Hace más de veinte años que doy cuenta de una mafia reinante en mi provincia “si, reinante” porque no solo se encuentra muy difundida sino que también impera en amplios sectores de la sociedad, en la jamás alcanzo los alarmantes niveles que alcanza en la actualidad, y lo que es peor, el grado de resignación, de tolerancia y hasta de paciente aceptación con el que se la veía en la justicia provincial. La mafia es una forma especial del delito, hoy relacionadas con las asociaciones ilícitas. La sociedad vive espantada por la proliferación del delito; por las dificultades de la Policía para aclarar los crímenes cometidos; por la impunidad en que quedan la mayoría de ellos. Los ciudadanos, participamos de la angustia general difundida en la sociedad a la que pertenecemos y tenemos derecho a manifestar esa angustia y adherirnos al clamor público. Dos fundamentales elementos en esta lucha, la Justicia y la Policía, corresponden al ámbito provincia. Pero la mafia además del juego ha llegado hasta el fútbol. Una corrupción que “se esta haciendo carne en la Argentina”. Esto no es nuevo lo vengo resistiendo y luchando a través de la judicatura; los cargos públicos y electivos y el ejercicio de la profesión de abogados desde hace más de 20 años. Además del dictado de prisión preventiva siendo juez contra el Clan por los delitos de Asociación ilícita y tenencia de armas guerra (de las que fueron absueltas), son numerosas las querellas y acusaciones incoadas en su contra. Ilícitos ligados a la violencia extrema, amenaza de muerte agravadas y al uso coercitivo de armas de fuego. Las usurpaciones de propiedad que florecieron en nuestra comarca norteña también han sido elementos de caza de estos bandoleros. Los mismos mafiosos que fueron gerenciadores de una de las Instituciones deportivas más importante de Tucumán el Club San Martín – patrimonio de todos los tucumanos – , también amenazaron través de terceros a jugadores de su propio club y a periodistas sin que la justicia actué aunque sea de oficio. Hoy en el Tribunal Oral Federal de Tucumán en una “mega causa”, se lo acusa de lavados de activos, asociación ilícita, evasión impositiva, presunta comercialización de drogas ilegales, tenencia ilegitima de armas de fuego y cobro extorsivo de acreencias propias y de terceros. Acusaciones que llevadas a juicio oral en la Justicia federal vino a corroborar lo que vengo sustentando durante décadas (lo sostuve como testigo ante el Tribunal la querella y la defensa). Que el clan Ale son mafiosos – nadie en nuestra sociedad lo duda- , pues se han organizado para realizar operaciones ilícitas al margen de la ley. Con su ejército de remises “cinco estrellas” azolaron y azotaros nuestra provincia durante más de dos décadas con hechos escalofriantes de notable repercusión. En su momento fue el copamiento y rodeo a la jefatura de policía; al Concejo deliberante de la ciudad Capital; el impedimento de entrada y salida de todo transito y hasta el intento de ingreso a la gendarmería, como muchos hechos de igual o mayor trascendencia.
