico” central de la Argentina de hoy es la pérdida del Estado Institucionaly la principal “amenaza estratégica” en acto es el narcoterrorismo, sostén financiero y logístico del proceso revolucionario que “socava el esqueleto de la sociedad argentina”. Mientras tanto la Seguridad Nacional/Defensa Nacional está paralizadadesde hace cuatro décadas, por Leyes del Congreso Nacional.
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Este modo de acción del actor híbrido -en la ZG- le permite mantener las apariencias de normalidad en las relaciones diplomáticas, comerciales, deportivas, etc., mientras simultáneamente se licua su dominio cognitivo. La ZG es la que Hoffman llama “blurring”. Es la que permite actuar con sigilo, en un ambiente “difuminado o borroso”.
La maniobra principal en las GGHH -operando en las ZZGG- se concentra sobre las “líneas de fractura” del trinomio polemológico clausewitziano -la “Trinidad de la Guerra”-: la Política –razón-, las FF. AA. –voluntad– y la ciudadanía –pasiones-.
Las “líneas de fractura” toman forma -en nuestra situación nacional y regional- como “grietas”, que exponen objetivamente la ruptura de la cohesión social, dando lugar a una vulnerabilidad estratégica fácil de explotar.
En nuestra querida Patria esta maniobra está consumada. La ZG fue instrumentada desde la posguerra del Atlántico Sur a través de la manipulación cerebral de la ciudadanía -desde 1983 hasta hoy- a través la escuela o de los medios.
La Política ha sido destruida por el “entrismo”,las FF. AA. por su extrañamiento través de las Leyes de Seguridad, sus carencias presupuestarias y los juicios ilegales de “lesa humanidad”. De la ciudadanía –lo que queda de ella- hay un sector que aún retiene su “pasión” por la Patria. El otro, traicionó a su Bandera. Son traidores a su Patria.
El rescate de la Argentina depende de la “PASIÓN” de ese sector sano de la clase media -que el COVIT-19 ha despertado- y que aún no ha encontrado un liderazgo que la unifique y conduzca.
El diseño estratégico de la GH y sus ZZGG en manos de la antigua cultura china o del Foro de San Pablo -que carga 70 años de experiencia revolucionaria iberoamericana-, ha logrado formas elusivas, flexibles y oportunas para perseguir sus objetivos en nuestra región, siempre dispuestos a soslayar la legalidad internacional o nacional, en el anonimato del ambiente difuso de la ZG.
Actualmente en Chile el gobierno es sacudido por una sorpresa inesperada: el 82% de las acciones de la empresa distribuidora de energía eléctrica en el Valle Central, ha quedado en manos chinas. Una vulnerabilidad estratégica que, ante la inminente próxima reforma constitucional -arrancada por la insurgencia- se potencia exponencialmente.
Algo homólogo ocurre en vecindario asiático de China. En Infobae del 10 Dic 20 leemos: “Ahora, el régimen chino está detrás de otra estrategia, similar aunque más sofisticada que la de las mascarillas. También costosa. No son mascarillas, ni trajes de protección médica, ni test de anticuerpos. Se trata de las vacunas que se han desarrollado en China desde el inicio de la pandemia. Podría llamarse “diplomacia de las vacunas” y estará destinada -en principio- a países desarrollados, tal como prometió Xi. Pero ¿qué hay detrás de esas intenciones?” (5).
Podríamos responder a Infobae: un golpe más del actor híbrido sobre la “línea de quiebre” de la “ciudadanía regional asiática bajo amenaza”, al amparo de una ZG.
En la misma fecha -10 Dic- Tartufo informa que se vacunará públicamente, para aventar naturales temores de los argentinos con la vacuna rusa de Putin -socio de XI- y Ella publica su tercera carta denostando a la CSJN y al remanente de la Justicia Federal, objetivo único que le preocupa para salvarse de las rejas y lograr el control total del poder nacional. La quiebra económica de la Argentina estaría lograda y la única salida sería el salto de garrocha: el ingreso abierto a una dictadura y al “capitalismo de estado” del modelo Xi Jinping.
Pekín y Moscú -salvadores de lo que queda- pasarían al control del gas y el petróleo argentinos. Tartufo estaría descartado y Ella en oferta, si lograra “zafar del tiro del final”.
