LA ERA DEL MIEDO II

EL MIEDO DESDE EL PODER Y EL MIEDO EN EL PODER
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 Por Dra. JOSEFINA MARGAROLI

 Por Dr. SERGIO MACULAN

 

El miedo que sentís al imponerme esta sentencia tal vez sea mayor que el que siento yo al aceptarla

GIORDANO BRUNO

 

En el artículo anterior, desarrollamos que como el miedo es intrínseco a los hom- bres, también lo sufren los poderosos, los que infunden miedo, quienes, tal vez con otras formas, pero también temen.

Ahora, vamos a plantear el tema del “poder”, para exponer cómo funciona el miedo en el accionar de los “poderosos”, como desde el poder imponen miedo y como el miedo los paraliza o torna temerarios.

LAS VERTIENTES DEL PODER

Observamos que el término poder tiene dos vertientes.

La primera es la referida a uno mismo, y es la capacidad que tiene cada uno para actuar. Es el “yo puedo”, es decir aquello que podemos hacer, que está relacionado a la voluntad de cada individuo, las distintas capacidades que posea desde su origen, las que haya desarrollado y los medios, tiempo y lugar de hacer algo. La educación, el coraje, el temperamento, el carácter actúan sobre nuestra capacidad de obrar, a las cuales deben sumarse los valores que apliquemos en el accionar.

La segunda vertiente del poder, es la capacidad que un individuo o grupo tienen para accionar sobre otros individuos, a fin de lograr que actúen de conformidad a sus deseos o conveniencias. Esto puede acontecer en el ámbito privado como la familia, las relaciones de pareja, la amistad; en forma más amplia como en la política, las relaciones laborales, la enseñanza, la religión.

La forma de ejercer poder respecto del otro u otros también tiene distintas moda- lidades.

Puede realizarse por medio de la seducción, esto es empleando recursos destina- dos a generar emociones, el pathos. Es una forma de convencimiento en las relaciones individuales, pero también en las políticas, sobre todo en base al carisma de quien pretende ejercer alguna forma de poder.

Otra forma, lo es por medio de las capacidades personales de un individuo, sea por su competencia en determinada materia, el prestigio logrado, o la credibilidad, es el ethos.

El tercer pilar de la persuasión, según Aristóteles (385 a. C-323 a. C) es la lógica, el logos, la parte razonada de la exposición.

Hasta aquí, el pathos, el ethos y el logos son formas que implican, o al menos apa- rentan, una forma de respeto hacia quien se ejerce el poder, aunque estas formas pueden ser engañosas, una estafa hacia el otro al que se quiere dominar.

Joven dama o anciana bruja – Leyes de la percepción

Otra forma, por la cual se hace ejercicio reiterado del poder, en especial en la po- lítica (autoritarismos), el trabajo (explotación), la educación (cuando se hace bajo la forma de adoctrinamiento), la religión (puniciones), es la actuación basada en la dominación por alguna forma de violencia. Es la violencia que provoca el miedo que buscan implantar los terrorismos, que ejercen grupos u organizaciones insurgentes o se ejerce desde los pode- res del Estado.

Generando miedo, se trata de poner al otro u otros, en subordinados. Se tiene un menosprecio por el otro, al cual se lo coloca en mero instrumento de satisfacción de los intereses de quien ejerce el poder o pretende tomarlo.

LA VIOLENCIA DESDE EL PODER

La violencia en la política es tan pretérita como la existencia de la humanidad, ya que, por nuestra característica gregaria, necesitamos vivir en grupo, y en él alguien pre- tende dominar y ejercer poder. Tal vez los ejemplos más reiterados de la historia antigua, son los emperadores Calígula (12-24) y Nerón (37-68), no por ser los primeros ni los úl- timos, sino porque la historia romana, es la fuente de la cultura occidental; ambos termi- naron de forma trágica.

