Cuando la vida no te sea fácil, celebra esas las cosas maravillosas que hay en ti. Recuerda que hay personas que te necesitan y que nunca te olvidan. Pregúntate cuantas sonrisas pueden llenar un día, y aporta lo tuyo para ello. Tu sabes que siempre encuentres un arco iris después de una tormenta, y que cuando llegue el mañana, puedes comenzar de nuevo, entonces no desfallezcas. Procura encontrar tiempo para apreciar la vida y tiempo para compartir tu belleza espiritual. Debes convencerte de que tus anhelos serán una realidad. Mira tu presente como un regalo, y tu futuro como otro más. Continua sembrando las semillas de tus sueños, porque si sigues creyendo en ellos, tus sueños seguirán tratando de florecer en ti. Agrega brillo a cada nuevo día, y esfuérzate en convertir la felicidad eterna, en eterna felicidad. El costo de crecer como persona es equivocarse… No nos es posible escapar de esta ley universal. Decir: No quiero equivocarme, es un berrinche infantil. Es imposible no equivocarnos, como lo es que no haya aceleración de la gravedad. Somos máquinas especiales dentro del universo conocido, por lo que debemos maltratarnos. Si nos exigimos, que sea dentro de límites razonables, sin renegar de nuestras acciones. Seamos benignos con nuestras acciones. Afortunadamente no somos perfecto. La alegría comienza en el mismo momento en que cesa la búsqueda de nuestra propia felicidad, y procuremos la de otros. Seamos buenos, nunca neguemos una ayuda que esté a nuestro alcance; perdonemos y demos todo de nosotros mismos. Nadie se nos cruza en nuestro camino por casualidad, como también que nosotros no entramos en la vida de otros sin alguna razón. Hay mucho que podemos dar y recibir, mucho que aprender, con experiencias buenas y negativas. Podemos llegar tan lejos como nos lleven nuestros sueños. La eternidad está en nuestras manos. Vivamos de tal manera que, cuando tengamos que irnos, mucho de nosotros quede aún en aquellos que tuvieron la buena ventura de encontrarnos. Si alguien en algún momento nos dice que no fue su intención ofender, debemos creerles. Nos va a hacerte bien… Así, tal vez podremos entender cuando nosotros seamos los que ofenden, podamos decir, con sinceridad: “fue sin querer”. Demos de nosotros todo cuanto podamos, porque lo único que vamos a dejar es el recuerdo de lo que hicimos aquí. Seamos paciente con todo el mundo, pero, por sobre todo seámoslo con nosotros. Si queremos ver las cosas que nunca hemos visto, hagamos cosas que nunca hemos hecho… Hoy es el mañana por el que nos preocupábamos ayer. Hay un montón de días bellos que aún vendrán, lo pasado pasó, pero el mañana durará siempre. El amor, aunque sea dulce, siempre tiende a agriarse, pero si lo mezclamos con sabiduría y madurez, puede ser un amor para toda la vida. La gran diferencia entre lo material y lo espiritual, es que lo material tiene un valor temporal, momentáneo, mientras que lo espiritual tiene un valor infinito.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y mi deseo de
que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame
sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.
🙂
Escribe CLAUDIO VALERIO
EL MAÑANA DURARÁ SIEMPRE
Cuando la vida no te sea fácil, celebra esas las cosas maravillosas que hay en ti. Recuerda que hay personas que te necesitan y que nunca te olvidan. Pregúntate cuantas sonrisas pueden llenar un día, y aporta lo tuyo para ello. Tu sabes que siempre encuentres un arco iris después de una tormenta, y que cuando llegue el mañana, puedes comenzar de nuevo, entonces no desfallezcas. Procura encontrar tiempo para apreciar la vida y tiempo para compartir tu belleza espiritual. Debes convencerte de que tus anhelos serán una realidad. Mira tu presente como un regalo, y tu futuro como otro más.
Continua sembrando las semillas de tus sueños, porque si sigues creyendo en ellos, tus sueños seguirán tratando de florecer en ti. Agrega brillo a cada nuevo día, y esfuérzate en convertir la felicidad eterna, en eterna felicidad.
El costo de crecer como persona es equivocarse… No nos es posible escapar de esta ley universal. Decir: No quiero equivocarme, es un berrinche infantil. Es imposible no equivocarnos, como lo es que no haya aceleración de la gravedad. Somos máquinas especiales dentro del universo conocido, por lo que debemos maltratarnos. Si nos exigimos, que sea dentro de límites
razonables, sin renegar de nuestras acciones. Seamos benignos con nuestras acciones. Afortunadamente no somos perfecto. La alegría comienza en el mismo momento en que cesa la búsqueda de nuestra propia felicidad, y procuremos la de otros. Seamos buenos, nunca neguemos una ayuda que esté a nuestro alcance; perdonemos y demos todo de nosotros mismos. Nadie se nos cruza en nuestro camino por casualidad, como también que nosotros no entramos en la vida de otros sin alguna razón. Hay mucho que podemos dar y recibir, mucho que aprender, con experiencias buenas y negativas.
Podemos llegar tan lejos como nos lleven nuestros sueños. La eternidad está en nuestras manos. Vivamos de tal manera que, cuando tengamos que irnos, mucho de nosotros quede aún en aquellos que tuvieron la buena ventura de encontrarnos. Si alguien en algún momento nos dice que no fue su intención ofender, debemos creerles. Nos va a hacerte bien… Así, tal vez podremos entender cuando nosotros seamos los que ofenden, podamos decir, con sinceridad: “fue sin querer”. Demos de nosotros todo cuanto podamos, porque lo único que vamos a dejar es el recuerdo de lo que hicimos aquí. Seamos paciente con todo el mundo, pero, por sobre todo seámoslo con nosotros.
Si queremos ver las cosas que nunca hemos visto, hagamos cosas que nunca hemos hecho… Hoy es el mañana por el que nos preocupábamos ayer.
Hay un montón de días bellos que aún vendrán, lo pasado pasó, pero el mañana durará siempre. El amor, aunque sea dulce, siempre tiende a agriarse, pero si lo mezclamos con sabiduría y madurez, puede ser un amor para toda la vida. La gran diferencia entre lo material y lo espiritual, es que lo material tiene un valor temporal, momentáneo, mientras que lo espiritual tiene un valor infinito.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un saludo, y mi deseo de
que Dios te bendiga, te sonría y permita que prosperes en todo, y derrame
sobre ti, Salud, Paz, Amor, y mucha prosperidad.
Claudio Valerio
© Valerius
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 21, 2020