¿Logrará Occidente una respuesta estratégica a los actores híbridos estatales y no estatales con Biden en la Casa Blanca? ¿Logrará la Argentina reaccionar socialmente frente a las maniobras híbridas revolucionarias que conduce Ella desde una ZG, creada a través de una presidencia virtual? No lo sabemos, pero la pandemia y en particular nuestras cuarentenas, han evaporado gran parte de la ZG y no olvidemos la sentencia de Quiñones de la Iglesia:
“El actor híbrido buscará socavar el esqueleto de la sociedad atacada”.
CITAS:
J. Quiñones de la Iglesia. “Una revisión del concepto “guerra híbrida/actor híbrido”. 30 Nov 20. www.ieee.org
J. Auel. “La dirigencia argentina frente a los desafíos de la Seguridad Nacional en el siglo XXI”. Ago 15. www.ieeba.org
J. Auel. “El canto del Cisne”. Nov 20. www.ieeba.org
J. Auel. “Detrás de un cerrado banco de niebla”. Abr 20. www.ieeba.org
Infobae Digital. “De la “diplomacia de las mascarillas” a la “diplomacia de las vacunas”: la verdad detrás de la generosidad del régimen chino”. 10 Dic 20. https://www.google.com/search=Infobaedigital
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Grl Heriberto Justo Auel
Dic 12
Hemos tratado hace cinco años -en nuestro Instituto- el tema que encabeza a este ensayo. (2). Volvemos nuevamente a él, pero concentrándonos puntualmente en el concepto de la “Guerra Híbrida” -GH-.
Decíamos en el año 2015: “La continua degradación de la Política de Defensa, de la autoestima militar, de los sistemas de armas y de las organizaciones castrenses, sumada a la evidente ausencia de mínimos conocimientos polemológicos y del correspondiente planeamiento estratégico, tienen su raíz oculta en la perversa legislación de Seguridad Nacional, promulgadas en 1988 y 1991.
Son dos absurdas leyes que no tienen parangón en Estado alguno de nuestro u otro continente. Esta disparatada e inédita legislación desorganizó -aún más- a nuestro cuasi-Estado Nacional frente a los nuevos y graves desafíos posguerra fría, transformando a la inseguridad e indefensión generalizadas en la principal y continua preocupación de la población, a pesar de la desastrosa situación económica imperante. Sin embargo -y a pesar de ello- la dirigencia política aun no ha reaccionado”.
Pasaron cinco años y la esperable reacción dirigencial no solo no existió, sino que la situación de la Seguridad Nacional se agravó significativamente. Luego del período 2015/2019 -en el que hubo leves mejorías superficiales-, con las elecciones del año 2019 regresó al poder el “entrismo revolucionario”. Tartufo y su -mandante- vicepresidente, revistan actualmente en la dirección del proceso revolucionario iberoamericano -ejercido por el Foro de San Pablo- y en su elemento de apoyo internacional, el Grupo de Puebla.
Decíamos ayer y lo ratificamos hoy, que el origen de este desafío totalmente ajeno a la atención y conocimiento de la dirigencia nacional -particularmente la política-, se encuentra en la perversidad de la legislación que la regula, promulgada en tiempos de la guerra fría -1947/1991- y desarrollada por los simpatizantes de las organizaciones armadas ilegales en ambas Cámaras del Congreso Nacional -1988/1991-.
Esta legislación -única en el mundo por sus desconceptos centrales- ha provocado un sinnúmero de muertes inocentes en nuestro país, provocadas por quienes son también partidarios de la “política de derechos humanos” y del “abolicionismo del derecho penal”. Estos hechos objetivos deberían ser suficientes para que reaccionara la dirigencia independiente, que en los últimos treinta y cinco años no ha tenido el coraje necesario para enfrentar lo que conocemos como “lo políticamente incorrecto”, esgrimido por “los revolucionarios de izquierda” que los corren con la vaina.
Tener coraje significa superar el miedo -natural en los seres humanos-. Esa superación solo es posible si se tienen objetivos y convicciones que superen a los despropósitos y falsedades de la extrema izquierda. Para ello y en conocimiento de las enormes carencias polemológicas y estratégicas de nuestros representantes opositores, expondremos a continuación teorías y doctrinas estratégicas actualizadas, en el mundo dinámico de la Posguerra Fría -2001/…-, con la esperanza de que encuentren la fuerza e inspiración suficiente para actuar, para “ir a las cosas” y lograr la imprescindible “pacificación” nacional.
