Hace pocos días muchos argentinos celebraron pomposamente cuarenta años de vigencia de la particular democracia que supimos inventar, como si hubiese sido la fórmula imprescindible para la felicidad de todos, la justicia ecuánime, efectiva y eficiente, el bien común y la vigencia de la unión y la paz interior.
Afirmar lo precedente y ante la realidad macabra que hemos construido y vivimos, significa absolutamente una falacia elaborada por patrones ignorados de nuestros destinos, en el exterior y sus cipayos aquí, para convencer a incautos y hasta descerebrados y poder así estrechar el cerco de su conquista definitiva de esta desfalleciente república .
Para sostener mi afirmación, incursionemos solo en un campo de la realidad general y para ello analicemos estadísticas comparativas entre la situación existente en 1983 y la actual.
Entre otras; índice de pobreza y miseria, analfabetismo, seguridad, deuda y dependencia externa, ocupación y trabajo, cultura y fundamentos de acción política y social, justicia independiente y efectiva y muchos rubros más.
En todos ellos el avance de los datos negativos ha sido hasta desproporcionado.
Sin embargo, por los resultados a la vista, nunca nos hemos preocupado a lo largo de estos cuarenta años, en analizar la razón de estos despropósitos y adoptar medidas para su detención efectiva e inmediata y el cambio hacia un rumbo virtuoso.
Quizás y pese a lo mencionado, lo realmente trascendente y por ello el festejo de ciertos personajes con una publicidad rimbombante de acompañamiento, ha sido el enriquecimiento desmedido de políticos de diversa etiqueta, ámbito y jerarquía, empresarios y sindicalistas asociados y sus parientes, amantes y aplaudidores, usufructuando por cierto a voluntad, los recursos de todos.
También por cierto el crecimiento desmedido de los parásitos integrantes de un Estado elefantiásico, al servicio de aquella mefistofélica corporación política. Una verdadera “burocracia” en constante aumento.
Obviamente la destrucción sistemática de las FFAA, quitando su libertad de por vida a quienes lucharon contra los mercenarios asesinos del colonialismo ideológico, saqueando su patrimonio tradicional y operativo y desvirtuando sus valores fundacionales.
La falta de apoyo a los miembros de las FFSS que pelean por el cumplimiento de su misión, especialmente la instauración del orden y la paz interior, y la penetración consiguiente en la estructura de sus mandos, de la delincuencia en sus diversas manifestaciones fomentada desde los diversos gobiernos en ejercicio.
Por cierto, también la compra y venta de funcionarios judiciales al mejor postor, con los resultados nefastos a la vista y la inocencia eterna de los diabólicos depredadores.
Pero lo más trágico y siniestro ha sido la acción sistemática de arrojar a las fauces de la mugre, la miseria y la muerte a millones de argentinos, transformándolos en clientes de las dádivas de un Estado corrupto e insensible, que los ha usado y usa como apoyo político y fuerza de choque.
Solo en este aspecto, estamos ante la conformación de un genocidio casi inédito en la historia del mundo, cuyos autores y generadores nunca recibirán el ejemplar castigo correspondiente, pues estas aberraciones las ejecutaron “en democracia”.
Como reflexión final a esta parte de mi relato; ¿Existe algo para festejar en estos cuarenta años de particular democracia inventada y practicada sistemáticamente por los dirigentes, sin distinción de etiquetas, del “gran pueblo argentino salud”?
AQUÍ Y AHORA.
El domingo 13 de agosto, hemos ejecutado unas elecciones particulares e inéditas en el mundo, a la argentina, para conocer las tendencias de nuestros electores hacia la confrontación definitiva en breve plazo.
Indudablemente que las sumas de los recursos públicos aplicadas a este experimento, han sido cuantiosas y multitud de políticos del más diverso nivel y procedencia, han hecho negocios por demás productivos para sus arcas y las de sus asociados.
Como resultado hemos verificado la existencia en nuestra opinión pública de cuatro tendencias, las cuales en principio revelan distintas concepciones en cuanto a la visión y deseos de futuro de nuestros ciudadanos.
En primer término alto nivel de ausentismo que podría revelar un pesimismo manifiesto, de una gran proporción de los electores ante la imposibilidad de cambiar por ese medio, el curso nefasto de las tendencias políticas en vigencia.
Luego la selección de un personaje pintoresco y sin antecedentes políticos y estructurales, cuyo origen para esta vocación y el sostenimiento correspondiente es dudoso, quien ha exhibido hasta con valentía públicamente, los delitos sistemáticos de la “casta política” (que yo en mis escritos desde hace varios años califiqué como “corporación” conjuntamente con los caciques gremiales y piqueteros).
Ha presentado una propuesta para el eventual ejercicio de su mandato, que es una mezcla de acciones necesarias, enunciados ampulosos e irreflexivos y voluntarismo notorio.
¿Tendrá la personalidad de estadista necesaria y las agallas, para cambiar decididamente la tendencia macabra de nuestro rumbo político, como proclama? ¿Podrá ser un ejemplo de honestidad y convicción?
