Sobre el año 1524 en la América precolombina, el imperio Incaico tenía una superficie de 2.500.000 kilómetros cuadrados (2.791.810 Argentina hoy) y unos 12.000.000 de habitantes. Como imprescindible medio de comunicacion contaban con los “chasquis”. Estos eran jóvenes bien entrenados que utilizando la red de caminos incaicos corrían durante 10 o 15 kilómetros, hasta un pequeño albergue conocido como “tambo” donde otro corredor, tomaba el recado (quipu) y hacia lo mismo hasta otra posta. Así cubrían distancias de 250 kilómetros (155 millas) en 24 horas, y los 2.000 kilómetros (1.250 millas) que había entre Quito y Cuzco en una semana. De esta forma se trasmitían importantes mensajes, como ser la orden de suspender una acción bélica, o el aviso del tiempo que tardarían en llegar refuerzos para una batalla. Destacable es que estos mensajeros calzaban sandalias u ojotas de cuero, las Nike Alphafly 3, todavía no se habían inventado. Pasaron CINCO SIGLOS, la ciencia y la tecnología avanzaron a niveles nunca imaginados volviéndose todo fácil y rápido… a veces. En marzo pasado cuando decidí enviar 7 cartas documento, que por tener 3 fojas cada una en realidad fueron 21, a las máximas autoridades del gobierno distantes 350 kilómetros (217 millas) de mi domicilio, no imaginé la frustrante experiencia que viviría. Fue una verdadera odisea, digna de un país mental y materialmente primitivo. Primeramente, fui a las sucursales del CORREO ARGENTINO de Pinamar y de Villa Gesell, esta última a 30 kilómetros de distancia, ambas sin fecha cierta de recepción, carecían de formularios para imprimir. Entonces el 20 de marzo lo hice a través de la empresa privada ANDREANI, sucursal Pinamar cuyo eslogan dice: ¡Gestioná tus envíos y hacé crecer tu emprendimiento! Ese día despaché 3 cartas dirigidas a JAVIER MILEI y 3 a VICTORIA VILLARRUEL, presidente y vice de la Nación. Las 3 primeras fueran entregadas sin inconvenientes 5 DÍAS después, (CONSTANCIA UNO). Según la empresa el 27, a los 7 DÍAS, fueron rechazadas en el Senado de la Nación las segundas. Más adelante cuando recibí los “Registros de Visitas”, en ellos solo había un garabato con la fecha. Habiendo transcurrido 14 DIAS, verbalmente me informaron que en la dirección indicada no aceptaban correspondencia (Avda. Hipólito Yrigoyen 1849). Al día siguiente, con una breve nota adjunté copia de las 3 cartas documento fallidas y mandé todo con el CORREO ARGENTINO, por CARTA CERTIFICADA CON AVISO DE RETORNO a la Doctora Villarruel, a la misma dirección en donde la empresa ANDRIANI, informó el rechazo. El 9 de abril, 4 días después había sido recibida sin inconveniente alguno en el lugar, por quien se identificó como SANDRA CALZOLARI. (CONSTANCIA DOS). Volviendo atrás en el tiempo, el día 21 de marzo también con ANDREANI, envié otras 15 cartas documento siempre con el mismo texto. Tres a la ministra de Seguridad PATRICIA BULLRICH. Estas fueron entregadas el 3 de abril, o sea, a los 13 DÍAS de despachadas. A la fecha, solo me dieron los recibos de 2 de ellas, el tercero ni noticias. (CONSTANCIA TRES). Las tres dirigidas al ministro de Defensa LUIS PETRI, también fueron entregadas a los 13 DIAS, (CONSTANCIA CUATRO). 13 DÍAS también tardaron las 3 dirigidas al ministro de Justicia MARIANO CÚNEO LIBARONA. (CONSTANCIA CINCO). En el caso de las 3 dirigidas al Dr. ALBERTO BAÑOS, secretario de Derechos Humanos, fueron entregadas el 8 de abril, o sea, a los 18 DÍAS. (CONSTANCIA SEIS). Por último, las 3 cartas dirigidas al Comisario General JAVIER VILLAR, jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, demoraron 14 DÍAS y se negaron a recibirlas. Estas carecían de importancia ya que solo tenían un fin simbólico por ser este uniformado solo un representante de la cobardía y mezquindad de los miembros de TODAS LAS FUERZAS, que vilmente abandonaron a su gente. De los 3 REGISTROS DE VISITAS, 2 están en blanco (CONSTANCIA SIETE). Aclaro que, durante todo este tiempo con la paciencia de un Buda, concurrí a las oficinas de ANDREANI PINAMAR, en más de 20 oportunidades, poniendo buena cara para que quienes me atendían no se sintieran ofendidos o perturbados por mi presencia, reclamando el servicio que había pagado. Además, efectué reclamos varios por Mail, los que fueron cortésmente respondidos en forma automática-digital, sin resultado alguno (Guardo las copias). Con respecto a las respuestas de las autoridades, sobre los delitos de acción pública que informé en los escritos, en pocos días más las estaremos publicando. DIGNO DE DESTACAR, ES QUE, SI LA VIDA DE ALGUIEN HUBIERA DEPENDIDO DE ESAS 21 MISIVAS, A ESTAS HORAS, ESE ALGUIEN, HABITARÍA EN UN CEMENTERIO, Y LE ESTARIAMOS DANDO EL PÉSAME A SUS SERES QUERIDOS.
“El viaje iba a ser una odisea en el pleno sentido de la palabra, un viaje épico que cambiaría toda su vida”
Por Claudio Kussman.