El “ius post bellum” -como “lex pacificatoria” o “justicia pacificatoria”- (3), tuvo un intento fallido de ejecución en los últimos meses del gobierno del Proceso. El 23 Sep 83 el gobierno del Grl Bignone dictó la ley 22 924, llamada de “Amnistía” o de “Pacificación Nacional”. Más adelante, ya en democracia, la misma fue declarada nula por el Congreso. Se vio en ella una mera “autoamnistía”.
La victoria táctica argentina frente a la agresión terrorista-revolucionaria no encontraba -en el plano estratégico-político- la voluntad de “pacificación” que establecía el “ius post bellum” en el Derecho Internacional Público. El “entrismo” revolucionario marxista en TODOS los partidos políticos, inauguraba el actual “estado de guerra interno” que consagró el Decreto 158/83, judicializando al hecho sociopolítico guerra.
La Argentina ingresaba así a un acelerado, continuo e ignorado proceso de autodestrucción inducida.
Los héroes condecorados por el Estado Nacional en aquella guerra fueron y son inculpados -desde 1983- por el mismo Estado Nacional por crímenes de lesa humanidad, en ilegales tribunales penales civiles, con el Código Penal Ordinario ajeno al “ius in bello”. Alguien está gravemente equivocado. Cuando el enemigo empezó a “tomar” la propiedad privada “detrás del cerrado banco de niebla” (4) de la cuarentena, recién entonces despertaron quienes miraban y no veían semejante atropello a la razón.
2). El concepto de Guerra Híbrida -GH- en sus teorías y doctrinas (1).
El concepto GH se popularizó entre los estrategas teóricos luego de la intervención rusa en el Este de Ucrania y en Crimea -2014-, pero desde los ´90 ya existía un intenso debate sobre la innovación en acto, impuesta por la nueva situación geopolítica internacional “líquida” y el acelerado avance científico-tecnológico global.
En el año 2017 el “Instituto Noruego de Asuntos Internacionales” conceptualizó a la GH como: “El empleo sincronizado de múltiples instrumentos de poder, adaptados a las debilidades específicas de la sociedad objetivo, a través de todo el espectro de las funciones de esta, para lograr efectos sinérgicos”. Cabe aclarar que el término “sinérgicos” debe entenderse como: “acción coordinada de dos o más causas o partes (elementos), cuyo efecto es superior a la suma de sus efectos individuales”.
Ya en 1988, un Oficial de la Armada de EE. UU. –Robert G. Walker– en su tesis de doctorado sostuvo que las guerras del siglo XXI se caracterizarían “por una mezcla íntima de acciones convencionales y especiales”. Precisa que estas “acciones” deben alinearse en los tres niveles: estratégico, operacional y táctico y que su aplicación “sincronizada” constituye el aspecto central del concepto GH.
Siempre las operaciones convencionales fueron acompañadas por otras “irregulares”. Lo observamos en la campaña libertadora del Grl San Martín, que les llamaba “guerras de zapa”. Contemporáneamente v. Clausewitz las categorizó como guerras de “la segunda especie”, en su obra clásica. La novedad en las GGHH de hoy es la exigencia de “coherencia y sincronización” entre los tres niveles, en su planeamiento y ejecución.
Este aspecto central, debe entenderse como abarcado -siempre- por una Gran Estrategia o Estrategia General, que es imprescindible.
Como conclusión de lo expresado, el Magister Quiñones de la Iglesia avanza hacia la siguiente conjetura provisoria: “La GH se inscribe en el marco de una Gran Estrategia de un actor estatal, con capacidades y voluntad necesarias para alterar la jerarquía del sistema internacional” (1). Objetivo de XI, en su pretendida supremacía mundial.
Vivimos una etapa de los acontecimientos mundiales cuya distinción más significativa es la aceleración del ritmo de los cambios, que no llegan a ser disruptivos, pero que ponen en jaque a mentalidades torpes o adormecidas que permanecen en el pasado. Lo que está ocurriendo con la pandemia del Covid 19, agrava el estancamiento de estas mentalidades en un gran número de dirigentes argentinos, en particular en aquellos colonizados por las ideologías o las rutinas.