La mafia es una realidad que sigue extendiéndose con total impunidad. En la actualidad incorporan al ámbito del delito, los adelantos de la técnica, el apoyo de profesionales expertos y las sutiles artes, para influir sobre la opinión pública de modo que la lucha contra ella se hace cada día más difícil.A la justicia ordinaria no se la teme, se la supone inocua (todo el mundo “confía en la justicia”; muchos, en realidad, confían en su torpeza). Pero ante el “silencio de muchos” por las terribles amenazas y atentados sufridos debo decir que estos mafiosos nunca me amedrentaron. Estos personajes que antes mis publicaciones se inquietaron e incomodaron en busca de impunidad me iniciaron querella en una Sala penal por el delito de injuria. Estos malandrines y truhanes que me obligaron a carearme y enfrentarme en audiencias públicas pensando que me iba a retractar o rectificar mis dichos sobre sus atrocidades y vilezas, deberán afrontar ahora a la justicia provincial. Hoy ante una cedula de fecha 14 de Septiembre del año en curso , la Excma. Cámara Penal – Sala Primera – , me notifica como apoderado de la querella que se ha fijado juicio oral y público para los días 25, 26 y 26 de octubre del presente mes y año en donde Ale Adolfo Ángel y su hijo (A) el Monito deberán responder como acusados por los delitos de participación criminal necesaria en lesiones leves y graves, abuso de arma de fuego y amenazas agravadas en concurso ideal en (dos hechos). Si. “Mafia ha habido siempre, pero fue escandalosa la ostentación de fuerza realizada por los mismos, y su enorme poder de movilización y contactos en todas las esferas. Un pulpo con sus prolongaciones en todos los sectores de la sociedad. Aun con prisión domiciliaria deberán enfrentar, antes de la sentencia del Tribunal oral federal ser juzgados además por graves ilícitos por un tribunal oral provincial. Algo inédito pero cierto en tiempos en que la sociedad cansada de tanta impunidad ruega un adecentamiento de los poderes del estado y en especial de la justicia. Es que “la lucha contra las mafias y la corrupción deben ser como la lucha por la vida”. Sabemos que es perdida porque un día hemos de morir, pero el instinto nos lleva a buscar la salud. Los argentinos y puntualmente los tucumanos, debemos rechazar que sea inevitable que las mafias manejen la sociedad. Debemos reaccionar para demostrar que las mafias no son indemnes al poder del Estado sino que caen, como es justo, ante la vigilancia y la corrección de la justicia. No debemos bajar los brazos en este empeño que, para todo hombre, debe ser primordial. Si la opinión pública no reacciona, protegiendo su tranquilidad, sería muy difícil hacer algo para eliminarlas. Y si reacciona, tendrá por delante una larga lucha, ya que las mafias no renuncian a los terrenos conquistados. Pero una lucha que vale la pena librar ya que es el buen combate, en el que se juega el destino de la patria y de nuestros hijos”.
Por Jorge B. Lobo Aragón.
Tucumán – Argentina
Opinión:
Hace más de veinte años que doy cuenta de una mafia reinante en mi provincia “si, reinante” porque no solo se encuentra muy difundida sino que también impera en amplios sectores de la sociedad, en la jamás alcanzo los alarmantes niveles que alcanza en la actualidad, y lo que es peor, el grado de resignación, de tolerancia y hasta de paciente aceptación con el que se la veía en la justicia provincial. La mafia es una forma especial del delito, hoy relacionadas con las asociaciones ilícitas. La sociedad vive espantada por la proliferación del delito; por las dificultades de la Policía para aclarar los crímenes cometidos; por la impunidad en que quedan la mayoría de ellos. Los ciudadanos, participamos de la angustia general difundida en la sociedad a la que pertenecemos y tenemos derecho a manifestar esa angustia y adherirnos al clamor público. Dos fundamentales elementos en esta lucha, la Justicia y la Policía, corresponden al ámbito provincia. Pero la mafia además del juego ha llegado hasta el fútbol. Una corrupción que “se esta haciendo carne en la Argentina”. Esto no es nuevo lo vengo resistiendo y luchando a través de la judicatura; los cargos públicos y electivos y el ejercicio de la profesión de abogados desde hace más de 20 años. Además del dictado de prisión preventiva siendo juez contra el Clan por los delitos de Asociación ilícita y tenencia de armas guerra (de las que fueron absueltas), son numerosas las querellas y acusaciones incoadas en su contra. Ilícitos ligados a la violencia extrema, amenaza de muerte agravadas y al uso coercitivo de armas de fuego. Las usurpaciones de propiedad que florecieron en nuestra comarca norteña también han sido elementos de caza de estos bandoleros. Los mismos mafiosos que fueron gerenciadores de una de las Instituciones deportivas más importante de Tucumán el Club San Martín – patrimonio de todos los tucumanos – , también amenazaron través de terceros a jugadores de su propio club y a periodistas sin que la justicia actué aunque sea de oficio. Hoy en el Tribunal Oral Federal de Tucumán en una “mega causa”, se lo acusa de lavados de activos, asociación ilícita, evasión impositiva, presunta comercialización de drogas ilegales, tenencia ilegitima de armas de fuego y cobro extorsivo de acreencias propias y de terceros. Acusaciones que llevadas a juicio oral en la Justicia federal vino a corroborar lo que vengo sustentando durante décadas (lo sostuve como testigo ante el Tribunal la querella y la defensa). Que el clan Ale son mafiosos – nadie en nuestra sociedad lo duda- , pues se han organizado para realizar operaciones ilícitas al margen de la ley. Con su ejército de remises “cinco estrellas” azolaron y azotaros nuestra provincia durante más de dos décadas con hechos escalofriantes de notable repercusión. En su momento fue el copamiento y rodeo a la jefatura de policía; al Concejo deliberante de la ciudad Capital; el impedimento de entrada y salida de todo transito y hasta el intento de ingreso a la gendarmería, como muchos hechos de igual o mayor trascendencia.