En épocas más recientes, el empleo del terror a través de los mecanismos que pueden utilizar quienes gobiernan, es decir quienes ejercen el poder político, lo tenemos en los grandes autoritarismos del siglo XX, bajo las diversas formas del comunismo, el fascismo, el nazismo. Algunos regímenes no obstante el poder que detentaban termina- ron, sea por que perdieron una guerra, por extinción ante la incompetencia, o imposibili- dad de sostenerse. Subsisten, algunos en sus formas más anacrónicas como el comunismo cubano, otros en formas patéticas como el chavismo venezolano, o en el régimen cuasi monárquico de Corea del Norte.

Todas estas formas se sostienen por despertar el miedo, consustancial en los seres humanos, y luego mantenerlo. Es el “poder del miedo” que se ejerce creando enemigos o sobredimensionando a presuntos opositores, y colocándose como los únicos con capaci- dad de defender al pueblo. Sosteniéndose con un aparato represivo brutal, sin límites, que no solo amenaza, sino que castiga y hasta elimina a quienes intentan oponerse. Las categorías de contrincantes, disidentes, opositores, rivales, adversarios son englobadas todas en la de “enemigo”, que como tal se procura destruir. El filósofo Ernesto Laclau (1935-2014) en “La razón populista” escribe Toda frontera política adquiere su sentido a partir del modo como identifica lo que está más allá de la frontera. El fundador del pero- nismo sostenía en público Al amigo todo, al enemigo ni justicia. O sea, impunidad y ven- ganza. Y la venganza despierta el miedo.

El 12/sep/2012, como presidenta, Cristina Fernández de Kirchner (CFK), en un discurso advirtió: Sólo hay que tenerle miedo a Dios y a mí, un poquito. ¿Soberbia ella?

Otra forma de violencia desde el poder, y complementaria de la anterior es la de suprimir o limitar los mecanismos que los sistemas republicanos de gobierno han creado, justamente, para evitar los abusos de los autoritarios, cualquiera sea la ideología que pretendan vender.

Los poderes legislativos son una mera fachada, los presuntos “representantes del pueblo”, son meros funcionarios que cumplen directivas de quien detenta el poder.

Pero fundamentalmente con la cooptación del sistema judicial, el cual es por defi- nición quien limita a los otros dos poderes, regula las relaciones entre particulares, y entre el Estado y los particulares. Cuando este poder es ejercido en interés del partidismo, de intereses económicos, cuando es sospechado de corrupción, las garantías judiciales y de debido proceso se extinguen.

La existencia de un poder legislativo dependiente del ejecutivo, y que solo se de- dica a dar una imagen de legalidad a la actuación de quien ejerce el poder administrador, en nada garantiza la seguridad jurídica de los habitantes del Estado. Si a eso se le suma que el poder de control que debe ejercer el poder judicial, que puede declarar la ilegali- dad de una norma jurídica, su inconstitucionalidad o si es violatoria de garantías conven- cionales, no se realiza, el poder del ejecutivo, que tiene un legislativo cooptado, queda sin control, y esto es lo que en definitiva sostiene a los autoritarismos.

El Aislamiento Preventivo y Obligatorio impuesto por un Decreto de Necesidad y Urgencia, frenó el funcionamiento de los aparatos judicial y legislativo. Cuando tras idas y venidas la cámara alta inició sesiones virtuales, CFK, calló al Senado. En la sesión del 24/jun/2020 el Frente de Todos aprobó sin la mayoría especial requerida de los dos tercios de los votos, la creación de la comisión para investigar a Vicentín y apagó los micró- fonos, dejando sin voz a la oposición. https://www.infobae.com/politica/2020/06/25/juntos-por-el- cambio-denuncio-apagon-de-microfonosen-la-sesion-del-senado/

Viñeta Máximo – Diario ABC

También una de las formas en que los autoritarismos ejercen el poder es por me- dio del otorgamiento de dádivas, de beneficios a un sector de la población en situaciones económicas precarias. Aquí el miedo que sostiene a ese poder, es el de perder estas ayu- das, y con ello retornar a la indigencia, a la miseria. Este modo, genera dependencia, que, sostenida por la falta de una educación o promoción del trabajo y el esfuerzo, deteriora los valores de los presuntos beneficiados transformándolos en un grupo de agradecidos a un poder paternalista que los mantiene como niños dependientes de un padre benefac- tor, al que están obligados a sostener. Semejante al padre fuera de la ley de la horda pri- mitiva aludida por el médico Sigmund Freud (1856-1939,). Recordemos, que ese padre terminó asesinado.