Con el fin de la posguerra fría -11Sep01- aparecieron “nuevos riesgos y amenazas estratégicas” que nuestra dirigencia política ignoró y aun niega -por torpeza o conveniencia- Los gobiernos kk apuntalaron dicha negación con la Reglamentación de la Ley de Defensa -Garré 2006-, revocada por la gestión Macri y nuevamente puesta en vigencia por el nuevo gobierno KK, -Rossi 2020-.
Con estas operaciones burocráticas -quince/veinte años después de la promulgación de la Ley- se retiene el extrañamiento de las FF. AA. en lo que hace a sus funciones constitucionales y “el esfuerzo nacional de policía” continúa ejerciendo las responsabilidades estratégicas dentro de los límites del país, frente a las “nuevas amenazas” globales internas, en pleno desarrollo. En ningún país del mundo las policías tienen responsabilidades estratégicas, pero en la Argentina este despropósito fue legislado por unanimidad. No debe extrañarnos -entonces- la rampante inseguridad e indefensión que somatizamos.
La Justicia y sus auxiliares policiales, si bien tienen a su cargo la prevención del delito, actúan reactivamente ante la flagrancia o la denuncia. Contrariamente, las FF. AA. para preservar la Paz, ante un agresor estratégico, actúan proactivamente a través de la disuasión y/o del planeamiento estratégico. Las guerras asimétricas -GA- y las GH han impuesto en los países con Estados modernos, la Revolución de Asuntos Militares -RAM- y la Reforma Integral -RI- en los años 2000, para lograr la mayor eficiencia ante la amalgama del delito común con la agresión estratégica, contenidos en las nuevas amenazas.
Por estas razones el IEEBA viene proponiendo alcanzar estrategias conjuntas/combinadas en la Región, ante amenazas internacionalizadas, a través de un Tratado de Seguridad Colectiva y Defensa Común con Brasil, abierto a la adhesión de los países iberoamericanos. Es la única posibilidad que encontramos para subrogar a las “vacas sagradas” de la vigente perversa legislación de Seguridad Nacional.
Hemos propuesto también en las dos últimas décadas -sin éxito- unificar en un nuevo Ministerio de Seguridad Nacional, a la Defensa Nacional y a la Seguridad Pública, para facilitar la conducción incardinada de ambas en las GG AA y GGHH en el marco interno.
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El gobierno KK hizo exactamente lo contrario: creó en paralelo al Ministerio de Defensa, uno nuevo, el de Seguridad, a cargo -respectivamente- de un ingeniero agrónomo y de una licenciada en antropología. La idoneidad que exige la Constitución nos lleva a pensar que las FF. AA. contarán con excelente conducción para cultivar sus campos y las fuerzas de seguridad y policiales para estudiar las características físicas y culturales de los argentinos. El “mundo del revés kk”. Así es como campea en el país la Inseguridad Nacional.
Los enemigos de Occidente después de la 2da Guerra del Golfo -2003- aprendieron que debían evitar su zona de confort: la batalla tridimensional en un marco convencional. En Iberoamérica, había experiencia de GGAA y GGHH desde los ´70, cuando los Estados enfrentaron estos desafíos sin doctrinas ni organizaciones adecuadas. Más tarde “olvidaron” esas experiencias.
Hubo sorpresa estratégica y táctica en Iberoamérica. Aprendimos en el terreno, a un costo sangriento. Sin embargo, esa dramática experiencia no fue políticamente asimilada en la Argentina. El “entrismo” en los partidos políticos lo impidió. La Seguridad Nacional quedó estratificada y aún permanece hoy -2020- conceptualmente en la Guerra Fría. La inepta dirigencia política es la responsable de su consecuencia: la acumulación diaria de muertos inocentes.
En los más diversos países del mundo el pensamiento estratégico evolucionó con el ritmo de la civilización, excepto en Buenos Aires. Veamos algunos casos:
Mary Kaldor, profesora de la Universidad de Sussex -RU-, periodista en la guerra de los Balcanes Europeos -1991/2001- acuñó la expresión “nuevas guerras”. Estas eran “internas”. Habían desaparecido los Teatros de Operaciones Militares y se desarrollaban sobre la sociedades.
William Lind, Cnl – Infante de Marina- de EE. UU. creó el concepto de las “Guerras de Cuarta Generación” -G4G- en 1989. Subraya la importancia que asume el nivel táctico en las GGAA.
