La importancia de llamarse “Juez K”

Eduardo Quelín y el accidente
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El sábado al mediodía, el magistrado K Eduardo Quelín salía de una fiesta en su Mercedes Benz Clase A, atropelló a una niña de once años. El juez no portaba registro de conducir y la menor se encuentra en delicado estado de salud. Hasta aquí, un hecho lamentable, pero accidental. Lo Kirchneriano pasó después: Quedó en libertad y le fue devuelto su auto sin que se realizaran las pericias del caso. Esta decisión fue tomada por el juzgado de Instrucción número 1 de Las Heras, en Santa Cruz, departamento que está a cargo de… Quelín, habiendo sido subrogado en ese momento por la doctora Paola Hormachea.

La menor es hija de un policía de apellido Mansilla y cruzaba una avenida cuando fue embestida por el vehículo del juez Quelín. La víctima fue trasladada a un hospital donde le realizaron los primeros auxilios y, por la gravedad de sus heridas, fue derivada a otro nosocomio en Caleta Olivia. La niña había sufrido una fractura de fémur y otros golpes, su estado era reservado y no se descartaban posibles complicaciones.

La policía local intervino en el lugar del siniestro y le extrajo sangre al conductor para determinar si había consumido alguna sustancia. Hasta el momento, no se dieron a conocer los resultados toxicológicos. Si bien en un primer momento, también le secuestraron el auto para peritarlo, la empleada de Quelín, en la que recayó la causa, ordenó que se le regresara el vehículo de inmediato.

Quelín ha sido acusado maltratos y abusos de autoridad cometidos contra los empleados del juzgado, cerca de 40 trabajadores han renunciado o han sido despedidos caprichosamente, o trasladados. La historia de este juez, (¿sospecho de los magistrados de “justicia Independiente de los que habla el presidente Macri?) es cuestionada por el cura Bichejo quien señaló “a este juez no lo podemos bancar más, es vergonzoso”. El sacerdote de Las Heras duda incluso de que sea abogado, ya que se tomó doce años para recibirse y el examen se lo tomó un amigo. Cuenta además con la protección del Tribunal Superior de Justica de Santa Cruz, más que ultra kirchnerista, que hace caso omiso a las denuncias presentadas por el sindicato judicial y por los particulares que han padecido su mafioso accionar.

La gente le tiene miedo, en varias oportunidades llegó a tratar de “pelotudos” y de “inútiles” a sus empleados. El acoso laboral que padecen llega a extremos de enfermedades como la depresión o los ataques de pánico. Los que pueden se van o piden traslados a juzgados de paz de la zona. Y los que a él no le gustan son despedidos y reemplazados por amigos.

En Lago Posadas, poblado de su jurisdicción, el ciudadano Milton Pinto se manifestó en la comisión de Fomento por un terreno que le correspondía y el Comisionado, amigo de Quelin, lo corrió con unos disparos al piso, y Pinto fue detenido por seis meses, lo que representa un abuso, ya que el hecho era excarcelable. Es bien conocido en la justicia santacruceña que Quelin tiene siempre un revolver en el escritorio, por lo que lo adjetivan el sheriff pistolero.

Entre los casos más famosos de autoritarismo del magistrado, está el de la Señora Páez y sus dos hijos menores, la señora denunció a su pareja por una golpiza que recibió y el Juez lo que hizo fue declararla usurpadora de la vivienda y desalojarla con los menores, se trataba del hogar conyugal. Favoreció al denunciado por sus vínculos con él. Hecho que viola los derechos de los niños, garantizados por la Constitución Nacional por medio de la Convención de los Derechos del Niño.

El Juzgado de las Heras ostenta el record de la mayor cantidad de trabajadores procesados y detenidos en todo el país. La criminalización de la protesta para favorecer a los más poderosos ocurre todo el tiempo, violando códigos, y jurisprudencia provincial de manera obscena. Trabajadores que han osado montar un reclamo han sido detenidos y trasladados de pueblo en pueblo, para no dar la oportunidad de reclamar por su libertad. Un grupo de ellos, en 2009, mientras eran trasladados de comisaría en comisaría, tránsito que duró 18 días, recibieron golpizas y castigos medievales, como la aplicación de la bolsa de tormentos.

Los empleados de su juzgado temen hablar con nombre y apellido, pero sostienen que sus decisiones son bizarras y peligrosas, desde dejar presos a supuestos abusadores simples, hasta dejar libre a un abusador con informe psicológico y mandar a la víctima, su hija, a vivir con él. En el medio, hacer detener a un gremialista por una protesta, un 24 de diciembre, para llevarlo a indagatoria.

Los periodistas locales lo han denunciado por hostigamiento, pero nada es ni siquiera analizado. Compró en una oportunidad terrenos fiscales en la localidad de Los Antiguos, a 8.40 el metro, un terreno de casi 600 metros con vista privilegiada al lago. Fue tal el escándalo que le adjudicaron las tierras y sin ningún pudor, le inició una demanda al municipio.

Una periodista local, Susana Barrera, hizo una presentación por violación de los derechos humanos, por parte del titular del Juzgado de Instrucción de Primera Instancia. Le dio forma de proyecto y se presentó en Derechos Humanos de la provincia, el Superior Tribunal, el gremio de Judiciales y en la Honorable Cámara de Diputados. La denuncia en forma de proyecto fue llamada por su autora “ Rostros”, eligió diez abusos representativos de cada violación de garantías y derechos, no porque no haya más, sino para que el país sepa, que en la tierra donde nació el relato de la defensa de los derechos humanos, el Doctor Quelín priva  innecesariamente de la libertad durante holgados plazos a personas trabajadoras o desocupados que reclaman por sus derechos, haciendo caso omiso a la jurisprudencia provincial que terminantemente se ha expedido en sentido contrario a la criminalización de la protesta social.

Barrera agrega que se llama Rostros porque “en todos los casos la gente que yo entrevisté, me encontré con rostros ajados por el sol, porque habían estado en cortes de rutas, con rostros de mujeres golpeadas, con rostros de mujeres que lloraban, con los rostros de la gente que perdió la fe en la justicia y que finalmente se rindió y decidió esconderse en su casa por miedo y no hacer nada más, y fue justamente esta la intención, mostrarle a la sociedad de Santa Cruz lo que es la administración de la justicia en el tejido judicial de este magistrado”.

En cuanto al desdichado accidente, el auto de Quelín no poseía seguro, el no acarreaba su carnet de conductor, no se excusó de que la causa fuera a su mismo juzgado y su auto le fue devuelto al instante. ¿No parece esta una farsa similar a los casos de “lesa humanidad”?

PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 3, 2016

 

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