Por María Elena Cisneros, viuda de José López Rega.
INTRODUCCÍON
¿Qué sería la música sin el hombre? ¿Acaso el posible encontrar un terreno de observación más propicio para el estudio de las relaciones entre la música y el hombre, que el de las reacciones del niño ante la música?
Observar y estudiar éstas reacciones, equivale a preguntarse ¿cómo reacciona el hombre ante el primer contacto con la música y cómo llega ésta a constituirse en parte integrante de su ser íntimo y lo que puede significar para su vida?
Varias cuestiones subsidiarias surgen de las diversas posibilidades que se ofrece al hombre al tomar posición ante la música. Al considerar el comportamiento más adecuado nos encontramos con todo lo que impide el establecimiento de relaciones normales y provechosas entre la música y el hombre como: la falta de dones, la importancia de la memoria y los complejos de inferioridad.
La música no se entrega más que a medias y exige de la persona que la escucha la tarea de reestablecerla en la integridad de su esencia.
Las modificaciones que la música origina en nuestra vida interior, como las provocadas por cualquier impresión interior o las provocadas por cualquier circunstancia externa que actúan en las profundidades de nuestro ser, significan otros tantos enriquecimientos, diferenciaciones y profundizaciones dentro de nuestra sustancia íntima. Más aún puede decirse en el sentido propio del término, que son la causa del despertar de nuestras facultades. Es la persona dotada artísticamente la que plantea por lo general los problemas más contradictorios ya que el hombre es completamente inconsciente de sus facultades innatas, es por eso mismo que ignora los resortes íntimos de sus dones. Existen seres dotados que no llegan más que a resultados parciales, unilaterales e inclusive dan prueba de una regresión manifiesta una vez pasado el primer impulso de la juventud que transfigura toda su actividad quedando en el mejor de los casos la rutina, mientras crecen las lagunas y los defectos.
EN GENERAL EL HOMBRE MEDIO ES MÁS EQUILIBRADO QUE EL ARTISTA.
Toda investigación musical que tenga por objetivo al ser humano, si quiere tener éxito debe comenzar con la consideración del niño en el plano pedagógico. Está obligado a emplear el recurso sicológico, a enfocar problemas estéticos, para alcanzar resultados científicamente válidos a través de experiencias precisas. Se debe tomar en cuenta factores biológicos y a considerar problemáticas de los dones innatos, a trabajar con las relaciones intersubjetivas sin desviarse del método científico, todo desde un punto de vista artístico.
EL MUNDO DEL BEBÉ
Para el observador atento, los recién nacidos presentan características propias de cada uno de ellos. En los casos de nacimiento natural sin intervención artificial de ninguna especie, es evidente que toda influencia ejercida sobre la madre en vías de dar a luz ya sea de naturaleza médica, intelectual o psicológica, también actúa sobre el recién nacido modificando sus reacciones naturales. Esto también nos suministra la prueba de que un trabajo de actividad musical durante el período del embarazo e inclusive durante el nacimiento constituye uno de los factores esenciales para la determinación de sus cualidades y de su comportamiento futuro.
Naturalmente resulta sencillo establecer qué facultades faltan en el niño desde un principio, como por ejemplo no poder oír, pero lo que es seguro es que desarrolla una actividad evolutiva en todos los sentidos. En este punto podemos decir que se contrasta abiertamente con la creencia general de lo que es una impresión sensible, que no es otra cosa que una reacción síquica a una reacción motriz. De hecho, la reacción subconsciente de todo el cuerpo llega a ser eficaz cuando se vuelva consciente. A menudo experimentamos una reacción puramente afectiva que se adormece pronto en la consciencia, pero si la consciencia de nuestra emoción permanece despierta, entonces existe un don.
Nadie piensa menos que el artista, ni con menos voluntad que él, en general el artista no es un buen educador. Por eso de nada vale calcular todo saber teórico, toda técnica aprendida en forma definitiva, si son defectuosos y es ahí donde entra en acción y se demuestra eficazmente la sensibilidad en la punta de los dedos. Mientras haya buena salud, los sentidos no pueden acallarse, no pueden embotarse, no pueden olvidarse.
Comprender es un acto personal de concentración. Gracias a nuestras facultades de definición, formulación y comprensión llegamos a darle un nombre al mecanismo psíquico, a formularlo y definirlo.