Pero, no son solo los pobres las víctimas de las dádivas del Estado, en realidad de quienes gobiernan, sino también, y sobre la base de la gran capacidad de los Estados en generar actividades económicas sea por obra pública, o grandes consumos, licitados o no, alcanza a las a empresas o grupos empresarios a quienes permite obtener el acceso a desarrollarse en sus actividades. El acceso no solo no suele ser gratuito, por un frecuente requisito de pagar “comisiones” o “incentivos” a funcionarios, sino que también condi- ciona la continuidad de los negocios, que lo necesitan o los lleva a perder estos benefi- cios.

En consecuencia, unos y otros, son manejados por la arbitrariedad e intereses del poder. El temor a perder poco o mucho, que en ambos casos puede ser todo, es una forma de dominación.

LOS HILOS DEL LENGUAJE

¿El poder del discurso o el discurso del poder? – Tiempos Críticos

Por ser los humanos seres del lenguaje, el poder también tiene como elemento de ejercicio del dominio el de la palabra. Por medio de ella, sea oral, escrita o gestual, se determina, se califica, se explica, se informa, se educa, se interpreta, se premia y castiga.

Los hombres, cada vez con mayor frecuencia tenemos menos acceso directo a los fenómenos y si más al relato de los mismos. El gran desarrollo de la humanidad se sus- tenta por el uso del relato, de información que excede lo experimentado. La trasmisión vía la palabra, está determinada por quien habla, ya que él da cuenta de su percepción de la realidad, sea la observada en forma directa o también sobre el discurso de otro. Nues- tro acceso al conocimiento está sustentado por superposiciones de relatos. La realidad, o, mejor dicho, la percepción y el relato de esa realidad, pasa a ser relativa, puede ser modi- ficada, en cuanto a su trasmisión por el informador. Obviamente la realidad existe, con independencia de lo que los humanos digamos de ella. En algunas cuestiones nos ante- cede en miles de millones de años, nosotros solo somos lo más evolucionado conocido hasta el momento, que la estamos transitando, comprendiéndola o no.

Quién emite la información, sea en forma directa y verbal, en medio escrito o por obra de los avances tecnológicos de la inmensa información digital con la cual cuenta, tendrá diferencias en su percepción o apreciación de los hechos o de la realidad. Existen diferencias perceptivas conforme a la capacidad de sus sentidos, o sus conocimientos. Un médico tiene mejor capacidad de percepción sobre estados de salud o enfermedad. Un ingeniero, cuando observa un puente, ve no solo su forma, sino que presume resistencias de materiales, tensiones a los que están sometidos, capacidad de tránsito, algo que escapa a quienes no tienen los conocimientos de esa profesión.

Viñeta – Desinformémonos

El diputado Eduardo Valdés, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de la Nación, reconoció que fue la coalición en el poder la que censuró la exposición de Sergio Moro en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires prevista para el pasado de 10 de junio. Expresó: En esa Facultad de Derecho donde estudiamos querían hacer una afrenta contra el presidente Lula trayendo y queriendo hacer que exponga sobre valores del derecho a quien no practicó precisa- mente esos valores en su propio país. Entonces ese mismo grupo encabezado por el con- sejero graduado Fernando Muriel tratamos de que eso no suceda porque era una afrenta a los valores que nos habían inculcado en esa casa de estudios. Esto lo dijo como presen- tador del “Diálogo virtual desde la Universidad de Buenos Aires: Pensar América Latina después de la pandemia Covid-19”, el 26/jun/2020 en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. De la universalidad de la Universidad a mirar por el ojo de la cerradura. El mie- do del poder al disenso primero paralizó.

