La farmacéutica estadounidense Pfizer y la empresa biotecnológica alemana BioNTech han anunciado hoy que la extensión de protección de su vacuna frente al coronavirus es del 90%. Una eficacia del 90% es altísima. Mucho mejor de lo que se pensaba para una vacuna desarrollada en tan poco tiempo. Para tener una idea: el tiempo normal de desarrollo de una vacuna se mide en décadas. Conseguir una vacuna efectiva en menos de un año sería un auténtico milagro científico. Es importante señalar que aún no se han publicado los datos, ni un informe detallado y revisado por otros expertos. Pfizer asegura que eso sucederá a final de este mes, cuando acabe la Fase III de ensayos y pida el permiso a los reguladores sanitarios. Sólo entonces se sabrá con certeza si este 90% es correcto. La vacuna utiliza un método muy moderno. Las vacunas tradicionales están compuestas por el virus “inactivado” o “debilitado”. Así el sistema inmunitario aprende a reconocerlo y a luchar contra él si alguna vez una persona se infecta.. El método de Pfizer no utiliza el virus, sino sólo un pequeño trozo de su secuencia genética. El coronavirus es una especie de esfera rodeada de espinas. Dentro de la esfera se encuentra su ARN: ese ARN es el “libro de instrucciones” que tiene el coronavirus para multiplicarse dentro de células en el ser humano.
El ARN está formado por unas 30.000 “letras”. Esa secuencia empieza así:
Esas 30.000 letras son “las instrucciones” para fabricar un virus nuevo. Una parte de esas 30.000 letras contienen la información sobre cómo construir las espinas. Explicado esto, la vacuna de Pfizer funciona así:
Los científicos”recortan” el trozo de las letras del ARN que contiene la información sobre cómo construir las espinas.
Se inyecta ese trozo de ARN a la persona que se quiere vacunar.
El ARN entra en las células de la persona y sus células se ponen a fabricar espinas del virus (no el virus completo).
El sistema inmunitario reconoce las espinas y aprende que tiene que luchar contra ellas.
Si alguna vez esa persona se infecta con el coronavirus de verdad, el sistema inmunitario reconocerá las espinas del virus y lo atacará.
De todas maneras, hay obstáculos por superar.
Primero: los reguladores sanitarios deberán verificar que todo el ensayo ha sido realizado correctamente y efectivamente la vacuna tiene un 90% de efectividad.
Segundo: Pfizer deberá fabricar miles de millones de vacunas. La farmaceútica ha anunciado que fabricará 1.300 millones de dosis en 2021. Así dicho parecen muchas. Pero como para cada vacunación se necesitan dos dosis, estamos hablando de 650 millones de personas vacunadas en 2021 y esa cifra es menos del 10% de la población mundial.
Tercero: el reto logístico será enorme. La vacuna necesita una cadena de frío de -80ºC. Eso es fácil para unas pocas dosis en laboratorios científicos. Pero para una vacunación masiva habrá que conseguir que millones de vacunas lleguen a miles de centros de salud a esa temperatura. Esa organización necesitará de varios meses de preparación.
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La farmacéutica estadounidense Pfizer y la empresa biotecnológica alemana BioNTech han anunciado hoy que la extensión de protección de su vacuna frente al coronavirus es del 90%. Una eficacia del 90% es altísima. Mucho mejor de lo que se pensaba para una vacuna desarrollada en tan poco tiempo. Para tener una idea: el tiempo normal de desarrollo de una vacuna se mide en décadas. Conseguir una vacuna efectiva en menos de un año sería un auténtico milagro científico. Es importante señalar que aún no se han publicado los datos, ni un informe detallado y revisado por otros expertos. Pfizer asegura que eso sucederá a final de este mes, cuando acabe la Fase III de ensayos y pida el permiso a los reguladores sanitarios. Sólo entonces se sabrá con certeza si este 90% es correcto. La vacuna utiliza un método muy moderno. Las vacunas tradicionales están compuestas por el virus “inactivado” o “debilitado”. Así el sistema inmunitario aprende a reconocerlo y a luchar contra él si alguna vez una persona se infecta.. El método de Pfizer no utiliza el virus, sino sólo un pequeño trozo de su secuencia genética. El coronavirus es una especie de esfera rodeada de espinas. Dentro de la esfera se encuentra su ARN: ese ARN es el “libro de instrucciones” que tiene el coronavirus para multiplicarse dentro de células en el ser humano.
El ARN está formado por unas 30.000 “letras”. Esa secuencia empieza así:
Esas 30.000 letras son “las instrucciones” para fabricar un virus nuevo. Una parte de esas 30.000 letras contienen la información sobre cómo construir las espinas. Explicado esto, la vacuna de Pfizer funciona así:
De todas maneras, hay obstáculos por superar.
Primero: los reguladores sanitarios deberán verificar que todo el ensayo ha sido realizado correctamente y efectivamente la vacuna tiene un 90% de efectividad.
Segundo: Pfizer deberá fabricar miles de millones de vacunas. La farmaceútica ha anunciado que fabricará 1.300 millones de dosis en 2021. Así dicho parecen muchas. Pero como para cada vacunación se necesitan dos dosis, estamos hablando de 650 millones de personas vacunadas en 2021 y esa cifra es menos del 10% de la población mundial.
Tercero: el reto logístico será enorme. La vacuna necesita una cadena de frío de -80ºC. Eso es fácil para unas pocas dosis en laboratorios científicos. Pero para una vacunación masiva habrá que conseguir que millones de vacunas lleguen a miles de centros de salud a esa temperatura. Esa organización necesitará de varios meses de preparación.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 11, 2020