Sobre el año 1524 en la América precolombina, el imperio Incaico tenía una superficie de 2.500.000 kilómetros cuadrados (2.791.810 Argentina hoy) y unos 12.000.000 de habitantes. Como imprescindible medio de comunicacion contaban con los “chasquis”. Estos eran jóvenes bien entrenados que utilizando la red de caminos incaicos corrían durante 10 o 15 kilómetros, hasta un pequeño albergue conocido como “tambo” donde otro corredor, tomaba el recado (quipu) y hacia lo mismo hasta otra posta. Así cubrían distancias de 250 kilómetros (155 millas) en 24 horas, y los 2.000 kilómetros (1.250 millas) que había entre Quito y Cuzco en una semana. De esta forma se trasmitían importantes mensajes, como ser la orden de suspender una acción bélica, o el aviso del tiempo que tardarían en llegar refuerzos para una batalla. Destacable es que estos mensajeros calzaban sandalias u ojotas de cuero, las Nike Alphafly 3, todavía no se habían inventado. Pasaron CINCO SIGLOS, la ciencia y la tecnología avanzaron a niveles nunca imaginados volviéndose todo fácil y rápido… a veces. En marzo pasado cuando decidí enviar 7 cartas documento, que por tener 3 fojas cada una en realidad fueron 21, a las máximas autoridades del gobierno distantes 350 kilómetros (217 millas) de mi domicilio, no imaginé la frustrante experiencia que viviría. Fue una verdadera odisea, digna de un país mental y materialmente primitivo. Primeramente, fui a las sucursales del CORREO ARGENTINO de Pinamar y de Villa Gesell, esta última a 30 kilómetros de distancia, ambas sin fecha cierta de recepción, carecían de formularios para imprimir. Entonces el 20 de marzo lo hice a través de la empresa privada ANDREANI, sucursal Pinamar cuyo eslogan dice: ¡Gestioná tus envíos y hacé crecer tu emprendimiento! Ese día despaché 3 cartas dirigidas a JAVIER MILEI y 3 a VICTORIA VILLARRUEL, presidente y vice de la Nación. Las 3 primeras fueran entregadas sin inconvenientes 5 DÍAS después, (CONSTANCIA UNO). Según la empresa el 27, a los 7 DÍAS, fueron rechazadas en el Senado de la Nación las segundas. Más adelante cuando recibí los “Registros de Visitas”, en ellos solo había un garabato con la fecha. Habiendo transcurrido 14 DIAS, verbalmente me informaron que en la dirección indicada no aceptaban correspondencia (Avda. Hipólito Yrigoyen 1849). Al día siguiente, con una breve nota adjunté copia de las 3 cartas documento fallidas y mandé todo con el CORREO ARGENTINO, por CARTA CERTIFICADA CON AVISO DE RETORNO a la Doctora Villarruel, a la misma dirección en donde la empresa ANDRIANI, informó el rechazo. El 9 de abril, 4 días después había sido recibida sin inconveniente alguno en el lugar, por quien se identificó como SANDRA CALZOLARI. (CONSTANCIA DOS). Volviendo atrás en el tiempo, el día 21 de marzo también con ANDREANI, envié otras 15 cartas documento siempre con el mismo texto. Tres a la ministra de Seguridad PATRICIA BULLRICH. Estas fueron entregadas el 3 de abril, o sea, a los 13 DÍAS de despachadas. A la fecha, solo me dieron los recibos de 2 de ellas, el tercero ni noticias. (CONSTANCIA TRES). Las tres dirigidas al ministro de Defensa LUIS PETRI, también fueron entregadas a los 13 DIAS, (CONSTANCIA CUATRO). 13 DÍAS también tardaron las 3 dirigidas al ministro de Justicia MARIANO CÚNEO LIBARONA. (CONSTANCIA CINCO). En el caso de las 3 dirigidas al Dr. ALBERTO BAÑOS, secretario de Derechos Humanos, fueron entregadas el 8 de abril, o sea, a los 18 DÍAS. (CONSTANCIA SEIS). Por último, las 3 cartas dirigidas al Comisario General JAVIER VILLAR, jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, demoraron 14 DÍAS y se negaron a recibirlas. Estas carecían de importancia ya que solo tenían un fin simbólico por ser este uniformado solo un representante de la cobardía y mezquindad de los miembros de TODAS LAS FUERZAS, que vilmente abandonaron a su gente. De los 3 REGISTROS DE VISITAS, 2 están en blanco (CONSTANCIA SIETE). Aclaro que, durante todo este tiempo con la paciencia de un Buda, concurrí a las oficinas de ANDREANI PINAMAR, en más de 20 oportunidades, poniendo buena cara para que quienes me atendían no se sintieran ofendidos o perturbados por mi presencia, reclamando el servicio que había pagado. Además, efectué reclamos varios por Mail, los que fueron cortésmente respondidos en forma automática-digital, sin resultado alguno (Guardo las copias). Con respecto a las respuestas de las autoridades, sobre los delitos de acción pública que informé en los escritos, en pocos días más las estaremos publicando. DIGNO DE DESTACAR, ES QUE, SI LA VIDA DE ALGUIEN HUBIERA DEPENDIDO DE ESAS 21 MISIVAS, A ESTAS HORAS, ESE ALGUIEN, HABITARÍA EN UN CEMENTERIO, Y LE ESTARIAMOS DANDO EL PÉSAME A SUS SERES QUERIDOS.
“El viaje iba a ser una odisea en el pleno sentido de la palabra, un viaje épico que cambiaría toda su vida”
Jon Krakauer (1954- )
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 4, 2024
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