En cuanto al sector de juntos (más bien peleados) por ¿el cambio?, proyectó hacia la consagración máxima a una mujer de mediana capacidad intelectual y dudosa envergadura política, quien puede llegar a la máxima responsabilidad en medio de un caos previsible armado por quienes posiblemente sean obligados a dejar el poder.
Aun su plan de acción es desconocido, aunque expresa enunciados generales y propósitos destacables.
A su lado personalidades destacadas, otras desconocidas y como asesor estratégico, un dirigente fracasado seducido por la vigencia de la alfombra roja.
Finalmente, el representante de “juntos por la Patria” (yo agregaría en el medio de ese título la palabra “destrucción”), cuya principal capacidad ha sido el cambio constante de opiniones y principios a fin de alcanzar sus ambiciones de poder. Para ello se somete dócilmente a quien le resulte más funcional a sus apetencias.
Si surgiese como parece lógico, un desplazamiento de la mafia KK del gobierno, sus personajes siniestros con ilimitado poder crematístico, movilizarán centenares de miles de borregos para hacer imposible el ejercicio del poder por parte de las nuevas autoridades. Ya están ejecutando gimnasia para ello.
Consecuentemente la pregunta del millón será; ¿podrá el próximo gobierno, si es que el pueblo argentino vota conscientemente y el fraude es controlado efectivamente, imponer en toda circunstancia la autoridad del Estado para ejecutar sus eventuales medidas de cambio y renovación o caeremos en una anarquía de hecho que nos pueda llevar a una guerra civil de imprevisibles derivaciones?
EL APORTE DE DON FRANCISCO DESDE ROMA.
En las últimas horas pudimos ver las discutibles designaciones ejecutada por la alta jerarquía del Vaticano, quien nombró al ex juez de la Corte Suprema argentina, Eugenio Zaffaroni en un nuevo organismo para la investigación y promoción de los derechos sociales. Estará a cargo entre 2023 y 2028, acompañado por Marcelo Suárez Orozco, profesor de globalización y educación argentino radicado en Estados Unidos, y Alberto Filippi, filósofo ítalovenezolano. Las mismas sirven para conocer la acción e ideas políticas del ¿Santo Padre?
¿Qué quiere? ¿Qué busca? ¿Está en su sano juicio?
¿Está al servicio de DIOS y NUESTRA SAGRADA DOCTRINA?
¿Qué pensarán en el mundo de su acción?
¡Y es argentino! DIOS nos salve.
Cosas veredes Sancho…
Que DIOS y NUESTRA SANTA MADRE nos salven de este futuro estremecedor.
◘
Por Francisco Cervo.
Hace pocos días muchos argentinos celebraron pomposamente cuarenta años de vigencia de la particular democracia que supimos inventar, como si hubiese sido la fórmula imprescindible para la felicidad de todos, la justicia ecuánime, efectiva y eficiente, el bien común y la vigencia de la unión y la paz interior.
Afirmar lo precedente y ante la realidad macabra que hemos construido y vivimos, significa absolutamente una falacia elaborada por patrones ignorados de nuestros destinos, en el exterior y sus cipayos aquí, para convencer a incautos y hasta descerebrados y poder así estrechar el cerco de su conquista definitiva de esta desfalleciente república .
Para sostener mi afirmación, incursionemos solo en un campo de la realidad general y para ello analicemos estadísticas comparativas entre la situación existente en 1983 y la actual.
Entre otras; índice de pobreza y miseria, analfabetismo, seguridad, deuda y dependencia externa, ocupación y trabajo, cultura y fundamentos de acción política y social, justicia independiente y efectiva y muchos rubros más.
En todos ellos el avance de los datos negativos ha sido hasta desproporcionado.
Sin embargo, por los resultados a la vista, nunca nos hemos preocupado a lo largo de estos cuarenta años, en analizar la razón de estos despropósitos y adoptar medidas para su detención efectiva e inmediata y el cambio hacia un rumbo virtuoso.
Quizás y pese a lo mencionado, lo realmente trascendente y por ello el festejo de ciertos personajes con una publicidad rimbombante de acompañamiento, ha sido el enriquecimiento desmedido de políticos de diversa etiqueta, ámbito y jerarquía, empresarios y sindicalistas asociados y sus parientes, amantes y aplaudidores, usufructuando por cierto a voluntad, los recursos de todos.
También por cierto el crecimiento desmedido de los parásitos integrantes de un Estado elefantiásico, al servicio de aquella mefistofélica corporación política. Una verdadera “burocracia” en constante aumento.
Obviamente la destrucción sistemática de las FFAA, quitando su libertad de por vida a quienes lucharon contra los mercenarios asesinos del colonialismo ideológico, saqueando su patrimonio tradicional y operativo y desvirtuando sus valores fundacionales.
La falta de apoyo a los miembros de las FFSS que pelean por el cumplimiento de su misión, especialmente la instauración del orden y la paz interior, y la penetración consiguiente en la estructura de sus mandos, de la delincuencia en sus diversas manifestaciones fomentada desde los diversos gobiernos en ejercicio.