La mafia es una realidad que sigue extendiéndose con total impunidad. En la actualidad incorporan al ámbito del delito, los adelantos de la técnica, el apoyo de profesionales expertos y las sutiles artes, para influir sobre la opinión pública de modo que la lucha contra ella se hace cada día más difícil.A la justicia ordinaria no se la teme, se la supone inocua (todo el mundo “confía en la justicia”; muchos, en realidad, confían en su torpeza). Pero ante el “silencio de muchos” por las terribles amenazas y atentados sufridos debo decir que estos mafiosos nunca me amedrentaron. Estos personajes que antes mis publicaciones se inquietaron e incomodaron en busca de impunidad me iniciaron querella en una Sala penal por el delito de injuria. Estos malandrines y truhanes que me obligaron a carearme y enfrentarme en audiencias públicas pensando que me iba a retractar o rectificar mis dichos sobre sus atrocidades y vilezas, deberán afrontar ahora a la justicia provincial. Hoy ante una cedula de fecha 14 de Septiembre del año en curso , la Excma. Cámara Penal – Sala Primera – , me notifica como apoderado de la querella que se ha fijado juicio oral y público para los días 25, 26 y 26 de octubre del presente mes y año en donde Ale Adolfo Ángel y su hijo (A) el Monito deberán responder como acusados por los delitos de participación criminal necesaria en lesiones leves y graves, abuso de arma de fuego y amenazas agravadas en concurso ideal en (dos hechos). Si. “Mafia ha habido siempre, pero fue escandalosa la ostentación de fuerza realizada por los mismos, y su enorme poder de movilización y contactos en todas las esferas. Un pulpo con sus prolongaciones en todos los sectores de la sociedad. Aun con prisión domiciliaria deberán enfrentar, antes de la sentencia del Tribunal oral federal ser juzgados además por graves ilícitos por un tribunal oral provincial. Algo inédito pero cierto en tiempos en que la sociedad cansada de tanta impunidad ruega un adecentamiento de los poderes del estado y en especial de la justicia. Es que “la lucha contra las mafias y la corrupción deben ser como la lucha por la vida”. Sabemos que es perdida porque un día hemos de morir, pero el instinto nos lleva a buscar la salud. Los argentinos y puntualmente los tucumanos, debemos rechazar que sea inevitable que las mafias manejen la sociedad. Debemos reaccionar para demostrar que las mafias no son indemnes al poder del Estado sino que caen, como es justo, ante la vigilancia y la corrección de la justicia. No debemos bajar los brazos en este empeño que, para todo hombre, debe ser primordial. Si la opinión pública no reacciona, protegiendo su tranquilidad, sería muy difícil hacer algo para eliminarlas. Y si reacciona, tendrá por delante una larga lucha, ya que las mafias no renuncian a los terrenos conquistados. Pero una lucha que vale la pena librar ya que es el buen combate, en el que se juega el destino de la patria y de nuestros hijos”.
Dr. Jorge B. Lobo Aragon
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 19, 2017
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