https://www.perfil.com/noticias/columnistas/ceguera-paradigmatica.phtml

EL PODER MANDA SOBRE LA REALIDAD

La percepción de la realidad, está condicionada por el grado de conocimiento y si este ha evolucionado como lo ha hecho la humanidad; también por cuestiones relativas a las creencias. Un claro ejemplo, es el del astrónomo, ingeniero, matemático y filósofo Galileo Galilei (1564-1642), que continuando los trabajos realizados por el astrónomo Nicolás Copérnico (1473-1543), desarrolló la teoría heliocéntrica, no obstante que la ob- servación del cielo parecía demostrar que eran los planetas y el sol los que circundaban a la Tierra, a lo cual debió sumar la creencia religiosa que sostenía que ésta era el centro. Esto, que claramente enfrentaba los conocimientos y las creencias de su época, y con esto el poder, le valió persecuciones y amenazas, que casi lo llevan al cadalso como a su colega y sacerdote Giordano Bruno (1548-1600).

Lo dicho ejemplifica las características del relato. El existente a la época de la teo- ría geocéntrica, aceptado como verdad, que se mantuvo en base al poder, sobre el efec- tuado por Galileo, que, si bien debió retractarse, mostró que el hombre puede desafiar el conocimiento existente, aun cuando el mismo este sustentado por el poder político y eclesiástico. El relato del poder y su capacidad de despertar el miedo, se impuso sobre el nuevo y real conocimiento, claro que, en los hechos, no por mucho tiempo. El poder eclesiástico se paralizó. Solo en el año 1992, ante la Academia Pontificia de la Ciencia, el Papa Juan Pablo II declaró oficialmente que Galileo Galilei era inocente de la acusación por la que había sido condenado en el año 1633. El poder tiene sus tiempos.

Boquitas saladas-pinterest.com.mx

El relato, el uso de la lengua, puede afectar a la realidad no solo por error o des- conocimiento, sino también, y de esto el poder hace uso y abuso, en las creaciones mali- ciosas, falsas a sabiendas, con las cuales se pretende dominar a otros. Para lo cual se cris- talizan las ideas, de por si inestables y por ello conflictivas por la incertidumbre que im- plican, en ideologías. Ya no hace falta pensar, se las acepta, no se pueden discutir, dismi- nuyendo la capacidad intelectual de los hombres y la remplaza por la memoria. Solo se trata de repetir y así lograr la aceptación de quienes detentan el poder. Claro que algún beneficio aporta, el de una falsa certeza que sirve para aplacar la consustancial angustia humana.

LOS MIEDOS DEL PODER

Los sistemas autoritarios, se apropian de medios de difusión, y persiguen a los  que no pueden conseguir y que se oponen o critican a sus relatos. Esto permite crear relatos que no coinciden con la realidad, con los que se puede despertar el miedo que todos los humanos por naturaleza tenemos. El miedo también lo sufren los animales, pero en estos es ante situaciones concretas y no sobre abstracciones que es el agregado que la inteligencia humana añade a las causas de los temores.

También, por el lenguaje, se trastoca la historia, ya sea negando realidades o cons- truyendo mitos, leyendas o mentiras.

Por fortuna para quienes discutimos o cuestionamos el poder no razonable, la tecnología nos ha proporcionado medios para expresarnos, para difundir información y sobre todo ideas, obviamente discutibles, y en esa forma resistir, oponer resistencia a los avasallamientos, a la imposición del miedo.

La realidad actual, con una pandemia que despierta nuestros miedos, incentivada por las teorías amenazantes con las que desde el poder se sostiene una cuarentena que les permite arrasar con los derechos de los habitantes, y cuya práctica de confinamiento nos ha hecho multiplicar el uso de las redes sociales, genera una posibilidad de comunicación que seguramente moleste al poder.