Martín van Creveld, profesor israelí, señala en 1991 posiciones anticlausewitzianas sobre las guerras “no-trinitarias”. Plantea el regreso del “miliciano” en perjuicio del soldado y la aparición de los actores “no estatales”, que exigen revisiones jurídicas.
Thomas M. Huber estadounidense, en 1993 acuñó el término “guerras compuestas” o “guerras complejas” en las que se complementan operaciones convencionales con operaciones irregulares. Las considera “guerras de supervivencia” frente a un ocupante superior y pone como ejemplo a la Guerra de Vietnam -1950/1975-.
Frank G. Hoffman estadounidense, investigador de la Universidad Nacional de la Defensa, es quien con mayor certeza en el 2007 postula que las GGHH constituyen una nueva categoría específica en pleno desarrollo en el siglo XXI. Sostiene que la separación convencional/irregular, está desapareciendo. Emplea el término “difuminación” o “borroso” -blurring- para explicarlo.
Herfried Münkler alemán, profesor de Ciencias Políticas, predijo hace veinte años que las guerras del siglo XXI no serían una evolución lineal del pasado. Sostenía que las sociedades pos-heroicas occidentales emplearían la tecnología, para evitar esfuerzos.
Tiempo antes, Mao Tse Tung -1893/1976- teorizó acerca de que en un enfrentamiento con un enemigo organizativa y tecnológicamente superior, la guerrilla podría vencerlo si lograba la “desaceleración” de la guerra. De ese modo, elevaba al nivel estratégico un aspecto de la guerra hasta entonces considerado solamente en guerras a gran escala.
Liang y Xiangsui, Coroneles chinos, publicaron en 1999 “Guerras sin Restricciones”, comentando la Segunda Guerra del Golfo. Hay -en el libro- una aproximación a las GGHH. El Estado se encargó de ponerlo al alcance del gran público. Si bien los autores la señalan como una “guerra más allá de lo límites”, también dicen que “no deben eludirse aspectos morales”. Las nuevas amenazas se han expandido, expresan, a una multitud de dominios, “a considerar para la supervivencia de las naciones”.
Si alguna vez la sentencia de Darwin -que encabeza a este trabajo- fue conocida por la dirigencia política argentina, actualmente ha sido totalmente olvidada. Veamos -por ej.- quienes son los ocupantes de algunas jefaturas de bloques en las Cámaras del Congreso.
Miles de PYMES han desaparecido en la larga e inútil “cuarentena” que impuso el gobierno con motivo de la pandemia que nos trajo el virus. Sin embargo, si hilamos fino, podremos observar que algunas PYMES alcanzaron resultados inéditos, multiplicando su rendimiento histórico varias veces, en ese lapso. ¿Cuál fue la clave del fenómeno en plena crisis generalizada?: la actitud y aptitud de los directorios y gerencias que supieron “adaptarse” al presente tiempo-oportunidad.
Para apercibirnos de que estábamos transitando una nueva etapa de la civilización –la del conocimiento-, con cambios cualitativos que exigían audacia para superar rutinas y adaptarnos al cambio, es imprescindible contar con una visión estratégica.
Además, había nuevas herramientas para operar que obligaban a maniobrar de modo inédito. Nuevas comunicaciones, nuevas especialidades, nuevos instrumentos electrónicos, nuevos procedimientos, nuevas escalas y mayores rendimientos.
En la nueva etapa hay una otra forma de producir, de comerciar, de financiar y también de hacer la guerra. En el mercado ya hay indicios de algunos comienzos de cambios. Lo alarmante es la ausencia total de adaptación -a la etapa posindustrial- en el Estado, por las carencias perceptivas de una dirigencia política paralizada, extraviada y confundida por fundamentalismos ideológicos y por ignorancia.
El Estado Nacional debió liderar las “adaptaciones al cambio” difundiéndolas, allanando los caminos, premiando a los innovadores, alentado a las nuevas carreras universitarias y tecnológicas, etc. PERO, el cuarto gobierno kk, con “un gabinete de científicos”, hizo exactamente lo contrario: sin plan alguno expulsó a los “unicornios”, a las mentes brillantes, aumentó los impuestos, espantó a las inversiones y, para no desentonar, reforzó la inseguridad nacional reinante aumentando los graves despropósitos inducidos por nuestros enemigos en los ´80 y alineándose nuevamente con Cuba, Nicaragua, Bolivia, China, Rusia, Turquía, Irán y Corea del Norte, por la cuestión electoral de Venezuela.