Por cierto, también la compra y venta de funcionarios judiciales al mejor postor, con los resultados nefastos a la vista y la inocencia eterna de los diabólicos depredadores.
Pero lo más trágico y siniestro ha sido la acción sistemática de arrojar a las fauces de la mugre, la miseria y la muerte a millones de argentinos, transformándolos en clientes de las dádivas de un Estado corrupto e insensible, que los ha usado y usa como apoyo político y fuerza de choque.
Solo en este aspecto, estamos ante la conformación de un genocidio casi inédito en la historia del mundo, cuyos autores y generadores nunca recibirán el ejemplar castigo correspondiente, pues estas aberraciones las ejecutaron “en democracia”.
Como reflexión final a esta parte de mi relato; ¿Existe algo para festejar en estos cuarenta años de particular democracia inventada y practicada sistemáticamente por los dirigentes, sin distinción de etiquetas, del “gran pueblo argentino salud”?
El domingo 13 de agosto, hemos ejecutado unas elecciones particulares e inéditas en el mundo, a la argentina, para conocer las tendencias de nuestros electores hacia la confrontación definitiva en breve plazo.
Indudablemente que las sumas de los recursos públicos aplicadas a este experimento, han sido cuantiosas y multitud de políticos del más diverso nivel y procedencia, han hecho negocios por demás productivos para sus arcas y las de sus asociados.
Como resultado hemos verificado la existencia en nuestra opinión pública de cuatro tendencias, las cuales en principio revelan distintas concepciones en cuanto a la visión y deseos de futuro de nuestros ciudadanos.
En primer término alto nivel de ausentismo que podría revelar un pesimismo manifiesto, de una gran proporción de los electores ante la imposibilidad de cambiar por ese medio, el curso nefasto de las tendencias políticas en vigencia.
Luego la selección de un personaje pintoresco y sin antecedentes políticos y estructurales, cuyo origen para esta vocación y el sostenimiento correspondiente es dudoso, quien ha exhibido hasta con valentía públicamente, los delitos sistemáticos de la “casta política” (que yo en mis escritos desde hace varios años califiqué como “corporación” conjuntamente con los caciques gremiales y piqueteros).
Ha presentado una propuesta para el eventual ejercicio de su mandato, que es una mezcla de acciones necesarias, enunciados ampulosos e irreflexivos y voluntarismo notorio.
¿Tendrá la personalidad de estadista necesaria y las agallas, para cambiar decididamente la tendencia macabra de nuestro rumbo político, como proclama? ¿Podrá ser un ejemplo de honestidad y convicción?
En cuanto al sector de juntos (más bien peleados) por ¿el cambio?, proyectó hacia la consagración máxima a una mujer de mediana capacidad intelectual y dudosa envergadura política, quien puede llegar a la máxima responsabilidad en medio de un caos previsible armado por quienes posiblemente sean obligados a dejar el poder.
Aun su plan de acción es desconocido, aunque expresa enunciados generales y propósitos destacables.
A su lado personalidades destacadas, otras desconocidas y como asesor estratégico, un dirigente fracasado seducido por la vigencia de la alfombra roja.
Finalmente, el representante de “juntos por la Patria” (yo agregaría en el medio de ese título la palabra “destrucción”), cuya principal capacidad ha sido el cambio constante de opiniones y principios a fin de alcanzar sus ambiciones de poder. Para ello se somete dócilmente a quien le resulte más funcional a sus apetencias.
Si surgiese como parece lógico, un desplazamiento de la mafia KK del gobierno, sus personajes siniestros con ilimitado poder crematístico, movilizarán centenares de miles de borregos para hacer imposible el ejercicio del poder por parte de las nuevas autoridades. Ya están ejecutando gimnasia para ello.
Consecuentemente la pregunta del millón será; ¿podrá el próximo gobierno, si es que el pueblo argentino vota conscientemente y el fraude es controlado efectivamente, imponer en toda circunstancia la autoridad del Estado para ejecutar sus eventuales medidas de cambio y renovación o caeremos en una anarquía de hecho que nos pueda llevar a una guerra civil de imprevisibles derivaciones?
En las últimas horas pudimos ver las discutibles designaciones ejecutada por la alta jerarquía del Vaticano, quien nombró al ex juez de la Corte Suprema argentina, Eugenio Zaffaroni en un nuevo organismo para la investigación y promoción de los derechos sociales. Estará a cargo entre 2023 y 2028, acompañado por Marcelo Suárez Orozco, profesor de globalización y educación argentino radicado en Estados Unidos, y Alberto Filippi, filósofo ítalovenezolano. Las mismas sirven para conocer la acción e ideas políticas del ¿Santo Padre?
¿Qué quiere? ¿Qué busca? ¿Está en su sano juicio?
¿Está al servicio de DIOS y NUESTRA SAGRADA DOCTRINA?
¿Qué pensarán en el mundo de su acción?
¡Y es argentino! DIOS nos salve.
Cosas veredes Sancho…
Que DIOS y NUESTRA SANTA MADRE nos salven de este futuro estremecedor.
Por lo menos, así, lo veo yo.
Francisco Cervo.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 23, 2023