Recordemos la teoría eidética, que parte de la comprobación de que existen personas que, después de echar una mirada muy rápida sobre una cantidad de impresiones visuales, las ven reproducidas interiormente hasta tal punto de que son capaces de reproducirlas hasta en sus más mínimos detalles. Todos los eidéticos, es decir todos los seres que poseen esta facultad son intelectualistas. De igual manera ocurre con las personas que retienen sonidos, en general aficionados que prestan poca atención a la vida psíquica, pero sí mucha a las definiciones intelectuales derivadas de ellas.
Si volvemos al bebé comprenderemos la agitación constante de sus ojos porque ve demasiado y es por eso mismo que no puede fijarlos en nada en concreto de inmediato. Para él las primeras impresiones son las más importantes. Cuando se repiten de una manera constante actúan decisivamente sobre las actividades del ser que devendrá y sobre la orientación que tome su vida. Por eso el tono en que se le hable al recién nacido actuarán de manera decisiva sobre sus aptitudes futuras. También sus extremidades funcionan tanto mejor cuanto más directamente le sean trabajadas durante ésta primera etapa, por eso no es aconsejable ocuparse del niño más allá del lapso durante el cual puede prestar atención, aunque fuera muy breve. No hay que tratar de “entrenar” al niño puesto que esta premura por los resultados obtenidos constituiría un vicio peligroso tanto para padres como para educadores.
Las facultades que los niños poseen al nacer van desapareciendo poco a poco por falta de un trabajo adecuado y adaptado a sus necesidades del momento y esto constituye un hecho de observación corriente. No se nace mediocre, se llega a serlo. Por eso es importante rodear al niño de sonidos constructivos de su futura personalidad artístico musical utilizando sonidos circundantes, canciones, melodías, incluso ruidos normales de una casa.
El único que puede ser infantil es el adulto puesto que el proceso de captación del niño es científico, vale decir; primero estudia los elementos constitutivos de lo que se le presenta, progresa a medida que repite la experiencia una y otra vez, va catalogando los resultados y finalmente se regocija de lo logrado.
Es difícil imaginar hasta qué punto los adultos pueden ser perjudiciales para los niños ya que cualquier insuficiencia repercute en él. No hay que engañarse, el niño está más atento en el momento mismo en que se piensa que no presta atención en absoluto y por eso se aparta rápidamente de una nueva impresión, cuanto más profunda ha sido ésta.
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Por María Elena Cisneros, viuda de José López Rega.
INTRODUCCÍON
¿Qué sería la música sin el hombre? ¿Acaso el posible encontrar un terreno de observación más propicio para el estudio de las relaciones entre la música y el hombre, que el de las reacciones del niño ante la música?
Observar y estudiar éstas reacciones, equivale a preguntarse ¿cómo reacciona el hombre ante el primer contacto con la música y cómo llega ésta a constituirse en parte integrante de su ser íntimo y lo que puede significar para su vida?
Varias cuestiones subsidiarias surgen de las diversas posibilidades que se ofrece al hombre al tomar posición ante la música. Al considerar el comportamiento más adecuado nos encontramos con todo lo que impide el establecimiento de relaciones normales y provechosas entre la música y el hombre como: la falta de dones, la importancia de la memoria y los complejos de inferioridad.
La música no se entrega más que a medias y exige de la persona que la escucha la tarea de reestablecerla en la integridad de su esencia.
Las modificaciones que la música origina en nuestra vida interior, como las provocadas por cualquier impresión interior o las provocadas por cualquier circunstancia externa que actúan en las profundidades de nuestro ser, significan otros tantos enriquecimientos, diferenciaciones y profundizaciones dentro de nuestra sustancia íntima. Más aún puede decirse en el sentido propio del término, que son la causa del despertar de nuestras facultades. Es la persona dotada artísticamente la que plantea por lo general los problemas más contradictorios ya que el hombre es completamente inconsciente de sus facultades innatas, es por eso mismo que ignora los resortes íntimos de sus dones. Existen seres dotados que no llegan más que a resultados parciales, unilaterales e inclusive dan prueba de una regresión manifiesta una vez pasado el primer impulso de la juventud que transfigura toda su actividad quedando en el mejor de los casos la rutina, mientras crecen las lagunas y los defectos.
EN GENERAL EL HOMBRE MEDIO ES MÁS EQUILIBRADO QUE EL ARTISTA.
Toda investigación musical que tenga por objetivo al ser humano, si quiere tener éxito debe comenzar con la consideración del niño en el plano pedagógico. Está obligado a emplear el recurso sicológico, a enfocar problemas estéticos, para alcanzar resultados científicamente válidos a través de experiencias precisas. Se debe tomar en cuenta factores biológicos y a considerar problemáticas de los dones innatos, a trabajar con las relaciones intersubjetivas sin desviarse del método científico, todo desde un punto de vista artístico.