Tener un “pensamiento estratégico activo” significa:
Lo hemos visto en nuestra historia en el Brig Grl San martín o en el Tte Grl Roca, estrategas que “veían detrás del cerro”.
Quienes carecen de “visión estratégica” solo hacen administración -cuando no tienen oposición- y, cuando la hay, cumplen con los procedimientos establecidos, característicos de la táctica -“como la mula del malacate”-. La mera administración o la táctica, sin dirección estratégica, gozan de un anticipado fracaso asegurado.
No “creer” en el planeamiento es negarse a prever y quien no lo hace -ante la complejidad de la conducción de un Estado- se ubica en el extremo de la total ausencia de un pensamiento o visión estratégica. Es en esta categoría en la que se auto localizó Tartufo, recientemente, sin saberlo.
No todos los cerebros califican para ingresar en el arte del pensamiento estratégico o de la visión estratégica. Las naturales tendencias analíticas desarrollan conocimientos eruditos, en cambio las naturales tendencias sintéticas concurren más fácilmente a la comprensión holística, es decir, a la sabiduría. Estos últimos son las que brillan por su ausencia en la dirigencia argentina y con ello, en la ausencia de un “pensamiento estratégico activo” en la alta conducción.
4). La nueva Zona Gris -ZG- en las Guerras Híbridas -GGHH-.
Entendemos por ZG a “aquel espacio indeterminado de los diferentes dominios del conflicto, a caballo entre la paz y la guerra. El actor híbrido actúa en la ZG , sin cruzar el umbral de la guerra” (1). Es aquello que denominábamos -con Aron/Beaufre- “estrategia indirecta” -la que emplea todos los medios disponibles, menos las armas, para resolver un conflicto- y que no debemos confundir con la “estrategia de aproximación indirecta” –que emplea la propia fuerza del enemigo para que este se autodestruya-.
El periodismo ha empezado a tratar -hace un tiempo- la probabilidad de una nueva “guerra fría” dado el sordo enfrentamiento estratégico -por la supremacía mundial- que se desarrolla entre EE. UU. y China. Esa probabilidad se origina en la relevancia que han adquirido las acciones chinas, en la ZG de una eventual GH.
En nuestra Argentina -por ej.- hay una “base militar china de control espacial” a órdenes de un Grl de Pekín, en Neuquén. También grandes y crecientes inversiones financieras en espacios llaves de nuestra débil economía y una alta proliferación de los activos “Institutos Confucio” -desconocidos por la ciudadanía- instalados en la Universidad de Buenos Aires y las Nacionales de Córdoba y La Plata, conducidos por el Ministerio de Educación chino. Es notorio que además de promocionar la cultura y el idioma chino, estos Institutos obstaculizan el tratamiento de temas que el país asiático considera sensibles.
Particular incidencia tiene -en la estrategia china de largo plazo- la operación de inteligencia internacional en ejecución a través de Huawei y ZTE, empresas de telecomunicaciones que Beijing utiliza como herramientas para el tendido de red 5G, en todo el mundo. Dicha intención ha sido frontalmente rechazada por Brasil, pero muy probablemente sea aprobada por Buenos Aires antes de las elecciones de medio tiempo.
Tal como lo señala la doctrina rusa de las GGHH, se trata de operaciones “no lineales” que el actor híbrido genera dentro de los imprecisos límites que él mismo se impone en tiempo, espacio y dominio. La “línea roja” a no cruzar es el umbral que lleva al conflicto armado. Pero mientras tanto, se inyectan grandes niveles de amenazas al corazón del sistema sociopolítico del adversario.
El “riego estratégico” central de la Argentina de hoy es la pérdida del Estado Institucional y la principal “amenaza estratégica” en acto es el narcoterrorismo, sostén financiero y logístico del proceso revolucionario que “socava el esqueleto de la sociedad argentina”. Mientras tanto la Seguridad Nacional/Defensa Nacional está paralizada desde hace cuatro décadas, por Leyes del Congreso Nacional.