Tríptico del Juicio Final – El Bosco – 1482 – Academia de Bellas Artes de Viena

El miedo no resuelto, crónico, se manifiesta en las ansias desmedidas de poder, de pretender autoridad, obtener reconocimiento público, de influenciar, impresionar. Va con un desprecio al que se manifiesta diferente, donde la actividad argumentativa preten- de demostrar que el miedo no los alcanza, claro que procurando callar al otro Tenden- cias que podemos reconocer en los que ejercen el poder. Para el filósofo Erich Fromm (1900-1980) el peligro está en intentar resolver el problema existencial pretendiendo no ser humanos…Un intento que en la vida de quien lo padece tiende a ser cada vez más grave. Este miedo no integrado puede llegar a irrumpir derribando todos los muros de contención que el ser humano se había construido en su interior y para con su entorno.

El cesarismo procura la suma del poder, entre los que se encuentra el dominio de la palabra. Una versión burda y nacional la tuvimos cuando el presidente Alberto Fer- nández, con la máscara vetusta de profesor universitario, en plena entrevista que le reali- zaba la periodista Cristina Pérez le indicó: Está equivocada. Le recomiendo además que lea la Constitución. O a la otra periodista Luciana Geuna: Hay que estudiar más y no opinar tan fácilmente.

https://www.perfil.com/noticias/politica/entrevista-alberto-fernandez-mando-cristina-perez-leer- constitucion.phtml

https://www.diarioregistrado.com/politica/alberto-a-luciana-geuna—hay-que-estudiar-mas-y-no-opinar-tan- facilmente-_a5eb16c3b669a1f2060ae9ecd

Como surge del título del presente texto, el poder también tiene miedo, ya que, aunque estén atacados de mesianismo, quienes lo ejercen, sus integrantes, también hu- manos temen. Con discursos cada vez más vacíos, sostenidos por ideologías superadas, por el modo grosero y agresivo con el que se expresan, terminan minando tanto su capa- cidad de seducción como la credibilidad. Solo les queda asustar, y si logran que les te- mamos más de lo que ellos temen, podrán dominarnos y por ello seguir gozando de los privilegios que creen les pertenecen.

El 04/feb/1600 Giordano Bruno tras oír la sentencia del Tribunal de la Inquisi- ción Romana expresó: El miedo que sentís al imponerme esta sentencia tal vez sea mayor que el que siento yo al aceptarla. El miedo de los miembros del Tribunal era a una cos- movisión diferente, y la historia mostró que callando a quien temían solo demostraron su debilidad.

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/giordano-bruno-filosofo-que-desafio-a-inquisicion_7273

Debilidad, que mostró CFK en su arrebato emocional ante el Tribunal Oral Fe- deral 2, el 02/dic/2020, en la causa en la que fue indagada como supuesta jefa de una asociación ilícita y por el delito de malversación de caudales públicos, cuando negándose a responder preguntas afirmó: Este es un tribunal del lawfare, que seguramente tiene la condena escrita. A mí me absolvió la historia. Y a ustedes seguramente los va a condenar la historia. ¿Preguntas? Preguntas tienen que contestar ustedes, no yo.

https://www.perfil.com/noticias/politica/la-declaracion-de-cristina-kirchner-a-mi-me-absolvio-la-historia-y- otras-10-frases.phtml

El errado concepto de la “anti política”-Dígalo Ahí-2013

Sin soporte popular, el poder se pierde, y salvo que se trate de seres irreflexivos, como lo fueron Calígula y otros tantos, tienen que abdicar o volverse tolerantes y aceptar que el poder de los políticos puede ser aceptado, solo en la medida que no afecte las ga- rantías y la igualdad de los administrados. El periodista Bernardo Neustadt (1925-2008) lo expresó en su frase célebre, que fue también título de su libro: No me dejen solo.

EN CONCLUSIÓN, el peligro del miedo está en pretender resolverlo resignando nuestras cualidades de humanidad, condicionándonos o condicionando. Actuando como temerosos o temerarios. Asistiendo a la práctica de la reversión del darwinismo en lo so- cial, donde el mejor, más preparado, más apto resigna su lugar, o colaborando con el debate y el disenso.

 

DRA. JOSEFINA MARGAROLI

MEDICA LEGISTA ABOGADA

ARQUITECTA

DR. SERGIO LUIS MACULAN

ABOGADO NOTARIO

PSICÓLOGO

 


PrisioneroEnArgentina.com

Junio 30, 2020


 

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