EL MUNDO DEL BEBÉ
Para el observador atento, los recién nacidos presentan características propias de cada uno de ellos. En los casos de nacimiento natural sin intervención artificial de ninguna especie, es evidente que toda influencia ejercida sobre la madre en vías de dar a luz ya sea de naturaleza médica, intelectual o psicológica, también actúa sobre el recién nacido modificando sus reacciones naturales. Esto también nos suministra la prueba de que un trabajo de actividad musical durante el período del embarazo e inclusive durante el nacimiento constituye uno de los factores esenciales para la determinación de sus cualidades y de su comportamiento futuro.
Naturalmente resulta sencillo establecer qué facultades faltan en el niño desde un principio, como por ejemplo no poder oír, pero lo que es seguro es que desarrolla una actividad evolutiva en todos los sentidos. En este punto podemos decir que se contrasta abiertamente con la creencia general de lo que es una impresión sensible, que no es otra cosa que una reacción síquica a una reacción motriz. De hecho, la reacción subconsciente de todo el cuerpo llega a ser eficaz cuando se vuelva consciente. A menudo experimentamos una reacción puramente afectiva que se adormece pronto en la consciencia, pero si la consciencia de nuestra emoción permanece despierta, entonces existe un don.
Nadie piensa menos que el artista, ni con menos voluntad que él, en general el artista no es un buen educador. Por eso de nada vale calcular todo saber teórico, toda técnica aprendida en forma definitiva, si son defectuosos y es ahí donde entra en acción y se demuestra eficazmente la sensibilidad en la punta de los dedos. Mientras haya buena salud, los sentidos no pueden acallarse, no pueden embotarse, no pueden olvidarse.
Comprender es un acto personal de concentración. Gracias a nuestras facultades de definición, formulación y comprensión llegamos a darle un nombre al mecanismo psíquico, a formularlo y definirlo.
Recordemos la teoría eidética, que parte de la comprobación de que existen personas que, después de echar una mirada muy rápida sobre una cantidad de impresiones visuales, las ven reproducidas interiormente hasta tal punto de que son capaces de reproducirlas hasta en sus más mínimos detalles. Todos los eidéticos, es decir todos los seres que poseen esta facultad son intelectualistas. De igual manera ocurre con las personas que retienen sonidos, en general aficionados que prestan poca atención a la vida psíquica, pero sí mucha a las definiciones intelectuales derivadas de ellas.
Si volvemos al bebé comprenderemos la agitación constante de sus ojos porque ve demasiado y es por eso mismo que no puede fijarlos en nada en concreto de inmediato. Para él las primeras impresiones son las más importantes. Cuando se repiten de una manera constante actúan decisivamente sobre las actividades del ser que devendrá y sobre la orientación que tome su vida. Por eso el tono en que se le hable al recién nacido actuarán de manera decisiva sobre sus aptitudes futuras. También sus extremidades funcionan tanto mejor cuanto más directamente le sean trabajadas durante ésta primera etapa, por eso no es aconsejable ocuparse del niño más allá del lapso durante el cual puede prestar atención, aunque fuera muy breve. No hay que tratar de “entrenar” al niño puesto que esta premura por los resultados obtenidos constituiría un vicio peligroso tanto para padres como para educadores.
Las facultades que los niños poseen al nacer van desapareciendo poco a poco por falta de un trabajo adecuado y adaptado a sus necesidades del momento y esto constituye un hecho de observación corriente. No se nace mediocre, se llega a serlo. Por eso es importante rodear al niño de sonidos constructivos de su futura personalidad artístico musical utilizando sonidos circundantes, canciones, melodías, incluso ruidos normales de una casa.
El único que puede ser infantil es el adulto puesto que el proceso de captación del niño es científico, vale decir; primero estudia los elementos constitutivos de lo que se le presenta, progresa a medida que repite la experiencia una y otra vez, va catalogando los resultados y finalmente se regocija de lo logrado.
Es difícil imaginar hasta qué punto los adultos pueden ser perjudiciales para los niños ya que cualquier insuficiencia repercute en él. No hay que engañarse, el niño está más atento en el momento mismo en que se piensa que no presta atención en absoluto y por eso se aparta rápidamente de una nueva impresión, cuanto más profunda ha sido ésta.
CONTINUARÁ…
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 24, 2021