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Este modo de acción del actor híbrido -en la ZG- le permite mantener las apariencias de normalidad en las relaciones diplomáticas, comerciales, deportivas, etc., mientras simultáneamente se licua su dominio cognitivo. La ZG es la que Hoffman llama “blurring”. Es la que permite actuar con sigilo, en un ambiente “difuminado o borroso”.
La maniobra principal en las GGHH -operando en las ZZGG- se concentra sobre las “líneas de fractura” del trinomio polemológico clausewitziano -la “Trinidad de la Guerra”-: la Política –razón-, las FF. AA. –voluntad– y la ciudadanía –pasiones-.
Las “líneas de fractura” toman forma -en nuestra situación nacional y regional- como “grietas”, que exponen objetivamente la ruptura de la cohesión social, dando lugar a una vulnerabilidad estratégica fácil de explotar.
En nuestra querida Patria esta maniobra está consumada. La ZG fue instrumentada desde la posguerra del Atlántico Sur a través de la manipulación cerebral de la ciudadanía -desde 1983 hasta hoy- a través la escuela o de los medios.
La Política ha sido destruida por el “entrismo”, las FF. AA. por su extrañamiento través de las Leyes de Seguridad, sus carencias presupuestarias y los juicios ilegales de “lesa humanidad”. De la ciudadanía –lo que queda de ella- hay un sector que aún retiene su “pasión” por la Patria. El otro, traicionó a su Bandera. Son traidores a su Patria.
El rescate de la Argentina depende de la “PASIÓN” de ese sector sano de la clase media -que el COVIT-19 ha despertado- y que aún no ha encontrado un liderazgo que la unifique y conduzca.
El diseño estratégico de la GH y sus ZZGG en manos de la antigua cultura china o del Foro de San Pablo -que carga 70 años de experiencia revolucionaria iberoamericana-, ha logrado formas elusivas, flexibles y oportunas para perseguir sus objetivos en nuestra región, siempre dispuestos a soslayar la legalidad internacional o nacional, en el anonimato del ambiente difuso de la ZG.
Actualmente en Chile el gobierno es sacudido por una sorpresa inesperada: el 82% de las acciones de la empresa distribuidora de energía eléctrica en el Valle Central, ha quedado en manos chinas. Una vulnerabilidad estratégica que, ante la inminente próxima reforma constitucional -arrancada por la insurgencia- se potencia exponencialmente.
Algo homólogo ocurre en vecindario asiático de China. En Infobae del 10 Dic 20 leemos: “Ahora, el régimen chino está detrás de otra estrategia, similar aunque más sofisticada que la de las mascarillas. También costosa. No son mascarillas, ni trajes de protección médica, ni test de anticuerpos. Se trata de las vacunas que se han desarrollado en China desde el inicio de la pandemia. Podría llamarse “diplomacia de las vacunas” y estará destinada -en principio- a países desarrollados, tal como prometió Xi. Pero ¿qué hay detrás de esas intenciones?” (5).
Podríamos responder a Infobae: un golpe más del actor híbrido sobre la “línea de quiebre” de la “ciudadanía regional asiática bajo amenaza”, al amparo de una ZG.
En la misma fecha -10 Dic- Tartufo informa que se vacunará públicamente, para aventar naturales temores de los argentinos con la vacuna rusa de Putin -socio de XI- y Ella publica su tercera carta denostando a la CSJN y al remanente de la Justicia Federal, objetivo único que le preocupa para salvarse de las rejas y lograr el control total del poder nacional. La quiebra económica de la Argentina estaría lograda y la única salida sería el salto de garrocha: el ingreso abierto a una dictadura y al “capitalismo de estado” del modelo Xi Jinping.
Pekín y Moscú -salvadores de lo que queda- pasarían al control del gas y el petróleo argentinos. Tartufo estaría descartado y Ella en oferta, si lograra “zafar del tiro del final”.
¿Logrará Occidente una respuesta estratégica a los actores híbridos estatales y no estatales con Biden en la Casa Blanca? ¿Logrará la Argentina reaccionar socialmente frente a las maniobras híbridas revolucionarias que conduce Ella desde una ZG, creada a través de una presidencia virtual? No lo sabemos, pero la pandemia y en particular nuestras cuarentenas, han evaporado gran parte de la ZG y no olvidemos la sentencia de Quiñones de la Iglesia:
“El actor híbrido buscará socavar el esqueleto de la sociedad atacada”.
CITAS:
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Diciembre 12, 2020